jueves, 4 de febrero de 2010

Sen y las Libertades Políticas

Dijo Sen: “…Pasando a otros tipos de privación de libertad, en algunos países hay un gran número de personas a las que se les niegan por sistema la libertad política y los derechos humanos básicos. A veces se dice que la denegación de estos derechos ayuda a estimular el crecimiento económico y es buena para acelerar el desarrollo económico. Algunos han abogado incluso por un endurecimiento de los sistemas políticos -con la denegación de derechos humanos y políticos básicos- porque ello tiene supuestamente la ventaja de fomentar el desarrollo económico. Esta tesis (llamada frecuentemente La Tesis de Lee, atribuida de alguna forma a Lee Kuan Yew, antiguo primer ministro de Singapur) a veces se respalda con datos empíricos bastante rudimentarios. En realidad, algunas comparaciones internacionales más generales no han confirmado esta tesis, y apenas existen pruebas de que una política autoritaria contribuya en realidad al crecimiento económico. De hecho, la evidencia empírica parece indicar claramente que el crecimiento económico se favorece más con un clima económico más positivo que con un sistema político más duro.” ver Desarrollo y Libertad, A. Sen, pag. 31-32, Cap 1, La perspectiva de la libertad

Democracia. Claramente el enfoque de Sen está alineado profundamente con los valores propuestos por la democracia. De hecho, un enfoque como el que él sugiere, basado en las libertades de los individuos, la agencia y el debate, difícilmente podría realizarse sin un régimen democrático. No sólo considera fundamental a la democracia, sino que, en un artículo aparecido en el Journal of Democracy en 1999, Sen sostiene la idea de que la democracia es un valor universal. Este es justamente el título del artículo: Democracy as a Universal Value. (Sen, A. (1999), Democracy as a Universal Value, Journal of Democracy; vol. 10, No. 3.)

Ahora bien, en el artículo Sen sostiene que existen dos fuertes críticas a la idea de la democracia como valor universal: la crítica “económica” y la crítica “cultural”. La primera se basa en la idea de que los derechos económicos anteceden a los políticos, dado que, los derechos políticos no le sirven a quien no tiene qué comer. Esto muchas veces se traduce en la idea de que es mejor sacrificar ciertas libertades políticas y sociales para lograr un mayor aumento de la productividad económica. La segunda desafía la idea de que la democracia pueda considerarse un valor universal. En este punto Sen se adentra en el análisis de temas más propios de la filosofía, en el cual debe resolver cuestiones tales como objetivismo/subjetivismo, absolutismo/relativismo. A continuación desarrollaremos ambos argumentos.

a) Derechos económicos vs. Derechos políticos. ¿Hay que erradicar la pobreza o garantizar las libertades políticas y los derechos humanos? ¿Por qué preocuparse por cosas finas como las libertades políticas si hay cosas tan gruesas como las acuciantes necesidades económicas? Preguntas como estas se plantearon en la Conferencia sobre Derechos Humanos llevada a cabo en Viena en 1993. En ella los delegados, según Sen, se mostraron contrarios a defender la importancia de los derechos políticos y humanos básicos. “Se dijo que en lo que habría que centrar la atención era, más bien, en los derechos económicos, relacionados con las necesidades materiales importantes.” El problema más importante que implica esta postura es que puede ser utilizada para justificar el autoritarismo. El ejemplo más acabado de esta postura es la tesis de Lee Kwan Yew, ex-primer ministro de Singapur, según la cual, las libertades y los derechos dificultan el crecimiento y el desarrollo económico. Sen discute este argumento en dos planos. Por un lado, en el campo empírico, por el otro, en el campo teórico. En cuanto al primero, Sen revisa distintas bibliografías sobre el tema y llega a la conclusión de que:

“...if all comparative studies are viewed together, the hypothesis that there
is no clear relation between economic growth and democracy in either
direction remains extremely plausible.”


Con esto no se defiende la necesidad de la democracia, pero, al menos, se falsea la hipótesis de Lee. Sin embargo, Sen pretende ir más allá para encontrar argumentos que demuestren la importancia de la democracia. Para ello, él trata de mirar este enfrentamiento entre los derechos políticos y derechos económicos desde su enfoque, llegando a la conclusión de que las libertades políticas son fundamentales debido a:

1) Su importancia directa en la vida humana relacionada con las capacidades básicas (incluida la de la participación política y social). En este punto, Sen destaca el papel constitutivo de la libertad política en el desarrollo.

2) Su papel instrumental en la mejora de las posibilidades de los individuos para expresar y defender sus demandas de atención política (incluidas sus exigencias de que se satisfagan sus necesidades económicas). En este punto pone como ejemplo la oportunidad que brindan las democracias de evitar desastres como las hambrunas.

3) Su papel constructivo en la conceptualización de las necesidades (incluida la comprensión de las necesidades económicas en un contexto social). ¿Cómo se van a satisfacer los derechos económicos si no se permite a los individuos ejercer la libertad de manifestar sus necesidades? En este punto vuelve al tema de la necesidad del debate para un enfoque del desarrollo como libertad.

4) Su papel protector frente a las pretensiones autoritarias. El ejemplo más claro es la ausencia de hambrunas en los países democráticos.

Al considerar las libertades políticas como fundamentales en sí mismas, nunca se deberá “sacrificarlas” en función de otro objetivo. Ellas mismas son el objetivo buscado. Por otro lado, la idea de que son las propias libertades políticas las que nos permiten conceptualizar nuestras necesidades económicas las pone en un lugar muy distinto al que le reservan estos críticos.

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