lunes, 19 de enero de 2015

Obsesión sicopática


Por Luis Manuel Aguana

“Lo importante en la vida es tener un gran objetivo y
poseer la capacidad y la perseverancia para alcanzarlo”
Goethe

Es la que me atribuye mi buen amigo Alfredo Coronil Hartmann en su Carta Abierta a Roberto Gilles Redondo del 18 de Enero de 2015 (http://pararescatarelporvenir.blogspot.com/2015/01/pararescatarelporvenir.html). Agradezco a Alfredo la mención porque voy a aprovechar esta estupenda respuesta al joven Gilles para confirmar que tiene razón en lo de la obsesión, pero equivoca el objeto de ella. La obsesión no es por una Constituyente, es por hacer realidad un Proyecto de País contenido en 12 Ejes programáticos que he explicado en mis notas desde hace ya bastante tiempo (ver los artículos en Doce Ejes y un Destino http://www.mediafire.com/view/2gvcpk32hf1eg1o/Doce_Ejes_y_un_Destino.pdf).

Y también es posible que se haya hecho sicopática en todo este tiempo, al desgañitarme por tratar de explicar que el instrumento no es el fin sino el medio. Si ustedes tienen otro medio civil, pacifico y constitucional distinto al de una Constituyente para llegar al mismo objetivo, ¡por favor explíquenmelo! De esa manera dejo de hablar como un radio prestado de una Constituyente porque todo el mundo ve el medio y no el fin.

Me hace acompañar Alfredo en esa obsesión, en mucha menor medida y de acuerdo a su criterio, con otro amigo, Oswaldo Álvarez Paz. Eso es un honor que no creo merecer. Oswaldo no solo ha hablado de eso sino que fue uno de los primeros que a principios de los años 80 llegaron a esa conclusión en los tiempos donde nadie veía que el sistema entraba en colapso y era necesaria su urgente intervención (ver OAP, La Constituyente es el instrumento  https://infragon.wordpress.com/2013/06/23/desde-el-puenteoswaldo-alvarez-pazla-constituyente-es-el-instrumento/). Tener una visión de esa distancia hace de Oswaldo Álvarez Paz uno de los líderes más importantes y necesarios en lo que obligatoriamente habrá de venir en Venezuela.

Es verdad que el mundo ha estado lleno de obsesiones históricas sin las cuales la humanidad no se hubiera beneficiado. Cuentan que si Thomas Alba Edison no hubiese sido obsesivo compulsivo, no hubiera intentado mas de mil veces el experimento de la bombilla eléctrica. Otro obsesivo histórico fue Charles Darwin que sin su obsesión no se hubiera pasado la vida investigando la evolución de todas las especies. Hay que ser verdaderamente obsesivo para emprender tal cosa.

Pero ese es un aspecto de la obsesión. Hay obsesiones que construyen naciones. De acuerdo a Joshua Kendall autor del libro “America’s Obsessives: The Compulsive Energy that Built a Nation” (Los obsesivos de Estados Unidos: La energía compulsiva que construyó a una nación), desde la más profunda historia de los Estados Unidos, protagonistas como Thomas Jefferson, HJ Heinz, Melvil Dewey, Alfred Kinsey, Charles Lindbergh, Ted Williams, Estée Lauder y más recientemente Steve Jobs, fueron obsesivos y de no haber sido por esa condición otra hubiera sido la historia de ese país ¿interesante, no? Pueden ver la presentación del libro realizada por Kendall en C-SPAN (lamentablemente está en inglés pero es bastante entendible) en http://www.c-span.org/video/?314426-1/book-discussion-americas-obsessives/.

Pero lejos de atribuirme en lo personal tal condición, si creo necesario que muchas personas tiendan a tomarse los temas principales del país como si fueran obsesivo-compulsivos. Y eso es por una razón simple: no puede haber éxito sin perseverancia (lean de nuevo la cita de Goethe al comienzo). Y más aun en nuestro país, donde los temas se toman y se abandonan a los dos días como si fueran playeras que se quitan y se ponen de acuerdo a la estación.

Nuestra dirigencia política nunca se ha tomado un tema del país en serio, desmenuzándolo hasta el cansancio, decantando todas sus posibilidades, aunque pueda estar equivocada en su planteamiento. Ustedes ven que en otros países existen personajes que saben muchísimo de un tema, especialmente los dirigentes políticos. Si muchos tomaran uno y lo estudiaran seriamente, durarían años en perfeccionar ese conocimiento y el resultado sería extraordinario porque juntos tendrían la energía que indica Kendall, para construir una nación. Por eso ayuda mucho ser obsesivo.

Cuando hace mas de 10 años el MID Táchira comenzó el estudio del tema Constituyente no lo hizo pensando en hacer una, sino en entender porque Venezuela había llegado a este estado de postración teniendo los recursos más increíbles que el Creador pudiera dar a una nación. Al construir un modelo para ser aplicado al país estos gochos después de mucho estudio serio y obsesivo llegaron a la conclusión de que para aplicar el cambio que estaba contenido en ese Proyecto, era necesario pasar por un proceso Constituyente. La idea de una Constituyente no les cayó del cielo, fue producto de un estudio político como pocos se han hecho en Venezuela. Llegaron a la conclusión que ese debía ser el instrumento, la herramienta, la vía para que se pudiera realizar el Proyecto País que estaban planteando.

Pues bien, luego de muchas explicaciones, galones de tinta y toneladas de papel virtual, todavía estoy, no explicando en qué consiste el Proyecto-que es lo que debería estar haciendo una vez más obsesivamente-, sino explicando que la Constituyente no es para hacer una Constitución más, u otro papel que pueda ser violado por cualquier gobierno futuro, sino que es la conclusión firme de un largo camino de acuerdos que tienen como base un Proyecto de País que establece el modelo con la estructura política y económica del país que nos llevará al desarrollo.

Y que eso es lo que precisamente hace que no sea violada ni pisoteada porque es el Pacto sobre el cual quienes discuten la estructura acuerdan inequívocamente que ese será el camino que transitaremos unidos y reconciliados. Esa es la base sobre la cual se construyen naciones. Ojalá que en ese camino podamos encontrar a otros con la “obsesión sicopática” suficiente para lograr la energía que necesitamos para reconstruir a Venezuela.

Caracas, 19 de Enero de 2015

Twitter:@laguana

sábado, 17 de enero de 2015

De la despolarización a la reconciliación


Por Luis Manuel Aguana

En días pasados tuve la oportunidad de asistir a una nueva presentación del Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/), esta vez a un importante grupo de dirigentes políticos de partido. El peregrinar de esta cruzada pasa por darle a conocer a los protagonistas políticos de todos los partidos, sin distinción de ideologías, lo que estamos proponiendo, que no descalifiquen lo que no conocen, como dice uno de nuestros compañeros del Movimiento Constituyente.

Paradójicamente, de esa reunión la preocupación no fue el PPV, al cual dieron una inusual acogida, sino que veían un grave problema en su implementación por el ambiente de profunda polarización en Venezuela, así el proyecto hable de reconciliación y reconstrucción futura...Y tienen razón, pero como decían los policías en mis tiempos de estudiante, vas preso igual. Hay que pegarle el diente a ese problema que no se ha tratado lo suficiente en sus causas y sus posibles soluciones. Veamos.

Chávez fue el iniciador de ese proceso de división de la sociedad venezolana en dos toletes-Caldera dixit-, para imponer un modelo político, de eso nadie tiene dudas. Sin embargo, nosotros desde la otra acera hemos distanciado aun más esas diferencias, haciendo ese proceso auto sustentado. Si me odias, te odio tres veces más; si me excluyes te excluyo; si propones algo, eso es malo porque lo propones tú y viceversa; si tienes gente violenta, yo también la tengo; y así "ad infinitum". El oficialismo ha hecho de eso un piso de sustentación política, fomentando aun mas ese proceso de división de la sociedad que solo le es conveniente a ellos para el sostenimiento de una propuesta política no tiene arraigo en el pueblo venezolano. Un país no puede funcionar así. Cualquier propuesta de cambio y reconciliación pasa antes por resolver ese problema.

Pero la pregunta de las 64mil lochas, como decíamos antes, queda al descubierto ¿para despolarizar hay que reconciliar o para reconciliar hay que despolarizar? ¿Qué es lo primero?

No hay despolarización sin reconciliación, pero tampoco puede haber reconciliación sin que se abandone el estado de permanente polarización del país. Y no puede haber reconciliación sin un planteamiento que NOS UNA A TODOS PARA CONSTRUIR JUNTOS EL PAÍS. Creo que ese es el verdadero fondo del problema.

¿Cómo intentó Capriles ganarse a los chavistas, es decir a la otra parte del país, en sus dos campañas? Convertirse en el "Chávez" opositor, indicando que no "abandonaría las misiones", con una oferta populista electoral tradicional semejante a la del Eterno. Pero, al margen que yo piense que las elecciones en Venezuela están arregladas desde el año 2004, si yo fuera chavista, ante una copia mala prefiero al original. Y Chávez ganó de nuevo el 2012, repitiéndose el año siguiente la misma historia con el heredero ungido. ¿Qué dijo la base chavista?: Prefiero el original o al menos a quien le dieron en herencia "el proceso"...

Ese "aproach" para ganar a esa "otra Venezuela" fue simplón, sin contenido y por supuesto suicida. Más de lo mismo electoral. Chávez llego al poder diciendo que el sistema de partidos había colapsado bajo la responsabilidad de los adecos y copeyanos, y que se hacia necesario "cambiarlo todo" con una Constituyente. Una oferta tentadora pero vacía de contenido. Chávez NUNCA explico antes de las elecciones de que se trataba eso, ni como se cambiaria el modelo al que le echaba la culpa de los males de Venezuela. Nadie sabía que se traía en las manos, pero eso es otra historia.

El Galáctico ofreció un cambio de modelo Y LO CUMPLIO. Y antes de eso no le explico a nadie que era, ni como se comía. Luego en el poder se desarrollaron los pasos para clavarnos la estaca. Pero el cambio del modelo no fue por uno que resolviera los problemas al país, fue por uno que le permitiera quedarse para siempre en el poder.

Ese nuevo modelo trajo sus propios dispositivos para sustentarse. Aquellos que compraron el mensaje de Chávez han desarrollado un cambio en sus condiciones. A esos desposeídos se les dio algo que nunca les habían dado: atención o al menos la percepción de ella, que es a todas luces lo mas importante en política. Y esa masa de población descontenta y olvidada aun piensa que con Chávez obtuvieron la reivindicación de su estado social, que alguien desde el poder les prestaba atención. Y eso sumado a un histrión con dinero, con un show populachero todos los domingos, terminó de sellar un sistema absurdo de hacer las cosas que tarde o temprano debía colapsar. Era solo cuestión de tiempo…y dinero.

Y lo mas absurdo de toda esta historia es que los liderazgos de la oposición creen que ese debe seguir siendo el camino. Chávez tuvo razón en algo: había que cambiar el sistema. Como animal político lo intuía, lo olía. Pero no tenia ni la mas prístina idea de como, de allí su ensayo a el "socialismo" cubano. Tal vez solamente por eso el Galáctico se ganó un puesto en la historia de Venezuela.

Ahora bien, nuestros dirigentes políticos andan perdidos en el espacio. Al menos Chávez tenía claro el QUE (el modelo) pero no el COMO (un Proyecto de País), ni el detalle de su implementación. Cuando ya nos mete por el callejón cubano comunista para darnos la puñalada, ya tenía sus asesores del G2 que si sabían que había que hacer porque ese era su modelo, lo demás es historia.

Pero al grano: ¿Cuál es entonces el camino de la despolarización?, pero la genuina con el pueblo chavista, no con los traficantes del régimen. La respuesta es esta vez sí abrir ese COMO que no abrió Chávez en 1998. Permitir al pueblo venezolano tener un sueño de país y compartirlo con quienes están de manera genuina del otro lado de la acera porque este también es su país. Que comparen lo que tienen ahora con lo que podrían tener con un cambio del modelo donde ellos construirían su país.

En otras palabras, es llegar discutiendo lo que no se discutió en 1998 cuando se ofreció Constituyente. Explicarle a la gente como se come eso y qué significaría para ellos. Que aquí no es simplonamente dejar “las misiones” como se ofrece ahora en las campañas de la oposición, ni decir que Chávez fue un líder celestial para ganarse a la gente que lo siguió.

Es explicar con un Proyecto nuevo, que existe un futuro posible y extraordinario si lo hacemos juntos, apartando divisiones y rencores. Entonces el PPV se convierte en el bálsamo despolarizante que nos lleva a la reconciliación, transitando la construcción de un país con un nuevo modelo político junto a ese pueblo que abandonó el régimen. Esa es la verdadera reconciliación que le urge al país, con la gente, con los Consejos Comunales-oficialistas o no-, con las Asambleas de Ciudadanos, con los vecinos en todo el territorio nacional, no con los malandros que nos desgobiernan.

Entonces, un mensaje para nuestros jóvenes líderes que intentan desesperadamente parecerse a Chávez porque creen que si no es así están perdidos: la cosa no es “reproducir” al Eterno, ni las cosas que hacía o decía. Vayan a la raíz del problema que no es otro que tratar de buena fe de dar una respuesta creíble y honesta a los problemas del país, con un mensaje auténtico. Eso es lo que valoran las personas. Lo valoraron de Chávez en su campaña de 1998 cuando a ningún político se le podía creer ni el Padre Nuestro. Tal vez esa sea la llave que abra el portón que nos divide como venezolanos…

Caracas, 17 de Enero de 2015

Twitter:@laguana

jueves, 15 de enero de 2015

Necromonas opositoras


Por Luis Manuel Aguana

Es impresionante notar desde hace unos días el “sorprendente” descubrimiento de la oposición oficial de que ahora si hay que salir a la calle para combatir al régimen. Que ahora si se justifica porque “no se consiguen los productos” o hay super colas en los mercados, tanto privados como los del régimen, para comprar lo poco que queda para comer. Al parecer no lo pensaron así cuando otro derecho muchísimo más importante, el derecho a la vida, había sido violentado por el régimen al masacrar 43 jóvenes en las calles el año pasado. ¿Preocupante, verdad?

Pues bien, de eso es que han vivido por décadas quienes ahora si descubrieron que estamos delante de un régimen delincuente, pero solo porque se le acabaron los reales que lo sustentan. Ahora si es que hay que llamar a marchas para ponerse ellos por delante y así liderar “la lucha por la libertad y la democracia”. Incluso se le da cabida en los noticieros de las estaciones de televisión que hasta ahora solo pasaban comiquitas, novelas y concursos de belleza. Algo está pasando allí.

Los reales no solo se le acabaron al gobierno para importar alimentos, sino para mantener a mucha gente que lo sustenta, incluyendo a quienes dicen hacer oposición. Y así como los cubanos están viendo como se posicionan desde ahora en aquello que de una manera u otra vendrá, nuestra oposición bonita está haciendo lo propio, levantando unas banderas en las que NUNCA creyeron porque pensaron que el barril no bajaría de 100 dólares. Es un análisis crudo pero realista.

La recomposición esta a la orden del día. Todos, a su manera, están analizando cual será su posición “después”. Es por eso que nadie quiere perder sus puestos. Pero, ¿como saben que el régimen está caído? ¿En que basan esas premisas? Debe ser que la oposición oficial debe haber aprendido a oler la muerte. Y eso no sería extraño, existe una teoría científica según la cual la muerte tiene un olor especial (ver el interesante trabajo de Riquelme, “Necromonas: el olor de la muerte” http://www.ejournal.unam.mx/cns/no63/CNS06309.pdf).

¿Ustedes se hubieran imaginado a la MUD, que fue a sentarse con el régimen a un dialogo que enfrió la protesta cívica del año pasado, llamando a la calle en ese momento como lo hacen ahora para protestar, como debió ser, por el asesinato de los 43 muchachos? Si no se hubieran sentado “a dialogar” en ese momento crucial, estuviéramos contando otra historia ahora. Pero al parecer se le ha desarrollado el olfato para las necromonas, el aroma que despide un organismo a punto de morir, y están actuando en consecuencia.

Pero ellos no están actuando como el gato “Oscar” que predecía la muerte de los pacientes en una residencia de enfermos terminales (ver  http://nitecuento.es/blog/2011/02/14/el-olor-de-la-muerte-antes-de-que-ocurra/) dándoles confort. No. Se están apurando para tomar las posiciones y acciones previas necesarias para establecer con anticipación “como quedo yo allí” después de esa muerte, frente a una población sumamente arrecha con el gobierno y con su oposición.

 Los venezolanos no podemos ser, precisamente en esta hora y en este tiempo, objeto de nuevos engaños por aquellos que claramente nos abandonaron en las horas más negras del 2014. Es cierto que se dice que el venezolano es olvidadizo pero, así como no olvidan las familias de aquellos que murieron y de quienes todavía sufren las persecuciones del régimen, que aun no han cesado; con estudiantes vejados que todavía se encuentran desde el año pasado en régimen de presentación en los tribunales, es preciso que el resto de los venezolanos, por un mínimo de respeto hacia ellos, tampoco olvidemos.

Es impresionante el cinismo y la desvergüenza. Desde aquellos que insisten con el mayor desparpajo, sin exigir un mínimo de condiciones electorales y aceptando el mismo CNE, que seremos “mayoría” en las próximas elecciones parlamentarias (como si en el 2010 no se hubiera logrado una mayoría en votos para esa Asamblea Nacional), hasta aquellos que sin ninguna autoridad moral nos llaman a la calle cuando no tuvieron el coraje-por no decir la palabra apropiada-, en el tiempo que tenían la obligación moral y ética de hacerlo. Pero ahora sí, porque de alguna manera huelen la muerte del régimen antes de que ocurra.

Venezuela está condenada a cambiar. De los venezolanos depende de cómo se hará. Si es “cambiar” para seguir en lo mismo que nos condujo a un autócrata megalómano en 1998, o a reformular el sistema que nos llevó allí. El Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) plantea una manera. Obviamente no es una receta ni una panacea, pero es una propuesta seria, estudiada y profunda que podemos discutir para la reconciliación y reconstrucción del país.

Sin embargo de quienes ya olieron las necromonas no oímos sino consignas y la nueva es “esto se acabó”. ¡Por favor! Si queremos que el país se enrumbe por caminos ciertos de desarrollo y paz hace falta trabajo y estudio, no politiquería oportunista. El reto de los liderazgos de ahora en adelante no será ver “como quedo yo allí” después de la catástrofe sino ser los conductores de las grandes transformaciones que requiere el país ante una población que ahora más que nunca necesita respuestas y propuestas serias. Por eso es que en los países que surgen de sus cenizas, los liderazgos que los reconstruyen nacen de ellas, no de aquellos que de alguna manera olieron la muerte de lo que se derrumbó porque precisamente de ellos son esas cenizas…

Caracas, 15 de Enero de 2015

Twitter:@laguana

domingo, 11 de enero de 2015

El lugar de la incertidumbre


Por Luis Manuel Aguana

El DRAE define “incertidumbre” como “1.f. Falta de certidumbre”, y a su vez define “certidumbre” como “1.f. Certeza”. Esa cadena nos lleva a la definición de “certeza” como “1.f Conocimiento seguro y claro de algo” y “2.f. Firme adhesión de la mente a algo conocible, sin temor a errar”. Entonces, de acuerdo a esa primera acepción del DRAE podemos indicar que todos los venezolanos nos encontramos en una falta de “conocimiento seguro y claro” de lo que pasará en el país, y en la segunda nos lleva a pensar que una situación en la cual nuestra mente no se pueda aferrar a “algo conocible” nos debe llevar a un estado claro de desesperación.

Cuando ocurre lo que claramente está sucediendo en el país, las personas no piensan, y se dejan llevar por sus instintos. Es como cuando ocurre un incendio. La situación de pánico hace que la gente haga las cosas menos sospechadas, incluso hasta correr sin saber, en la dirección de las llamas. En esos momentos, la mente es un papel en blanco para que alguien ponga ideas. Cualquiera que grite “¡vamos por aquí!” hace que una multitud de personas vaya por “allí”. Y eso es lo que está pasando en Venezuela, donde hay gente interesada que la multitud corra de acuerdo a sus intereses aprovechando el incendio, por lo que hay que identificar el momento cuando eso ocurre.

Y volviendo al DRAE, la incertidumbre es, si no la causa principal, una de las más importantes de esos estados de desesperación. El común de las personas necesita certeza para sus vidas, estando claramente establecido quien la debe suministrar, entre otras razones, porque es su responsabilidad. Eso lo he entendido y comprobado desde los días en que me tope por primera vez con el constructo expresado del Modelo de Parsons, que deseo introducir aquí porque creo que nos podría ayudar para entender un poco a lo que nos está pasando ahora.

Según Parsons, a medida que ascendemos desde los niveles más bajos hasta los niveles institucionales más altos de la pirámide social, empresarial, o simplemente humana que se organice para conseguir objetivos sociales, empresariales o simplemente humanos, vamos presenciando una continua degradación de la certidumbre en la cual se encuentran los individuos.

Los trabajadores en la base deben tener completa certidumbre para poder realizar sus labores. Un ejemplo: un obrero de la construcción al llegar diariamente a su trabajo debe saber con total certeza lo que va a realizar ese día. Si va a levantar una pared de 2x3 m2 con X ladrillos y Y cantidad de cemento, que deben estar disponibles; o si pondrá las ventanas del piso X del edificio que se está construyendo, para lo cual debe disponer de esas ventanas cuando llegue. A eso lo llamamos un sistema cerrado porque no están expuestos a las variaciones que pueden ocurrir en su entorno, con lo cual estamos en presencia  de certidumbre completa.

En la medida que subimos en la pirámide, en los niveles gerenciales, la certidumbre disminuye. Siguiendo en el ejemplo, los ingenieros a cargo de la obra deben garantizarles a los obreros y sus maestros de obra que es lo que hay que hacer y con qué. Ya allí la cosa se pone más difícil. Deben coordinar logística, proveedores con los que se firmaron los contratos para suplir materiales y un sin fin de detalles más. Habrá cosas que les será difícil garantizar pero es su trabajo y su responsabilidad hacerlo. Y si no consiguen algo, deberán parirlo porque si no será imposible garantizar certidumbre al nivel inferior. Ese es precisamente su trabajo como gerentes. Sin embargo, en algún punto las cosas no funcionarán y la solución saldrá más complicada. En ese nivel de la pirámide el sistema es semi-cerrado, pues habrán cosas que pasaran fuera del control de los responsables ya que se está expuesto a las variaciones externas por lo que su certidumbre es incompleta.

Al nivel de la alta gerencia, en el tope de la pirámide, la incertidumbre es el trabajo de todos los días. Desde que el gobierno los expropie hasta las fuentes de financiamiento y los costos definitivos de la obra en un ambiente bajo inflación. Aquí lo seguro es que no hay nada seguro. Hay certidumbre cero, eso es precisamente con lo que hay que lidiar todos los días. Desde que el gobierno cambie las reglas laborales hasta que el negocio deje de ser negocio por causas desconocidas. En este punto el sistema es completamente abierto, está completamente expuesto. Entonces, no puede haber algo como incertidumbre en la base de sustentación de la pirámide porque si no, significa que el sistema dejo de ser viable.

Si trasladamos ese modelo a la pirámide social del país, pueden imaginarse quien es la base: todos nosotros que no tomamos decisiones y que la certeza debe ser nuestro pan de cada día. Saber que hay un trabajo cierto por el que cobramos quince y ultimo; que existen los productos que necesitamos para llevar una vida estable; que sabemos cómo llegamos todos los días a ese trabajo, y que hay un lugar donde llevar a nuestros hijos para que se eduquen, así como todas las cosas que ustedes puedan pensar que espera como ciertas un individuo en cualquier sociedad.

Al nivel medio de esa pirámide, podemos poner a las organizaciones que nos contratan para hacer un trabajo, así como el resto de las que conjuntamente hacen vida en la sociedad y que nos garantizan eso que complementa nuestro diario vivir. Ellas viven constantemente en ese sistema semi-cerrado donde hay que garantizar sueldos a costa de incertidumbre.

Y por último, en el tope de esa pirámide, ponemos al Estado y al gobierno que lo administra. Ese es el que debe vivir en la completa incertidumbre, no nosotros ni los niveles medios, precisamente porque ese es su trabajo, generar certidumbre para toda la sociedad.

De todo lo anterior derivamos quien tiene la responsabilidad de qué y porqué, y las razones por las cuales cuando la incertidumbre se generaliza en un país entero, el sistema como un todo es inviable. La base y los niveles medios no pueden detener su actividad porque crean más incertidumbre. Lo que hay que hacer es protestar para exigirle certidumbre a quien por obligación debe garantizarla. Sin embargo el país se encuentra envuelto en un estado tal de desesperación, producto de una incertidumbre que no le corresponde tener, que está operando una suerte de escenario de incendio donde se le está haciendo caso a aquellos que prendieron el fuego.

Para volver a colocar las cosas en su lugar, es preciso elevar la certidumbre de abajo hacia arriba. Y eso solo lo puede hacer la pirámide con un nuevo tope que entienda este concepto para  restituir la viabilidad perdida. Tenemos muchos años sin disfrutar certidumbre. Ya es hora de cambiar el sistema a través del cual los gobiernos han administrado certidumbre a la población desde hace más de 200 años, por uno que nos la garantice, pero esta vez de una manera definitiva. Ya es hora de colocar la incertidumbre en su lugar.

Caracas, 11 de Enero de 2015

Twitter:@laguana