miércoles, 21 de septiembre de 2011

Censo, rebelión, elecciones y candidatos

Por Alfredo García Deffendini

Diario de América
21-9-2011

En el año 6 a.C. el gobernador romano de Siria, Publio Sulpicio Quirinio provocó una revuelta armada comandada por Sadoc (Zadoq) y Judas el Galileo o Judas de Gamala, cuando impuso el “censo” con propósitos fiscales en la provincia romana de Judea. Los judíos también se rebelaron ya que se oponían a estos censos, pues aceptarlo sería reconocer una forma de Estado laico. Esta resistencia fue duramente reprimida por los romanos.

En Venezuela durante estos 13 años el régimen se ha caracterizado porque ha venido desmontando toda la estructura republicana. Comenzó desde sus primeros días, cuando se aprobó la inconstitucional nueva constitución de 1999, ese fue su primer movimiento para construir el andamiaje socialista del siglo XXI. Para perfeccionarlo el golpista presidente le entrega al régimen castrista, el estudio y la metodología para lograrlo, y es por ello que desde un principio los cubanos tienen presencia plena con total autoridad en todos aquellos institutos del estado que contienen la “data” de los venezolanos y residentes en el país.

Por ello gerencian nuestros registros y notarías, allí está la “data” de toda la información inmobiliaria como de las empresas; van mas allá, cuando le entregan todo el proceso confidencial de la cedulación del venezolano, allí se encuentra la “data” de todos los residentes en Venezuela, como su localización física y nexos familiares. Paralelamente avanza y desmonta el sistema de justicia, básica para darle el fundamento legal a la ilegalidad y va paulatinamente perfeccionando la unidireccionalidad de todos los poderes en cabeza del golpista presidente, consecuencia: la separación de poderes públicos desaparece. Uno de esos poderes, donde se apalanca para el mundo occidental la democracia, el arbitro electoral: el CNE, allí también está la “data” de los votantes, lo secuestran totalmente, poniendo detrás de bastidores a su General que lo acompaño también, detrás de bastidores en el golpe del 4 de febrero, el General Santeliz, manejando férreamente el perfeccionamiento del fraude electoral.

Sigue avanzando en la unidireccionalidad al ir desmantelando a la Fuerza Armada por la nueva milicia bolivariana. Este ciclo perverso se cierra con la ejecución del actual “censo nacional”, su objetivo es el conocimiento general actualizado de la situación inmobiliaria del país, sí de su propiedad o posesión, sea rancho, apartamento o quinta, de su empresa y los activos de ésta, para poder completar el ciclo de la construcción del socialismo del siglo XXI, que como menciono Fidel Castro no es otra cosa que comunismo.
Venezolanos, con experticia jurídica y estadística sobre la materia, se han referido sobre la ilegalidad del censo como de sus perversas intenciones, por ejemplo el abogado constitucionalista y profesor de la UCV Luis Marín, con claridad conceptual expone: “En resumen, ¿qué se puede hacer ante una invasión confiscatoria?

Evidentemente, éste es el objetivo del Censo y todo lo demás es camuflaje” (Ver: El censo como batalla y El censo de la oposición); Luis Manuel Aguana cuando nos señala: “He tomado la decisión por mi derecho constitucional de no abrirle mi puerta al Censo 2011 como una muestra de resistencia civil ante un régimen que ha violado la constitución mil veces y amenaza la privacidad de los venezolanos, no porque no entienda que es necesario hacer censos para establecer políticas públicas para mejorar al país. (Ver: Los opositores de Vichy) y Marco Polessel: “El Censo es una amenaza grave a nuestros bienes y DDHH, además es ILEGAL, ILEGITIMO, INMORAL y se revertirá en contra de nosotros mismos” (Ver: Censo: Trampa “Casa Bobos” e ingenuos), entre tantos otros destacados profesionales.

Ahora bien, a pesar que a todos estos estudios se le ha dado masiva difusión, tanto en la prensa nacional como por internet, el país no ha reaccionado, no hay resistencia. Sigue extrañamente pasivo, porque nuevamente sus pretendidos dirigentes que tienen como único objetivo la carrera presidencial para el 2012, para ellos todo lo que haga el régimen, son trapos rojos que hay que dejar pasar, no importando que con cada ley que se apruebe se le cercene los derechos a los venezolanos, su libertad, su propiedad y forma de vida. Más aun, en una gran parodia algunos de esos pretendidos dirigentes han apoyado esta nueva iniciativa revolucionaria y la mayoría se ha callado.

La paradoja está, que el problema ya no es solamente de los dirigentes, sino que sumando a ellos, la gente está siendo permisiva con el censo, con la arbitrariedad. La gran mayoría, aun aquellas personas que conozco que tienen una posición frontal contra el régimen, está teniendo un comportamiento permisivo y acomodaticio con tan perversa e ilegal situación, unos pensando que si dentro de su edificio o comunidad, es él quien no da la información, por descarte quedara perfectamente identificado ante el régimen como el enemigo, otros porque a pesar que entienden el objetivo de la ubicación de los bienes, piensan que con las próximas elecciones presidenciales se saldrá de Chávez, corren la arruga, siguen apostando que a pesar del inmenso fraude electoral el régimen será de derrotado por el voto avasallante de la oposición, que sin duda alguna es mayoría. (Ver: Frente a las elecciones de 2012 – El tema del cual nadie quiere hablar y Limitaciones electorales para el nuevo proceso del 2012).

No quieren entender, que por la transmutación ilegal de su voto –de la oposición al régimen y de los votantes virtuales- les darán la victoria al golpista presidente, y para estupor de todos los ilusos votantes, esos pretendidos lideres terminarán nuevamente aceptando el fraudulento triunfo, el cual ya anticiparon cuando aceptaron que sea el CNE quien administre sus primarias para que se elija el candidato de la oposición, con las primarias han cohonestado el fraude electoral.

Afortunadamente aparecen voces disidentes o mejor dicho, una voz disidente Juan Carlos Sosa Ázpurua, que al lanzar su candidatura señala que no se puede ir a unas primarias como lo pretende la MUD, porque éstas se harán a través de la conducción fraudulenta del CNE. También señala, que no se puede concurrir a unas elecciones si todo su andamiaje está construido para cohonestar un fraude electoral, por lo cual previamente hay que luchar y lograr el saneamiento de la ruta electoral para que pueda haber un sufragio efectivo. (Ver: Empresario venezolano emerge como candidato antisistema).

Esa posición que muchos critican habría que aplaudirla, el tema del fraude electoral, que la MUD insiste en ignorar, es lo que produce el voto abstencionista, como el mío, y como los de muchos, que de acuerdo a estudios la no participación alcanza entre un 30% a un 35% y de ese porcentaje la abstención racional es de aproximadamente la mitad, abstención racional que se produce para no cohonestar el fraude electoral ni legitimar a un régimen producto de ese fraude.

De tal manera, que esa minoría abstencionistas de votantes constituyen aproximadamente unos 2.700.000 electores, quienes no concurrirán a votar, a menos, como lo señala Juan Carlos Sosa Azpurua, se denuncie el fraude electoral, se luche y se logre reglas claras e imparciales, con un ente arbitral imparcial y un REP totalmente depurado por organismos internacionales, como se hizo en México, y en caso de no lograrlo se convoque al país a la desobediencia debida para desconocer al régimen, por lo cual es requisito sine qua non construir una estrategia conjunta entre el votante y el no votante racional.

En caso contrario estos últimos, no cohonestaran al fraude ni legitimaran al régimen con su presencia el día de las elecciones. (Ver: Manifiesto de los investigadores contra el sistema de fraude electoral).
Quizás, cuando el país haya concurrido a votar y se den los resultados de la elección presidencial con el triunfo fraudulento del golpista presidente, y los pretendidos líderes de la oposición lo acepten o se callen, quizás a partir de allí el país entenderá del porque el “censo” era tan importante para el régimen. Entonces se les podrán aplicar la máxima tanto a los dirigentes como a los participantes en la fiesta fraudulenta electoral, que cada quien es responsable de su propia torpeza y estupidez. País al revés.

Relacionados

El censo como batalla
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/el-censo-como-batalla-2/

El censo de la oposición
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/el-censo-de-la-oposicion/

Los opositores de Vichy
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/los-opositores-de-vichy/

http://ticsddhh.blogspot.com/2011/09/los-opositores-de-vichy.html

Censo: Trampa “Casa Bobos” e ingenuos
http://www.frentepatriotico.com/inicio/articulos/censo-trampa-%E2%80%9Ccasa-bobos%E2%8

Frente a las elecciones de 2012 – El tema del cual nadie quiere hablar
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/frente-a-las-elecciones-de-2012-el-tema-del-cual-nadie-quiere-hablar/

Limitaciones electorales para el nuevo proceso del 2012 http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/limitaciones-electorales-para-el-nuevo-proceso-del-2012/

Empresario venezolano emerge como candidato antisistema http://www.frentepatriotico.com/inicio/articulos/empresario-venezolano-emerge-como-candidato-antisistema/

Manifiestos de los investigadores contra el sistema de fraude electoral
www.frentepatriotico.com/inicio/articulos/manifiesto-de-los-investigadores-contra-el-sistema-de-fraude-electoral/

Fuente: Diario de America Periodico de Opinión
http://diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=6943

domingo, 11 de septiembre de 2011

El Censo de la Oposición

Por Luis Marín

¿Qué razón geográfica, demográfica o estadística justifica que los primeros empadronados en el Censo 2011 sean precisamente los gobernadores y precandidatos a las primarias de la llamada oposición?

Si fuera un Censo de verdad, se supone que habría una programación territorial que en algún momento llegaría a sus casas, que ni siquiera tendría que saberse que son las de ellos y, como cualquier mayor de quince años puede responder, ni siquiera tendrían que contestar nada personalmente.

Pero eso sería tomarse las cosas en serio. En la vida real, el coordinador del Censo se adelantó a declarar que algunos no habían sido censados al parecer “porque no se encontraban”. O sea, que los estaban buscando. ¿Por qué identificarlos con nombre y apellido e incluso el cargo, si el Censo no exige identificación de nadie?

Para cualquiera sería evidente la emboscada política, excepto para los encuestados, que terminaron haciendo el papel que se quería que hicieran: cantar loas al Censo e incitar a la población de sus regiones a participar, para que les asignen un situado que es constitucional.

Ninguno advirtió la paradoja de ser líderes de la oposición y alinearse al mismo tiempo con un programa político del régimen sobre el que existen sobradas y bien justificadas sospechas, ninguno manifestó dudas sobre la legalidad del proceso, ni mencionó a los cubanos que desaparecieron mágicamente bajo la alfombra.

El dilema que se les planteó es entre hacerse un Harakiri político ante su potencial auditorio “opositor” o denunciar al Censo, que es como ponerse en actitud subversiva, propia de ultra radicales, que ellos odian más que el mismo gobierno.

En verdad, es un falso dilema, porque todo el mundo sabe que la delgada cornisa por dónde caminan es el filo de la navaja del colaboracionismo y la convalidación. Pero ya tienen su ruta trazada y nada ni nadie va a sacarlos de allí.

Sus partidarios tienen la opción de creerles a pié juntillas (hay gente así); o bien pensar que sus candidatos en realidad saben que el Censo es otra trampa, ni mejor ni peor que las demás, que deben sortear para llegar a la meta del 2012, aquella tierra prometida donde el sol brillará sobre las tinieblas y todo será gozo y felicidad.

Los primeros prefiguran casos de patética indefensión, de los que está lleno el país; los segundos entran en el plano del doble discurso, de esa extraña atmósfera que ha creado el régimen donde nada es lo que es, todo tiene su tergiversación al lado, el discurso del “yo sé que eso es así; pero tengo que decir lo contrario”.

Que ignorar la realidad no nos libra de ella, es una verdad ciertamente dolorosa; pero la consecuencia del autoengaño es mucho peor, es perder la conciencia.

NOTICIAS DEL IMPERIO

La Embajada de los Estados Unidos muestra una preocupación por sus ciudadanos que evidentemente no tienen los precandidatos de la oposición por los suyos.

Mediante un memo calificado de emergencia, sugiere una serie de medidas que serían una excelente respuesta para las preguntas más frecuentes que hace la gente de cómo enfrentar la contingencia de un censor tocando a su puerta.

Advierte la Embajada que estas entrevistas pueden proveer a criminales de la oportunidad para, a guisa de censores, acceder a las residencias. Dejando claro previamente que la gente puede elegir participar o no, que no hay sanciones para quienes decidan no participar, que no pueden requerirse documentos de identidad o de la propiedad, si se elije participar, entonces la embajada recomienda utilizar algunas prácticas de seguridad.

Que incluyen las siguientes: si la familia no está en casa, instruir al servicio domestico para que no abra la puerta ni conteste a ningún censor. Mantener las puertas cerradas todo el tiempo, se esté o no en casa. Si alguien toca, no abrir inmediatamente. Ver por el ojo mágico y hablar a través de la puerta. Solo abrir la puerta a conocidos. Asegurarse de que el teléfono funciona. Utilizar sistemas de alarma residenciales. Tener disponible el número de emergencia de la Embajada.

Todas medidas sensatas, prácticas, fáciles de entender y aplicar; pero se convierten en sorprendentes porque nadie se ocupe de ilustrar en el mismo sentido a los ciudadanos venezolanos que estamos probabilísticamente más expuestos al peligro.

Al contrario, frente a la abusiva y manipuladora propaganda oficial, la oposición hace coro y la hegemonía comunicacional de ambos silencia cualquier observación, crítica o reserva, incluso legales y de sentido común, que se le hagan al Censo, bajo la premisa de que lo que se ignora, no existe.

La banalización va desde argumentos como que censos se hacen en todos los países del mundo; son una exigencia de la Naciones Unidas; siempre se hicieron antes y casi con las mismas preguntas; es necesario para la planificación del país, etcétera.

Exactamente igual que cuando se critica al CNE o se denuncia el fraude continuado se responde: siempre hubo fraudes en este país y nadie decía nada; en todos los países se hacen elecciones e igual la gente se queja; no se puede minar la confianza en el voto; es criminal promover la abstención.

En el fondo, las razones que llevan a no criticar al sistema electoral son las mismas que impiden criticar al Censo: no menoscabar la confianza del público en las instituciones; con el agravante de que nosotros mañana le vamos a poner la mano al coroto y nos tocará administrarlo todo, será nuestra la magna latrocinia.

Así, la oposición no se opone a las cadenas como una violación masiva de derechos humanos sino que reclama participar en ellas; no le parece malo el control de cambios, sino que aspiran apropiarse de los dólares; los abusos y atropellos del SENIAT no los altera porque, qué importa un comerciante menos aquí o allá, si mañana seremos gobierno y por allí es que se chupan los reales y otro etcétera.

En este contexto, a quién le puede preocupar un piche Censo, manque sea cubano.

RESPUESTAS SIN PREGUNTAS

En una suerte de tormenta de ideas pueden ensayarse respuestas a preguntas esenciales, que no fueron formuladas en el instructivo divulgado por el régimen.

Como por ejemplo: ¿Para qué sirve efectivamente el Censo? ¿A quién o qué estarán buscando, realmente? ¿Cuál es el verdadero negocio? ¿Quién estará sacando provecho de esto?

Las respuestas pueden ir desde comprar más de 20.000 aparaticos que después no van a servir para nada; ahora resulta que el Censo costó más que el Plan Marshall; una chambita ahí pa’ los panas, ¡tantos como los botados de PDVSA! No quieren ubicar a todo el mundo, sino sólo a unos cuantos “objetivos”; patente de corso para averiguar, presionar, invadir privacidades; porque ¿quién controla a los colectivos? En resumen, sigue funcionando la intimidación y la indefensión como un leitmotiv.

Una señora escribe por Internet una carta exultante porque pasó el Censo, fue rapidito y ni siquiera le dolió. La entrevista fue un mateo, respondió lo que quiso y hasta hizo chistes con lo de la raza.

Pero debería concederse aunque sea el beneficio de la duda. Como en el caso de las maquinitas de votación, una vez que se le da “send” al dispositivo de captura de datos nadie sabe, ni siquiera el censor, para dónde va eso, ni qué es lo que va. A lo mejor de 82 preguntas sólo interesan 2 y lo demás es gamelote.

Concédanos que la CANTV está controlada por cubanos; que se le niega acceso a los venezolanos al sistema satelital; existe el cable de fibra óptica; pueden cruzar su data con la de registros y notarias, con el sistema de identificación y extranjería, todo convergiendo en la llamada Universidad de Ciencias Informáticas, en Cuba.

Así, una consecuencia inevitable de la banalización es que lleva a algunas personas a jugar ingenuamente con el lobo porque dizque es mansito. Podrá discutirse si la mayoría de la población va a seguir o no a la oposición en su actitud despreocupada y risueña; pero no que quien lo haga se expone a riesgos imposibles de calcular.

Si sólo nos atenemos a la experiencia reciente, veremos que esta gente es Kadafista de verdad, verdad. Kadafy no es peor que Castro y los de aquí los tienen a ambos de inspiración, como modelos a seguir.

El Censo de la oposición podría tener como epígrafe: “Lo que se ve, no se pregunta; lo que se pregunta, no es lo que se ve”.

Fuente: Luis Marín

sábado, 10 de septiembre de 2011

El Señor Filosa

Por Luis Manuel Aguana

Así le llamó mi esposa toda la vida a aquel personaje oriundo de Guiria, Estado Sucre, una de las poblaciones más pobres de Venezuela. En su juventud fue obrero de Sidor y con grandes esfuerzos, igual que tantos otros jóvenes provenientes de los sectores mas humildes del país, la democracia que hubo en Venezuela le permitió educarse y graduarse de economista en nuestra ilustre Universidad Central. Hizo carrera en la Administración Publica llegando a ejercer cargos de importancia en varios gobiernos, incluso en este. Esta semana, salvo para algunos entrañables amigos y sus familiares, paso inadvertido el fallecimiento de Erasmo Marcelino Filosa, “Filo” para quienes le estimábamos y conocíamos.

Con esta nota deseo resaltar la vida y la trayectoria de este venezolano que considero ilustre para que no pase desapercibida para las futuras generaciones que ven natural el uso de la Internet como parte de sus vidas cotidianas en Venezuela, dando a conocer, ya después de haberse ido “Filo”, lo que este singular personaje significó para el nacimiento de la Red en nuestro país. Algunos se preguntarán, ¿Por qué le atribuyo a esta persona en particular esa importancia en el mundo técnico y especializado? Y la respuesta es una de esas historias, como creo que existen miles en Venezuela, desconocidas para la gran mayoría y que en justicia deben ser contadas para que nos acordemos de que este país esta lleno de gente extraordinaria y que brilla cuando le toca.

La prensa técnica especializada en la Internet en Venezuela ha tenido versiones de cómo comenzó este fenómeno en nuestro país pero pocos conocen su surgimiento real. Y posiblemente con esta nota cometa el pecado de descubrir situaciones que el propio “Filo” tal vez no hubiera aprobado. Pero no voy a dejar que el “Filo” se vaya de este mundo sin que se sepan, porque demuestran que si existen funcionarios públicos en Venezuela, que sin haberse lucrado del erario público, fallecen yéndose de este mundo sin mas riqueza que su pensión pero millonarios en dignidad y tranquilos en su espiritualidad por saberse participes de algo importante y beneficioso para su país y que su único reconocimiento fue la satisfacción propia de la labor cumplida, siendo completamente desconocidos para el común de sus compatriotas.

En 1980 existía el Sistema Nacional de Información Científica y Tecnológica, coordinado por el CONICIT a través de la Dirección de Información Científica y Tecnológica, de la cual Erasmo Filosa llegó a ser su Director. Esta oficina de la institución debía producir una respuesta técnica en relación de un informe elaborado por funcionarios de la “National Science Foundation” y la “National Bureau of Standards”, acerca del problema de acceso a la información científica en Venezuela.

El informe se titulaba "PERFECCIONAMIENTO DEL ACCESO A LA INFORMACION CIENTIFICO TECNOLOGICA EN VENEZUELA", redactado por el Dr. Lee G. Burchinal de la División de Programas Internacionales de NSF y el Sr. Robert Rosenthal, del Instituto de Ciencias de Computación y Departamento Tecnológico Nacional de Normas de los Estados Unidos (NBS). El “Informe Burchinal”, como se le llamo, produjo un impacto tal en CONICIT que provocó la necesidad de crear una respuesta nacional a los planteamientos técnicos expresados en ese informe que, entre otras cosas, sugería la instalación de un Nodo esclavo de telecomunicaciones en Venezuela para el acceso a los bancos de datos de EUA, ya que según los expertos norteamericanos, nuestra base de información era muy pobre para pensar que se pudiera resolver el problema de acceso a información científica y tecnológica en el corto plazo.

Las autoridades de la época del CONICIT comenzaron a estudiar la implementación inmediata del Nodo esclavo sugerido en el Informe. Se contrató a un grupo de expertos asesores, entre los que me encontraba, para el Programa de Sistemas y Servicios de Información, financiado para ese entonces por la Organización de los Estados Americanos, OEA. La intención explicita de las autoridades era que hiciéramos exactamente lo que sugerían en su informe los expertos de la NSF.

El equipo técnico de la Dirección de Información Científica y Tecnológica, produjo una respuesta explicando en detalle que mas que la instalación de un nodo esclavo de telecomunicaciones para continuar una dependencia en el área de información científica y tecnológica con los Estados Unidos, lo que se imponía era el desarrollo de bancos de datos nacionales por áreas de especialización dentro de las Universidades Nacionales y Centros de Investigación. Estos Bancos de Datos deberían estar conectados por redes nacionales que debían ser financiadas por CONICIT. Que si bien era cierto que debíamos tener conectividad internacional, nuestra inversión principalmente debería estar dirigida a la provisión de una red propia, y al entrenamiento de técnicos nacionales que, con ayuda de las Instituciones mencionadas, podríamos colocar en funcionamiento.

Es importante indicar aquí que esa fue la primera vez en Venezuela que se planteaba una red de conectividad nacional e internacional para distribuir un flujo de información con fines informacionales y de desarrollo entre todos los actores cientificos. Nacía de ese modo el Servicio Automatizado de Información Científica y Tecnológica, SAICYT, precursor técnico de la Internet en Venezuela.

El planteamiento a las autoridades fue dirigido por Erasmo Filosa, asumiendo un reto tecnológico de mucha envergadura. Siendo profesional de un área social (tal vez por eso lo entendía mas que nadie) y al ser CONICIT la sede del Estado encargada de las labores e iniciativas científicas y tecnológicas, “Filo” lo asumió con la seriedad y la visión necesarias para proveer al país de un sistema de telecomunicaciones como el propuesto que interconectara las fuentes del conocimiento científico y tecnológico. El problema no era en esencia técnico como creíamos los ingenuos científicos y técnicos de la época, era además de eso, un problema esencialmente político y administrativo.

“Filo” entendió la esencia del planteamiento técnico. Pero en el sector público de este país no basta con tener buenos planteamientos técnicos, hay que saber como concretarlos en términos burocráticos. Y Erasmo Filosa sabía como. Se consustanció con el proyecto, logrando los consensos institucionales necesarios dentro y fuera del CONICIT y el presupuesto, que era lo mas importante, para la creación de la Red. “Filo” siempre decía, y así lo aprendí de él, que cuando algo tiene seriedad de ejecución para un gobierno, eso debe estar en el presupuesto porque si no, es charlatanería. Filosa, siendo especialista en el área de presupuesto, logró el compromiso de la asignación presupuestaria del CONICIT de varios periodos (algo nunca visto allí), como proyecto de largo plazo, para la ejecución de la Red. Esto fue decisivo para la creación de la primera Red del país. La respuesta de unos técnicos fue comprendida por un funcionario que entendía perfectamente el funcionamiento de la administración pública y la puso al servicio de algo de resulto la semilla del sistema de telecomunicaciones e información mas importante de la Venezuela del Siglo XX. Sin lugar a dudas, si realmente existe un padre de este sistema de redes en el país, ese fue Erasmo Marcelino Filosa.

Este personaje convenció a todo el mundo dentro y fuera del Sistema de Información Nacional, conformado por gente de las más variadas tendencias políticas de la importancia y la viabilidad de este servicio para el desarrollo del país. Imagínense a un economista tratando de explicarle a unos políticos de los años 80 lo que sería esta red dentro de 30 años!!! Discutió y se enfrentó, incluso en el Palacio de Miraflores, por la viabilidad de este Proyecto y la incorporación de otras Instituciones del Sistema Nacional de Información. Erasmo incorporó posteriormente técnicos especializados para que indicaran el mejor camino a seguir y se desarrollara la implantación del sistema una vez contratadas las empresas que ejecutarían el proyecto.

Y como suele suceder en la administración pública con los proyectos que resultan ser técnica o políticamente exitosos, le quitaron a Erasmo el proyecto, mudando la responsabilidad a otras áreas técnicas del CONICIT, pero ya el sistema había nacido. De allí se desprendió la historia y se contó de otra manera. La prensa técnica venezolana siempre insistió, equivocadamente, en que la autoría del proyecto del Servicio Automatizado de Información Científica y Tecnológica, SAICYT estaba en unas manos técnicas que llegaron posteriormente y que le dieron vida a Reacciun, Red Universitaria Nacional, precursora de la actual Internet en Venezuela. No se podía entender como alguien sin la calificación técnica podría tener algo que ver con esto. Y que equivocados estaban todos! Sin la participación de “Filo” todo hubiera sido el sueño de un montón de técnicos que solo veían redes en los libros de texto.

En una oportunidad, hace muchos años, reclame por escrito a un periodista, un articulo en la prensa, donde indicaba una historia con personajes diferentes. Y allí mencione por primera vez el nombre de “Filo” como el protagonista principal de esta extraordinaria aventura tecnológica protagonizada por Erasmo. El periodista nunca publicó mi nota.

Con motivo de su desaparición física, reivindico de nuevo el nombre de Erasmo Marcelino Filosa como el motor responsable, no solo de las ideas que se transformaron en lo que ahora conocemos como Internet en Venezuela, sino de la dificilísima tarea de haber convencido a la administración pública de entonces de la importancia de esta tecnología y el haber logrado que se pusiera la piedra fundacional para su infraestructura manifestada en presupuesto, equipos, personal entrenado y transferencia tecnológica. En el año 2004 el diario el Universal hizo una única referencia (El Mundo visto a 300 baudios, El Universal, http://noticias.eluniversal.com/2004/09/05/ten_art_05192C.shtml) a la participación de Erasmo Filosa en los primeros años. Esta referencia a mi juicio fue incompleta pero de alguna manera por primera vez se indico la participación de “Filo” en esta fascinante historia.

No quiero despedir esta nota sin algo que considero sumamente importante: “Filo” era chavista! Sí, como lo leen, como lo son ahora muchos de la vieja izquierda venezolana que se incorporaron al movimiento que encabezó Hugo Chávez en 1998 y creyeron erróneamente en la mejor Venezuela que prometió el Presidente. Nunca me retiró el saludo como si hicieron algunos ex amigos que se alistaron con el denominado “proceso” chavista. Y aunque teníamos fuertes diferencias conceptuales, coincidimos siempre en algo que creo que es la clave para resolver el futuro de una Venezuela dividida posterior a Chávez: los principios y la honestidad no son negociables. Obviamente en 1980 no existía en Venezuela esa odiosa división de los venezolanos que provoco Hugo Chávez y puedo afirmar que la esencia del personaje no varió en lo personal para nada, siempre fue el mismo para sus amigos.

“Filo” funcionó en sus puestos de gobierno, al margen de su inclinación partidista e hizo siempre, como cuando lo conocí en 1980, lo honestamente correcto en el desempeño de sus responsabilidades administrativas. La honestidad técnica y administrativa en el desempeño publico no tuvo para “Filo” nada que ver con la inclinación política, por eso siempre coincidimos y nunca estuvimos alejados, ya que teníamos puntos de encuentro sólidos, como lo tuvieron todas aquellas personas que conocimos de verdad a este personaje único que abrió camino en su momento para una Venezuela mejor. Es por eso que mi esposa no dejó de llamarlo nunca “El Señor Filosa”, porque eso era en el fondo lo que en realidad lo definía: todo un Señor.

Por la significación y la importancia que ahora reviste este sistema de comunicación en Venezuela para el sistema de libertades, la democracia y los Derechos Humanos, no podemos menos que agradecer a este precursor y funcionario público su visión y su honestidad en la creación de la semilla que significó una Internet para todos. “Filo”, en nombre de todos los técnicos y la comunidad internauta de Venezuela, recibe donde estés nuestro más profundo, sincero y eterno agradecimiento…

Caracas, 10 de Septiembre de 2011

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

martes, 6 de septiembre de 2011

Los Opositores de Vichy – Una Aclaratoria Necesaria

Por Luis Manuel Aguana

Debo antes que nada expresarles que pensé mucho antes de enviarles esta nota por aquello de no “llover sobre mojado” y lo que está dicho, dicho está. Sin embargo, llegué a la conclusión de que es necesario hacer una aclaratoria al artículo que titulé “Los Opositores de Vichy” (http://ticsddhh.blogspot.com/2011/09/los-opositores-de-vichy.html), que creo que precisa un poco más el espíritu del mensaje que quise dar al escribirlo.

He tenido posiciones encontradas con amigos y simpatizantes del partido Primero Justicia por este artículo (tal vez hayan dejado de serlo!). Y pareciera que solo se concentraron en el árbol y no en el bosque. Nunca hablé que un Censo no fuera necesario. Si leyeron mi artículo “Porqué no les abriré mi puerta” (http://ticsddhh.blogspot.com/2011/07/porque-no-abrire-mi-puerta.html), se podrá notar que de ninguna manera desestimo el Censo como un instrumento esencial de políticas públicas para cualquier país. El problema que denuncio no es ese.

El problema real y de fondo es que lo que hace un gobierno democrático con esos datos es algo muy diferente de lo que hace un gobierno autoritario y comunista. Son muy ingenuos los que piensan que los datos del Censo 2011 no estarán listos para tomar decisiones y ser utilizados al primer minuto de concluir el levantamiento de la última vivienda. Esos programas y sistemas ya están hechos desde Cuba y con la tecnología que están usando para levantar la información ya el Comandante Presidente, si aun esta con vida en diciembre 2011, estará disponiendo de nuestras vidas y nuestras viviendas como le plazca con la ayuda y asesoría de Ramiro Valdez, que ya lo hizo en Cuba con bastante éxito. Nosotros en la oposición NUNCA veremos esos datos. Ellos primero muertos que bañados en sangre los entregarían a un nuevo gobierno democrático. ¿En que urna blanca desean mis amigos que enterremos a Enrique Capriles, a Pablo Pérez o a Cesar Pérez Vivas?

Ya había escrito respecto del Censo 2011 pero ya mi posición en este último artículo es mas dura y se entiende la postura de quienes me han escrito. No creo que ni Enrique Capriles, Pablo Pérez o Cesar Pérez Vivas sean estúpidos o estén mal asesorados. Saben de sobra lo que digo. Y si no es así, tienen una ingenuidad que los inhabilita para pretender ser Presidentes de la Republica ¿Y entonces, estando en la oposición, porque le dicen a la gente que entregue sus datos porque todo es “normal”? ¿A ustedes no les parece que eso no es normal?

Algunos amigos también me escribieron indicándome que me había pasado de la raya y consideraban este artículo un insulto a la oposición. Les voy a contestar a todos lo que le dije ayer a una persona que me escribió: Quise resaltar el gesto de los líderes en situaciones de crisis. Es precisamente allí en donde se forjan los países y se construye la historia. Si De Gaulle se hubiera quedado en Francia y hubiese cohonestado la sinverguenzura del gobierno de Petain colaborando con los nazis, otra hubiera sido la historia de ese país. Si Alberto Carnevalli, Leonardo Ruiz Pineda y tantos otros se hubieran ido del país cuando Pérez Jiménez decidió proscribir a Acción Democrática, pueden tener la seguridad que ese partido no hubiera sido gobierno en 1959.

Hacen falta gestos honorables por parte de aquellos quienes dicen conducirnos a la salida de este régimen oprobioso, porque los liderazgos no se hacen solo con votos y adhesiones. Tiene que haber un sentido del honor y de respeto para quienes siguen a esas personas. Todavía están allí las victimas de la Lista de Tascón, todavía están presos los Comisarios y la Jueza Afiuni y Franklin Brito se murió por mantener una posición de honor ante aquellos que lo atropellaron hasta morir. Eso lo respeto yo y lo menos que espero es que los liderazgos lo respeten igual. Luego de las denuncias realizadas en relación al Censo 2011, y habiendo el gobierno contratado a una empresa castro-comunista para realizarlo, así como todo nuestro sistema de cedulación, tememos razonablemente que esos datos sean utilizados para sojuzgar aún más a nuestro país y llevarlo al comunismo; y si quienes están llamados a conducir la resistencia para que eso no ocurra se abrazan con los funcionarios del gobierno y nos dicen en nuestra cara que todo será “normal”, entonces esos no son los líderes que espero que conduzcan la salida de este régimen y, de nuevo, eso tiene un nombre desde 1940 y lo inventaron en Francia.

Lamento que mucha gente, incluso amigos, se hayan molestado por lo que escribí y que involucra de una manera determinante a la oposición y su liderazgo, pero eso es lo que yo veo, no es lo que me cuentan o lo estoy inventando. Pienso que los precandidatos que deseen tener el favor del país opositor no pueden jugar a estar con Dios y con el Diablo a la misma vez, porque lo que nos estamos jugando es nuestro futuro y el de nuestros hijos. Y esto como le dije una vez a un muy cercano amigo, es un juego de hombres, no de muchachos. Actitudes como la de Enrique Capriles, Pablo Pérez y Cesar Pérez Vivas tienen que explicarse en este ambiente caldeado y polarizado, porque no se entienden, si desean aspirar a conducir este bravo y noble pueblo.

Sí, somos un pueblo noble y algunos liderazgos parecen haberlo olvidado. Yo no quiero aparecer aquí como adalid de la nobleza de este pueblo pero si deseo recordarla porque históricamente Venezuela ha demostrado contar con líderes intachables, honorables, desinteresados y dispuestos a arriesgar su vida por defender los valores democráticos. Recuerden solo la gesta de los estudiantes del año 1928, la gente que murió en el Castillo de Puerto Cabello y La Rotunda, los que cayeron en la década de Pérez Jiménez. Eso existe, no desapareció. Recuerden a los que murieron en abril de 2002 y de ultimo solo acuérdense de Franklin Brito, a quien la democracia, que con seguridad tendremos de nuevo en un futuro cercano, le debe una estatua del tamaño de la Catedral de Caracas cuando salgamos de esta pesadilla, para que las nuevas generaciones se acuerden de que si hay todavía venezolanos con honor.

Caracas, 6 de Septiembre de 2011

Twitter:@laguana

lunes, 5 de septiembre de 2011

Political Repression 2.0

By Evgeny Morozov

September 1, 2011
Palo Alto, Calif.

Agents of the East German Stasi could only have dreamed of the sophisticated electronic equipment that powered Col. Muammar el-Qaddafi’s extensive spying apparatus, which the Libyan transitional government uncovered earlier this week. The monitoring of text messages, e-mails and online chats — no communications seemed beyond the reach of the eccentric colonel.

What is even more surprising is where Colonel Qaddafi got his spying gear: software and technology companies from France, South Africa and other countries. Narus, an American company owned by Boeing, met with Colonel Qaddafi’s people just as the protests were getting under way, but shied away from striking a deal. As Narus had previously supplied similar technology to Egypt and Saudi Arabia, it was probably a matter of public relations, not business ethics.

Amid the cheerleading over recent events in the Middle East, it’s easy to forget the more repressive uses of technology. In addition to the rosy narrative celebrating how Facebook and Twitter have enabled freedom movements around the world, we need to confront a more sinister tale: how greedy companies, fostered by Western governments for domestic surveillance needs, have helped suppress them.

Libya is only the latest place where Western surveillance technology has turned up. Human Rights activists arrested and later released in Bahrain report being presented with transcripts of their own text messages — a capacity their government acquired through equipment from Siemens, the German industrial giant, and maintained by Nokia Siemens Networks, based in Finland, and Trovicor, another German company.

Earlier this year, after storming the secret police headquarters, Egyptian activists discovered that the Mubarak government had been using a trial version of a tool — developed by Britain’s Gamma International — that allowed them to eavesdrop on Skype conversations, widely believed to be safe from wiretapping.

And it’s not just off-the-shelf technology; some Western companies supply dictators with customized solutions to block offensive Web sites. A March report by OpenNet Initiative, an academic group that monitors Internet censorship, revealed that Netsweeper, based in Canada, together with the American companies Websense and McAfee (now owned by Intel), have developed programs to meet most of the censorship needs of governments in the Middle East and North Africa — in Websense’s case, despite promises not to supply its technology to repressive governments.

Unfortunately, the American government, the world’s most vociferous defender of “Internet freedom,” has little to say about such complicity. Though Secretary of State Hillary Rodham Clinton often speaks publicly on the subject, she has yet to address how companies from her country undermine her stated goal. To add insult to injury, in December the State Department gave Cisco — which supplied parts for China’s so-called Great Firewall — an award in recognition of its “good corporate citizenship.”

Such reticence may not be entirely accidental, since many of these tools were first developed for Western law enforcement and intelligence agencies. Western policy makers are therefore in a delicate spot. On the one hand, it is hard to rein in the very companies they have nurtured; it is also hard to resist the argument from repressive regimes that they need such technologies to monitor extremists. On the other hand, it’s getting harder to ignore the fact that extremists aren’t the only ones under surveillance.

The obvious response is to ban the export of such technologies to repressive governments. But as long as Western states continue using monitoring technologies themselves, sanctions won’t completely eliminate the problem — the supply will always find a way to meet the demand. Moreover, dictators who are keen on fighting extremism are still welcome in Washington: it’s a good bet that much of the electronic spying done in Hosni Mubarak’s Egypt was done with the tacit support of his American allies.

What we need is a recognition that our reliance on surveillance technology domestically — even if it is checked by the legal system — is inadvertently undermining freedom in places where the legal system provides little if any protection. That recognition should, in turn, fuel tighter restrictions on the domestic surveillance-technology sector, including a reconsideration of the extent to which it actually needs such technology in our increasingly privacy-free world.

As countries like Belarus, Iran and Myanmar digest the lessons of the Arab Spring, their demand for monitoring technology will grow. Left uncontrolled, Western surveillance tools could undermine the “Internet freedom” agenda in the same way arms exports undermine Western-led peace initiatives. How many activists, finding themselves confronted with information collected using Western technology, would trust the pronouncements of Western governments again?

Evgeny Morozov is a visiting scholar at Stanford University and the author of “The Net Delusion: The Dark Side of Internet Freedom.”

Fuente: New York Times, 1-9-2011
http://www.nytimes.com/2011/09/02/opinion/political-repression-2-0.html

domingo, 4 de septiembre de 2011

Los opositores de Vichy

Por Luis Manuel Aguana

La ocasión del Censo 2011 ha puesto en prueba la actitud real de algunos partidos y precandidatos de la oposición democrática en relación a qué postura asumir ante este nuevo instrumento del régimen de Hugo Chávez. Ha sido variopinta la posición ante el Censo 2011, desde no decir nada hasta declararse abiertamente a favor, pasando por el análisis del cuestionario excluyendo preguntas consideradas como una seria intromisión a la intimidad de las personas, solicitando al TSJ la anulación de tales preguntas del cuestionario.

No tengo la intención desde estas líneas dividir a la oposición democrática organizada, solo establecer la existencia de la policromía de nuestro liderazgo opositor en relación a temas controversiales, que en algunos casos, como el que nos ocupa, rayan en lo contradictorio y que ponen en riesgo la seriedad y la coherencia del discurso en contra del régimen actual, razón por la cual no debe extrañarse del porque el país opositor desconfía del liderazgo de algunos lideres.

Deseo hacer notar aquí que la posición que algunos voceros de la sociedad civil hemos tomado en relación al Censo 2011 no se corresponde con una reacción de oposicionismo a ultranza. Es una respuesta coherente y sustentada ante las ejecutorias históricas de este gobierno que han ocasionado angustia y dolor a la familia venezolana en los últimos 13 años. El solo mencionar la Lista de Tascón, las persecuciones y expropiaciones, la muerte de Franklin Brito, las vejaciones a la Dra. María Afiuni y la condena injusta de 30 años a los Comisarios Simonovis, Vivas y Forero, son solo una muestra de que tenemos razones válidas de porqué preocuparnos ante cualquier cosa que hagan que pueda significar un nuevo episodio de persecución.

Ahora bien, cuando uno ve por televisión a precandidatos presidenciales de la oposición hacerse públicamente el cuestionario del Censo 2011 conociendo mejor que nadie esta situación, no puede uno menos que preguntarse: ¿A que esta jugando esta persona? ¿Es que el gobierno le ha dado alguna cosa que nosotros no sabemos? ¿Qué coherencia de discurso puede tener para condenar la Lista de Tascón y a la vez avalar otra posible violación a la intimidad y privacidad de los venezolanos? Es la coherencia en las ejecutorias lo que la gente ve, no lo que dicen los lideres. Intentan decir que el Censo es algo “normal” para la ejecución de políticas públicas cuando en realidad saben de sobra que la única política pública valida es la que ordena el Comandante Presidente todos los domingos en su Aló Presidente. ¿Que seriedad entonces es esa? ¿Cómo pueden pretender que yo les de mi voto en unas primarias? ¿Con que cara me lo van a pedir?

Cuando los alemanes invadieron Francia en 1940, el armisticio que firmo el Mariscal Petain implicó que los franceses toleraran a los alemanes en una supuesta paz. El General De Gaulle, quien era Viceministro de la Defensa, en abierto enfrentamiento a ese armisticio, renuncia y huye a Inglaterra y dirige desde allí la resistencia al invasor. El gobierno de Vichy, como se le llamó al ser esa la ciudad donde el Mariscal Petain firmo el armisticio, fue colaborador del invasor alemán y desde allí en adelante el término “colaboracionista” fue aplicado a situaciones en donde se tolera lo que es intolerable. De Gaulle pudo haberse quedado en la Francia ocupada, gozando de su posición. Pero hizo lo correcto, y comenzó su lucha que al final no sabría como concluiría. Tomo una posición frontal y de honor e hizo lo correcto. Esos son los valores que hay que rescatar aquí.

¿Como podría considerársele a ciertos opositores, por demás precandidatos presidenciales, esta actitud? Yo la llamaría sin lugar a dudas, colaboracionista. ¿Que podría esperarse de un precandidato y partido colaboracionista? Que en caso de ganar eventualmente unas elecciones, ya en el gobierno, se presten a tolerar lo que es a todas luces intolerable con el fin de hacer pasar bajo la mesa toda la ropa sucia que este gobierno ha acumulado. Y eso es lo que lamentablemente tememos desde la sociedad civil. Hay cosas que definitivamente no se pueden tolerar, como lo hizo el General De Gaulle en la Francia de 1940.

Ya el gobierno de Hugo Chávez paso el punto de no retorno. Ya dividió a la sociedad en dos mitades irreconciliables. No pretendo aquí decir que será imposible no tender puentes hacia el país chavista cuando esta desgracia termine y empiece una etapa de reconstrucción nacional. Lo que pretendo decir es que para llegar allí algunos partidos de la oposición le están vendiendo el alma al diablo y están tolerando más de lo que se debe tolerar y que eso ya tiene un nombre desde 1940. No votaré por ningún precandidato en las primarias que no sepa diferenciar eso. Aquí no estamos hablando de si el Censo es o no un instrumento necesario. Estamos hablando de un asunto de principios, honorabilidad y respeto ante cientos de personas que han sufrido y aun sufren por ejecutorias como la que representa el Censo 2011 y que por eso lo hemos tomado como una bandera de resistencia civil y política. Si un precandidato de la Unidad Democrática aun no se percata de eso no merece nuestro favor ni nuestro voto en las elecciones primarias y menos en las presidenciales.

He tomado la decisión por mi derecho constitucional de no abrirle mi puerta al Censo 2011 como una muestra de resistencia civil ante un régimen que ha violado la constitución mil veces y amenaza la privacidad de los venezolanos, no porque no entienda que es necesario hacer censos para establecer políticas públicas para mejorar al país. Esos censos los podemos hacer perfectamente cuando exista un gobierno en Venezuela que respete a los ciudadanos y su Constitución. Los precandidatos que le hayan abierto sus puertas al Censo tienen su derecho a pensar de una manera diferente pero a lo que no tienen derecho es a gobernarnos porque demostraron carecer de una honorabilidad que solo se tiene si se entiende el camino que tomo Charles De Gaulle en la Francia de Vichy.

Caracas, 4 de Septiembre de 2011

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

jueves, 1 de septiembre de 2011

De Censos, Censistas y Censores

Por Luis Marín
31-08-2011

Una familia está maniatada en la sala de su casa y de repente el jefe de los secuestradores le pregunta al dueño: “Por favor, ¿me permite el teléfono?” La pregunta es absurda, como cualquier respuesta que pueda darse, por lo que la situación entra en el campo de l0 cómico.

Los viejos profesores de Derecho usaban este chiste para ilustrar que el significado de las palabras depende del contexto en que se utilicen, so pena de caer en el absurdo; por eso causa gracia, sino conmiseración, que haya técnicos que declaren que las preguntas del Censo son las mismas que se han utilizado otras veces, aunque ciertamente haya que admitir que el contexto actual ha cambiado mucho y no es el mismo que nunca antes.

Es menos risible decir que “todas” las preguntas del Censo se ajustan a los “parámetros internacionales”, no sólo porque con esto no se diga nada en realidad, sino que conduce a pensar que los tales parámetros, si existe tal cosa, deben ser igualmente absurdos.

Agarre cualquier pregunta al azar, por ejemplo, aquella dirigida a mayores de tres años, en que se les pregunta dónde estaban en octubre del 2006 y una de las opciones de respuesta es “no había nacido”.

Uno puede pasarse el resto del día pensando, ¿por qué octubre del 2006? ¿Qué les importará un segmento del 2006 al 2008 o más de 3 pero menos de 5? Y así sucesivamente; pero dónde no puede perder un segundo es preguntándose si eso puede corresponder a algún “parámetro internacional”.

¿Durante la semana pasada realizó en su casa o fuera de ella, al menos por una (1) hora, alguna actividad por la cual recibió o va a recibir pago en dinero o en especie? No parece una pregunta para un ama de casa, sino para una “mujer de la vida”. ¿En qué estaban pensando cuando hicieron esto? ¿Qué quieren conseguir?

La verdad es que la tendencia de ciertos colaboracionistas es a “banalizar el mal”. Todo les parece normal, eso se había hecho antes, así se hace en otros países y ponen como ejemplo incluso a los mismos Estados Unidos, cuando no a Gran Bretaña o España; pero nunca a Cuba, Corea del Norte o Siria, que son los verdaderos modelos.

Pero en cambio callan vergonzosamente sobre lo que sí les concierne como profesionales, que deben conocer y están obligados a pronunciarse, que es sobre un proyecto inconfesable y un instrumento de recolección de datos deplorable. Sobre el primero seguro que no tienen la menor noticia y sobre éste segundo confiesan que nunca les fue consultado.

¿Cuáles son las políticas públicas que están detrás del Censo 2011? ¿Quién diseñó el instrumento de recolección de datos? ¿De qué manera se engranan ambos aspectos? ¿Cuándo y cómo fueron aprobados por la Asamblea Nacional, como manda la ley y el reglamento que ellos mismos hicieron?

Nadie responde nada pero, eso sí, “tú cuentas para Venezuela”.

¿QUÉ HACER?

La pregunta más frecuente y angustiante es qué hacer ante esta invasión a nuestras casas, a nuestro hogar. La respuesta fácil es, no responder. No decir nada.

Incluso en los procesos criminales y a flagrantes delincuentes se les garantiza el derecho a guardar silencio. ¿Por qué no habría de tener este derecho un ciudadano común que, en principio, no está siendo acusado de nada?

De manera que no contestar a un interrogatorio público parece un derecho elemental muy difícil de cuestionar.

Viene el segundo problema que es el de las sanciones. Alguna gente teme al régimen sancionatorio de la Ley, que es de carácter administrativo y sólo amenaza con multas escalonadas.

Pero no hay que ser abogado, ni siquiera estudiante de leyes para advertir que las normas sancionatorias están condicionadas al suministro de datos “cuando hubiere obligación de suministrarlos”, o que “sean de obligatorio suministro”, “cuándo deban hacerlo” y expresiones de ese tipo.

Las obligaciones nacen de convenios o bien de leyes que, al fin y al cabo, también tienen un fundamento contractual. De allí que sean aprobadas por la Asamblea Nacional, según el régimen representativo.

Habría que pensar en médicos o farmacéuticos, que tengan que informar de la incidencia de una enfermedad o la demanda de medicamentos sobre los que haya algún interés público. Este no es el caso de los ciudadanos comunes y corrientes, sobre los que no pesa ningún convenio o ley en este sentido, aprobada por la AN.

Desde el punto de vista activo se habla de “obstaculizar” o de “oposición”, que implica acciones prácticas, no pasivas, que no tienen nada que ver con no contestar que debería ser una opción rutinaria para las preguntas: “no sabe, no contesta”.

El único caso en que se admite la respuesta “no sabe”, es cuando se les pregunta a las madres si sus hijos están vivos o muertos. Lo que parece algo de humor negro, pero podemos confiar en que se ajuste a los “parámetros internacionales”.

Las sanciones se vinculan también a un procedimiento administrativo, dónde deberían cumplirse las condiciones del debido proceso. Así como se exige para las multas proporcionalidad con los daños y perjuicios causados, debe determinarse el daño y su cuantía, el porqué y para quién una omisión es dañina.

Pero aquí caemos en el terreno en que no se debería caer: en que estamos bajo un régimen de legalidad formal o un Estado de Derecho, lo cual no es el caso.

VALE TODO

Este es el quid de la cuestión: ¿Cuáles son los derechos y acciones que tienen los ciudadanos ante esta actividad de la Administración? Por supuesto, que no sea el incondicional sometimiento, que es propio de súbditos, no de ciudadanos.

La cruda realidad de la vida es que esto es un “sálvese quien pueda”, que estamos solos y no contamos con ayuda ni asistencia de nadie. Fue Bertrand Russell quien irónicamente comparó a la comunidad internacional con un club de granjeros, en que ellos se autorizan mutuamente el sacrificio periódico de algunos animales de sus respectivos corrales.

De manera que si no existe obligación en sentido jurídico para responder al Censo, porque las obligaciones suponen reciprocidad, es decir, que frente a quien tiene el deber de responder haya alguien con derecho a preguntar; tampoco existe ninguna obligación moral para cooperar con esta sangrienta farsa.

El Censo es una fachada porque no se revela qué es lo que realmente se persigue, más allá de una propagando estúpida y cansona, ni cuáles son las políticas públicas que lo motivan y que deben servirle de justificación.

Vuelve a resultar cómico que un antro como el INE, absolutamente consagrado a la mentira disfrazada de estadística oficial, exija a los ciudadanos veracidad, sinceridad y espíritu de cooperación, cuando no pocos de sus directivos todavía se identifican con el “alias” que usaban cuando eran aguantadores de las guerrillas.

Morales son las obligaciones consigo mismo, que atienden a la propia integridad, por cierto, no exigibles por terceros, el Estado y tanto menos por una banda de asaltantes. Como el ladrón que pregunta ¿dónde está el dinero? Y si no se lo dicen o le dan una información falsa, entonces mata a la víctima “por mentiroso”.

No hay dilema moral ni pregunta que no haya sido resuelta hace casi mil años (por Maimónides) en no cooperar con los verdugos, ni facilitarles el trabajo.

El derecho inmanente a la defensa también está reconocido en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, así que se ajusta a los “parámetros internacionales”.

Lo demás queda al arbitrio de la imaginación.

Fuente: Dr. Luis Marín, Universitarios en Red