viernes, 22 de marzo de 2019

El cese de la usurpación lo decide el pueblo venezolano

Por Luis Manuel Aguana

Desde que los medios de comunicación se han interesado en las líneas de este blog siempre me ha preocupado en cómo conciliar lo breve con lo importante. Los medios requieren que las ideas se compacten en pocos minutos, si se trata de programas de radio o televisión, o en pocas líneas si se trata de artículos de prensa escrita o en la red.

Es por eso que sufro mucho cuando al ser invitado a un programa de radio o TV, lo estrecho del tiempo ofrecido, dificultosamente alcanza para incluir todo lo importante de la idea que se quiere transmitir sin que se quede algo por fuera. Sin embargo, a mi me enseñaron en la mejor escuela de negocios de este país que si usted está parado frente a una Junta Directiva para vender una idea, si no lo logra en 5 minutos, entonces es porque no lo tiene claro. Eso siempre me pareció chocante pero el tiempo y la experiencia me hicieron aceptar que el axioma es rigurosamente cierto.

Invitado ayer, extraordinariamente acompañado por la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, al prestigioso programa de la mañana de José Domingo Blanco (Mingo) en RCR 750 AM (pueden escuchar el programa en https://youtu.be/5B6Hp59RvBA) a exponer las ideas de mi última nota (ver Conflicto de intereses, en http://ticsddhh.blogspot.com/2019/03/conflicto-de-intereses.html) me sentí como en mis viejos tiempos de ejecutivo: convencer en breves minutos a una audiencia de algo a lo que no se han visto expuestos, sin morir en el intento. Como no me quede completamente convencido de haberlo logrado (estoy algo fuera de práctica), intentaré de nuevo explicar el mensaje.

El mensaje de fondo de mi nota pasada es que los venezolanos y la Asamblea Nacional tenemos un conflicto de intereses. Ellos quieren una cosa y nosotros otra diferente: “Un conflicto de intereses es aquella situación en la que el juicio del individuo -concerniente a su interés primario- y la integridad de una acción tienden a estar indebidamente influidos por un interés secundario, de tipo generalmente económico o personal” (ver Conflicto de interés, en https://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_de_inter%C3%A9s). El juicio de la Asamblea Nacional frente a lo que le pasa a los venezolanos está influido por un interés secundario que hace que la integridad de lo que deben hacer afecte al interés primario que no es otro que el del pueblo que les dio el mandato. Si es de “tipo generalmente económico” como indica la definición, o político o de otra naturaleza, estará por verse.

Los venezolanos queremos una intervención humanitaria basada en un principio de orden internacional (la Responsabilidad de Proteger-R2P) y ellos no. No desean que ingrese la ayuda humanitaria a Venezuela acompañada de una fuerza militar extranjera para que llegue a salvo a su destino, cuando la necesitamos desesperadamente. Han negado en 6 oportunidades consecutivas la propuesta de la Fracción 16J de incluir en la agenda del parlamento el debate para la autorización a misiones militares extranjeras en Venezuela, como lo indica el Artículo 187, numeral 11 de la Constitución. No desean que la Comunidad Internacional ponga fin por la vía de la fuerza a las graves violaciones a los Derechos Humanos en las que está incurriendo el régimen, como lo establece la norma internacional de Responsabilidad de Proteger (R2P), sin que los venezolanos podamos hacer absolutamente nada para impedirlo. Pero como veremos, si podemos hacer algo.

No entremos en el porqué no lo quieren hacer porque ya lo asomé en esa nota (razones de orden político, económico o de otra índole). Sin embargo nosotros somos sus mandantes (DRAE, mandante: 2. m. y f. Der. Persona que en el contrato consensual llamado mandato confía a otra su representación personal, o la gestión o desempeño de uno o más negocios) y ellos son nuestros mandatarios (DRAE, mandatario, ria: 2. m. y f. Der. Persona que, en virtud del contrato consensual llamado mandato, acepta del demandante representarlo personalmente, o la gestión o desempeño de uno o más negocios). Ellos deben hacer lo que les pedimos porque son nuestros representantes. Si no lo hacen, o les quitas el mandato o lo ejerces tú directamente. Eso es lo que dice el Artículo 5 de nuestra Constitución.

El hecho que los venezolanos les hayamos entregado a nuestros Diputados la administración de nuestra Soberanía –que reside intransferiblemente en nosotros- para que la ejercieran indirectamente a través del sufragio, eso no nos impide a recurrir a nuestro Poder Originario y Soberano cuando lo consideremos pertinente a través de los mecanismos que la Constitución establece. Y eso al parecer eso lo están olvidando nuestros mandatarios cuando no se dejan ayudar por la ciudadanía para lograr el “cese de la usurpación” de Nicolás Maduro Moros. Parece que hemos llegado al momento de recurrir a ese Poder Originario que nos pertenece.

Desde la Alianza Nacional Constituyente Originaria-ANCO hemos formulado una propuesta a nivel nacional e internacional de recurrir al ejercicio directo de la Soberanía que reside intransferiblemente en el pueblo de Venezuela para dar cese inmediato de la usurpación del poder que ejerce Nicolás Maduro Moros, a través de los medios que nos concede la Constitución a través del Articulo 70: Una Consulta Popular conducida por la sociedad civil como medio de participación (ver Manifiesto Ciudadano para la Consulta Mundial, en http://ancoficial.blogspot.com/2019/03/comunicado-anco-manifiesto-ciudadano.html). La hemos llamado Consulta Mundial porque incluiría a todos los venezolanos alrededor del mundo que se han expatriado como consecuencia de la ruina a la que ha llevado el régimen a Venezuela. De allí que concluyamos a que el cese de la usurpación lo decide el pueblo venezolano, consigna principal de nuestra iniciativa.

No hay otra manera de expresar la Soberanía. No es una encuesta, ni la percepción de la Comunidad Internacional –aunque sea evidente-, incluyendo a los países que acompañan al régimen, de que no queremos al régimen de Nicolás Maduro Moros. Es la autorización precisa de todo un pueblo para que puedan ingresar al territorio en base a una normativa humanitaria (R2P) acordada en la Cumbre de la ONU del 2005, y firmada por Venezuela, para que detengan el exterminio del que somos víctimas por el régimen usurpador y lo supriman, para permitir el desarrollo ulterior de un Gobierno de Transición y Elecciones Libres. Esto tiene un efecto movilizador de la sociedad demoledor.

Esta situación no ha ocurrido NUNCA en el mundo. Es inédita. Lo que ha ocurrido en el pasado es que la Comunidad Internacional evalúa si intervienen o no de acuerdo con su apreciación de la situación del país evaluado. Nunca antes se ha visto que un país en su conjunto emita un S.O.S. utilizando el poder que les da su Constitución, con las pruebas en la mano de que se cubren los extremos de la normativa humanitaria. Tenemos ese Poder y debemos usarlo. Esta iniciativa de ANCO fue mencionada por el Embajador Diego Arria en su intervención en el Foro de la OEA “Responsabilidad de Proteger en las Américas” como la solicitud de auxilio de todo un pueblo (ver @Diego_Arria en Conferenecia de #OEA y @StanleyFound sobre Responsabilidad de Proteger en las Américas https://t.co/HgqLaS65lh).

Les sería muy cuesta arriba a ningún país negarnos esa ayuda, incluyendo a Rusia y China, en el ámbito del Consejo de Seguridad de la ONU. Es el mismo pueblo que está gritando por asistencia. Y si ellos no la dan, aun siendo su obligación moral y política, no será porque no la hayamos solicitado. Y tenemos que pedirla directamente.

Esta no es una consulta dirigida hacia adentro del país. Es una consulta con claros matices internacionales, pero que la deciden los venezolanos –aquí y afuera-, dueños absolutos de la Soberanía. El Presidente Encargado Juan Guaidó debería apoyar esta iniciativa de la Sociedad Civil, no solo porque le ayudaría a acelerar cívicamente y a través de un mecanismo indudablemente democrático, el primer paso de la trilogía: “el cese de la usurpación”, sino porque sería un mandato claro del pueblo expresado en un proceso consultivo de estas características frente a la propuesta de unas elecciones amañadas y negociadas con un régimen usurpador.

El Estatuto de la Transición aprobado por la Asamblea Nacional establece como Actuación de la Asamblea Nacional en el marco de dicho Estatuto, en su Artículo 16, Numeral 6: “Articular acciones con la sociedad civil para promover mecanismos de participación ciudadana que legitimen el proceso de transición democrática y favorezcan la cesación de la usurpación de los poderes presidenciales por parte de Nicolás Maduro Moros”. La misma Asamblea está obligada a articular acciones con nosotros para lograr el “cese de la usurpación”. ¿Qué mejor iniciativa que convocar al pueblo a ejercer su Soberanía mediante los mecanismos de participación ciudadana previstos en la Constitución? ¿Cómo podría estar Juan Guaidó en desacuerdo con eso?

Esta Consulta Mundial difícilmente podría considerarse un obstáculo para lograr el objetivo que nos es común, esto es, el “cese de la usurpación”…a menos que los ciudadanos Diputados tengan objetivos diferentes a los de sus mandantes, en cuyo caso siempre se impondría la Soberanía Popular por encima de aquellos que todavía insisten en traicionar el mandato que se les ha confiado, ya sea por intereses de orden político o económico o de otra índole...

Caracas, 22 de Marzo de 2019

Twitter:@laguana

martes, 19 de marzo de 2019

Conflicto de intereses

Por Luis Manuel Aguana

Siempre me ha parecido ridícula la afirmación que se ha convertido en un mantra entre los seguidores ciegos de la oposición oficial en el sentido de que “en Venezuela no habrá intervención militar de los Estados Unidos”. Y sacan como prueba declaraciones que en ese sentido han hecho voceros importantes de los Estados Unidos, como el Sr. Elliott Abrams, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.

Y ustedes dirán que me fume una lumpia. Pero hasta que ustedes no oigan una declaración oficial del Presidente de los Estados Unidos de América diciendo lo mismo, eso no se puede creer, y aún así todavía no sería enteramente una verdad total porque las situaciones internacionales en geopolítica cambian todos los días. ¿Y por qué lo digo entonces? Porque aquellos que medio conozcan cómo trabaja la administración norteamericana saben que allí si funciona la separación de responsabilidades y allí si se ve todos los días aquello que dicen que la mano izquierda no sabe que hace la mano derecha.

La administración norteamericana funciona como una composición ordenada de compartimientos estancos donde el único que tiene la visión de conjunto es el Presidente. Cualquiera que diga que el conjunto hará o dejará de hacer algo, no está diciendo la verdad porque eso solo es competencia del Presidente de los Estados Unidos. Es más, Elliott Abrams, que es lo que se puede llamar aquí un Viceministro del Exterior en su área, puede estar diciendo eso y al mismo tiempo el DOD (Departament of Defense) puede estar a punto de lanzar las tropas en Venezuela y el DOS (Departament of State), órgano del cual depende Abrams, ni siquiera estar enterado de esa maniobra si el Presidente no les informa, y es posible que sean los últimos en enterarse internamente. Las cosas allá no funcionan como aquí ni en ningún otro país. Entonces, ¿ven lo ridícula que es la afirmación de marras? Y más ridículos quienes la repiten.

Lo que sí es serio e importante en todo esto es que existe un interés claro y manifiesto de sectores dentro y fuera de Venezuela de crear esa matriz de opinión que a quien no beneficia de ninguna forma es al pueblo de Venezuela. ¿Por qué esto es así? Porque la única manera que el régimen narco militarizado de Nicolás Maduro Moros mueva su trasero fuera de Venezuela es que exista una amenaza creíble de fuerza que los obligue a irse. De otra manera los tendremos en Miraflores hasta que la hermosa hija de Juan Guaidó tenga nietos. Cruda, pero lamentable realidad.

Pero ¿porque alguien puede estar interesado en hacernos creer que “no existirá nunca una intervención extranjera” para remover a este régimen y sus hordas paramilitares? Porque existe toda una política desde adentro dirigida a seguir un curso de acción que implica la negociación por desgaste con el régimen de Nicolás Maduro Moros. Si Juan Guaidó no logra ese “cese de la usurpación” en el cortísimo plazo, cosa que difícilmente logrará porque como ellos bien saben, las Fuerzas Armadas están lo suficientemente destruidas para que eso suceda, entonces el desencanto de la población alcanzará unos niveles tan altos que aceptará cualquier solución con tal de tener una promesa de volver a vivir como gente, incluso con unas elecciones con Maduro como candidato. Eso reventaría a Juan Guaidó como Presidente Encargado y lo obligaría a negociar con el régimen. ¿Les parece duro? Y no han leído lo peor.

Ese es el plan alternativo del G4 para iniciar el famoso Gobierno de Transición con Enclaves Autoritarios de Henry Ramos Allup, que preservaría los intereses de la corrupción dentro de la Asamblea Nacional y el futuro gobierno. Ya están montando su parapeto electoral, comenzando con la negociación de los Rectores del CNE -3 del régimen y 2 de la oposición- con un cuento chino que le será vendido a los venezolanos que “ganaremos en la próxima elección” de diciembre de 2019. Ya habrían comenzado con eso hasta que vino el apagón del régimen, que aumentó de manera indescriptible la arrechera de los venezolanos (disculpen mi mal inglés) e hizo enfriar los planes electorales, porque tal cosa era imposible de plantear después de esa increíble muestra de destrucción del país. Luego del fracaso que esperan del “cese de la usurpación” volverán a intentarlo.

Desde los Estados Unidos, los voceros de Juan Guaidó coquetean con los demócratas que están en su determinación de lograr la renuncia de Donald Trump, que ha sido el único Presidente norteamericano que se ha resteado por Venezuela. Desde allí están saliendo directrices que apuntan a producir declaraciones de voceros del gobierno norteamericano e importantes opinadores privados, negando una posible intervención militar en Venezuela. Todos los voceros de la oposición oficial, comenzando por Juan Guaidó tienen como línea declarar en contra de la intervención militar extranjera. Eso los reventaría a ellos y al régimen pero salvaría a Venezuela. Menudo paquete. ¿Entienden ahora porque no desean la aprobación de la autorización de misiones militares extranjeras en Venezuela con base al Artículo 187, numeral 11 de la Constitución?

Pero imagínense que no sea Nicolás Maduro Moros el candidato del régimen, sino Rafael Ramírez, María Gabriela Chávez o cualquier otro corrupto que se enriqueció en estos 20 años. Con toda la millonada robada al país ¿ creen ustedes que cualquiera que se presente de la oposición oficial tenga algún chance de ganar esa elección, con el mismo CNE como máquina de fabricar votos del régimen? Respuesta: no les interesa la elección, solo el dinero que compartirán con el régimen. Los venezolanos tenemos la obligación moral de abortar ese plan y obligar a la oposición oficial a detener cualquier intento de ir a otro proceso electoral hasta que Nicolás Maduro Moros y su régimen salgan del país por usurpadores.

Entonces esto nos pone en la dimensión real del problema. Es necesario que haya una intervención militar extranjera en el país por parte de la Comunidad Internacional en base a la Responsabilidad de Proteger (R2P) que tienen los Estados hacia Venezuela porque quien ejerce el poder, Nicolás Maduro Moros, está violando los Derechos Humanos de los venezolanos. Pero los Diputados de la Asamblea Nacional se niegan a aprobar la única manera que existe de garantizar que la ayuda humanitaria con custodia militar llegue a quienes están perdiendo la vida, por las razones antes expuestas. ¿Qué podemos hacer?

Los Diputados de la oposición oficial en la Asamblea Nacional no son el producto de una elección natural. Son el resultado de una votación masiva en contra del régimen en la elección del 6D-2015 (ver ¿Ganó la MUD o perdió el Gobierno?, en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/gano-la-mud-o-perdio-el-gobierno.html). Nadie en Venezuela votó por Henry Ramos Allup, ni Julio Borges, ni Omar Barboza,  en el sentido estricto de la escogencia de un representante de nuestros intereses ante un Parlamento. Y lo peor es que aun sabiéndolo, estos Diputados están bloqueando deliberadamente lo que realmente desea el pueblo venezolano protegiendo sus propios intereses, en un claro conflicto que debemos resolver: o son ellos o somos nosotros.

Ante esa aberración es necesario el ejercicio directo de la Soberanía Popular para expresarle al mundo que estamos en una clara situación de requerir de su ayuda humanitaria con acompañamiento militar desde el exterior, autorizando lo que haya lugar para que se produzca. Ya les quedará bien cuesta arriba a los países negárnosla, incluso hasta en el mismísimo Consejo de Seguridad de la ONU, con Rusia y China incluidas, ya quien lo solicitaría sería el mismo pueblo de Venezuela.

Si los señores Diputados, que ejercen indirectamente nuestra Soberanía mediante el sufragio, y que en el estricto sentido han decidido no representar nuestros intereses al no actuar en base a lo que suplica el pueblo venezolano, entonces debemos encontrar la manera de expresar directamente nuestra voluntad ante el mundo, como lo establece el Artículo 5 de la Constitución: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”. Más claro imposible. Como lo dice el Artículo 5, ya la forma está prevista en la Constitución…

Caracas, 19 de Marzo de 2019

Twitter:@laguana