Por Luis Manuel Aguana
Decía Dwight
Eisenhower, ex Presidente de los Estados Unidos que “Lo que es importante pocas veces es urgente, y lo que es urgente,
pocas veces es importante” (“What
is important is seldom urgent and what is urgent is seldom important”).
Ike, como cariñosamente le decían sus compatriotas, fue el autor de lo que se
ha dado en llamar la “Caja de
Eisenhower”, un método práctico que ayuda a discernir entre lo urgente y
lo importante.
De acuerdo a ese método, se distribuyen las posibles
acciones en cuatro cuadrantes dentro de una caja: a) Urgente e importante
(tareas que harás de inmediato); b) Importante, pero no urgente (tareas que
puedes hacer después); c) Urgente, pero no importante (tareas que puedes
delegar a alguien más); y d) Ni urgente ni importante (tareas que puedes
eliminar) (ver El Método Eisenhower y la productividad, en https://www.entrepreneur.com/article/267004).
Deberíamos recomendarles a los venezolanos este invento de
Ike para entender la diferencia entre el Referendo Revocatorio y la
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
El Referendo Revocatorio es urgente. Millones
de venezolanos en las calles buscando comida debe ser urgente de resolver para
cualquiera, en especial para quienes gobiernan. Visto de esa manera, cualquier
método que sea diferente para sacar de inmediato al régimen puede verse como un
obstáculo a ese fin último definitivamente urgente e importante.
Desde la anterior perspectiva, resulta que para la mayoría
de los venezolanos ya es un hecho que un Referendo Revocatorio es urgente y a
la vez importante –siguiendo a metodología de Ike- con lo cual debería tener
prioridad, porque “salimos” del régimen, dejando posteriormente la convocatoria
a una Asamblea Nacional Constituyente, si se considera que la Constituyente es
un mecanismo que puede ser usado para el mismo fin, aun cuando hemos demostrado
que la convocatoria Constituyente es más expedita que el Revocatorio siguiendo
las reglas del régimen (http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/enmienda-y-constituyente.html).
La
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente es importante. Lo
importante, de acuerdo a la metodología de Ike, tiene que ver con la “misión,
valores y metas de largo plazo”, y en efecto es así. Una Constituyente no se
convoca para cambiar a un gobierno. Para eso están los mecanismos previstos en
la Constitución de 1999, como efectivamente lo es el Referendo Revocatorio. Con
la Constituyente deseamos transformar al país, cambiar la forma del Estado,
plantearnos la redacción de una nueva Constitución que pueda dar vida a un
nuevo país, de acuerdo a un Proyecto propuesto que ponga al ciudadano más cerca
del Poder, controlando a sus gobernantes. Que le de a los Estados autonomía
real sobre su destino. En suma, un cambio profundo e importante para el país.
Visto así,
hacer eso no tiene absolutamente nada que ver con sustituir a los Poderes
Públicos, que igualmente tendrían que ser removidos en el medio de un proceso
de transformación como el que planteamos en el Proyecto País Venezuela
Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/),
si así lo deciden los representantes del pueblo en una Asamblea Nacional
Constituyente. En un escenario de un Referendo Revocatorio exitoso este año,
una Asamblea Nacional Constituyente solo le restaría remover al resto de los
poderes para que este gobierno transitorio pueda ser viable hasta la promulgación
de la nueva Constitución. En caso de no haber Revocatorio la Asamblea Nacional
Constituyente haría lo propio con todos los Poderes Públicos.
Si entendemos
que el Revocatorio es urgente e importante y la Constituyente es importante
pero no urgente, en los términos de remover a un gobierno, que no es el fin
último que le pretendemos dar hasta ahora –como si lo es en el Revocatorio-,
entonces no tenemos problemas en colocar ambas cosas en la caja de Ike pero en
cuadrantes diferentes. Podría realizarse el primero el Revocatorio, sin
estorbar el llamado Constituyente, que debería luego inmediatamente realizarse.
Sin embargo, este supuesto se basa en la premisa que el Referendo
Revocatorio es la vía más expedita para lograr salir del régimen (cosa que,
como vimos, hemos demostrado que no es así). Pero poco a poco los venezolanos estamos
viendo el CNE está reventando esa premisa, y posiblemente la oposición política
se vea en la necesidad de mover la Constituyente del cuadrante b) al cuadrante
a) en la “Caja de Eisenhower”.
Como desde la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/) no
vemos de ninguna manera, ambas vías planteadas para el mismo fin –remover al
régimen- sino mas allá, bien podemos iniciar inmediatamente los procedimientos
para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario, sin
para nada ser un obstáculo para la realización del Referendo Revocatorio, ni
ser considerada la convocatoria Constituyente un obstáculo al Revocatorio.
Incluso podríamos buscar firmas para ambas iniciativas al mismo tiempo.
Algunos
sectores han pensado equivocadamente que hemos planteado al país una
Constituyente con el fin de “competir” con el Referendo Revocatorio y que
recoger firmas para ese fin “dividiría” a la oposición. Eso sería cierto si se
entendieran ambos mecanismos para un mismo fin. Esa perspectiva no comprende
todavía lo que una y otra vez hemos indicado desde la Alianza Nacional
Constituyente, que nuestra misión va más allá de lo que pasará en el país una
vez que se hayan ido los delincuentes que nos desgobiernan. Haya o no haya
Referendo Revocatorio es mandatorio e imperativo ir a un proceso Constituyente
para reconciliar y reconstruir al país, en unos términos completamente
diferentes de los que hemos sido gobernados los venezolanos por más de 200
años.
La Alianza
Nacional Constituyente está recorriendo el país para explicarle a todos los
sectores la magnitud del cambio que hay que dar para que Venezuela de un salto
al futuro y se convierta en un país desarrollado, con posibilidades de retener
a su juventud, así como la manera en cómo tenemos planteado ese proceso. Para
nosotros el Revocatorio es un proceso urgente e importante del presente
político, pero que de ninguna manera resolverá el fondo del grave problema
estructural que tiene el país. Que no bastará cambiar un Presidente por otro, y
que sería un error de incalculables consecuencias no realizar los cambios que
el país necesita. Tenemos bases para sustentar esa afirmación y las hemos
explicado muy bien en nuestros recorridos por Venezuela.
Los enemigos
del proceso Constituyente y que trancan el avance de este cambio indetenible son
los que sucumbirían a los cambios estructurales que estamos planteando, entre
otras razones porque ya disfrutan de las ventajas que dan la cercanía de un
Poder centralizado y asfixiante que ha dejado mucha miseria a las regiones por
mucho mas de los 18 años que lleva este régimen. Sin embargo el Poder
Originario es de los ciudadanos, no de quienes han quebrado paulatinamente al
país desde mucho antes de la aparición de Hugo Chávez.
La
convocatoria del Poder Constituyente Originario es entonces complementaria –pero
no supeditada- a la iniciativa del Referendo Revocatorio y puede ser realizada
conjuntamente. Pero no nos equivoquemos, el Revocatorio les ha permitido a los
enemigos del proceso Constituyente esconderle al país la urgente necesidad de
los cambios estructurales que necesita para que no se repita la tragedia de
Chávez, y salgamos de la miseria donde nos han llevado, estos y aquellos,
planteándoles una solución definitiva a los venezolanos.
Muy pronto
veremos si el Revocatorio desaparece o no del primer cuadrante de la “Caja de
Eisenhower”, forzando la máxima de Ike de “…lo que es urgente, pocas
veces es importante”;
y si lo hace, confirmará más aun -si eso es posible- la necesidad imperiosa del
único mecanismo que tiene el pueblo para decidir su propio destino. Los demás
que esperen por el régimen a ver si nos da un Revocatorio, nosotros ya
comenzamos.
Caracas,
24 de Julio de 2016
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana