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sábado, 17 de febrero de 2018

La MUD, Ser o no Ser

Por Luis Manuel Aguana

Ser o no ser, esa es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia?”. Tremenda disyuntiva la de Hamlet, en el acto tercero, primera escena, de la obra inmortal de William Shakespeare, donde un Príncipe se enfrenta a un problema de conciencia, incapaz de cerrar los ojos ante “la duda entre la agonía de la vida y la liberación que supondría el suicidio, después del desengaño sufrido ante el vergonzoso comportamiento de sus progenitores” (ver Hamlet o la eterna duda, por Susana Torres Prieto http://ideas.ie.edu/hamlet-o-la-eterna-duda/).

Ojalá que la MUD enfrentara ese problema de conciencia de Hamlet de hacer lo que se supone correcto. Si lo hicieran se suicidarían todos como se lo planteó el Príncipe en esa obra de Shakespeare. Ni siquiera se apartan para darle opción a otro para que enfrente un problema que a todas luces no han sabido manejar. Pero a diferencia de lo que el común cree, no es la MUD la que se niega a morir o plantearse hacerlo por su propia mano. Es todo lo que a la MUD le ha dado vida en estas casi dos décadas de convivencia con el régimen.

Y es que pensando más detenidamente el porqué a pesar de todo, independientemente de todas las opciones y liderazgos alternativos diferentes de la MUD para conducir el destino opositor, siempre aparece algo que vuelve a poner en el cauce las opciones que plantea la MUD para que los venezolanos volvamos a caer en las manos de esos incompetentes que han sido los principales pilares de sostenimiento régimen. Y para muestra un botón: el comunicado FEDECAMARAS-AVERU del 17 de febrero de 2018 (verlo en http://prensa.ula.ve/2018/02/17/averu-y-fedecamaras-rechazan-llamado-anticipado-elecciones).

Veamos. Luego de indicar que rechazan el llamado anticipado a las elecciones presidenciales hecha por la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC), y al proceso electoral que activó el mismo Gobierno Nacional y que ha secundado el Consejo Nacional Electoral (CNE)”, terminan haciendo “un llamado a la ciudadanía en general, a todos los actores sociales y políticos, a seguir abogando por unas elecciones que garanticen a los venezolanos, dentro y fuera de nuestro país, poder ejercer el derecho al voto libre, universal, directo y secreto.”. ¿Qué loquera es esa?

Porque mi pregunta asombrada es la siguiente: ¿seguir pidiendo elecciones en el marco de una constituyente ilegitima, aunque les den las condiciones? ¿No sería lo lógicamente correcto, después de decir que se expresan dentro del marco de los llamados de la Conferencia Episcopal Venezolana, que lo primero que hay que hacer es desmontar la Constituyente ilegítima para luego exigir Elecciones Autenticas? Esa es precisamente la trampa de la MUD, exigir elecciones sin desmontar la constituyente de Delcy Rodríguez. Eso era lo que estaban tratando de hacer desde República Dominicana y no pudieron concretar.

Dos instituciones de la estatura de FEDECAMARAS y la AVERU pidiendo lo mismo que pide la MUD, sin que lo pida la MUD: elecciones pero conviviendo con el régimen permitiendo que la Constituyente ilegitima siga en funciones, en la ridícula creencia que un hipotético Presidente de la Republica opositor pueda sobrevivir con una Constituyente a la que tendrá que irse a juramentar como lo hicieron antes todos los gobernadores que fueron electos en la última charada electoral. Y más aun, que este nuevo Presidente pueda desmontar esa Constituyente ilegitima. Eso es lo que se cree la MUD y se lo están haciendo creer a los venezolanos ayudados indirectamente por instituciones con la credibilidad de FEDECAMARAS y la AVERU, sin saber estas en algunos casos que están siendo utilizados por intereses más allá de sus instituciones.

Ahora supongamos otra situación hipotética: que el régimen y la MUD oficialista acuerden un nuevo CNE desde la misma Asamblea Nacional, y se convoque a elecciones para diciembre como constitucionalmente está establecido. ¿Dejaría en ese caso de ir la oposición a las elecciones? ¿Seguiría la comunidad internacional desconociendo el resultado que salga de allí?

A la primera pregunta, la oposición tendría que ir porque no tendría excusas, es lo que constitucionalmente está establecido porque el llamado sería por la finalización del periodo de Maduro y las condiciones serían las mismas con las que fueron a los últimos procesos. Pero a la segunda pregunta, definitivamente si porque desconocieron de plano la existencia de esa Constituyente del gobierno. Pero el régimen ha sido tan torpe que está forzando a unas elecciones inconstitucionales adelantadas de la que va a salir peor de lo que esta, así “gane” a la fuerza esas elecciones.

Existen todavía muchas manos peludas que están interesadas en la supervivencia de la MUD. Hay mucho en juego. Existen factores que convencen instituciones de doblar hasta las posiciones más duras para favorecer a la MUD por aquello de “que no tenemos otra cosa” que anteponerle al régimen, algunos de esos factores actuando de buena fe pero otros definitivamente con intereses oscuros y bastardos que están cobrando en las taquillas del gobierno.

¿Merece ser salvada la MUD? Yo creo que no. Para comenzar no lo merece. Ya es hora del nacimiento de una nueva oposición en Venezuela. Ya es hora que las instituciones a las que todavía el venezolano les da credibilidad, como es el caso de la Conferencia Episcopal Venezolana-CEV, la Asociación de Rectores Universitarios-AVERU, FEDECAMARAS y tantas otras comiencen a escuchar voces diferentes de contenido político, que apunten a sus mismas verdades y convicciones de fondo. Ya es hora de oír al otro país opositor. Ya es tiempo que ellos mismos se convenzan que la MUD ya dejó de ser.

Venezuela está moviéndose hacia un nuevo amanecer y muchos de los que ahora son, no serán. Y muchos que ahora no son, serán. Será tiempo de una nueva transparencia. Casi 20 años de totalitarismo, autocensura, miedo y cobardía han distorsionado la ética del deber ser. La pregunta de Hamlet era pertinente desde el corazón de alguien puro. ¿Vale la pena vivir en el medio de la indignidad? Esa es una pregunta que se hace alguien con conciencia. Pero también es una pregunta que se deben hacer los demás cuando alguien sin esa conciencia desea continuar viviendo haciéndoles daño a los demás. ¿Seguiremos permitiendo que eso ocurra?

Caracas, 17 de Febrero de 2018

Twitter:@laguana