martes, 5 de noviembre de 2013

De buenas prácticas, universidades y transparencia electoral

Por Luis Manuel Aguana

La Universidad Católica Andrés Bello organizó un Congreso Internacional al que denominaron “Buenas Prácticas Electorales para el Fortalecimiento de la Democracia”, donde los expertos llegaron a la siguiente conclusión: Auditar exhaustivamente el RE en 2014 (ver noticia en el Nacional en http://www.el-nacional.com/politica/2014-Auditoria-CNE-Foro-RE_0_294570729.html).

No hacía falta reunir en un Congreso a ningún especialista para darse cuenta de eso desde el año 2004, no solo por las investigaciones de reputados especialistas sino por los resultados claros de la única auditoría independiente realizada al RE en el año 2005 por el Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL) dependiente del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), con sede en Costa Rica.

En efecto, en el Informe publicado por ESDATA en noviembre de 2012 en ocasión a las Elecciones Presidenciales de ese año (ver informe completo Elección Presidencial en Venezuela 2012 – Una Evaluación Integral https://drive.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDWUQwanJiYUUtRFU/edit?usp=sharing) se señala: “Se puede observar que a partir de 1999, con la promulgación de la nueva Constitución que dispuso la NO OBLIGATORIEDAD DEL VOTO y por tanto de la inscripción en el RE, se desaceleró su crecimiento, hasta que se presentó la posibilidad de revocar el mandato presidencial (2003-2004). Allí hubo un crecimiento anómalo, (2004 en adelante) que continúa hasta el presente. Para 2011 había 18.406.244 inscritos en el REP, cuando la proyección histórica era de 16.847.203. Para 2012 el REP superó los 18.900.000 electores, pudiendo afirmarse que hay más 2 millones de inscritos que requieren de una investigación exhaustiva, por no haber pasado por el control de la extinta Fiscalía de Cedulación.” (Informe Pag. 35 negritas y subrayados nuestros).

¿Entonces? ¿Por qué reunir a unos especialistas sino para concluir, no esto que ya sabemos de la necesidad inmediata desde el 2004 de una AUDITORIA INDEPENDIENTE DEL REGISTO ELECTORAL, sino para darle un espaldarazo al sistema electoral del CNE y volver con la letanía de la MUD que votemos sin condiciones en un sistema electoral completamente viciado?

Creo que la UCAB es una institución seria. La MUD y sus técnicos buscaron cubrirse del manto de seriedad técnica que representa una institución universitaria para ponerle un sello de calidad y garantía al sistema automatizado del CNE y convencer a los venezolanos que este sistema electoral y “el sistema automatizado de votación” son confiables, como lo indicara el Sr. Luis Lander, Director de Observatorio Electoral Venezolano, quien al parecer descarta los estudios técnicos que se han realizado, y que comprueban la utilización parcializada de las maquinas Smarmatic en los procesos electorales en Venezuela, como el de ESDATA citado previamente, y que le recomendamos estudie con mucho detalle.

Y aunque denunciaron las irregularidades que el organismo electoral acostumbra a realizar en cada elección para hacer notar que es el ventajismo la causa principal por la cual se pierden elecciones en Venezuela, es bueno que también las universidades como casas del conocimiento y búsqueda de la verdad, no solo estudien un solo aspecto del problema.

Es notorio y comunicacional desde hace años, que existen ONG’s y técnicos independientes que diferimos de manera sustancial de las conclusiones y seriedad de los representantes técnicos de la MUD ante el CNE, en relación a todo el sistema técnico-electoral venezolano, al punto que en oportunidad de las elecciones del 7-O los invitamos a contrastar resultados y conclusiones técnicas (ver Urgente e Impostergable: La Unidad en lo Técnico en http://bitakoraeva.blogspot.com/2012/07/urgente-e-impostergable-la-unidad-en-lo.html), cosa que desecharon de manera destemplada sin dar argumentaciones técnicas sino políticas (ver Respuesta del Grupo La Colina http://bitakoraeva.blogspot.com/2012/07/respuesta-del-grupo-la-colina.html). Entonces, ¿es un problema técnico o es un problema político?

Sería muy interesante que todas las universidades, en especial la UCAB promotora de este encuentro unilateral, promovieran que sus estudiantes y centros de investigación se dedicaran a abrir la “caja negra” del sistema electoral venezolano, desmenuzándolo desde sus diferentes ángulos-político, legal y tecnológico-, contrastando las realidades de las “auditorías técnicas”-o visitas guiadas que llamamos nosotros-, que hace el CNE versus las que deberían realmente realizarse para garantizar que los electores venezolanos tengamos elecciones libres y transparentes. De esta manera nadie tendría dudas del sistema técnico-electoral que utilizamos para votar.

Sería importante que organizaciones como el Observatorio Electoral Venezolano, que afirman públicamente en un Congreso Internacional que “sistema automatizado de votación es confiable” nos explicara cómo este sistema electrónico garantiza Un-Elector-Un-Voto cuando no existen ni los procesos, ni una base de datos única sobre la cual contrastar si una persona votó o no, abriendo al contrario la posibilidad que sus registros biométricos se encuentren repetidos en múltiples maquinas Smartmatic distintas, hasta en el mismo centro electoral. Y si a esto le añadimos la corrupción de las huellas existentes dentro del RE, cualquier chino con cédula de identidad de la Misión Vivienda en Fuerte Tiuna estará votando por el gobierno las veces que le de la gana.

Sería bueno que el CNE y la empresa Smartmatic, quien estuvo representada en ese evento, le entregara a las Facultades de Ingeniería y/o Escuelas de Ingeniería Electrónica de universidades como la UCV, USB, ULA, LUZ, UC, UDO y la misma UCAB, algunos especímenes de esas máquinas y su software operativo para que de una vez por todas sepamos si tienen o no posibilidades de transmisión inalámbrica-mas allá de transmitir resultados electorales-, si pueden o no ser controladas de manera remota y que recibamos los venezolanos un detallado informe técnico de ellas, completamente independiente. Eso sí sería una buena participación de la Academia para contribuir con la transparencia del proceso, no este despliegue de mercadeo electoral de la MUD.

Aquellos venezolanos quienes hemos adversado la manera en que se ha conducido y manipulado este tema, tanto por el gobierno como por la oposición, exigimos que existan condiciones de participación, que sean retiradas las captahuellas y las máquinas de información a las entradas de los centros, que los centros de una y dos mesas sean acordados en consenso con la oposición y circunscritos a aquellos lugares donde realmente sean necesarios.


Pero esto no va a ocurrir. ¿Y por qué? Porque esas son precisamente las cuestiones que deberían estar discutiéndose en un Congreso que tenga por nombre “Buenas Prácticas Electorales” y que lamentablemente no fue lo que ocurrió en la UCAB. Tal vez fue por esa razón que otras ONG’s como la Red de Observadores Electorales de Venezuela y Fundación Para un Pueblo Digno declinaron su participación porque consideraron “que el panel estaba parcializado”. Mientras quienes nos representen técnicamente ante el CNE prefieran la manipulación mediática disfrazada de foro académico y no la discusión técnica abierta y transparente del sistema electoral venezolano, eso nunca ocurrirá…

Caracas, 5 de Noviembre de 2013

Twitter:@laguana

lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Chavistas o Comunistas?


Por Jesús Petit Da Costa

No existe el “chavismo” porque el difunto no creó doctrina política, sino adhirió a una ya existente: el comunismo, y dentro de ella no innovó ni aportó nada. El difunto no fue “chavista”, sino comunista. De allí que su herencia ideológica es el comunismo y, por tal motivo, lo que se proclaman sus herederos y seguidores son comunistas.

Llamar “chavistas” a los comunistas es hacerles un favor porque les permite seguir disimulando su comunismo. Llamarlos comunistas, porque lo son, es desnudarlo ante el pueblo, ya que el pueblo venezolano rechaza el comunismo.

Todo el que llame “chavista” y no comunista a los gobernantes actuales y a los dirigentes del PSUV está colaborando con ellos en su tarea de implantar el comunismo disfrazándolo como “chavismo.” Todo el que los llame “comunistas”, y no chavistas, está desnudando su maldad ante el pueblo para que reaccione antes de que sea demasiado tarde.

Ya lo saben. Destierren la palabra “chavista” de su vocabulario político. Llámenlos como lo que son: comunistas. Y verán los resultados.

REFLEXIONES 20   04-11-13

Nota:
Estimados amigos,

Le agradezco al Dr. Jesus Petit Da Costa por resolver el dilema de mi último artículo en el blog (Dejaron de ser chavistas, http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/dejaron-de-ser-chavistas.html). No son “chavistas”, efectivamente son COMUNISTAS….

Reciban un fuerte abrazo,

Luis Manuel Aguana

domingo, 3 de noviembre de 2013

Dejaron de ser chavistas



Por Luis Manuel Aguana

¿Por qué todavía la oposición designa “chavismo” a esto que nos enfrentamos? Incluso algunos más audaces lo llaman ahora “madurismo” después de la muerte de Chávez. Es interesante el lenguaje porque de ello nace esa realidad que a todas luces no es tal, creando vida donde no la hay de parte de quienes paradójicamente hemos luchado denodadamente porque desaparezca.

Nosotros le damos existencia a eso que denominamos “chavismo” en tanto y en cuanto lo designemos con el nombre de quien en vida fuera su creador. Es decir, el “chavismo” existe porque NOSOTROS lo designamos como tal. Nuestras palabras crean la realidad…

No, no es algo esotérico. La palabra crea: “Todo el razonamiento humano, nuestra manera de acercarnos y enfocar la realidad, está apoyado inequívocamente en la palabra, en el contenido que le asignamos, en la carga semántica que le otorgamos. Para manejar conceptos abstractos, conceptos que no tienen un reflejo material directo (“libertad”, “justicia”, “paz”…etc. frente a “mesa”, “zapato”, “cuchillo”…etc.), necesitamos de la palabra que se refiera a ese concepto, o ni siquiera podríamos razonar alrededor de ello. De hecho, muchos conceptos abstractos no existían hasta que la palabra para manejarlos no existió. En el campo de las ideas, de lo abstracto, la palabra crea” (tomado del blog La palabra crea http://blog.eldelweb.com/vp-17-150-0/La-Palabra-Crea.html).

Por otro lado el blog de Carmelo Urso lo reafirma: “La Palabra es extensión de lo que creamos en la mente, tanto lo “bueno” como lo “malo”, lo negativo y lo positivo. Todo surge en la mente y es proyectado en verbo para transformarse en nuestra realidad individual o colectiva, en nuestro sueño individual y colectivo” (ver El verbo que crea http://carmelourso.wordpress.com/2011/01/26/verbo-que-crea/).

Realmente lo poderoso de las palabras es que ellas resultan de la materialización de las ideas que tenemos. Bien dicen que aquel que tiene las ideas claras las puede comunicar, aunque eso sea un arma de doble filo. Las palabras son peligrosas y pueden crear un “constructo” que deliberadamente pueda ir dirigido a engañar o a crear algo malo adrede (¿se acuerdan del autor de la palabra “fraudulero”?). Pero por otro lado pueden ser el mecanismo de creación de las ideas más excelsas: democracia, libertad, justicia.

En el caso que nos ocupa, los venezolanos acuñamos la palabra “chavismo” a la corriente política creada por el fallecido Hugo Chávez, que no tenía contenido alguno mas allá del aluvión de personas que siguieron a un caudillo en la búsqueda de sus reivindicaciones sociales que creyeron pisoteadas por 40 años de gobierno adeco-copeyano.

Ese “chavismo” fue escogido para conducir a Venezuela en las elecciones de 1998 y posteriormente para crear una nueva Constitución a partir de 1999. Y los venezolanos creamos alrededor de la figura de Chávez una entelequia que aun después de muerto su autor todavía le sobrevive. Chávez estaba tan consciente de esa condición aluvional de su grupo que creyó necesario darle un contenido diferente e ideológico para que perdurara. De allí su etiqueta posterior de “socialista”.

Sin embargo, muy a pesar de quienes le pusieron esa etiqueta, dense cuenta que los venezolanos no llamamos a la gente que se agrupa en el PSUV “socialistas” como podría hacerse en España o cualquier otro país. Los llamamos “chavistas”. Si ven ustedes el comportamiento de los socialistas de Brasil, España o cualquier otro lugar donde esa corriente existe, verán que eso no tiene nada que ver con lo que son o la esencia de estos individuos que se autocalifican como “chavistas”.

Así que si continuamos asignándole el nombre de “chavistas” a estas personas que nos desgobiernan, lo que realmente estamos haciendo es perdurar eso que no tiene una sino tres fechas de fallecimiento: la fecha en que no lo vimos más (8 de diciembre de 2012), la fecha en que realmente murió (29 de diciembre de 2012) y la fecha en que los “chavistas” dijeron que murió (5 de marzo de 2013).

He intentado buscar sin éxito como podríamos designar a esta claque ya que el nombre de “chavistas” no deberíamos usarlo más, al menos en la oposición democrática del país, so pena de seguir dándoles vida después de muerto su autor. Y eso me lleva a una pregunta que considero necesaria: si quienes luchamos por el regreso de la democracia en Venezuela nos llamamos demócratas ¿cómo podríamos llamar a aquellos que persisten en desconocernos, sin llamarlos “chavistas”?

¿Cómo se puede llamar a una gente que le quita el derecho de palabra a los parlamentarios en un lugar donde precisamente se “parlamenta” en democracia?  No pueden llamarse “socialistas” porque esa modalidad ideológica existe en el mundo y no se comporta de esa manera. ¿Cómo podríamos llamar a los seguidores de lo que tradicionalmente no se puede designar de otra manera sino como DIC-TA-DU-RA y no se puede seguir ignorando?

El uso de la palabra “chavismo” les ha servido muy bien de tapadera y creación de realidades a quienes les conviene que este régimen, al que consideramos una dictadura, se le siga designando-incluso en programas internacionales de TV-, como una “democracia con rasgos de autoritarismo” y consecuentemente “demócratas” a quienes día a día cercenan un pedazo adicional a nuestro sistema de libertades.

Es muy interesante la referencia que hace Ma. Lourdes Bueno Perez de la obra de Jorge Luis Borges acerca de la palabra (ver La palabra como fuerza generadora de la realidad en Borges http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/58918.pdf). De acuerdo a su criterio Borges vuelve una y otra vez sobre una constante: “…el tema de la palabra-o más específicamente del nombre- como elemento con capacidad para crear una realidad…Pues bien, si consideramos el acto creativo como la acción primigenia, original, de la que brotan luego el resto de las acciones, podríamos entender el concepto   como una fuerza poderosa que engendra la realidad tangible”

No pretendo indicar aquí que si dejamos de llamarlos “chavistas” el régimen caerá. Pero lo que sí es importante comprender es que mientras en el imaginario exista esa creación seguirá siendo realidad tangible porque nosotros mismos la seguimos alimentando y fortaleciendo día tras día. Debemos comprender que dejaron de ser “chavistas” al morir su autor, poniendo al descubierto una dictadura ramplona y peligrosa que estaba detrás de ese nombre y que mientras más se vista de democracia con nuestros votos será aun más difícil de exterminar.

Caracas, 3 de Noviembre de 2013

Twitter:@laguana