miércoles, 12 de diciembre de 2018

9D: toma de conciencia ciudadana


Por Luis Manuel Aguana

Para aquellos que tal vez piensen que me enredaré en el análisis técnico de lo que paso el domingo 9 de diciembre, les diré que de eso no iré más alla que afirmar que paso lo mismo que ha sucedido siempre en todos los procesos electorales en Venezuela desde que el régimen puso en funcionamiento el sistema automatizado de votación: después del cierre del proceso se puso en marcha de nuevo la molienda de los números, y una participación que al cierre de las mesas a las 6:00pm estaba en 11,16%, con la consecuente abstención histórica del 88,84%, de acuerdo con una encuestadora seria (ver Meganalisis https://twitter.com/Meganalisis/status/1071890817948770304), el CNE del régimen la convirtió en cuestión de minutos en 27,4% (ver El Nacional http://www.el-nacional.com/noticias/politica/cne-anuncio-que-participacion-fue-274-elecciones-municipales_262777).

Las maquinitas de Tiby hicieron otra vez el trabajo sucio y fraudulento del régimen estirando la participación más de dos veces, ante el asombro de todos los venezolanos que vimos en vivo y en directo los centros de votación desiertos en todo el país a través de las fotos y videos que circularon profusamente en las redes sociales.

Pero lo que deseo destacar como relevante en esta nueva jornada electoral es que ya el pueblo venezolano, oficialistas incluidos, finalmente entendieron que el voto no tiene sentido en medio de una tiranía. Que el voto en la actualidad dictatorial que vivimos no hace ninguna diferencia en la calidad de vida de los ciudadanos. Que esa falacia de “conservar los espacios” no ha servido para nada cuando el régimen solo permite que se le “gane” si no esta en riesgo su estabilidad.

No hemos sido aquellos que hemos advertido desde hace muchos años que el sistema electoral automatizado de Tiby funciona como una ruleta arreglada donde solamente gana la “casa” del régimen y pierde cuando quiere, sino que ha sido el mismo pueblo venezolano quien se ha desengañado solo y su respuesta social ante esa situación ha sido esa gigantesca abstención del domingo 9 de diciembre.

Lo hemos dicho antes y lo repetimos ahora: no puede volverse a las urnas sin un sistema electoral que garantice Elecciones Auténticas. Ese mensaje ha ido calando poco a poco pero muy hondo desde hace bastante tiempo en la mente de los venezolanos hasta el punto de haber alcanzado estos niveles de no participación. Se podría decir que eso es una toma de conciencia ciudadana.

Lo explicamos con detalle en el documento de la Huelga Electoral Indefinida (ver Apoya la Huelga Electoral Indefinida, en https://www.gopetition.com/petitions/apoya-la-huelga-electoral-indefinida-en-venezuela.html) a la cual llamamos antes de esas elecciones convocadas de manera fraudulenta como lo explicamos ampliamente alli, y a la que seguiremos llamando después del 9 de diciembre y hasta que se nos restituya el derecho de elegir con transparencia y auténticamente, como tenemos derecho de acuerdo a todos los tratados de Derechos Humanos suscritos por Venezuela.

Sin embargo esa toma de conciencia ciudadana no es interpretada así por los partidos de la oposición oficial que aun insisten en seguir jugando a las elecciones con la dictadura, y satanizando a quien se atreva a disentir de ir una y otra vez a esa ruleta arreglada. No entendierón todavía lo que pasó. Pero ya llegamos al final. Ya se agotó ese discurso. Ya les falta decirnos algo más que “hay que conservar los espacios” para convencer a la gente que yendo a votar las cosas cambiarán.

Ahora se verán en la obligación de tocar más a fondo en lo que paso con los electores, intentando comprender las razones por las cuales está ocurriendo el fenómeno, y tomar las decisiones que hagan cambiar el resultado de esa ecuación. El llamado de la ciudadanía para la dirigencia política es claro, y de ahora en adelante en lugar de “culpar” al ciudadano tendrán que verse en un espejo para encontrar a los verdaderos responsables de esa situación y encontrar las soluciones.

Ya la ciudadanía alcanzo ese nivel necesario de toma de conciencia ciudadana desconociendo a quienes persistentemente les han engañado. Llegado a este punto, ahora hace falta ir al siguiente nivel que doy en llamar el reconocimiento del liderazgo pertinente.

El nivel municipal es el nivel más cercano al ciudadano. Los Alcaldes y los Concejales son los funcionarios que lidian directamente con los problemas del día a día de las comunidades, y de donde se deriva la calidad de vida de las personas. Si en ese contexto no existe una representación ciudadana real que responda a los problemas verdaderos de la gente, los ciudadanos nunca verán satisfechas sus aspiraciones de vivir mejor. Y por más eficiente que pueda ser un Alcalde o Concejal, si sus intereses responden a otra cosa que no sea el interés de las personas del lugar donde viven, nunca se resolverán los problemas de esa comunidad.

Si el sistema de elección está dominado por un liderazgo que no responde a los vecinos que viven en las comunidades sino al interés de los grupos políticos solamente interesados en ponerle manos a un presupuesto de obras municipales para financiar sus operaciones partidistas, o traficar con permisos, entonces esa distorsión o falla del sistema, provoca por construcción un inmediato rechazo capaz de dividir la sociedad. Los municipios son esencialmente el nivel de la gente, de la sociedad civil. Los Alcaldes y Concejales deben provenir de la sociedad civil que organizadamente ocupen esos cargos de cercanía ciudadana de representación popular desde el seno de sus comunidades con el liderazgo pertinente, dejando al sector político el nivel regional, Gobernadores de Estados, y Diputados a las Asambleas Legislativas.

Esto forma parte de nuestra propuesta dentro del Proyecto País Venezuela impulsada por la Alianza Nacional Constituyente (ANCO), en su segundo Eje, El Municipio Fuerte (ver Doce Ejes y un Destino: 2) El Municipio Fuerte, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/07/doce-ejes-y-un-destino-2-el-municipio.html) y que corre aparejada con una conversión inmediata de todas las Parroquias del país a Municipios, en una primera etapa, con independencia política, administrativa, fiscal, y financiera, así como con autonomía en materias de salud, educación y seguridad para los Municipios. Todo esto debe ser discutido en el seno de una Constituyente Originaria, que tiene que ser convocada para debatir y reconstruir institucionalmente al país después de esta tragedia castro-chavista-madurista.

Entonces, visto así, una elección de Concejales o Alcaldes en el marco del sistema actual ¿hace alguna diferencia? ¿Mejoraría la calidad de vida de los ciudadanos tras esta elección, si hubieran ganado los concejales de la oposición oficial? Obviamente que no. Asi salgamos de la dictadura el sistema no sirve. Entonces el 9D no perdimos ni ganamos nada. Los Municipios y sus Cámaras Municipales seguirán siendo coto cerrado de los partidos políticos, sin posibilidad alguna de que los ciudadanos sean los que velen por lo que sucede en su propio espacio, y en donde se desenvuelven sus vidas. Y hasta que eso no cambie los ciudadanos no veremos mejoras por lo que pase en una eleccion municipal.

No es extraño entonces que ahora, y visto el control que tiene la dictadura de lo que pasa en cada comunidad, los ciudadanos sean el eslabón mas débil e indefenso de toda esta cadena, pero a la vez su ultima defensa frente a dos depredadores, el régimen por un lado queriéndole poner la mano al último reducto de los ciudadanos, y por el otro, la oposición oficial que se niega a morir tratando de conservar el único medio de subsistencia financiera que les queda en los Municipios porque no son gobierno. Y por ese camino nunca lo serán.

Pero ahora nos enfrentamos a un reto mucho mayor que remontar la credibilidad de la gente en el sistema electoral: o los partidos cambian al caer la dictadura, entregándoles a los ciudadanos el control de sus comunidades, o nunca veremos una participación que represente el verdadero sentir de la gente porque ya los ciudadanos tomaron conciencia del problema, y en consecuencia la democracia nunca funcionará en Venezuela. No les queda otra alternativa porque si no, desaparecerán...

Caracas, 12 de Diciembre de 2018

Twitter:@laguana

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