lunes, 6 de agosto de 2018

Maduro, chivo expiatorio

Por Luis Manuel Aguana

Ciertamente es difícil fijar un tema de análisis en este país. Comenzaba a escribir en relación al Carnet de la Patria y la gasolina como la versión del siglo XXI de la tarjeta de racionamiento cubano, cuando salieron corriendo los Guardias Nacionales en la Avenida Bolívar por una explosión. Y no es que eso no sea parte de un mismo todo, es que una ciudadanía en crispación pasa de un tema a otro sin pararse a pensar que lo que pasa es parte de la misma obra del teatro macabro del régimen pero en un acto diferente.

Inmediatamente la gente dejo de hablar del debate del empadronamiento de los vehículos para comprar gasolina con el Carnet de la Patria, esperanzados con un supuesto “atentado” en contra de Nicolás Maduro, que lo único que dejo en claro fue la desbandada pública y por televisión de aquellos que supuestamente “están con la revolución y la defenderán hasta la muerte”. Más patético imposible.

No quiero especular aquí si lo que ocurrió en ese acto de la Avenida Bolívar fue un atentado real o no. Deseo centrar mi argumentación en algo diferente. A mi juicio Maduro no es el problema. Aquí el problema es otro. Si Maduro sale de esa manera, se encargará otro peor que él que se dedicará a perseguir a los supuestos responsables (que ellos ya sabrán de antemano a quienes responsabilizar) y profundizar el modelo cubano. El tema aquí es más profundo que atentar en contra de la figura visible sin sustituir el sistema que lo sostiene.

Pudiera venir un loco y atentar en contra de Maduro, y visto como vimos ayer, con unos guardias pegando la carrera al oír la primera explosión, pareciera que eso pudiera no ser tan difícil. Si alguien se hubiera verdaderamente propuesto a realmente matar al personaje alli nadie hubiera tenido tiempo de nada.

Esta historia me hizo recordar las palabras del Gral. (Ej.) Néstor González González en la interpelación que le hicieron en Asamblea Nacional después de los sucesos de abril de 2002. A las preguntas de Tarek William Saab contestó: “De tal manera que yo no hice ninguna planificación, porque conociendo como soy si yo hago una planificación usted no estuviese sentado en ese puesto señor diputado con todo respeto.” (ver interpelación en http://www.urru.org/11A/Interpelaciones/NG2.htm). Así pues, que si eso lo hubiera planificado alguien con la determinación y la eficiencia para hacerlo, estuviéramos contando ahora otra historia.

¿Por qué digo que Maduro no es el problema? Porque siempre he pensado que los enemigos de Nicolás no están en la oposición, ni siquiera en la más radical -aquí o en el exilio-, están al lado de él. Nicolás es el perfecto chivo expiatorio de absolutamente todo lo malo que está pasando en Venezuela. Es posible que el se lleve una gran tajada pero lo cierto es que la imposición del comunismo y el robo generalizado a la Nación, no es tarea de una sola persona y menos de una mente como la suya. Aquí estamos hablando de un equipo o equipos y fuerzas e intereses que van mucho más allá y muy lejos de Miraflores. Maduro no es más que una marioneta de esas fuerzas e intereses.

Si alguien de la oposición radical se le ocurriera un atentado, más les valdría que tuvieran, no solo la fuerza para tener éxito en ese cometido, sino también para manejar la arremetida que vendría después. Y como creo que no la tienen concluyo que nunca existió tal atentado, al menos desde el terreno opositor.

Ahora bien, ¿a quienes les convendría que Maduro salga de una manera violenta? A aquellos que le sustituirían de la misma manera. Pareciera de Perogrullo pero no lo es. Si a alguien desde adentro viera que por las torpezas cada vez mayores de quien conduce este circo, esta por perder todo lo que ha robado y la posibilidad de seguir haciéndolo, se convierte en el enemigo número uno del jefe del circo. Imagínense solo por eso cuántos de ellos tendrá. Cualquiera de ellos pudo haber intentado la escena de la Avenida Bolívar –si es que de verdad esta ocurrió- para hacerlo en serio después. Si no fue así, el régimen la aprovechó a su favor, como efectivamente lo saben hacer, de una manera mediática, echándole como siempre las culpas a “la ultraderecha” y al “imperio”. Ellos son especialistas en hacer control de daños inmediato.

En este momento Maduro valdría (en hipotético) más como mártir y como chivo expiatorio del desastre de Venezuela, que como Presidente obrero. Así de simple están las cosas. El juicio en contra de Maduro seguirá, y en el transcurso de la investigación que se lleva a cabo en Bogotá, saldrán nombres tanto del régimen como de la oposición oficialista. Si no se puede parar el juicio, entonces la maquinaria socialista que lo sostiene pensará que no es tan mala idea convertirlo en mártir de la revolución, como ocurrió con Allende en Chile, pero en este caso sin perderlo todo.

De esa manera comenzaría una nueva fase de la revolución con un nuevo conductor que perseguiría ferozmente a los “culpables”, con una nueva Constitución que ya se encuentra lista en el fogón de la ilegitima Asamblea Constituyente del régimen. Ciertamente si usted o yo estuviéramos en los zapatos de Maduro, deberíamos estar estudiando urgentemente un plan de escape porque eso que pasó en la Avenida Bolívar puede ser una campanada de aquello que le dijo Llovera Paez finalmente a Pérez Jiménez: “Mejor vámonos, que el pescuezo no retoña mi general”.

¿Y quién sería el conductor de esa hipotética nueva fase? No lo sé, pregúntenselo ustedes mismos como lo hacia el Inspector Columbo: ¿Quién sale beneficiado? De repente esa respuesta si sale de Perogrullo…

Caracas, 6 de Agosto de 2018

Twitter:@laguana

miércoles, 1 de agosto de 2018

TSJ legítimo versus Estado Mafioso

Por Luis Manuel Aguana
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Ya hace casi un año escribí una nota que comenzaba: Tal vez no se imaginó Moisés Naim al publicar su libro “Ilícito” en el 2005, al plantearse la lucha desigual de los gobiernos en contra de las redes delictivas globales, que estas podrían ser… ¡el mismo gobierno! El narcotráfico, el terrorismo, el blanqueo de capitales, y muchas cosas ilícitas planteadas en ese libro pero ahora gobernando un país. Eso cambia completamente la perspectiva de cómo el mundo puede combatir eso. Creo que Naim debería considerar publicar una versión actualizada de ese fascinante libro bajo la luz de la actual realidad venezolana. (ver Para un problema global una solución global en
http://ticsddhh.blogspot.com/2017/08/para-un-problema-global-una-solucion.html).

Pero yo estaba equivocado. Naim no necesitaba hacerlo porque ya lo había hecho, al adelantarse a esa nota 5 años antes en el año 2012 en un artículo publicado en Foreign Affairs, titulado Estados Mafiosos (ver Mafia States, en https://www.foreignaffairs.com/articles/2012-04-20/mafia-states).

En ese artículo ya Naim indicaba que el fenómeno del llamado Estado Mafioso había echado raíces en Venezuela cuando en el 2010 Hugo Chávez había nombrado al Gral. Carlos Rangel Silva, como máximo  Comandante de las Fuerzas Armadas de Venezuela y Ministro de la Defensa, siendo este un personaje que había sido señalado dos años antes por el Departamento del Tesoro norteamericano como el zar más importante de la droga en Venezuela, y acusarlo de "materialmente asistir a las actividades de tráfico de narcóticos" en el país.

De igual modo Walid Makled, conocido narcotraficante preso en Venezuela, en el año 2010 acusaba que disponía de pruebas documentadas de que trabajaba para una Red criminal en la que estaban involucrados 15 generales, entre los que se contaban el jefe de la inteligencia militar y el Director de la oficina antidrogas del país, además del hermano del Ministro del Interior y 5 miembros del parlamento.

Léase bien, Makled TRABAJABA para ellos,  no al revés. Esa es una diferencia fundamental. En cualquier otro país los delincuentes compran a funcionarios corruptos para realizar sus fechorías.  En Venezuela es al revés,  SON LAS AUTORIDADES las que conducen el delito y hacen uso de delincuentes comunes como mandaderos y peones. Menuda diferencia, y es por ello que Naim los bautiza como "Mafia States" o Estados Mafiosos.

De allí la gran importancia del juicio por corrupción propia y legitimación de capitales que se le lleva a Maduro en el exterior como Presidente de la Republica. El común del venezolano aun no se percata de que es imposible hacer ese juicio en Venezuela con un tribunal que no pueda ser alcanzado por ellos y es por eso que todos los involucrados en esa trama de corrupción estén al toda costa tratando de impedir ese juicio en el TSJ legítimo en el exilio.

Y no se trata de cualquier juicio por corrupción de funcionario público,  ¡es el primer juicio en contra de un Estado Mafioso en el mundo! donde el que esta sentado en el banquillo es la cabeza de ese Estado. Veamos.

El 30 de julio en un artículo publicado por el Nuevo Herald firmado por el periodista Antonio Maria Delgado, "según los cargos presentados contra Maduro en el juicio que se realiza desde el exterior, el gobernante habría recibido millones de dólares en sobornos para favorecer a la firma brasileña Odebrecht con enormes contratos valorados en varios miles de millones de dólares por obras que no se construyeron. En un solo caso presentado, Maduro habría solicitado a la constructora el pago de $50 millones, pero Odebrecht solamente le pagó $35 millones." (ver Presidente del Supremo de Venezuela en el exilio renunció a nacionalidad española antes de aceptar cargo, en https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article215763880.html). Esa afirmación será fácilmente comprobable con aquellos de la empresa constructora a quienes se les sigue juicio en Brasil.

Entonces esto, cuyas raíces comenzaron en el 2010 con el nombramiento del Gral.  Carlos Rangel Silva en el Ministerio de la Defensa, como señaló Naim,  llegó a la Presidencia de la República, constituyéndose una realidad el Estado Mafioso en Venezuela.

Las implicaciones de esto son mayúsculas. Seria imposible que después de esto confiemos en ninguna rama del Poder Ejecutivo,  ni confiemos en que ningún Poder que resida en Venezuela no esté implicado, como en efecto lo sospechamos, de la Dirección del Poder Legislativo, dada su insistencia en descalificar a Miguel Angel Martín como Presidente del Tribunal Supremo de Justicia legítimo que opera en el exilio, y disolver esa entidad con la finalidad de detener ese juicio, como lo denunció este pasado fin de semana el periodista José Domingo Blanco (@Mingo_1) a través de su cuenta de Twitter (ver https://twitter.com/mingo_1/status/1023569054030868480?s=03)


En la actualidad esta pelea luce tremendamente desigual ya que estamos luchando contra fuerzas muy poderosas del crimen organizado nacional e internacional, para quienes es inconveniente que Maduro deje la presidencia junto a la mafia que le acompaña, y para eso utilizarán todos los medios y cómplices dentro y fuera del país para lograrlo. Es por eso que todos los venezolanos y la comunidad internacional deben cerrar filas al favor del TSJ legítimo, ya que de perdurar ese Estado Mafioso muy pronto tendremos otros en la región.

El juicio de Maduro es un juicio clave en la lucha en contra de los delincuentes en posiciones de poder y esto no puede ser ignorado por la comunidad de naciones, siendo esta una razón sumamente poderosa para que la decisión trascendental acerca de como se constituiría el próximo gobierno de Venezuela no pueda surgir de este país.

En Venezuela la influencia del Poder Ejecutivo sobre los demás poderes es determinante, al punto que la Asamblea Nacional aún estando en manos opositoras, se dobló a favor de no discutir el vacío de poder originado por el juicio de Maduro. Debemos comprender que los diputados no están en posición de decidir sobre la cabeza de un dictador-delincuente en funciones, debiéndose trasladar esa decisión fuera del país para que desde allí se pueda decidir que hacer con la mafia que usurpa el poder, con la ayuda de la Comunidad Internacional

A estas alturas ese juicio trascendió a Venezuela porque el TSJ legítimo no esta enjuiciando a Nicolás Maduro Moros,  esta enjuiciando a un Estado Mafioso en la persona de su Presidente. Esa sería razón más que suficiente para que ese Alto Tribunal legitimo no solo sea protegido por todos los paises hasta la restitución de la libertad y la democracia en Venezuela, sino reconocido en la acción inédita de haber dado un primer paso sin apoyo en el combate de las nuevas formas de delincuencia que amenazan la estabilidad política del continente y del mundo.

Caracas, 1 de Agosto de 2018

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miércoles, 25 de julio de 2018

Ciudadano Bolívar

Por Luis Manuel Aguana

A pesar de saber que existe una infinito rio de documentos históricos, opiniones de expertos políticos y militares alrededor de la figura de Simón Bolívar, hoy me gustaría modestamente dedicar unas líneas, no a esa figura mítica manoseada por todo el mundo del héroe latinoamericano, Libertador de 5 naciones, sino al ciudadano, al político, cuya perspectiva mas allá de lo militar, es lo que creo que podemos analizar el común de las personas.

Cuando a los venezolanos nos presentan por primera vez en nuestra vida escolar la figura de Bolívar, no nos muestran la faceta ciudadana del Libertador. Nos muestran la faceta del militar, la del héroe de la Independencia. Todos los venezolanos hemos crecido con ese estereotipo en la mente.

Las pinturas y cuadros más representativos de la época en su mayoría nos muestran a un Bolívar vistiendo uniforme militar, y no es extraño que esto sea así porque, la mayor parte de su cortísima existencia –recuerden que murió a los 47 años- transcurrió organizando ejércitos y batallas para la liberación de Venezuela y 4 naciones más. Será por eso que la faceta que siempre he pensado como la más importante de la vida de este ser humano ha quedado escondida, al punto que me atrevería a decir que Bolívar fue militar por las circunstancias que le toco vivir, siendo a mi juicio la faceta más importante la del político y ciudadano. Y siendo esta la fundamental, la del militar se vio potenciada como consecuencia.

Tal vez en mi impertinencia de analizar la quintaesencia ciudadana del Libertador, trato de darle sentido al esfuerzo que tuvo de liberar repúblicas. Si la idea era construir naciones, eso no podría llevarse a cabo sin gente que entendiera el verdadero sentido de la libertad. Esto lo resumió el Maestro Simón Rodríguez al sostener la tesis de que es una contradicción desear Repúblicas sin  republicanos. De acuerdo con el Maestro del Libertador, la única manera que hay es formándolos en las escuelas, para que las Republicas que estaban naciendo y obteniendo su libertad de la espada de sus soldados, se pudieran sostener. De acuerdo al Maestro la materia más importante de esa formación debía ser “la sociabilidad”. Esto en palabras modernas se llamaría enseñar ciudadanía.

De acuerdo a Arturo Uslar Pietri, el Maestro Simón Rodríguez afirmaba: “el que nada sabe, cualquiera lo engaña, el que nada tiene, cualquiera lo compra”. Uslar Pietri indicaba que en esta tesis, “se trataba de enseñar para que nadie pudiera engañar a otro y de darle una base productiva para que nadie pudiera comprarlo, para que fuera un ciudadano” (ver Simón Rodríguez, Parte 3, en https://youtu.be/2ExSCFfHMe4).

Este es realmente el cemento que garantiza la estabilidad de las naciones y eso lo sabía el Libertador, al punto que envió a su Maestro al territorio que hoy lleva el nombre de Bolivia para organizar esa escuela de ciudadanos. Lamentablemente el experimento fracasó y se libertaron militarmente naciones pero sin ciudadanos que las hicieran prósperas y estables. Esa enfermedad nos alcanza todavía en pleno siglo XXI. No podemos perpetuar ese error so pena de no haber terminado de romper las cadenas de las que nos liberó Simón Bolívar.

Eso explica la caída de la democracia venezolana y la pérdida de nuestra libertad a manos de un pueblo esclavizado por una dictadura como el cubano. ¡Da dolor decirlo! Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. Eso lo dijo el ciudadano Simón Bolívar al despojarse de todo su poder ante el Congreso de Angostura del 15 de febrero de 1819.

El ciudadano Bolívar dijo en ese discurso “Un gobierno republicano ha sido, es y debe ser el de Venezuela; sus bases deben ser la soberanía del pueblo, la división de los poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la monarquía y de los privilegios. Necesitamos de la igualdad, para refundir, digámoslo así, en un todo, la especie de los hombres, las opiniones políticas y las costumbres públicas…”. ¿Cómo es posible que un gobierno que se dice “bolivariano” atropelle ese legado histórico del Libertador? ¿Cómo es posible que cualquier gobernante venezolano sea capaz siquiera de atender cualquier política que vaya en contra de nuestro legado mas preciado?

El Simón Bolívar que deberíamos cultivar de ahora en adelante al recuperar nuestra libertad es el Bolívar ciudadano, no el militar. De haber respetado los militares la memoria histórica del Bolívar militar, nunca nos encontraríamos en esta deplorable situación con un régimen que atropella su memoria y va en contra de sus principios fundamentales.

Deberemos enfatizar en las escuelas el Bolívar ciudadano y político de la Sociedad Patriótica de Caracas del 3 de junio de 1811: “¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos, o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son el triste efecto de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos años de calma, ¿no bastan? ¿Se requieren otros trescientos todavía?”. Todavía sufrimos “el triste efecto de las antiguas cadenas” donde los partidos hacen con los venezolanos lo que les viene en gana, porque no existen todavía ciudadanos capaces de comprender de donde proviene la soberanía.

Y volviendo a Angostura: “Un pueblo pervertido, si alcanza su libertad muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud; que el imperio de las leyes es más poderoso que el de los tiranos, porque son más inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor; que las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.”. En este discurso Bolívar primero se consideró ciudadano primero antes que Libertador: “Yo someto la historia de mi mando a vuestra imparcial decisión; nada añadiré para excusarla; ya he dicho cuanto puede hacer mi apología. Si merezco vuestra aprobación, habré alcanzado el sublime título de buen ciudadano, preferible para mí al de Libertador que me dio Venezuela, al de Pacíficador que me dio Cundinamarca, y a los que el mundo entero puede dar.”.

La única manera de asegurar que esta tragedia que vive Venezuela no vuelva a ocurrir después de salir de la tiranía, es aprender del ciudadano Bolívar. Nos quedamos en el Bolívar militar de las plazas, montado a caballo con la espada desenvainada en contra de los enemigos de Venezuela. Nos toca comenzar a entender que los verdaderos enemigos de ahora son la falta de educación y la lamentable falta de ciudadanos. Eso es lo que verdaderamente nos ha llevado a esta tragedia. Enterremos al Bolívar militar y rescatemos al ciudadano Bolívar. Es el mejor homenaje que podemos hacerle los venezolanos en este nuevo año de su nacimiento, y en desagravio por haber olvidado sus palabras que fueron escritas para nosotros, y que no hemos sido capaces de honrar como Nación…

Caracas, 24 de Julio de 2018

Twitter:@laguana