miércoles, 15 de noviembre de 2017

Las implicaciones de una Fórmula

Por Luis Manuel Aguana

Fórmula: 1. f. Medio práctico propuesto para resolver un asunto controvertido o ejecutar algo difícil.” (DRAE, primera acepción). Y no podía ser más controvertido o difícil el asunto venezolano planteado el lunes 13 de Noviembre en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), convocado bajo el mecanismo de la “Formula Arria”. Nadie podría decir que los venezolanos no resolveremos este asunto nosotros mismos, si para comenzar realmente a ventilar en serio este grave problema que nos aqueja lo hacemos bajo una fórmula inventada por un venezolano.

Cuando me enteré de la existencia de este mecanismo en marzo de 2014 por una referencia en twitter de su propio autor, el Embajador Diego Arria, en pleno desarrollo de la mortandad en las calles de nuestros jóvenes que resurgió con la muerte de Bassil DaCosta aquel fatídico 12 de febrero de ese año, me horrorice del porqué la oposición venezolana no hacía uso de ese mecanismo para evitar que siguieran los muertos. Escribí entonces una nota que titulé “La Fórmula Arria o cuando en la casa del herrero los cuchillos son de palo” (verla en  http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/la-formula-arria-o-cuando-en-la-casa.html) reseñando la desidia por ignorancia y/o envidia de la oposición venezolana de actuar inmediatamente para hacerle conocer al mundo de nuestra tragedia.

Más de tres años atrás, una eternidad. Cuantas muertes pudimos habernos ahorrado. Esa era la catadura de quienes llevaban -y todavía llevan- la franquicia de la oposición oficial venezolana. Pero esas equivocaciones tienen un costo muy elevado, y más aun en política, donde la moneda para el cambio de actitudes en la mayoría de los casos se mide con sangre, pero lamentablemente no la de aquellos que son responsables de esas equivocaciones.

Hoy, a instancias de nuestra tragedia humanitaria y más aún, del peligro geopolítico que representa un régimen narco terrorista a cargo de todo un país, el caso venezolano llega a las Naciones Unidas, paradójicamente montado en el mecanismo que Diego Arria inventó. Siempre he dicho que Dios tiene metida la mano en todas las cosas. Tanto el Secretario General de la OEA, como los Embajadores de Estados Unidos e Italia, quienes convocaron al Consejo de Seguridad de la ONU de la mano de esta Fórmula, reconocieron públicamente a nuestro compatriota la iniciativa de su creación a favor de la paz de las naciones, reconocimiento que en Venezuela le ha sido escamoteado. Ya lo explicaba en mi nota el 2014 que eso lo llevamos en nuestra historia.

Aunque las intervenciones del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos Zeid Al Hussein y de Julio Henriquez del Foro Penal Venezolano desnudaron la grave situación humanitaria y de los derechos humanos de nuestro país el problema para el mundo no solo se concentra allí, sino en las consecuencias de esa situación. La Embajadora de los Estados Unidos, Nikki Haley expresó en su intervención durante la sesión de la Fórmula Arria que “La situación que se está desarrollando en Venezuela es más que una tragedia humana. La crisis que allí se vive hoy es una amenaza directa a la paz y a la seguridad internacional. Venezuela es un Estado cada vez más violento. Un Narco Estado que amenaza a la región y a todo el mundo…” (ver Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela - ONUConVzla - Fórmula Arria. Debate Completo, https://youtu.be/EMr9f-bXB1g   minuto 41:57). Y ese es el punto de fondo que realmente convoca al Consejo: la seguridad de la región, dada la situación de inestabilidad política y económica de nuestro país.

La intervención del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, es una tomografía computerizada de lo que sucede en Venezuela. Almagro profundizó en la gravedad de la amenaza:“Venezuela es, en primer lugar una amenaza a la estabilidad y a la seguridad de las Américas. Tiene instalado el narcotráfico en la cúpula del gobierno. Los sobrinos de la pareja presidencial están siendo juzgados en Nueva York por tráfico de drogas. El Vicepresidente ha sido catalogado como cabecilla del narcotráfico y se le han congelado bienes por cientos sino miles de millones de dólares. El Ministro del Interior tiene una acusación internacional por narcotráfico. Generan lazos con redes internacionales y grupos catalogados como terroristas, entregando pasaportes venezolanos a connotados delincuentes internacionales. Nadie debe elegir el camino de ignorar esta información…”.

Las reiteradas advertencias hechas por los Estados Unidos en la ONU en relación a Venezuela se han corroborado en el sentido de que al empeorarse la situación de violaciones de los derechos humanos en el país, se ha afectado sensiblemente a los países fronterizos por la violencia generada por el régimen de Nicolás Maduro. De acuerdo a la Embajadora Haley, países como Siria, Sudán del Sur y Birmania son ejemplos que han ya transitado el camino de Venezuela y a seguidas cayeron en el conflicto. Los Estados Unidos creen que vamos por el mismo camino y se sienten alentados porque otros países estén empeñados en resolver nuestra situación y aquí se alertó que no lo permitirán.

A partir de esa reunión del Consejo de Seguridad a través del mecanismo de la Fórmula Arria, ya la cúpula política del mundo está oficialmente informada de la preocupación de la primera potencia por resolver a la brevedad posible la situación de Venezuela y seguirán presionando –para nuestra buena suerte- porque así sea. Este fue un paso necesario y trascendental que a partir de hoy cuenta con muchos respaldos internacionales. Tenía que pasar esta reunión formal del Consejo de Seguridad en esta Fórmula para que el mundo se enterara de nuestra tragedia. Ya se ventiló y ahora seguirán las implicaciones formales.

En ese sentido suenan premonitorias las palabras de cierre de la Embajadora Haley: “Queremos mandar un mensaje firme al régimen de Maduro: estamos pendientes, no nos dejamos engañar, nuestro compromiso con el pueblo venezolano no acaba en esta reunión. Hoy nos reunimos para hablar de paz y de seguridad, pero en el centro de todo esto está el pueblo, las personas, las personas como Deivis Pérez (ver nota de CNN en “Estamos sufriendo en un hospital”: un niño pierde la vida en medio de la crisis médica en Venezuela, en http://cnnespanol.cnn.com/2017/10/25/estamos-sufriendo-en-un-hospital-un-nino-pierde-la-vida-en-medio-de-la-crisis-medica-en-venezuela/). Vamos a seguir haciendo sonar las alarmas, concienciando y adoptaremos medidas para honrar su memoria. Nuestro mensaje al pueblo de Venezuela hoy es que no se rindan. Que no abandonen la esperanza para ellos y sus familias. No queremos abandonar. No queremos desesperar. Y seguiremos luchando para que se oigan sus voces. Hay luz al final del túnel. La luz de la libertad, de la dignidad, de la seguridad, y de la prosperidad todavía es posible. Y para aquellos que tienen dificultades para imaginar este futuro hoy, que sepan: el mundo está cada vez más unido en sus esfuerzos por recuperar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales para todo el pueblo venezolano. La justicia va a llegar…”. (Subrayado nuestro).

El lunes 13 de Noviembre los Estados Unidos dijeron claramente al mundo: nos reunimos hoy para hablar de paz y seguridad pero primero está la gente. Que no dejemos de luchar por nuestra libertad porque nos acompañarán en esa lucha, conjuntamente con el resto de aquellos que están cada vez más unidos para recuperar “el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales para todo el pueblo venezolano”. A buen entendedor pocas palabras. Ahora sí creo que por fin “la justicia va a llegar”

Caracas, 15 de Noviembre de 2017

Twitter:@laguana

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