miércoles, 19 de junio de 2013

Doce Ejes y un Destino



Por Luis Manuel Aguana

Se abrió el debate. Henrique Capriles se pronunció en relación a la Constituyente. Pero como ya indiqué, este debate no se puede personalizar-o "caprilizar"-, por nadie entre otras razones porque no es de Capriles ni de ningún líder en particular, es de la gente, es de los venezolanos. No se puede llamar a un proceso como ese por las razones equivocadas. A nadie le pertenece (ver Constituyente por las razones equivocadas en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/06/constituyente-por-las-razones.html). El debate constituyente NO PUEDE NI DEBE estar centrado en ningún líder sino en la discusión del país que queremos.

Capriles tuvo su momento estelar para llamar a un proceso Constituyente: el 14A. Tenía una razón poderosísima: le habían robado las elecciones y no había forma institucional (ni legal-TSJ-, ni técnica-CNE) en el país capaz de remediar eso, como lo están demostrando los hechos. No lo hizo, ni tampoco marchó al CNE como lo prometió ese día, dos errores bien importantes que han obligado a que la sociedad civil se pregunte seriamente acerca del liderazgo de la oposición.

Sin embargo, no por esa razón deja de ser importante el pronunciamiento de Capriles. Lo que hay que precisar es la oportunidad en que lo hace. Henrique “no descarta un proceso constituyente en el futuro” (ver  http://globovision.com/articulo/capriles-no-descarta-un-proceso-constituyente-en-el-futuro#.UcCYBleZJjI.gmail) aceptando al mismo tiempo un CNE fraudulento en unas elecciones municipales. ¿No seria mejor que en lugar de buscar los votos para unas Alcaldías, que seguramente burlará el CNE con unos nuevos circuitos electorales trampeados, busquemos las firmas para una Constituyente que modifiquen eso precisamente? Necesitaríamos menos firmas que votos para ese proceso. Pero Capriles dice que tiene tiempo, solo que a Venezuela se le agotó el tiempo y la paciencia…

Ya explique en una nota anterior el porque la sociedad civil no le ha quedado otra que encarar su barranco. Un país hecho trizas y la única respuesta que tienen quienes deben representarlo para enfrentar este estado de crisis es ir a unas elecciones municipales sin haber resuelto UN FRAUDE ELECTORAL, nada menos que en unas elecciones presidenciales ¿que tal?

¿Cual debe ser la salida de este país ante esta vergonzosa anomia de estos pseudo líderes opositores? Esperar que este liderazgo "madure" para comenzar a resolver realmente-y de manera estructural-, los problemas de la gente? ¿O quedarnos todos tranquilos mirándonos el ombligo? Es como si un carro se quedara accidentado en una carretera oscura por una falla mecánica y la solución sugerida a los pasajeros para continuar es cambiar al chofer. Obviamente otro chofer no moverá el carro ¡Es una cosa impresionante! Los partidos no quieren que el carro se mueva, sino que el chofer siga cobrando.

Pues bien, de eso es lo que se trata. Desde hace rato que esta gente dejo de representarnos. El pueblo arrecho-lamento el "anglicismo" pero no cabe otro-, ya se cansó de eso y esta bajándose para buscar un mecánico para ver que tiene el carro. Ya todos los mecánicos y curiosos del camino han diagnosticado hasta la saciedad el problema. Lo que falta es que alguien tome la decisión de montar el carro en una grúa, lo lleve al taller y se empiece urgente con la reparación.

Y mientras tanto el estatus es que la gente sigue sentada en una carretera oscura, esperando que la solución le baje del cielo o peor aun que llegue un camión militar y se los lleve a un destino desconocido. Incluso, algunos llaman desesperadamente, no sin cierta razón, al cuartel más cercano para que les manden el camión.

Pues bien, ya unos mecánicos especializados indicaron una respuesta: hay que llevarlo al taller, proceder a cambiar y/o reparar los ejes principales del carro y volver al camino.

Y así como cuando a uno se le echa a perder el carro y logra al fin llevarlo al taller, el mecánico debe saber explicarle que piezas le va a poner y porqué. Llevar el carro del país al taller constituyente cuesta casi 3 millones de firmas por concepto de grúa, sin ver todavía las piezas que hay que ponerle. Ya de por si eso es costoso por muchas razones. Pero si vamos a salir con un carro nuevo de paquete, bien vale la pena. Pero hay que asegurarse que le pongan las piezas que son y por eso es que hay que ver antes los componentes y discutirlos.

Y como mecánicos especializados le debemos explicar al dueño del vehículo-a todos los venezolanos-, qué piezas hay que ponerle al carro para componerlo. Eso es lo que pretendo comenzar a hacer a partir de esta nota, ocupándome hoy solamente de nombrarlas. Hay doce ejes que cambiarle al vehículo para conseguir un destino: el desarrollo nacional: 1) Autonomías Regionales; 2) El Municipio Fuerte; 3) Democracia y Libertad; 4) Justicia y Seguridad Jurídica; 5) Ética y Confianza: Valores Ciudadanos; 6) Derecho al Trabajo y a la Propiedad Privada; 7) Educación para el Desarrollo; 8) Salud y Bienestar Social para todos; 9) Ciudad, Vivienda y Calidad de Vida; 10) Institucionalización de la Fuerza Armada; 11) Venezuela en el contexto del Mundo Globalizado; y 12) Desarrollo Social Integral Sostenible (ver Proyecto País – MID Táchira en https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDLXdIMzljSFVtWmc/edit?pli=1).

Cada uno de esos 12 ejes apunta a objetivos específicos que hay que trabajar, uno por uno, sumando poco mas de 100 en total. Iremos sobre cada uno de estos ejes comentando su razón de ser y enmarcándolos en el momento político crucial que vive el país.

¿Pero, cual es la razón ultima de toda esta discusión? Simplemente sentar las bases estructurales para DESARROLLAR EL PAIS, más allá de nuestras diferencias políticas. Ese es el DESTINO que lleva el vehículo accidentado de la carretera. Si nuestro liderazgo no quiere entender, por las razones que sean, interesadas o no, que el problema es que hay que arreglar el carro y no cambiar cada vez al chofer, entonces esa no es la gente que necesitamos. ¡No hay más espacios que ganar porque se perdieron todos! Ellos ya tienen el poder para PERMANECER EN EL PODER. ¿Cuándo lo van a entender?

Ayer le escuché al Sr. Henry Kronfle, Presidente de la Asociación de Industriales Latinoamericanos-AILA-, en el marco del Congreso de COINDUSTRIA 2013, una conferencia titulada “Dialogo e Inclusión: Las Bases para el Desarrollo de América Latina”, donde dejó caer unas frases que me dejaron impactado, y que les copio textualmente de su discurso: Cuando nos planteamos el desarrollo como una meta, cometemos un error.  El desarrollo es un medio.  La meta es crear riqueza.  Y el resultado de crear riqueza es disminuir la pobreza” (ver documento completo en http://www.conindustria.org/uploads/media/HenryKronfle.pdf). Conceptualizar el desarrollo no como un fin sino como un medio es revolucionario, por decir lo menos.

Y esto no fue dicho por un político sino por un empresario. Cuando los empresarios están pensando en el bienestar de las personas y no solamente en el de sus bolsillos, las cosas están cambiando de manera acelerada. ¡Están pensando como lo deberían estar haciendo los políticos, avanzando muchísimo en la visión del mundo que los rodea! Lamentablemente el único que se quedó rezagado fue el liderazgo político venezolano. No están pensando el país en grande. Y por eso la sociedad que contempla el espectáculo les pasará por encima, generando de manera natural su relevo necesario…

Caracas, 19 de Junio de 2013

Twitter:@laguana

sábado, 15 de junio de 2013

Constituyente por las razones equivocadas

Por Luis Manuel Aguana

Está comenzando a llamar la atención entre la opinión pública el llamado a una Asamblea Nacional Constituyente. Y eso era de esperar. Algunos líderes han empezado a expresar públicamente su opinión en relación al tema, y dado lo importante del asunto considero que es sano abrir una discusión en el país que nos lleve a aterrizar esa materia, impidiendo adhesiones o rechazos por las razones equivocadas.

De acuerdo al Movimiento Independiente Democrático del Táchira el “momento constituyente” se da cuando “se llega a una total ingobernabilidad e inseguridad jurídica y no hay reglas de juego claras.  Cuando se desborda el enfrentamiento político, el odio, y la división prevalece entre los ciudadanos.  Cuando un gobierno dilapida los mayores recursos que ha tenido el país en toda su historia y no hay manera legal de controlarlo.  Cuando la corrupción, la incapacidad, la inseguridad y la impunidad incrementan la situación de crisis. Cuando todas las realidades anteriores nos puedan conducir al abismo de una guerra civil” (ver http://redinternacionaldelcolectivo.blogspot.com/2013/05/mid-movimiento-independientedemocratico.html). Nadie puede dudar que ese es el país que tenemos ahora.

Ahora bien, el MID-Táchira, citando a Jacques Donnedieu de Vabres, en su obra L’Etat (1994), indica:El objeto de un proceso constituyente es establecer un orden racional, claro y estable que evite, en la medida de lo posible, la subversión, el golpe de estado, las intrigas palaciegas, las agitaciones colectivas y los delitos políticos. Un proceso constituyente aparece así progresivamente como una barrera al abuso del poder y como una manera organizada de excluir ciertas formas o ciertos temas de cuestionamiento al poder. Un proceso constituyente es un rito pacificador… es también símbolo de independencia”(Subrayado nuestro).

He citado ambas referencias porque indican que un proceso de la naturaleza del que hablamos no se convoca para salir de un mal gobierno en particular, ni se convoca para que una parte del país se imponga sobre la otra. Todo lo contrario. Se convoca porque hay un estado de cosas que no sostienen la paz necesitándose construir algo nuevo. Los que piensan de una manera y los que piensan de otra se convocan para llegar a un proyecto común que establezca “un orden racional, claro y estable que evite, en la medida de lo posible, la subversión, el golpe de estado…”.

Es para esto que debe llamarse a un proceso constituyente y por lo que pensamos que estamos en un “momento constituyente”. Pero hay algo que creo es lo fundamental y debe constituir una advertencia: nadie llama a éste proceso para liderizarlo ni para establecer pautas de comportamiento, ni decir que se debe o no se debe discutir o decidir en una ANC. Eso es una materia que está reservada solo a aquellos a los que el voto popular les da la responsabilidad de representarlos, esto es a los Constituyentes.

Nadie puede alzar una bandera en el país proponiendo la convocatoria a una ANC para prometer que se hará o se dejará de hacer con ella como si se tratara de una propuesta política electoral, ese es el sentido equivocado del planteamiento. Lo único que puede hacer, a lo sumo, alguien que desee proponer la convocatoria a una ANC, si así lo desea, es concursar en la circunscripción correspondiente y esperar el voto del pueblo para participar en las discusiones que se den en esa ANC, nada más.

Ahora bien, si se espera que de las deliberaciones de esa ANC salga algo positivo para el país, deben existir propuestas concretas y estudiadas de lo que se desea de ella. Esos planteamientos deben hacerse en su seno, pero pueden ser ventilados previamente a una convocatoria, para que la población los conozca. Eso es otra cosa.

Discutir el país que deseamos no es un asunto trivial. Va mucho más allá de las promesas electorales que hizo Hugo Chávez en la campaña de 1998 pidiendo Constituyente como una promesa sin contenido. Se reunieron 131 Constituyentes y redactaron, a juicio de los 125 salidos del Kino chavista, una Constitución que no fue el producto de un consenso sino la imposición de un vencedor. Eso se evidenció cuando el 52% de los votos impusieron a esos 125 Constituyentes, dejándole solo 6 al 48% restante de los electores. Eso nunca podía estabilizar a un país. Muestra concreta de eso es que en el 2002 éste se echó a las calles pidiendo un cambio. Y aun no es estable…

Deseamos propuestas que describan seriamente como queremos al país, no promesas como las que haría un candidato en campaña electoral. Una propuesta como esa es la que plantea MID-Táchira en su Proyecto País (ver https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDLXdIMzljSFVtWmc/edit?usp=sharing) en la cual esgrime un cambio ESTRUCTURAL que bien puede ser discutido y aprobado por una ANC. Puede haber muchas otras propuestas pero esta es una que considero muy buena aproximación a la solución de los problemas principales de Venezuela. Siempre puede ser mejorada, pero ES una propuesta concreta.

El Proyecto País planteado allí se basa fundamentalmente en el manejo de 12 ejes para el desarrollo nacional. Pueden verlos todos en la citada presentación. Como ejemplo deseo que se enfoquen en la primera: Autonomía Regional, que basa su acción en tres elementos que en estos momentos grita el ciudadano, sin ser oído por sus autoridades: Autonomía Regional (municipalización profunda del país), Autarcía (autosuficiencia económica para resolver sus problemas mediante impuestos y servicios) y Autoría (responsabilidad de los funcionarios ante las comunidades que los han elegido).

Todos los municipios del país están prácticamente mendigando los recursos para mejorar su calidad de vida de un Poder Ejecutivo todopoderoso. Aun habiéndose producido la descentralización política en 1989 con la elección de los Gobernadores y Alcaldes, ese proceso todavía es “chucuto”, con una excesiva centralización del poder y los recursos del gobierno central. Esa relación debe cambiar drásticamente.

Venezuela no es Caracas. Hay primero que pasar por sincerar las poblaciones para repensar cuantos municipios deben existir realmente en cada entidad territorial, llevándolos a una relación más humana, capaz de dar calidad de vida a la gente. Solo ver los casos de Catia, el 23 de Enero, Caricuao y Petare en Caracas nos da una idea clara de lo que se plantea aquí.

El sólo pensar que Venezuela con cerca de 1 millón de kilómetros cuadrados y aproximadamente 28 millones de habitantes, tenga solo 335 municipios y España posea 8.112 municipios con cerca de la mitad del territorio que nosotros tenemos, nos da una idea bastante clara de cuán lejos estamos de lo correcto. Hay que acercar el gobierno a la gente y darle constitucionalmente los recursos para que puedan resolver sus problemas. Eso es repensar al país en términos estructurales.

Lo anterior es sólo un ejemplo de que la discusión aquí debe ir muchísimo más allá de la diatriba política cotidiana y de pensar el país para los venezolanos. Sin embargo esto no quiere decir que nos olvidemos de la actual situación política.

Un proyecto para el país nos garantizaría no volver a caer en una crisis terminal como la que vivimos, pero también su reinstitucionalización nos daría, por ejemplo, un nuevo CNE que nos garantice Elecciones Auténticas para todas la autoridades, incluyendo a la Ilegitima que hoy nos mal gobierna, la solución del problema cubano y de la crisis económica, con el regreso de la confianza.

No se puede convocar la discusión del país sin un plan, sin una idea concreta de lo que queremos. Es por eso que una convocatoria sin la existencia de propuestas concretas es como ir a una guerra sin una estrategia. Si no pensamos en grande al país, más allá de nuestras diferencias, se puede a volver a caer en el mismo error de 1998, convocando a una Constituyente por las razones equivocadas. Primero es un proyecto para el país y luego convencerlo para convocar a una ANC para discutirlo y aprobarlo. Lo demás parece espejismos de oportunistas.

Caracas, 15 de Junio de 2013

Twitter: @laguana