Por Luis Manuel Aguana
Me viene a la memoria de mis inicios en esto de la tecnología de la información, hace más de 35 años, una pieza de algoritmo en un programa de computadora que no podía entender. Me entregaron la responsabilidad de descifrar el trabajo de un experto analista que en una sola pieza de programa, en el lenguaje de las viejas maquinas, había logrado una magistral solución a un problema bien complejo y en aquellas épocas los técnicos no solían dar muchas explicaciones acerca de lo que programaban y de allí mi intervención. La respuesta me vino sola, sin pensar en ella, pero después de haber pasado varias semanas de trabajo y no haberle encontrado una solución. Eso era la piedra de tranca para poder continuar mi trabajo. Y resultó ser tan simple como excepcional. No se me ha olvidado aquella anécdota porque me sigue pasando que cuando no aparece la solución inmediata a un problema complicado, la mente sigue dando vueltas y la solución aparece sola, así como si nada. Algo así me pasó con este asunto de las nuevas maquinas del CNE cuando me preguntaba: ¿y que puede hacer esta gente con esa nueva tecnología para garantizarle la permanencia a Hugo Chávez en el poder? ¿Dónde está la trampa? Así de desconfiados nos hemos puesto!!!
Y es cierto, de verdad que llevo días pensando en esas maquinas y no solo porque creo que hay algo debajo que me tiene preocupado,-al punto que escribí sobre ellas hace unos días atrás-, sino porque no solo pueden ser sospechas infundadas de parte de un técnico que como yo lleva años en esto de los acertijos informáticos.
Varias cosas llamaron mi atención acerca del nuevo procedimiento que esta planteando el CNE con sus maquinas nuevas. La primera de ellas tiene que ver con la identificación del elector en la mesa a través del mecanismo biométrico de las captahuellas. Una vez que eres identificado, se te permite ejercer tu derecho. ¿Y que pasa si la maquina no te identifica? Deberá existir un procedimiento que permita ejercer a todo ciudadano su derecho, así la maquina no lo identifique; eso va mas allá de lo técnico! ¡Hay un derecho que preservar! Por otro lado, se le está dejando a un mecanismo automático, no a un ser humano, decidir si alguien le corresponde o no votar en una mesa. ¡Fíjense bien! Una máquina, con una información precargada por el CNE dirá que un ciudadano le toca votar en ese lugar o no!
Y esto último me lleno de preocupación: la información biométrica del elector deberá estar en ESA MAQUINA a fin de poder ser identificado. De allí a fijar a la persona y al voto no hay más que un paso técnico. ¿Lo hará la misma maquina? ¿Es decir, el proceso de identificación y el de emisión del voto? O serán mecanismos diferentes,-no conectados-, para que no se pueda asociar identificación y voto? Muchas preguntas sin respuesta todavía. La información pública indica que la nueva máquina tendrá su propio captahuella. Mala señal para aquellos que pensamos que el secreto del voto esta amenazado con esta nueva configuración de los equipos de votación.
Como al elector ya se le ha identificado positivamente con el mecanismo de las nuevas captahuellas, el CNE nos indica que ya no es necesario que este ponga su huella en un cuaderno, ni firme su presencia en él, en el acto de votación, porque este ha sido eliminado! Varias preguntas se me vienen a la mente: cuando teníamos un cuaderno físico, el de papel, los integrantes de la mesa identificábamos al elector al llegar y sabíamos cuantos electores faltaban por votar de esa mesa en particular en cualquier momento y cuantos efectivamente habían ejercido su derecho. Sin el cuaderno, no sabremos cuantos habrán pasado, salvo que los contemos a mano. Imagino que las maquinas ahora nos dirán cuantos electores hay en la mesa y cuantos igualmente han efectivamente votado, pero después de cerrar la mesa. Ahora bien, ¿y la prueba después del acto electoral? No debemos olvidar que la apertura y el cierre de las maquinas lo hacen los técnicos del CNE. Los integrantes de la mesa no podemos tocar ni manipular esas maquinas después que han sido abiertas, y menos aun para saber cuantos han votado o no en la mesa. De hecho solo los técnicos sacan los listados con los resultados que tuvieron las maquinas después del acto del cierre de la mesa. Por otro lado, el cuaderno físico le probaba a cualquiera, que efectivamente un elector con su firma y su huella había estado en la mesa y se podía ir en cualquier momento posteriormente a ese cuaderno para probar ese hecho. Ahora no podremos mas allá de lo que indiquen las nuevas maquinas del CNE. ¿Como sabríamos, después que el Plan Republica se lleve las maquinas, si estos “Cuadernos Electrónicos” son o no son adulterados? ¡Simplemente, no lo sabríamos!
Y ahora lo mejor. El gobierno, desmaterializando el cuaderno, puede hacer invisible al elector. ¿Que significa esto? Que alguien puede presentarse en diferentes mesas electorales y si su huella esta allí, efectivamente votará! No necesitará el cuaderno porque su huella e identificación estará en las máquinas. Las implicaciones de esto son espeluznantes!!!! ¿Como se nos garantizará que el CNE no replique las huellas de identificación de los electores afectos al oficialismo en diferentes mesas electorales? Ya el gobierno no necesitará sacarle múltiples cedulas a los antiguos “multicedulados” del pasado sino con tenerles su propia identificación en diferentes maquinas le bastará! Ahora cualquiera podría ser “multicedulado”. Antes era ciertamente dificultoso y engorroso el procedimiento de sacarle 5 cedulas a alguien y poner esos números de cedula en diferentes cuadernos, con distintos nombres. Con la nueva tecnología biométrica se podrán fabricar millones de “multicedulados” o personas que voten en diferentes lugares a favor del oficialismo y no los pocos que se consiguieron en anteriores procesos. ¿Tendrá la oposición acceso a la información biométrica que se cargue en las mas de 36.000 maquinas nuevas que se instalarán en todo el país para asegurarse que eso no pase? ¿Cómo garantizar la unicidad de la información biométrica? Si la oposición no ha tenido la información del actual REP, dudo que le entreguen lo que se pre-cargará para la identificación biométrica de los electores y poder constatar que no esta repetida en distintas máquinas. Llama la atención respecto de eso que el gobierno ha mencionado que utilizará la información de los sistemas de identificación del SAIME para obtener el 100% de las huellas de la población. Esto en contraposición al argumento opositor de que solo se encontraban presentes el 40% de las huellas en manos del CNE. Eso de por si ya debe alertar a la población porque nuestra data biométrica podrá ser usada y asignada en las nuevas maquinas sin que se tenga el mas mínimo control de ello.
He comentado y leído reiteradamente que es muy extraño que en un país con las necesidades que tiene el nuestro, el CNE se gaste mas de 55 millones de dólares en modernizar el parque de maquinas con este nuevo procedimiento electoral. Otra muy extraña es que una de las razones por las que insistentemente se rumorea que la antigua Presidente de la CANTV y actual rectora, pase a ser la nueva Presidente del CNE; precisamente es porque esa era la misma persona que desde PDVSA garantizó la continuidad de los sistemas informáticos de la industria durante el Paro Cívico y es una especialista calificada en el área informática. Conozco técnicamente al personaje y sé que si el gobierno la está planteando en ese puesto es porque cuenta con ella como su última carta y viene por lo técnico; lo que se están jugando es sumamente importante. La cosa nos viene por el tema informático electoral. Recuerden que las captahuellas hicieron su aparición inaugural y su trabajo durante el Revocatorio del año 2004 y garantizaron la continuidad del régimen.
Tengo la incomoda impresión que la oposición no ha ponderado la gravedad de este asunto a profundidad. Tenemos todavía tiempo para actuar y exigir todas las garantías técnicas necesarias para que se respete el secreto del voto y no desaparezca el cuaderno electoral. La Comisión Técnica recientemente nombrada por la Mesa de la Unidad debe explicarnos a todos los venezolanos, tanto a los que sabemos del tema técnico, como a los que no saben, las diferentes propuestas negociadas con el gobierno a fin de que los venezolanos podamos tener la seguridad y la garantía que no habrá ninguna perturbación en el proceso y se cuenten los votos como deben contarse, sin perturbaciones.
Lamentablemente aun no he visto ningún pronunciamiento de la MUD en el sentido de rechazar categóricamente la desmaterialización del Cuaderno Electoral. Pareciera que no le han dado importancia y el gobierno y el CNE han avanzado en esa pretensión. Falta mucho todavía para las elecciones pero deben empezarse a discutir públicamente las implicaciones de esta nueva propuesta del CNE. El gobierno siempre tiende a retroceder cuando la opinión pública arrecia y no tienen argumentos para sostener una acción. Debemos empezar a alertar a la opinión pública acerca de esta desviación del proceso, como en efecto lo empiezo a hacer desde aquí. Y si bien el CNE se impone en la compra de sus nuevas máquinas y sus nuevos procedimientos tecnológicos, los representantes técnicos de la oposición tendrán entonces la gravísima responsabilidad de alertarnos de todas las implicaciones reales para evitar que de nuevo el gobierno se salga con la suya, y proponer un curso de acción técnico para salvaguardar nuestros derechos.
De nuevo, cualquier cosa que haga el CNE técnicamente, se podrá neutralizar con seguridad estando los representantes de los partidos y la sociedad civil organizada presentes en todas las mesas y auditando lo que haya que auditar, no existe otra garantía. Si no estamos en todas las mesas a lo largo y ancho del país, lo técnico prevalecerá y cualquier cosa que inventen con esas nuevas maquinas seguramente nos desfavorecerá. Una cosa es cierta: si Chávez no tiene los votos en la calle, pueden tener la seguridad que los tendrá en las máquinas. Y ellos ya saben que no los tienen en la calle y es nuestro reto que, si esto es así, tampoco los tengan en las máquinas.
Caracas 30 de Mayo de 2011
lunes, 30 de mayo de 2011
lunes, 23 de mayo de 2011
Comunicarse sin límites: Un nuevo Derecho Humano
Por Luis Manuel Aguana
Me llamó mucho la atención la historia de la vida trágica de Marcel Proust contada desde la perspectiva de Stefan Zweig. Un escritor profundo nacido enfermizo en 1871, que amaba el campo y la naturaleza pero no podía disfrutarla porque debido a una enfermedad respiratoria, estaba impedido de oler la fragancia de las flores porque si lo hacía le tocaba estar en cama por largos períodos. Según Zweig, este impedimento desarrolló en el artista un poder de observación tal que escribía y escribía todo lo que veía y sentía, en cuartillas y más cuartillas, incapaz de conciliar el sueño. Vivía enfermo y yacía en cama todo el día. Todo lo que escribió lo condensó finalmente en 10 tomos en 1912 y no fue sino hasta 1913 cuando un editor se arriesgó a publicar su obra; y cuando el mundo ya empezaba a saber de él, ya era una figura enferma a punto de morir. De acuerdo a Zweig, después de la Primera Guerra, cuando ya habían aparecido 5 de los 10 tomos, “comienza Francia y toda Europa a fijarse en esta épica obra de nuestro tiempo”. La descripción que hace Zweig de la muerte del autor es electrizante porque Proust, con sus extraordinarios dones de observador, describe agonizante, en una última cuartilla de papel, su propio final. Y lo más triste de toda esta historia es que las últimas fuerzas de la vida del autor se concentraron en asistir a la aparición pública de su propia obra.
Llamo la atención a la tragedia de un autor de la talla de Proust por la siguiente observación: que impensable sería esta historia en estos tiempos de blogs y correos electrónicos! Hoy Marcel Proust tendría un blog y escribiría sus observaciones en una portátil, no necesitando para nada que un editor se “arriesgara” a publicar su obra. ¿Cuantos Marcel Proust navegarán ahora por la Internet? Nadie lo sabe, pero están allí. La magia de la red al servicio del arte de escribir es ahora universal.
La expresión del hombre y la horizontalización de las comunicaciones permiten llegar directamente a cualquier persona del planeta, sin importar cargo, jerarquía, notoriedad, distancia geográfica. Con solo conocer su cuenta de Twitter o Facebook cualquier persona puede comunicarse sin más limitaciones que su pensamiento, con cualquier ser humano que desee, con simplemente tener acceso a la red mundial. Eso no ha existido nunca antes en la historia universal. En consecuencia ha nacido, por obra y gracia de la tecnología, un nuevo derecho: el de comunicarse sin límites. Y ya es un derecho adquirido, inalienable, como el de los demás Derechos Humanos, imposibles de ser retrocedidos al ya haberlos disfrutado en toda su magnifica extensión.
Y como todos los Derechos Humanos, permanentemente están amenazados. Este es un derecho atado al fenómeno tecnológico, lo que le da una connotación interesante e importante, al tener los Estados la responsabilidad de asegurar que este pueda ser disfrutado por sus ciudadanos. En esta era los Estados y sus gobiernos deberán disponer de políticas públicas para insertar a su población al disfrute de este nuevo derecho, del que ya disfrutan gran parte de los seres humanos. Las amenazas son las mismas que devienen de sistemas de gobierno que rechazan la libertad y la democracia, ambientes imprescindibles para que este nuevo derecho florezca y se desarrolle. Son incompatibles el libre juego de las ideas y las comunicaciones sin límites, en ambientes altamente controlados y autoritarios por naturaleza. La Internet siempre se verá amenazada en esos escenarios.
Confirmo de esta manera la razón de este Blog, TICs y Derechos Humanos, por una Internet libre y su utilización para reafirmar los valores de la democracia y el sistema de libertades, en la actualidad amenazados en Venezuela…
Me llamó mucho la atención la historia de la vida trágica de Marcel Proust contada desde la perspectiva de Stefan Zweig. Un escritor profundo nacido enfermizo en 1871, que amaba el campo y la naturaleza pero no podía disfrutarla porque debido a una enfermedad respiratoria, estaba impedido de oler la fragancia de las flores porque si lo hacía le tocaba estar en cama por largos períodos. Según Zweig, este impedimento desarrolló en el artista un poder de observación tal que escribía y escribía todo lo que veía y sentía, en cuartillas y más cuartillas, incapaz de conciliar el sueño. Vivía enfermo y yacía en cama todo el día. Todo lo que escribió lo condensó finalmente en 10 tomos en 1912 y no fue sino hasta 1913 cuando un editor se arriesgó a publicar su obra; y cuando el mundo ya empezaba a saber de él, ya era una figura enferma a punto de morir. De acuerdo a Zweig, después de la Primera Guerra, cuando ya habían aparecido 5 de los 10 tomos, “comienza Francia y toda Europa a fijarse en esta épica obra de nuestro tiempo”. La descripción que hace Zweig de la muerte del autor es electrizante porque Proust, con sus extraordinarios dones de observador, describe agonizante, en una última cuartilla de papel, su propio final. Y lo más triste de toda esta historia es que las últimas fuerzas de la vida del autor se concentraron en asistir a la aparición pública de su propia obra.
Llamo la atención a la tragedia de un autor de la talla de Proust por la siguiente observación: que impensable sería esta historia en estos tiempos de blogs y correos electrónicos! Hoy Marcel Proust tendría un blog y escribiría sus observaciones en una portátil, no necesitando para nada que un editor se “arriesgara” a publicar su obra. ¿Cuantos Marcel Proust navegarán ahora por la Internet? Nadie lo sabe, pero están allí. La magia de la red al servicio del arte de escribir es ahora universal.
La expresión del hombre y la horizontalización de las comunicaciones permiten llegar directamente a cualquier persona del planeta, sin importar cargo, jerarquía, notoriedad, distancia geográfica. Con solo conocer su cuenta de Twitter o Facebook cualquier persona puede comunicarse sin más limitaciones que su pensamiento, con cualquier ser humano que desee, con simplemente tener acceso a la red mundial. Eso no ha existido nunca antes en la historia universal. En consecuencia ha nacido, por obra y gracia de la tecnología, un nuevo derecho: el de comunicarse sin límites. Y ya es un derecho adquirido, inalienable, como el de los demás Derechos Humanos, imposibles de ser retrocedidos al ya haberlos disfrutado en toda su magnifica extensión.
Y como todos los Derechos Humanos, permanentemente están amenazados. Este es un derecho atado al fenómeno tecnológico, lo que le da una connotación interesante e importante, al tener los Estados la responsabilidad de asegurar que este pueda ser disfrutado por sus ciudadanos. En esta era los Estados y sus gobiernos deberán disponer de políticas públicas para insertar a su población al disfrute de este nuevo derecho, del que ya disfrutan gran parte de los seres humanos. Las amenazas son las mismas que devienen de sistemas de gobierno que rechazan la libertad y la democracia, ambientes imprescindibles para que este nuevo derecho florezca y se desarrolle. Son incompatibles el libre juego de las ideas y las comunicaciones sin límites, en ambientes altamente controlados y autoritarios por naturaleza. La Internet siempre se verá amenazada en esos escenarios.
Confirmo de esta manera la razón de este Blog, TICs y Derechos Humanos, por una Internet libre y su utilización para reafirmar los valores de la democracia y el sistema de libertades, en la actualidad amenazados en Venezuela…
domingo, 15 de mayo de 2011
Misión Vivienda y Fraude Electoral
Por Luis Manuel Aguana
La reciente decisión del gobierno de identificar biométricamente a los ciudadanos para realizar la solicitud de vivienda en la reciente Misión Vivienda, activó las alarmas de quienes tenemos muchos años estudiando el tema de la tecnología de la información y las implicaciones del uso, o mal uso, de los datos privados de las personas. Parecían extrañas las razones del porque poseer información biométrica para un trámite de registro de vivienda, y tomada precisamente con los equipos captahuellas del CNE. Por aquello del dicho de que “quien ha sido picado de culebra le tiene miedo al bejuco” continuamos atentos a la evolución de esta noticia, a nuestro juicio sumamente importante, no solo por lo extraño del uso de las captahuellas en ese registro sino por el extraño interés de iniciar precisamente ahora una campaña de registro de todos aquellos venezolanos a quienes la administración de Chávez no les ha construido sus viviendas, siendo su déficit contabilizado por los expertos en mas de dos millones de unidades habitacionales para el 2010 y que se ve agudizado por la política de expropiaciones y la caída de las inversiones en la construcción por parte del sector privado. Por principio desconfiamos de lo que hace el gobierno porque la Sala Situacional de Miraflores, con el G2 cubano a la cabeza, no da puntada sin dedal.
La Misión Vivienda arrancó el 7 de Mayo y si se llegara a registrar a esa gran masa de venezolanos urgidos de una solución habitacional, se estaría hablando de una media mínima de más de dos millones de registros de personas recogidas desde ahora hasta las elecciones del año 2012. Ahora bien, se pensará ¿y que tiene que ver eso con las elecciones? La respuesta a nuestra inquietud inicial nos la acaba de dar el CNE el 12 de Mayo con el anuncio de aprobación del “Proyecto de ampliación y mejoras del Sistema Automatizado de Votación” en el que, según la información que publica el CNE en su página web en su aparte “Votantes Auténticos”, indica y citamos:
“En materia de seguridad se continúa avanzando en los procedimientos para reducir a su mínima expresión la posibilidad de errores humanos durante el proceso. Es el caso del Sistema de Autenticación Integral (SAI), que permitirá a la electora o al elector autenticarse en la mesa electoral con su huella dactilar. Es un dispositivo de autenticación biométrica distinto a las captahuellas, que igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral para garantizar que la máquina de votación no pueda ser activada hasta tanto exista un elector registrado para ejercer el voto frente a ella. A través de este dispositivo será el elector quien – una vez autenticado- habilitará al presidente de la mesa para activar la máquina de votación”
Esto nos pareció muy sospechoso. Aparte de no indicar como se garantizará que al ser identificado el elector por la máquina de votación, -ya que su registro necesariamente deberá estar allí para que esa identificación se realice por la máquina-, el sistema no asocie su identificación al voto que emitió; el CNE al colocar una captahuella adicional en el sitio de votación intenta identificar al propio votante mas allá del cuaderno de votación impreso, implementando ahora lo que ha dado en llamar el Cuaderno de Votación Electrónico con lo cual ya no se requeriría de la firma con bolígrafo en cuerpo presente del votante, ni de la impresión en el papel del Cuaderno de Votación de su huella dactilar, sino de su identificación biométrica por parte de este captahuella asociado a la nueva maquina del CNE.
Esta nueva invención técnica del CNE abrirá la posibilidad de participar en el acto electoral a personas que bien pueden no estar presentes pero a los cuales ya se les ha capturado su huella electrónica y firmar “su presencia” en el nuevo Cuaderno de Votación Electrónico. ¿Quien nos garantiza que este gobierno y este CNE parcializado no utilice los datos de la Misión Vivienda (les recuerdo que el gobierno desea levantar mas de dos millones de solicitantes) con las huellas dactilares o firmas electrónicas ya capturadas, para ser utilizadas en los Comicios del 2012, para reelegir a Hugo Chávez como Presidente de la República? Algunos técnicos del CNE dirán que eso no es posible, pero yo les digo, después de muchos años laborando en el área, que en tecnología todo es posible y ellos lo saben. Basta que ya exista capturada previamente la firma electrónica representada en la huella biométrica y el votante con su cedula de identidad, para que su voto sea preasignado en el mismísimo CNE sin que siquiera esa persona haya concurrido al centro de votación.
Ahora bien, con la escasa garantía que el CNE nos está dando de preservar el secreto del voto al automatizar el Cuaderno de Votación por sólo indicar que “igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral”, las personas registradas en el censo del la Misión Vivienda estarán aterrorizadas de que el gobierno no les asigne una vivienda al existir la probabilidad de que conozca la orientación de su voto. Y suponiendo que el CNE no cambie el voto de los electores que si fueron a votar, registrados de la Misión Vivienda, por razones de auditoria posterior de las Actas, el CNE si podría asignar el voto de aquellos solicitantes de vivienda que no fueron a votar y los cuales están asignados a una mesa en particular porque ya poseen su firma electrónica biométrica registrada en un censo donde se utilizó la maquinaria existente de captahuellas del CNE.
Hasta ahora, la situación mencionada no es más que una especulación técnica muy válida basada en lo que el gobierno y el CNE pueden hacer, y que proviene de alguien que desconfía justificadamente de un régimen que se juega, no solo la supervivencia de su revolución, sino la cárcel para el Presidente y sus principales allegados. Los partidos integrados en la Mesa de la Unidad deben no solo preguntarse de los millones de dólares gastados, y sus posibles negociados, en la compra de nuevas maquinas y tecnología para el CNE, sino porqué se hizo esa inversión en este preciso momento y su justificación. Porqué cambiar a estas alturas un procedimiento que ha probado funcionar en comicios anteriores y que ya había sido de alguna manera dominado por la oposición, introduciendo nuevos pasos y tecnología. Deben preguntarse porque suprimir el cuaderno de votación físico, poniendo en duda esa justificación de seguridad que alega el gobierno cuando antes ese no había sido el problema. Es muy sospechoso que el gobierno desee introducir cambios en el procedimiento electoral de la mesa y desee de plano eliminar el cuaderno físico de votación. Ese paso, por decir lo menos, es sumamente grave. Al no existir el físico del Cuaderno de Votación y la firma y la huella dactilar plasmada del votante no hay mas prueba que la que dé el CNE y sus máquinas de que esa persona concurrió efectivamente al centro de votación a emitir su voto. De allí nuestra justificada y razonable duda en las firmas y huellas electrónicas levantadas y se continúan levantando en la Misión Vivienda.
Desde aquí técnicamente alertamos a la oposición organizada a entrarle de frente a esta posible nueva jugada de fraude electoral del gobierno, estudiando a fondo y exigiendo todas y cada una de las garantías necesarias para asegurar el secreto del voto consagrado en nuestra Constitución y cerrarle el paso a una posible utilización fraudulenta de la información confidencial de los ciudadanos. Los expertos electorales de la oposición deberán estudiar desde ya este nuevo sistema anunciado por el CNE para ponerle todos los resortes de seguridad necesarios para que, al menos, tengamos la seguridad de que el gobierno no añadirá votos electrónicos a su favor.
En todo caso, nuestra mayor y más certera garantía de que tenemos los votos suficientes para vencer a Chávez en las urnas, es estar presentes en todas y cada una de las mesas de votación del país y realizar las auditorias, mesa a mesa, en todos los Centros, contando los votos emitidos y comparándolos con las Actas de las máquinas correspondientes. Y eso no tiene nada que ver con la tecnología sino con gente resuelta a rescatar la democracia y el sistema de libertades…
Caracas 15 de Mayo de 2011
La reciente decisión del gobierno de identificar biométricamente a los ciudadanos para realizar la solicitud de vivienda en la reciente Misión Vivienda, activó las alarmas de quienes tenemos muchos años estudiando el tema de la tecnología de la información y las implicaciones del uso, o mal uso, de los datos privados de las personas. Parecían extrañas las razones del porque poseer información biométrica para un trámite de registro de vivienda, y tomada precisamente con los equipos captahuellas del CNE. Por aquello del dicho de que “quien ha sido picado de culebra le tiene miedo al bejuco” continuamos atentos a la evolución de esta noticia, a nuestro juicio sumamente importante, no solo por lo extraño del uso de las captahuellas en ese registro sino por el extraño interés de iniciar precisamente ahora una campaña de registro de todos aquellos venezolanos a quienes la administración de Chávez no les ha construido sus viviendas, siendo su déficit contabilizado por los expertos en mas de dos millones de unidades habitacionales para el 2010 y que se ve agudizado por la política de expropiaciones y la caída de las inversiones en la construcción por parte del sector privado. Por principio desconfiamos de lo que hace el gobierno porque la Sala Situacional de Miraflores, con el G2 cubano a la cabeza, no da puntada sin dedal.
La Misión Vivienda arrancó el 7 de Mayo y si se llegara a registrar a esa gran masa de venezolanos urgidos de una solución habitacional, se estaría hablando de una media mínima de más de dos millones de registros de personas recogidas desde ahora hasta las elecciones del año 2012. Ahora bien, se pensará ¿y que tiene que ver eso con las elecciones? La respuesta a nuestra inquietud inicial nos la acaba de dar el CNE el 12 de Mayo con el anuncio de aprobación del “Proyecto de ampliación y mejoras del Sistema Automatizado de Votación” en el que, según la información que publica el CNE en su página web en su aparte “Votantes Auténticos”, indica y citamos:
“En materia de seguridad se continúa avanzando en los procedimientos para reducir a su mínima expresión la posibilidad de errores humanos durante el proceso. Es el caso del Sistema de Autenticación Integral (SAI), que permitirá a la electora o al elector autenticarse en la mesa electoral con su huella dactilar. Es un dispositivo de autenticación biométrica distinto a las captahuellas, que igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral para garantizar que la máquina de votación no pueda ser activada hasta tanto exista un elector registrado para ejercer el voto frente a ella. A través de este dispositivo será el elector quien – una vez autenticado- habilitará al presidente de la mesa para activar la máquina de votación”
Esto nos pareció muy sospechoso. Aparte de no indicar como se garantizará que al ser identificado el elector por la máquina de votación, -ya que su registro necesariamente deberá estar allí para que esa identificación se realice por la máquina-, el sistema no asocie su identificación al voto que emitió; el CNE al colocar una captahuella adicional en el sitio de votación intenta identificar al propio votante mas allá del cuaderno de votación impreso, implementando ahora lo que ha dado en llamar el Cuaderno de Votación Electrónico con lo cual ya no se requeriría de la firma con bolígrafo en cuerpo presente del votante, ni de la impresión en el papel del Cuaderno de Votación de su huella dactilar, sino de su identificación biométrica por parte de este captahuella asociado a la nueva maquina del CNE.
Esta nueva invención técnica del CNE abrirá la posibilidad de participar en el acto electoral a personas que bien pueden no estar presentes pero a los cuales ya se les ha capturado su huella electrónica y firmar “su presencia” en el nuevo Cuaderno de Votación Electrónico. ¿Quien nos garantiza que este gobierno y este CNE parcializado no utilice los datos de la Misión Vivienda (les recuerdo que el gobierno desea levantar mas de dos millones de solicitantes) con las huellas dactilares o firmas electrónicas ya capturadas, para ser utilizadas en los Comicios del 2012, para reelegir a Hugo Chávez como Presidente de la República? Algunos técnicos del CNE dirán que eso no es posible, pero yo les digo, después de muchos años laborando en el área, que en tecnología todo es posible y ellos lo saben. Basta que ya exista capturada previamente la firma electrónica representada en la huella biométrica y el votante con su cedula de identidad, para que su voto sea preasignado en el mismísimo CNE sin que siquiera esa persona haya concurrido al centro de votación.
Ahora bien, con la escasa garantía que el CNE nos está dando de preservar el secreto del voto al automatizar el Cuaderno de Votación por sólo indicar que “igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral”, las personas registradas en el censo del la Misión Vivienda estarán aterrorizadas de que el gobierno no les asigne una vivienda al existir la probabilidad de que conozca la orientación de su voto. Y suponiendo que el CNE no cambie el voto de los electores que si fueron a votar, registrados de la Misión Vivienda, por razones de auditoria posterior de las Actas, el CNE si podría asignar el voto de aquellos solicitantes de vivienda que no fueron a votar y los cuales están asignados a una mesa en particular porque ya poseen su firma electrónica biométrica registrada en un censo donde se utilizó la maquinaria existente de captahuellas del CNE.
Hasta ahora, la situación mencionada no es más que una especulación técnica muy válida basada en lo que el gobierno y el CNE pueden hacer, y que proviene de alguien que desconfía justificadamente de un régimen que se juega, no solo la supervivencia de su revolución, sino la cárcel para el Presidente y sus principales allegados. Los partidos integrados en la Mesa de la Unidad deben no solo preguntarse de los millones de dólares gastados, y sus posibles negociados, en la compra de nuevas maquinas y tecnología para el CNE, sino porqué se hizo esa inversión en este preciso momento y su justificación. Porqué cambiar a estas alturas un procedimiento que ha probado funcionar en comicios anteriores y que ya había sido de alguna manera dominado por la oposición, introduciendo nuevos pasos y tecnología. Deben preguntarse porque suprimir el cuaderno de votación físico, poniendo en duda esa justificación de seguridad que alega el gobierno cuando antes ese no había sido el problema. Es muy sospechoso que el gobierno desee introducir cambios en el procedimiento electoral de la mesa y desee de plano eliminar el cuaderno físico de votación. Ese paso, por decir lo menos, es sumamente grave. Al no existir el físico del Cuaderno de Votación y la firma y la huella dactilar plasmada del votante no hay mas prueba que la que dé el CNE y sus máquinas de que esa persona concurrió efectivamente al centro de votación a emitir su voto. De allí nuestra justificada y razonable duda en las firmas y huellas electrónicas levantadas y se continúan levantando en la Misión Vivienda.
Desde aquí técnicamente alertamos a la oposición organizada a entrarle de frente a esta posible nueva jugada de fraude electoral del gobierno, estudiando a fondo y exigiendo todas y cada una de las garantías necesarias para asegurar el secreto del voto consagrado en nuestra Constitución y cerrarle el paso a una posible utilización fraudulenta de la información confidencial de los ciudadanos. Los expertos electorales de la oposición deberán estudiar desde ya este nuevo sistema anunciado por el CNE para ponerle todos los resortes de seguridad necesarios para que, al menos, tengamos la seguridad de que el gobierno no añadirá votos electrónicos a su favor.
En todo caso, nuestra mayor y más certera garantía de que tenemos los votos suficientes para vencer a Chávez en las urnas, es estar presentes en todas y cada una de las mesas de votación del país y realizar las auditorias, mesa a mesa, en todos los Centros, contando los votos emitidos y comparándolos con las Actas de las máquinas correspondientes. Y eso no tiene nada que ver con la tecnología sino con gente resuelta a rescatar la democracia y el sistema de libertades…
Caracas 15 de Mayo de 2011