lunes, 27 de octubre de 2014

Diferencias Constituyentes

Por Luis Manuel Aguana

Las primeras preguntas que hace la gente en nuestros foros, así como los entrevistadores de los medios cuando nos ponen un micrófono por delante, es siempre la misma: ¿En qué se diferencia su planteamiento de Constituyente con el que hace Voluntad Popular? ¿Por qué no están trabajando juntos? Muchas preguntas se han suscitado porque al observar el planteamiento del Proyecto País Venezuela, inmediatamente perciben que lo que ha salido hasta ahora a la calle es diferente. Y lo es...

En primer lugar, lo que VP llama el cambio del modelo político, no es lo mismo que nosotros llamamos de la misma forma. El tema no está en cambiar a los comunistas por demócratas -aunque eso sea una consecuencia-, sino el cambio de las estructuras políticas anquilosadas que hicieron crisis y provocaron, en primer lugar, la aparición de Chávez en 1992 y que terminaron de colapsar en 1998 con su elección como Presidente de la República. Estas estructuras políticas siguen presentes, lo que hace que cambiar un Presidente de la República por otro no haga ninguna diferencia para la solución de nuestros problemas como país. Eso responde de pasada por qué una renuncia o un revocatorio del Presidente no resuelven el problema.

Chávez no fue más que la consecuencia de un modelo de gobernar que se agotó en Venezuela a finales de los años 90 y que no era capaz de resolver los cada vez mayores problemas de una población que buscaba desesperadamente una solución. La respuesta del electorado fue votar por una tercera opción al bipartidismo existente que empeoró exponencialmente los problemas, al punto que el sistema fue víctima del cáncer del comunismo castrista. Y la gente todavía espera una solución que no ha llegado.

Cuando decimos que hay que cambiar el modelo político, no es solo para sacarnos de encima el cáncer del comunismo cubano, sino para establecer un modelo ajustado a nuestra realidad y que nos ayude a solucionar los graves problemas de los venezolanos, poniéndonos en la vía correcta del desarrollo. Y es que ese modelo político que contemplamos ahora no es más que la deformación grotesca de lo que había en 1998, que lamentablemente nunca llegó a evolucionar, debido a las torpezas y la corrupción de nuestra vieja clase política. Como resultado, el modelo devino en un caos que es lo que sufrimos ahora. Eso fue lo que produjo a Chávez, ni más ni menos.

Ahora nos encontramos en una confusión tal, que si no hacemos las cosas de manera correcta, vamos a empeorar significativamente nuestros males. Necesitamos gente con visión política -con P grande- y gran inclinación hacia el beneficio de la comunidad ante el beneficio propio, no oportunistas que busquen el poder porque ven en esta crisis una oportunidad de oro para conseguirlo. Pero lamentablemente, la política venezolana está llena de malandros encubiertos. Nadie sabe quién es quién y no hay nadie en quien confiar. No en vano una gran parte del electorado desconfía de una oposición que está llena de la gente que creó al engendro chavista-comunista y ahora pretenden regresar a responsabilidades de gobierno disfrazados de "demócratas". Un mar de confusión pues.

A la primera pregunta, contestamos que en el Proyecto País Venezuela buscamos un proceso constituyente para Reconstituir al Estado, estableciendo un nuevo sistema que corrija no solo las desviaciones producidas por los comunistas, sino que evolucione hacia mecanismos constitucionales que eviten que vuelva a aparecer un "salvador de la patria", como ocurrió en 1992. Y nuestra propuesta es el Estado Federal Descentralizado.

Esto hay que explicarlo muchísimas veces. A la pregunta del por qué no estamos trabajando junto a VP, la respuesta es que sí lo estamos haciendo, demostrado en el hecho mismo que ambos estamos impulsando esa solución para el país. Los militantes de ese partido en el interior, son los primeros que quieren entender qué significa ese proceso y debaten activamente con nosotros esa solución. Creemos que la Constituyente no es un coto cerrado de ninguna parcialidad política, porque ese esfuerzo que están haciendo no tendrá éxito si no estamos unidos todos, AÚN CUANDO LOGREN RECOLECTAR TODAS LAS FIRMAS!. ¿Y por qué es así?

Porque el tema de fondo no es que hagamos una nueva Constitución. ESO ES LO DE MENOS. La Constitución no es más que la resultante, el papel escrito del acuerdo de convivencia política entre todos los factores de un país, donde se resuelvan las diferencias pacíficamente. Y mientras en el acuerdo estén representados la mayor cantidad posible de protagonistas, incluyendo a la representación chavista electa en comicios transparentes, más durará. Esta es, y tiene que ser, una propuesta que apunta a despolarizar al país.

Si lo hace una sola parte de la sociedad - un partido político, como ocurrió en 1999-, no será más que un papel inservible y el país será tan estable como un volcán en actividad: nunca se sabe cuándo hará erupción. Eso nos pasó en 1999 y no podemos caer de nuevo en el mismo error (aún cuando lo de 1999 fue deliberado, no un error). Chávez hizo SU Constitución con un ardid tramposo y la inestabilidad nos llevó a la crisis del 2002. Al no resolverse un pacto de convivencia social real entre todos los venezolanos, aún continuamos con un país dividido e inestable. Necesitamos RECONSTITUIRNOS  como nación ante el derrumbe institucional, político y moral de Venezuela, de allí el llamado del Proyecto País Venezuela Reconciliada y el llamado de otros como Leopoldo López y su partido para un nuevo proceso Constituyente.

Vale decir que si predicamos la solución Constituyente como el mecanismo idóneo e incluyente para reconciliarnos, mal podremos dejar de lado a todo el mundo y recoger firmas mientras no se ha convencido al país nacional en su totalidad, y al ciudadano común en un esfuerzo previo, por más que estemos apurados de que no terminen de destruir al país.

Nuestra postura antes de recoger la primera firma era, y sigue siendo, incluir a la mayor cantidad de factores en toda Venezuela, CONVENCIENDO  a la gente de esa solución y por qué se necesita. Teniendo CONTENIDO que discutir con la gente. Debatiendo el Poder Originario y el Proyecto en foros, charlas, encuentros, Asambleas de Ciudadanos, con los vecinos y sus dirigentes en los barrios populares en todas las regiones. El equipo del Proyecto País Venezuela se ha estado moviendo en todo el país para esos encuentros, distribuyendo los libros del Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (que pueden bajarse gratis de nuestro blog http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/). No es una tarea fácil, sin embargo es indispensable. Tenemos tiempo pero a la vez no lo tenemos.

Pero tal vez lo más importante y una diferencia fundamental de nuestro planteamiento es que el Proyecto País es la respuesta al por qué si cambiamos el sistema y la organización del Estado establecido en la Constitución de 1999, en concordancia con un proyecto de un profundo sentido descentralizador, estaremos llegándole a la solución de los problemas de la gente, provocando el cambio esperado de abajo hacia arriba. Mientras más avanzamos, más se convence la gente. Después de eso ya no será un problema de recoger firmas sino del ejercicio de nuestra soberanía.

Caracas, 27 de Octubre de 2014

Twitter:@laguana

Nota: Mi agradecimiento al Sr. Oswaldo Aguirre quien generosamente realizó correcciones ortográficas al texto original publicado, muy pertinentes para un escribidor en permanente aprendizaje del idioma castellano...

sábado, 18 de octubre de 2014

Constituyente, sociedad civil y partidos políticos


Por Luis Manuel Aguana

Intervención en el Foro Constituyente promovido por el partido Seguimos Hacia Carabobo, Auditorio del Colegio Médico del Estado Carabobo, Valencia, 18 de Octubre de 2014

Luego del lanzamiento de un proceso de recolección de firmas para la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, promovida por un partido político, muchos se han preguntado, y nos lo han hecho saber, cual es el rol que jugaremos de ahora en adelante aquellos que formamos parte de la sociedad civil y que igualmente hemos pero desde muchos años antes, intentado convencer a los venezolanos que ese es el camino civil correcto para enfrentar el estado de cosas generado por un régimen que ha desconocido la Constitución.

Lo primero que debemos considerar aquí antes de entrar a discutir el fondo del problema es el rol que juegan la sociedad civil y los partidos en este complejo marco situacional que hace que la opinión pública se confunda cuando ambas capas de la sociedad tienen un mismo objetivo pero aparentemente con diferente fin.

Eduardo Colmenares Finol, en su ensayo “La Sociedad Civil y el Liderazgo Político Moderno” hace una composición de lugar del rol de ambos en la sociedad: “El principal objetivo de un partido político moderno debe ser lograr un nivel de sintonía o un vinculo adecuado con la sociedad civil, con el fin de interpretar el concepto de bienestar que esa sociedad desea y de esta manera ayudarla en su proceso de maduración, en especial, en su etapa inicial de despegue desde la inmadurez política. En otras palabras, la definición moderna de los partidos políticos sería “instituciones éticas” que sirven en la intermediación entre la sociedad civil y el estado, hasta lograr un nivel de conducta política de modo que sea la propia sociedad civil la que determine el liderazgo que la conduzca a su bienestar. (1) (Subrayado nuestro)

En otras palabras, los partidos y su liderazgo no les queda otra que ser intérpretes cabales de la sociedad civil, siendo ésta la que al final determinará cuál es el liderazgo correcto de esos partidos que la conducirá a mejores estadios de bienestar. Lamentablemente eso no es lo que sucede en Venezuela. Los partidos se han convertido en imponedores de los lineamientos que al final se concretan en realidades que definen el destino del país.

Colmenares Finol incluye un ejemplo de esa afirmación cuando los partidos desvían su objetivo principal: Los partidos “también se pervierten cuando su principal objetivo es obtener el poder del estado, desvinculado de la sociedad, fragmentando de esta forma, las bases morales de la política en sí. En este caso los partidos, a través de sus lideres electos democráticamente, rompen el equilibrio que debe existir entre la sociedad civil, el proyecto político y los líderes”. Y más allá señala una consecuencia que ya hemos escuchado muchas veces: “este tipo de partidos considera a la sociedad civil organizada como una amenaza en lugar de un aliado, carecen de sensibilidad o no saben cómo percibir su presencia…”.

James Madison (1751-1836), considerado el Padre de la Constitución norteamericana, indicaba en el Federalista No 10 que las causas del espíritu de facción (que en el fondo no es otra cosa que la obtención del poder por los partidos en una democracia) “no pueden suprimirse y que el mal solo puede evitarse teniendo a raya sus efectos” (ver El Federalista en http://goo.gl/LsgP8x). Y la manera de contener esos efectos- que no es otra cosa que el abuso del poder-, es desarrollar una sociedad civil fuerte e independiente. ¿Y quien debe desarrollar esa sociedad civil fuerte e independiente? Aparentemente en Venezuela nos la tenemos que agenciar nosotros mismos, peleando por espacios que lamentablemente los partidos políticos están lejos de entender que deben darle a los ciudadanos.

Habiendo establecido esto, debemos indicar una vez más que no somos una amenaza para ningún partido político. La sociedad civil es la que debe inspirar el orden de prioridad de los partidos. La cosa es al revés, no son ellos los que imponen adonde va la sociedad, son ellos los que deben ser los intérpretes de nuestra voluntad. Somos nosotros los que indicamos que es lo que queremos y ellos establecer las estrategias para hacer realidad nuestros reclamos y solicitudes, porque si no, tal como lo indica Colmenares Finol en su obra, están incurriendo en una desviación.

El Proyecto País Venezuela es un producto de la sociedad civil venezolana. Su objetivo principal es la transformación del Estado a través de una discusión que solo puede darse a través de una Asamblea Nacional Constituyente. No es el objetivo principal del Proyecto, aunque esto resulte como una consecuencia del proceso, el cambio de los poderes públicos que en la actualidad están secuestrados en Venezuela por los representantes de un país comunista.

El objetivo principal del Proyecto es asignarle a los Estados de toda Venezuela competencias constitucionales y legislativas, amplias e integrales en materia política, judicial, electoral, tributaria, administrativa y educativa, con el fin de hacer llegar el poder a los ciudadanos y sean estos los protagonistas de su propio desarrollo, estableciendo una verdadera Constitución Federal para la República de Venezuela. A esto lo hemos llamado La Rebelión de las Regiones.

La diferencia de hacer esto de esta forma y no de la otra manera planteada, es que se evitaría volver al modelo de país de poder centralizado y desbalanceado que hizo crisis en 1998, originando todo este desastre que amenaza con llevarnos aceleradamente al comunismo. La idea es volver la cara hacia un nuevo modelo de desarrollo, quitándonos a la vez el yugo de una tiranía. Es darle una esperanza al país de que si puede haber crecimiento económico, y desarrollo social y político cuando se le dan a las fuerzas sociales en todo el país el poder económico y político para desarrollarse. ES UNA ALTERNATIVA que plantearle al país frente a un Plan de la Patria comunista, no una simple promesa que los partidos lo harán mejor después de salir de esto, solamente porque ellos lo dicen.

Todos al final buscamos lo mismo, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Si ponemos la carreta detrás de los caballos, como debe ser, de manera natural, comprendiendo el rol de cada uno, nos aseguraremos que ambos, sociedad civil y partidos políticos, llegaremos más rápido a ese objetivo. Es por eso que Venezuela nos necesita a todos…

Valencia, 18 de Octubre de 2014

Twitter:@laguana

(1)     Eduardo Colmenares Finol, La Sociedad Civil y el Liderazgo Político Moderno, Agosto 2008, ISBN 980-12-1974-2, San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela.

lunes, 13 de octubre de 2014

Cadenas de libertad


Por Luis Manuel Aguana

Decía Rosa de Luxemburgo que “El que no se mueve no nota sus cadenas”. Interpreto esta frase así: no te darás cuenta que estas sometido y sin libertad hasta que no haces algo que te haga consciente de ello, como mover tus cadenas... El acto de moverte para arrastrar cadenas exige un trabajo, exige un esfuerzo y posiblemente mucho sacrificio. Si no lo haces, te quedaras derrotado para siempre-y peor aún, sin darte cuenta-, por no decir la palabra que cabe, por lo que el primer paso es manifestarlo....

Uno nunca sabe que tan cerca está de la libertad cuando el trabajo es consistente y sin pausa. "Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe" reza el dicho popular. Pero los venezolanos no estamos acostumbrados culturalmente a eso.... Y es posible que éste sea uno de los aprendizajes más importantes de este periodo de nuestra historia. Nada que perdure se consigue sin un esfuerzo duro y consistente.

Y tal vez esa sea la razón por la cual Dios nos puso en este brete tan difícil. Para que aprendamos de una buena vez que todo lo que es valioso en la vida requiere de un arduo y constante trabajo, en algunos casos con sacrificio incluido.

Algunos en la desesperación quieren resolverlo de una vez, y eso es válido, pero más difícil...Y ojala pudieran lograrlo. Pero otros somos de la corriente realista de la gota china. Andy Dufresne, el personaje que encarnó magistralmente Tim Robbins en la película Shawshank Redemption, basada en una novela de Stephen King, se tardo 20 años para abrir un hoyo hacia su libertad solo con un martillito de geología. Si intentaba escapar por la calle del medio lo matarían sin piedad. Sin embargo el tenía la paciencia, un martillito de geólogo y todo el tiempo del mundo...

Eso no quiere decir que el cántaro no se rompa antes de tiempo y tengamos que pasarnos 15 años más en esta penuria. Eso dependerá del cántaro. Si es débil y de mala calidad, se romperá más fácil y más rápido. Pero si es más duro, igual se romperá pero más tarde, si dejamos la constancia. Si es así, la buena noticia es que se romperá. Pero hay que ser muy consistentes y focalizados.

Siempre he creído que ese cántaro socialista está mal hecho y es de mala calidad. Nació mal y su imposición a los venezolanos es y será muy difícil, cuando no imposible. Solo se sostiene con los reales de la renta petrolera, no del trabajo productivo de la gente. Con menos renta, menos posibilidades de subsistencia.

No está basado en que se construya un sistema sustentable. Sino en el "dame" hoy para para defender tu "revolución" mañana. Pero ¡ojo! Ese esquema clientelar no solo es del régimen. Lo aprendieron muy bien de aquellos que tanto odian, que para desgracia de ellos es lo que al final les pondrá la lápida encima. Y no deseamos volver a ese esquema, aunque estos se vayan.

Ahora bien, algunos me dirán ¿y cuál es el punto? Porque pudiera decirse que son conocidas todas estas verdades pero que nunca ponemos en práctica porque simplemente nosotros "no somos así". ¿Qué hay de malo en querer salir de "esto" ya? Pues que el momento y las condiciones exigen un cambio en nuestra manera estructural de afrontar los problemas. De hecho, esa es una condición necesaria para poder cambiar el sistema. Pasar el interruptor de pueblo a ciudadanos requiere de ese cambio.

Muchísima gente desea salir del régimen, muchas más de la que ellos creen. Sin embargo eso no se logrará sin una labor sistemática a favor de la democracia. El mismo Chávez confesó que se paso 20 años en los cuarteles conspirando, y hasta que no se dieron las condiciones no insurgió. Si bien es cierto fracasó en 1992, ya el daño estaba lo suficientemente hecho que logra luego desarticular completamente a nuestras Fuerzas Armadas. Ese trabajo detallado que hizo en esos 20 años no lo perdió.

Pues bien, les invito a realizar lo mismo. A trabajar de manera sistemática detallada y consistente, pero no para insurgir con las armas como hizo Chávez en 1992, sino para convencer cívicamente, a cada venezolano que nos quiera oír, acerca de un Proyecto que creemos posible para cambiar las estructuras políticas de nuestro país. Y eso es largo y  toma tiempo, como el hueco que abrió Andy Dufresne.

En lo poco que hemos recorrido Venezuela la gente queda convencida después de transmitirles el mensaje del mundo de posibilidades que se abren. No tenemos todas las respuestas pero es un planteamiento novedoso que empodera a los ciudadanos de su propio destino. No vendemos las soluciones mágicas de un Mesías o de un nuevo caudillo, simplemente de las posibilidades económicas, políticas y sociales que se abren si reestructuramos en la Constitución la manera en que se han hecho las cosas por 200 años.

En las presentaciones que realizamos, sintetizamos el objetivo fundamental del Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) como el logro de un deslizamiento del poder del centro a las regiones, empoderándolas por la vía de un CAMBIO CONSTITUCIONAL, y estableciendo un mecanismo diferente, que ya no de DISTRIBUCION DE RIQUEZA, sino de CREACION DE RIQUEZA. Crear las estructuras necesarias para que el sistema político no administre el “botín” de la Renta Petrolera de la República sino que coordine un sistema federal de responsabilidades compartidas controlado por un Parlamento fuerte, que entregue a los ciudadanos en todo el país el poder y la creatividad para generar riqueza en sus propias regiones. En otras palaras, LA REBELION DE LAS REGIONES.

Esto hay que repetirlo, repetirlo y repetirlo; y explicarlo, explicarlo y volverlo a explicar hasta el cansancio. De cambiar simplemente un gobierno por otro, no se cambiarán las condiciones de vida de los venezolanos, porque el tema no es solo cambiar el planteamiento “socialista-comunista” del régimen, sino de no volver a un sistema agotado donde el Presidente de la Republica es un Rey, administrador de todo y de todos, y de cuyas decisiones dependen la vida o la muerte de los venezolanos.

Eso ameritará quizás pasarse mucho tiempo como un apóstol peregrino por toda Venezuela, y catequizar a muchísima gente. Pero tal vez tampoco sea mucho el tiempo. Esa frase de Rosa de Luxemburgo es la clave: desde el Proyecto País Venezuela estamos abriéndoles los ojos de los venezolanos que han vivido encadenados sin notarlo. El régimen lo que ha hecho es apretar unas cadenas que ya existían. Y allí continúan. No es suficiente con aflojarlas saliendo de quienes las aprietan para continuar encadenados a quienes luego les sucedan. Hay que quitarlas definitivamente, y eso, estimados amigos, es la esencia que nos convertirá poco a poco en ciudadanos…

Caracas, 13 de Octubre de 2014

Twitter:@laguana

sábado, 4 de octubre de 2014

Voto transparente o Violencia

Por Luis Manuel Aguana

Dicen en oriente que "cuando el perro muerde a su amo, así será de bravo el bicho!". Así me sonó el Padre Ugalde en su clamor por un CNE justo y una oposición que lo reclame, como lo hemos gritado muchos desde el año 2004 (ver Constitución, movilización y votación, contra viento y marea http://elrepublicanoliberal.blogspot.com/2014/10/luis-ugalde-constitucion-movilizacion-y.html). Ojalá que los amigos del Grupo La Colina lo escuchen y, de seguir siendo los representantes técnicos de la oposición bonita ante el CNE, dejen de permitir que nos metan más "strikes" como las captahuellas en las mesas de votación, o los cambios de circuitos ilegales.

Cuantas veces aquellos que nos tildan de radicales hemos pedido eso de un "CNE justo" y condiciones electorales transparentes, más aún, que aquellos que se dicen opositores dejen de aceptar lo inaceptable. Esas lluvias trajeron estos lodos. Y es por eso que tienen auditorio quienes afirman que "esto no sale con votos".....

Las recientes elecciones del Colegio de Ingenieros de Venezuela son una prueba de lo contrario. Es posible que esto se resuelva con votos si el proceso es abierto, sin máquinas, con escrutinios manuales de la voluntad popular y con toda la observación del mundo posible. Pero ¿cómo conseguimos eso en una dictadura que no jura sobre la Constitución, sino sobre un Plan de la Patria comunista?

Por esa razón debemos ahora hilar más fino en relación a nuestra propuesta constituyente porque como ya se está diciendo, el diablo anda suelto aprovechando indulgencias con escapulario ajeno.

Desde el Proyecto País Venezuela nunca hemos propuesto utilizar ninguno de los poderes constituidos para este llamado Constituyente. Nadie sino el pueblo mismo organizado debe validar la existencia de los convocantes, ya bien sea a través de una organización de la sociedad civil ad-hoc creada para esos efectos; o bien a través de un sistema organizado basado en Asambleas de Ciudadanos donde esas firmas se recojan en planillas diseñadas para ello y queden Actas estableciendo esa voluntad del pueblo. Ya hemos circulado el modelo de planilla que proponemos para eso (ver Planilla de Recolección de Firmas - MID en http://goo.gl/Kb8pgB).

Un sistema basado en Asambleas de Ciudadanos sería interesante ya que cada comunidad sabe quien vive y quien no vive en sus predios, lo que hace indubitable para nadie que ese llamado verdaderamente se corresponda a una decisión del Soberano. Una Asamblea de Ciudadanos es un mecanismo igualmente constitucional que esta por sobre cualquier invento que pueda realizar el régimen, y es sobre todo abierto. De allí podrían incluso salir los candidatos a representantes en esa Constituyente en todo el país.

En cualquiera de los casos, esas voluntades deben ser organizadas y conservadas con las suficientes garantías para ser presentadas al país y al mundo en el momento político más conveniente. Y si aun demostrando que se tienen las suficientes voluntades para realizar una Asamblea Nacional Constituyente el régimen se niega a hacerlo, tendrá necesariamente que ceder a la presión de la voluntad popular y a la convocatoria que el mismo pueblo se de cómo Poder Originario.

Entonces, para que una solución civil sea posible sin que lleguemos a la violencia es necesario que nos contemos de una manera pacífica. Y la lógica indica que eso es parte de nuestra lucha cívica en dictadura. Lo que podemos hacer los ciudadanos es resistir civilmente, insistiendo en las calles por un proceso que nos reunifique para reconstruir el país poniendo como condición indispensable que el voto sea transparente.

Nuestra propuesta insistente es la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo de reencuentro real pero requiere que los votos sean contados de una manera tal que todos los venezolanos tengamos el convencimiento que el proceso fue limpio y transparente. ¿Y cómo lograr un voto transparente? ¿Cómo lograr que un régimen de esta naturaleza se cuente?

La respuesta sigue estando en las calles. Pero con una diferencia: una cosa es protestar en las calles para que el régimen se vaya y otra muy diferente es exigir que se cuente democráticamente. Y no solo es diferente ante los ojos de los venezolanos sino ante al mundo entero. Una cosa es que nos vean en el mundo pidiendo por la renuncia de un régimen al que perciben en todas partes como electo con votos en democracia; y otra muy diferente es exigir, como lo indica la Constitución, la convocatoria a una Constituyente con unas firmas que demuestren la validez de esa convocatoria y que esos delegados Constituyentes sean electos sin las maquinitas del régimen, con votos abiertos a los ojos de observadores nacionales e internacionales. Voto Transparente debe ser la consigna.

Nadie puede negarnos la democracia. Ese es el estandarte del mundo civilizado. Si el Poder Originario del pueblo venezolano no se impone ahora debido a la fuerza de unos poderes constituidos corruptos, a la larga terminará imponiéndose en la misma medida que ese pueblo entienda bien quien es el verdadero dueño de la soberanía.

No vemos otra salida a la potencial violencia que la situación actual somete al país. Al régimen no le está quedando otro expediente sino el de la provocación violenta para desviar la atención de un pueblo al que no le puede materialmente cumplir. Al sistema comunista no le queda otra alternativa que llamar a la violencia para imponerse. Y si pisamos ese peine estaremos luchando con desventaja en su terreno. Nuestra ventaja sigue estando en la paz y en el voto transparente como solución a la violencia, siendo esta la vía más idónea para recuperar la democracia en Venezuela.

Caracas, 4 de Octubre de 2014

Twitter:@laguana