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viernes, 19 de septiembre de 2014

Principios Constituyentes


Por Luis Manuel Aguana

Cuando tengas dudas regresa a los principios…Volví a recordar esa piedra filosofal del pensamiento al conversar con profesores muy estudiados en el área legal y política en relación al tema constituyente, al estos tratar de explicarnos que “era imposible realizar una constituyente de acuerdo a la actual normativa”. Recordé la máxima, no porque yo tuviera dudas en relación al tema que nos ocupa, sino porque sentí con qué facilidad los eruditos se meten tanto en la norma que olvidan los principios que las fundamentan. Y no es porque no los conozcan, sino porque los consideran irrelevantes.

Eso no me dejo en paz. ¿Por qué a personas de un altísimo nivel de interpretación política y jurídica había que explicarles, en primer lugar, que una norma electoral, a todas luces injusta y distorsionada por un gobierno delincuente, había que imponerle el poder supremo de la soberanía del pueblo, no solo para cambiarla sino para restituir lo que es fin último de cualquier pueblo en todos los tiempos, que es la búsqueda permanente de la justicia y la libertad? ¿No es acaso la norma una consecuencia de eso, y cuando esta deja de ser lo que debe y tiene que ser, deja como consecuencia de constituirse en norma y debe ser ignorada? Esa es precisamente la razón de las luchas libertarias de la humanidad en todas las épocas.

Mucho de lo que ha sucedido en Venezuela en los últimos años es que esos principios fundamentales se han olvidado. O peor aún, los que deben orientarlos, que son quienes más han estudiado la materia, insisten en enterrarnos en la norma injusta y decir que “es imposible convocar al Soberano” porque la norma pervertida no lo permite. ¿Cómo podríamos aceptar como buena la normativa del CNE, no solo para elegir una Constituyente sino para elegir a cualquier autoridad en nuestro país? ¿Cómo todavía se nos argumenta en contra de convocar al Soberano depositario de la Soberanía pensando que vamos a subrogar su manifestación de voluntad a órganos pervertidos? La nuestra es una lucha de y por principios fundamentales.

Cuando insistimos en convocar al depositario de la Soberanía, no es solo porque podemos hacerlo porque la Constitución nos lo permite, sino porque el momento del país así lo exige. Y no menos importante, no es para que esa manifestación de voluntades sea “contabilizada” o “reglamentada” por delincuentes. Es para demostrarle al mundo, aquí y afuera, que el país entero, no solo el mínimo establecido en la Constitución, desea que haya un cambio fundamental en el rumbo que le imprimió al país un resentido social que en mala hora resultó electo Presidente de la República en 1998.

Y si aún así, demostrando con las voluntades en la mano que el Pueblo Soberano tiene el derecho de solicitar a viva voz la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente con las reglas justas y transparentes que este mismo se dé, a pesar de lo que digan unos delincuentes, el régimen impide este reclamo de la única manera que puede hacerlo, con la fuerza, entonces habremos acabado con esta especie de pseudo democracia de papel donde la oposición oficial insiste en elecciones para enderezar un árbol constitucional que nació torcido, entendiendo de una buena vez que hay que sembrar otro completamente diferente.

Y esto me lleva de nuevo a los principios. En una extraordinaria y magistral conferencia dictada en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala por José Piñera, quien fuera ex ministro de Trabajo y Previsión Social de Chile y responsable de la reforma al sistema de pensiones de ese país, titulada Los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América y lecciones para América Latina” (les sugiero encarecidamente a todos dedicar una hora de su tiempo para verla en http://newmedia.ufm.edu/pinerapadresfundadores, o leer la transcripción en mi blog en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/los-padres-fundadores-de-los-estados.html), se nos muestra como una democracia de pantalones largos como la norteamericana, ha perdurado y crecido fuerte en el tiempo, precisamente porque está construida sobre sólidos principios.

Indicaba Piñera, que en su universidad le habían enseñado muy buena  economía, pero  no  me habían dado el marco global de principios y valores de una sociedad  libre.  Y descubrí que el gran secreto del éxito de Estados Unidos es que había tenido una generación de hombres  extraordinarios; los  que los norteamericanos llaman los padres fundadores o Founding Fathers.”. Y llega a la conclusión que “el secreto del éxito de los Estados Unidos es que esta generación de hombres estableció estos principios  desde ya en dos documentos claves que son: la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Constitución de los Estados Unidos.”.

Los principales Padres Fundadores a los que se refiere José Piñera son Thomas Jefferson (1743-1826), John Adams (1735-1826), James Madison (1751-1836) George Washington (1732-1799), Alexander Hamilton (1755-1804) y Benjamín Franklin (1706-1790). No pretendo aquí darles el resumen de esta conferencia que sugiero que vean o lean completamente. Solo deseo establecer que ninguna democracia puede sobrevivir si no existen principios que la sostengan.

Y para muestra un botón de algo que me impacto de esta conferencia: si yo le tuviera que recomendar a alguien  estudiar ciencia política,  y no tuviera más que dos minutos, yo le diría: "lea el preámbulo de la declaración  de independencia de los Estados Unidos",  porque en un párrafo está la esencia de una teoría de gobierno, en un párrafo. Y le leo ese párrafo y se lo voy a explicar.  Es el párrafo en que la declaración dice lo siguiente: "Sostenemos que estas verdades son evidentes  en sí mismas. Que todos los  hombres son creados iguales. Que su Creador los ha dotado de ciertos derechos inalienables; Que entre estos derechos se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda  de la felicidad" (y, aquí viene algo clave),  "Y que para asegurar  esos derechos,  los hombres instituyen gobiernos entre ellos, los cuales  derivan sus poderes  de los ciudadanos". Bueno. En este párrafo  está el principio básico de la democracia.”. (Subrayado nuestro)

Lean bien: los poderes de los gobiernos derivan de SUS CIUDADANOS. De nosotros. Esa teoría está contenida en el Artículo 347 de la Constitución venezolana. Thomas Jefferson, autor de la Declaración de la Independencia norteamericana estableció ese principio fundamental de la democracia. Eso sigue siendo una bomba atómica ahora en cualquier país, como dice Piñera lo fue en 1776 en Norteamérica.

Entonces, después de leer esto, ¿todavía creen ustedes que un organismo controlado por un país extranjero como el CNE debe dictar y normar para decidir si somos o no los que somos para cambiar el futuro de los venezolanos? Bueno, aquellos que todavía lo crean, regresen a los principios…

Caracas, 19 de Septiembre de 2014

Twitter:@laguana

martes, 12 de noviembre de 2013

La trampa del Voto Electrónico: De Escrutinios Manuales a Escrutinios Automatizados

Por Luis Manuel Aguana

Latinoamérica está cayendo en la trampa del llamado “voto electrónico”. Si conceptualizamos como “voto electrónico” el reemplazo de la manera en que la voluntad del elector, comúnmente denominada “voto”, entra a un sistema electoral automatizado, pasando de una forma “manual” a una “computarizada” entonces estamos en presencia de un cambio en el concepto de escrutinio, lo cual implica que serán las máquinas quienes elegirán a nuestros gobernantes, no nosotros. Entonces el problema en realidad no es el “voto”, es el escrutinio. Veamos esto en detalle.

Los tecnócratas les han vendido a los políticos, que en su generalidad no son técnicos en la materia, que colocando un elemento electrónico de captura de la voluntad del elector en la mesa electoral se logrará agilidad y precisión en los resultados de los procesos electorales. Eso es una verdad a medias y muy interesada.

La aplicación de los sistemas automatizados a los procesos electorales conllevan un elemento que no posee ningún otro proceso al cual se le pueda aplicar la tecnología de la información: la transparencia. ¿Cómo poder estar seguros que no hubo trampa y que se respetó la voluntad del elector en un proceso tan vital como el electoral? La única manera que se puede hacer eso, es en el origen mismo de todo proceso: el “voto” del elector.

La manera que habíamos tenido todos los países que realizábamos elecciones para elegir gobernantes era la presencia de los testigos de los factores políticos en disputa en las Mesas electorales, que contaban a viva voz y a simple vista el “voto” o voluntad del elector, expresada en una papeleta o boleta electoral al cierre del proceso. Esos testigos ATESTIGUABAN, valga la redundancia, que los votos se correspondían con la voluntad expresada por los electores, dejando plasmada en un Acta esa certeza.

¿Qué le están vendiendo las empresas  que se dedican a la automatización electoral a los organismos electorales del continente? Que sean las máquinas quienes establezcan una certeza que es imposible que ningún mecanismo automatizado pueda dar, trastocando el significado mismo y formal de la palabra “escrutinio”.

Del Diccionario de la Real Academia Española-DRAE: Escrutinio: (Del lat. scrutinĭum). 1. m. Examen y averiguación exacta y diligente que se hace de algo para formar juicio de ello. 2. m. Reconocimiento y cómputo de los votos en las elecciones o en otro acto análogo. Por otro lado, del mismo diccionario: Escrutar. (Del lat. scrutāre).1. tr. Indagar, examinar cuidadosamente, explorar. 2. tr. Reconocer y computar los votos que para elecciones u otros actos análogos se han dado secretamente por medio de bolas, papeletas o en otra forma.

Véase que en ambas palabras derivadas, constituye un total contrasentido la existencia de un “escrutinio automatizado” dado que el único que puede hacer “examen y averiguación exacta y diligente” de algo para formarse un juicio de ello es el ser humano. Asimismo, el acto de “escrutar” es “indagar” y “examinar cuidadosamente”, cosa que solo está reservada igualmente a las personas. Podemos contar los votos con máquinas pero escrutarlos solo lo puede realizar un ser humano.

Al dejar que sea una máquina la que realice el “escrutinio electrónico”, como se está llevando a cabo en Venezuela desde el año 2004 y se está planteando próximamente en Colombia a partir del próximo año, se abre una peligrosísima Caja de Pandora, ya que se estaría cercenando el derecho de los testigos a “escrutar” si los votos en realidad se corresponden con la voluntad del elector, atestiguando desde el origen del dato su verdadera validez.

La diferencia fundamental radica aquí en que un “voto electrónico” es un dato que no ha sido escrutado por un ser humano y entra al sistema sin transparencia. En cambio, un voto escrutado por un ser humano con todas las garantías, se transforma luego de eso en un dato que entra a un sistema electoral automatizado. Desde el punto de vista de la transparencia hay una diferencia abismal entre ambos esquemas.

Al estar en el dominio electrónico sin ser escrutado por un ser humano, el “voto electrónico”, que es en el fondo la voluntad popular, puede ser transformado, tergiversado, mutado a los intereses de cualquier factor de poder. Sin importar quien diga lo contrario, cualquier programa computarizado puede ser alterado para producir los resultados deseados. Pueden ver un ejemplo de esto en una demostración de seguridad de una máquina de votación realizado en la Universidad de Princeton (ver  Security Demonstration http://www.youtube.com/watch?v=FGw8BAkdpBI).

La tecnología puede permitir por diversas maneras y medios que el programa que debiera contar los votos sea uno completamente diferente, dándose así resultados igualmente distintos. Un programa malicioso que se introduzca en la maquina puede tergiversar los resultados.  En cambio, si los seres humanos intervienen ANTES de que el dato sea introducido al sistema, atestiguando su validez, cualquier sistema automatizado de tratamiento y transmisión puede ser utilizado para coadyuvar a la rapidez y exactitud del proceso, constatándose si fueron o no variados los datos a lo largo de la cadena. Y es allí donde la tecnología tiene su verdadera aplicación en un proceso como este, como auxiliar tecnológico para la gran suma y resultados finales.

El meollo de la trampa electoral del llamado “voto electrónico” no es que se usen computadoras o transmisión electrónica para el proceso electoral, sino que las leyes hayan eliminado el escrutinio manual que es el único que puede dar fe a todo el mundo que la población votó de una manera u otra (“Ley Orgánica de Procesos Electorales, Artículo 141: El acto de escrutinio deberá ser automatizado y excepcionalmente manual, cuando así lo determine el Consejo Nacional Electoral.).

He aquí el verdadero problema que está enfrentando el continente con el cambio en los sistemas de contar votos. Lo que en el fondo se debe exigir son ESCRUTINIOS MANUALES. Todo está en el modelo tecnológico que se utilice para sistematizar los votos. Si el “voto electrónico” no es más que un dato escrutado, este será un avance para nuestros países. De lo contrario no es más que una trampa violadora del Derecho Humano de Elecciones Auténticas, como la que estamos sufriendo los venezolanos.

Caracas, 12 de Noviembre de 2013

Twitter:@laguana

sábado, 13 de julio de 2013

El Paradigma de la Unidad




Por Luis Manuel Aguana

Pena ajena nos dio a todos los venezolanos que aun tenemos cierta decencia opositora la nota de El País Internacional indicando que “Capriles se desinfla” (ver La Oposición de Capriles se Desinfla en Venezuela en http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/12/actualidad/1373603757_827568.html). No teníamos que leerlo de un diario internacional para darnos cuenta de algo que hemos visto como un proceso indetenible desde que detuvo la marcha de 17A y que se manifiesta igual que una “crónica de una muerte anunciada” al pretender esperar resultados positivos de las cuevas corruptas del CNE y el TSJ.

Y no conforme con ello procede a congelar la protesta en las calles, como la de los profesores universitarios y colocarse a la cabeza de la nueva charada electoral del gobierno-oposición sin tener todavía respuesta de nuestra protesta de fraude electoral en las elecciones presidenciales. Como bien indica el artículo de El País Internacional, estas contradicciones tienen consecuencias, que no solo paga el candidato. La pagamos todos los venezolanos que queremos que el desangre de Venezuela se detenga.

¿Qué está pasando con los venezolanos? ¿Cómo estamos tolerando esto a todas luces incomprensible? ¿Cómo se puede entender que aun existan personas que sigan un liderazgo que nos está llevando a la bancarrota, y no solo hablo por nuestro ex candidato presidencial sino de absolutamente todo el liderazgo de la MUD? Eso va más allá de decir que son unos colaboracionistas. ¿Tenemos que conformarnos que “eso es lo que hay?”. Me niego a conformarme con eso. Los venezolanos ¡SOMOS Y NOS MERECEMOS MUCHO MAS QUE ESO!

Solo tal vez por la curiosidad científica que algunos tenemos, y que siempre tratamos de buscarle explicaciones a las cosas que no entendemos, voy a ensayar una aproximación que parte de un viejo concepto conductual. Los investigadores de la conducta humana le han tratado de buscar explicaciones a ciertos comportamientos grupales que no obedecen a cierta lógica. Tal es el caso del concepto de paradigma. ¿Qué es un paradigma y como nace?

Hace cierto tiempo me tope en la red con esta explicación que viene como anillo al dedo a este acertijo:

“¿Cómo nace un paradigma? Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo golpeaban.

Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le acomodaron tremenda paliza. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el por qué de tales golpizas.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear. El cuarto y, finalmente, el quinto de los veteranos fue sustituido.

Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaban subir la escalera, con certeza la respuesta sería: “No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así.” ¡¿Te suena conocido?!” Autor anónimo.

Si sustituimos a las bananas del experimento, es decir el objeto deseado, acabar con este régimen malandro a través de una oposición verdadera, empezaríamos a encontrarle explicaciones a este comportamiento idiotizante que hace que el resto de los “monos” golpeen a los que deseamos lógicamente alcanzar esas “bananas”.

¿Y que es entonces la tan defendida “unidad opositora”? Nada menos que el comportamiento de los monos que se agavillan para golpear a quien se le ocurra subir por esas escaleras. Y al final todos ellos mantienen a la población evitando hacer lo que hay que hacer para salir del problema.

Al comienzo de todo este drama, el concepto de la “unidad opositora” tenía sentido. Había un líder que aglutinaba al gobierno en un solo bloque. La oposición, de no “unirse”, jamás alcanzaría de acuerdo a ese concepto, vencer a ese bloque. Ese “coco” se utiliza todavía para asustar a todo aquel que atente contra esa “unidad”. Si aparece un “mono” nuevo que intente hacer algo, será apaleado inmediatamente.

Pero esa “unidad” tiene sus ventajas para quienes la gerencian y deciden por ella. Pueden negociar en bloque con el gobierno para no dejar que nadie se suba por las escaleras, convenciendo al resto de los “monos” para golpear a quien se atreva a desafiar eso, y lo mas sorprendente es que ellos al preguntarse por qué lo hacen, la respuesta sería la misma del experimento “No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así.”

Ya es hora del nuevo liderazgo opositor y eso pasa, lamentablemente para algunos, con romper esa entelequia “unitaria” que lo que ha hecho es convencer a la gente de que no suba las escaleras. Ya es la hora de los liderazgos nuevos que ROMPAN PARADIGMAS. Ese liderazgo es condición necesaria para comenzar el verdadero trabajo de HACERLE UNA OPOSICIÓN VERDADERA AL REGIMEN.

Y solo digo necesaria, pues no sabremos en su desempeño si sea suficiente. Pero es un comienzo. El país lo necesita. Necesita la esperanza de que SI SE PUEDE. Necesita ver y creer que hay personas dispuestas de manera honesta a hacerle frente a los monos agavillados y romper el paradigma como un primer paso para salir de esto. Si eso no pasa, nunca subiremos por esas escaleras, no porque no podamos, sino porque tenemos miedo de hacerlo.

Caracas, 13 de Julio de 2013

Twitter:@laguana