sábado, 12 de marzo de 2016

“Autosuicidio” en Primavera

Por Luis Manuel Aguana

De entrada me sorprendió positivamente que la Asamblea Nacional estuviera cocinando una Ley de Referendos para enfrentar las perversas normativas del CNE en relación a la convocatoria de los Referendos Revocatorios y de otros tipos que establece la Constitución. Hacía falta. El CNE había venido haciendo de la suyas para evitar que fueran destituidos funcionarios que por sus actuaciones, no solo merecen ser revocados sino que se han convertido en tóxicos para el bien de la Nación.

Pero una cosa es que haga falta un Ley de Referendos y otra muy diferente que la Asamblea Nacional se haya “fusilado” la actual normativa, y sin ningún cambio sustantivo cercene el espíritu establecido en la Constitución de que la iniciativa popular constituyente sea conducida por el propio detentador de la soberanía. De nuevo, el Poder Constituido tratando de establecerle pautas al Poder Constituyente Originario, pero esta vez por parte de la oposición oficial.

La normativa actual del CNE y ahora el Proyecto de Ley de Referendos aprobado en primera discusión (http://www.asambleanacional.gob.ve//uploads/botones/bot_e1e24955f3d466bee7c5b4b27a039d061dea8462.pdf) insisten en ponerle limites a un derecho ciudadano,  estableciendo lugares y días predeterminados para las manifestaciones de voluntad, con la utilización de captahuellas e incluso “pedirle permiso” a un Poder Constituido (CNE) para ejercer nuestra soberanía. Eso es inaceptable. Pareciera que esa ley fue escrita por la fracción del régimen en la Asamblea Nacional.

Ya me parecía extraña una Ley de Referendos “express” donde lo que hicieron fue copiarse la normativa fatídica del CNE,  y adecuarla a los propósitos de la oposición oficial, sin un estudio concienzudo de un tema de significativa relevancia para el país.

¿Porque allí nadie se le ocurrió que de forma permanente, a la mitad de cualquier periodo de funcionarios de elección popular, se abra un “lapso de revocatorio” donde se establezca un tiempo –un mes por ejemplo- durante el cual cualquier ciudadano puede concurrir a SU centro electoral –aquí y en el exterior- donde se voto por dicho funcionario, se identifique, y SOLO CON SU CEDULA DE IDENTIDAD, que es el único requisito para votar en este país, indique que lo desea revocar?

Y si en ese mismo periodo de tiempo se alcanza el número de manifestaciones mínimas establecidas, se proceda a la convocatoria de un proceso revocatorio, semejante a un proceso electoral, y con las mismas garantías para los electores y el funcionario en cuestión, se proceda a ese Referendo Revocatorio en los mismos centros. ¿Por qué ponerlo complicado limitando nuestros derechos ciudadanos? El CNE perfectamente puede definir centros permanentes para hacer eso en todo el país. Si pueden comprar maquinas en contratos multimillonarios no creo que les sea problema mantener centros clave para eso de manera permanente.

Se dejó una norma que ahora no es de “ellos” -el gobierno- sino “nuestra” -la oposición oficial- pero que no beneficia a los ciudadanos que padecemos los desmanes de los funcionarios, que una vez que se hacen con un cargo de elección popular piensan que son dueños de la gente y sus recursos, sino a favor de los partidos que llevan a esos funcionarios.

En una pasada nota reclame la necesidad de esa ley si se le quería solicitar el Revocatorio al Ilegitimo (ver Revocatorio y Constituyente en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/01/revocatorio-y-constituyente.html). Sin embargo no se entendió o no se quiso entender. Pareciera que con esta estratagema se le está haciendo un saludo a la bandera para decir que se cubrió el extremo de una ley necesaria pero con una consecuencia maliciosa: se le está poniendo una regulación a quienes intentemos a través de la vía del Poder Originario convocar al pueblo para discutir el país en una Asamblea Nacional Constituyente, ya que se pasa por la misma normativa a  los referendos y a la iniciativa popular para convocar al Constituyente. Y ambos enfoques son completamente diferentes.

Una cosa es que se regule la convocatoria de referendos e iniciativa constituyente de parte de los Poderes Constituidos y otra muy distinta es que se lo haga al depositario de la Soberanía. Indicaba en esa nota que esa ley debía regular la convocatoria por parte del mismo soberano con el 15% del Registro Civil y Electoral pero debería protegerse para que el MISMO soberano regulara su propia convocatoria porque el poder del Soberano está por encima de los Poderes Constituidos. Y es sumamente sospechosa esa jugada ya que mata con una sola piedra dos obstáculos importantes para las aspiraciones de poder de un grupo perfectamente identificado en la Asamblea Nacional.

Capriles ya está en la calle está reclutando voluntarios y adeptos sin que esa normativa exista todavía como ley de la República. Y es sospechoso porque de acuerdo a la nueva Ley de Referendos el CNE decide cuando y donde se recogen, y además usando captahuellas, exactamente igual que lo hace la normativa actual (con algunos días adicionales). Parecería que el gobierno está actuando a través de la oposición oficial para imponer un gatopardismo de cambio para que nada cambie.

Volvemos de nuevo a la jugada necia de usar lo mismo que hace el gobierno pero a favor de la oposición, en detrimento de los ciudadanos. En la política debería existir un poco más de ética en el desempeño de algunos liderazgos políticos. ¿No les parece que sería de un comportamiento ético innegable que Henrique Capriles se guardara sus aspiraciones hasta tanto aquellos dirigentes presidenciables –Leopoldo, Ledezma, Rosales- que están presos recuperen su libertad y puedan competir con él en igualdad de condiciones?

Una Asamblea Nacional cuya “primera fracción” está dominada por el partido de Capriles estaría utilizando esa “ventaja” que le está dando el hecho que la “competencia” esta presa para aprobar una ley que asegure –en el mejor de los casos- que solo habrá un competidor en la arena después de revocado el Ilegitimo, y además que se les haga muy cuesta arriba a los ciudadanos convocar a una Asamblea Nacional Constituyente por Iniciativa Popular, no solo para liberar a los presos políticos sino para establecer nuevas reglas de juego en todo el sistema.

Les hago un llamado a todos los Diputados de la oposición de la Asamblea Nacional -no a sus partidos- acerca de cuáles pueden ser las consecuencias de aprobar esa Ley de Referendos en los términos que están planteados en la primera discusión. Nos estamos jugando al país y creo que sus partidos lo están sacrificando en el altar de las  aspiraciones mezquinas de sus dirigentes. Con esa Ley aprobada en los mismos términos de la actual normativa del CNE, Maduro no solo ganará ese Revocatorio sino que posiblemente entierren USTEDES MISMOS la última posibilidad de la democracia en Venezuela, paradójicamente de las manos de una mayoría calificada que el mismo pueblo, hastiado del régimen, les dio el 6D-2015. Como diría un ex Presidente de la democracia, todo un “autosuicidio” en Primavera…

Caracas, 12 de Marzo de 2016

Twitter:@laguana

martes, 8 de marzo de 2016

No sin educación

Por Luis Manuel Aguana

A mi padre

Algunos tal vez piensen que esta nota es muy personal. Yo al comenzar a escribirla lo pensé también, pero me di cuenta, como lo verán más adelante, que no es así. Estamos ya a más de 15 años de haber comenzado el siglo XXI y todavía existen, como existieron en el siglo XX, manifestaciones de un pasado que no se acaba de ir para comenzar uno nuevo. Dicen que la modernidad de Venezuela comenzó 35 años después de comenzado el siglo XX, a la muerte de Juan Vicente Gómez.

Y así como ocurrió antes de un siglo para otro, aun permanecen individuos que fueron criados de una manera, para algunos completamente desconocida y que ahora forma parte de la historia; su accionar en vida como seres humanos obedecía -y aun obedece porque aun no se han ido todos- a las reglas del siglo XIX. Uno de esos fue mi padre, Raúl Aguana Figuera, personaje nacido en Puerto Píritu, un pueblito del oriente del país para ese entonces rural en la primera parte del siglo pasado, y cuya manera de actuar en su vida respondió a esas reglas, donde las cosas no tenían grises sino blancos y negros.

Era muy difícil en esos años para alguien de sus condiciones, una clásica familia trabajadora del interior, estudiar en una universidad, ni siquiera en un buen liceo. Tuvo que trabajar y estudiar en la ciudad importante más cercana, Barcelona, Estado Anzoátegui, para graduarse de Bachiller, y hacerse paso luego a la capital a estudiar una carrera universitaria. De verdad que aquellos que llegaban en esa época a estudiar en la universidad eran unos personajes fuera de serie y por eso valoraban tanto sus estudios porque les había costado muchísimo lograrlos. Tal es la razón por la cual para quienes somos hijos de esos personajes la educación tiene un significado diferente.

Y en el caso de mi padre, fue muy duro y tuvo que realizarlo en dos pasos. Primero una carrera corta que le permitiera sobrevivir para luego estudiar lo que en realidad quiso, sus estudios de Derecho, y de los cuales en realidad nunca vivió sino de lo que realmente fue la profesión de su vida, la docencia. Paradójicamente, esa “carrera corta” como profesor de Ciencias Sociales titulado en el Pedagógico de Caracas, que en aquel entonces se realizaban en tres años, fue su vida completa.

Militó activamente en su juventud en Acción Democrática logrando posiciones de dirigencia en la Parroquia San Agustín. Participó en el famoso mitin de cierre de la campaña presidencial de Rómulo Betancourt en 1958, en la parroquia donde el principal líder de AD había sido Concejal. Luego de eso Betancourt lo mando a llamar para ofrecerle una importante posición del partido y del gobierno en el Estado Anzoátegui, la cual rechazó porque prefirió continuar sus estudios de Derecho en la Universidad Central, abandonando de esa manera una prometedora carrera en la política. Rómulo le dijo que estaba cometiendo un error. Y posiblemente haya sido así, pero él nunca juzgó la política como una “profesión”.

Siendo militante de Acción Democrática, como educador participo en la división del MEP, trabajando activamente por la candidatura de Luis Beltrán Prieto Figueroa a la Presidencia de la República. Lamentablemente pronto se desencantó del funcionamiento interno del partido al notar lo que todos notan en todas las organizaciones políticas: la lista de quienes logran con su trabajo que los dirigentes principales surjan no siempre se corresponde con la lista de quienes terminan ocupando las posiciones relevantes.

Es por eso que mi padre nunca fue un político de profesión sino más bien un estudioso y analista de la política. Muy conocedor de los actores políticos de los principales partidos, conocía especialmente cuales podrían ser sus actuaciones. Largas conversaciones familiares desde muy temprano de mi vida de estudiante universitario transcurrieron en oír los cuentos del “who is who” de la política venezolana.

Al dedicarse de lleno al tema educativo, en especial como profesor de la Academia Militar y la EFOFAC (Escuela de Guardias Nacionales de entonces), su formación no pudo ser más completa en la Venezuela de ese tiempo al comprender como nadie, siendo civil, a los militares y a los políticos. Se pasó más de 30 años formando militares. Todo el mundo creía que era uno, y de hecho lo era en formación y esencia, aun cuando no haya portado nunca el uniforme, al punto que su doctorado fue en Derecho Militar.

De nuestra casa entraban y salían militares. Los fines de semana llegaban cadetes uniformados de la Academia Militar a recibir clases y consejos. Nuestra formación de casa tuvo que ver mucho con eso. Conectando el siglo antepasado con el pasado, mi padre transmitió a sus hijos una impronta muy difícil, al transmitirnos los mismos valores que enseñaba en ese medio.

Sus éxitos en la administración pública educativa tuvieron mucho que ver con la disciplina adquirida de su experiencia con los militares de ese entonces, aunado a la honestidad y pulcritud en el manejo de los asuntos, lo que lo hizo un administrador educativo de excepción. Durante su paso por la Dirección del Liceo Andrés Bello de Caracas, Carlos Andrés Pérez en su primera presidencia, fue el único Presidente que pudo visitar sus instalaciones en el tiempo en que los comunistas tenían tomada la educación media en la capital. Era en ese entonces mi amigo Diego Arria el Gobernador de Caracas. Muchos todavía recuerdan eso.

Ya retirado se dedicó a escribir, y su última obra se la dedicó a la educación universitaria. Mis hermanos y yo intentamos sin éxito que fuera publicada por una universidad. Decidimos que antes que se fuera, su libro “La Universidad, institución fundamental de la cultura en la civilización occidental” (ver http://universidadculturaycivilizacion.blogspot.com/) se publicara en formato digital como un homenaje permanente al esfuerzo que había hecho de comunicar sus inquietudes e ideas en el área educativa.

En sus últimos años conversamos muchísimo de la política actual y las razones por las cuales se había llegado a este desastre, haciendo siempre una evaluación concienzuda de cada momento, y consistentemente llegábamos a la misma conclusión: los partidos políticos desviaron su principal razón de ser, que no es otro que el bienestar de la población, a favor del enriquecimiento de sus lideres y su permanencia en el poder.

Pero eso solo podía salir de una cosa: las personas son presas fáciles del populismo partidista en la medida que más bajo es su nivel educativo. Venezuela es pasto fácil de esa enfermedad recurrente. Y eso se corresponde con una cita que en estos días me escribió mi estimado amigo Don Rafael Grooscors: “Víctor Raúl Haya de la Torre, en 1965, me explicó, personalmente, por qué, para él, era inconcebible darle el voto a los analfabetas”. Y eso tiene relación directa con eso.

Los temas de la deserción escolar, la delincuencia proveniente de eso en el largo plazo, en especial la educación de los adultos, eran temas que lo preocupaban especialmente. De la última conversación acerca de política que sostuve con él antes de caer en su crisis terminal, me dejó particularmente preocupado. Le comenté de los avances que hemos estado haciendo en relación al tema constituyente del cual tanto le había hablado. Al preguntarle, papá  ¿tú crees que en la Venezuela que conoces podamos cambiar de verdad el sistema político? Su respuesta fue terminante: No sin educación.

Luego de eso y al verlo partir este fin de semana, no dejo de pensar que el mejor homenaje que podremos hacerle a su memoria y a la vida de educadores como mi padre y su dedicación por ese apostolado, es luchar por un pueblo más y mejor educado, como el único antídoto que nos queda para evitar que la tragedia actual se perpetúe en Venezuela. Educación, educación y más educación. Solo así podremos comenzar de verdad el siglo XXI.

Caracas, 8 de Marzo de 2016

Twitter:@laguana

viernes, 4 de marzo de 2016

Constituyente: la última frontera

Por Luis Manuel Aguana

Luego de varias semanas de una interminable espera ya decidieron. La MUD informo finalmente a los venezolanos que estratégicamente no se conformarán con un solo mecanismo sino con todos ellos para terminar constitucionalmente con el régimen del Ilegitimo (ver http://sumarium.com/en-las-proximas-horas-la-mud-podria-dar-a-conocer-el-mecanismo-para-salir-de-maduro/). Me satisface que hayan tomado la decisión que había sugerido en mi nota pasada (ver Que las intenten todas http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/que-las-intenten-todas.html), ya que era de verdad una tontería no hacerlo porque no eran de ninguna manera excluyentes.

Sin embargo llama la atención que el Coordinador de la MUD, Jesús Torrealba, dejara condicionada la aplicación de la solución constituyente solo “si el oficialismo intenta obstruir estos mecanismos constitucionales”, cosa que todos sabemos que  indefectiblemente hará.

Aun así, la decisión es un avance importante y hay que reconocerlo. Pareciera que poco a poco en la MUD les va cayendo la locha que no hay que perder más el tiempo en discusiones estériles y comenzar ya a trabajar quienes estamos proponiendo alternativas concretas para la sustitución constitucional del régimen. Aquí no se trata de un concurso necio de ver quien tiene la razón. Es país es una bomba de tiempo que Maduro quiere que estalle a su conveniencia irresponsable y no se le puede permitir.

Sin conocer la base estratégica de la MUD en la Asamblea Nacional, estimo que ya se debe estar trabajando en la legislación que sustituya a las obscenas resoluciones del CNE que regulan la materia de Revocatorios: la Resolución No. 020702-036 del 7 de Febrero de 2007 y la No. 020327-341 del 27 de Marzo de 2007, ambas inconstitucionales y perjudiciales para convocar referendos revocatorios o cualquier cosa que requiera de la consulta del pueblo. Sería necio (ojo Capriles) por decir lo menos, trabajar para solicitar un referendo revocatorio sin resolver esa realidad antes. Así que los que invocan esa solución, en lugar de andar gritándole a la gente en las calles de todo el país que un revocatorio resuelve esto, empiecen por el principio aprobando una Ley de Referendos.

Por otro lado, constitucionalmente habría que sacar en ese Revocatorio al menos un voto más de lo que sacó Maduro en el 2013 para destituirlo. Semejante esfuerzo no tiene ningún sentido si puedes hacer más con mucho menos que es la convocatoria del soberano con el 15% del electorado para la convocatoria del constituyente. Pero bueno, ese tema ya lo hemos analizado antes en este blog. Lo importante ES QUE LO INTENTEN que ya es bastante.

Ahora bien, si ya conocemos cual será la respuesta del régimen (siempre me he preguntado, incluso desde la  época de Chávez,  porque la oposición oficial siempre tropieza con la misma piedra, ya que el gobierno todo el tiempo dice lo que van a hacer, como acaba de afirmar Diosdado en estos días indicando que lo bloquearían todo), entonces ¿por qué esa persistencia absurda de decir “si nos trancan vamos a una constituyente”? ¿Es que creen que no lo harán? ¡Hay que ir y punto! Pero ese no es el proceder de nuestra oposición oficial.

Entonces la constituyente será la última frontera, y cuando el régimen ya le haya dado todas las patadas que quiera a nuestras propuestas para conducir un cambio de manera pacífica y constitucional, con sus pateadores oficiales del TSJ, entonces se le dirá a un país destruido y exangüe que ahora si iremos a una constituyente. ¿Por qué será que no quieren ahorrarnos ese calvario?

Sin embargo, se ha hecho poca discusión en relación a las dos modalidades establecidas en la constitución.  ¿Y porque digo dos y no cuatro que son las que se enumeran en el Artículo 348? Porque una modalidad deviene de la Constituyente convocada por los poderes constituidos (por algunos llamada constituyente derivada, precisamente de los poderes constituidos), y la Constituyente por iniciativa popular, la del dueño de la soberanía. Y esa la llamamos Originaria porque proviene del depositario de la soberanía. Menuda diferencia, no? Una cosa es que la convoque el dueño directamente -Originaria- y otra que la convoquen los poderes delegados por el dueño en segundo grado.

Ahora bien, el caso que ha sonado es la posibilidad de la convocatoria constituyente por parte de la Asamblea Nacional, uno de los poderes constituidos. Esto se daría en el caso de existir los 2/3 de sus integrantes, cosa que el régimen se ocupado de retrasar o al menos poner en tela de juicio con los diputados de Amazonas. Esa estrategia hasta ahora ha sido exitosa con lo cual esperar que esa opción resuelva el problema genera una nueva incertidumbre.

La opción que un grupo de ciudadanos hemos impulsado es la convocatoria Constituyente por parte del dueño de la soberanía, esto es la iniciativa popular constituyente. Esta convocatoria no tiene obstáculo alguno, las reglas no las ponen los poderes constituidos y su efecto es mandatorio para todos. Si recogemos el 15% de las firmas del Registro Electoral tenemos el derecho de convocar al Constituyente y proceder a elegir a sus representantes de acuerdo a las reglas que ese mismo pueblo ordene con su iniciativa. ¿Y porque eso no se ha hecho hasta ahora? Buena pregunta. Los ciudadanos tenemos la palabra.

Chávez consultó al poder del pueblo basado en una sentencia de la antigua Corte Suprema de Justicia, e invocando a ese mismo poder para decidir su destino, y convocó y eligió a una constituyente EN MENOS DE 6 MESES, pasándole por encima a la Constitución de 1961 en el proceso.

En los primeros días de agosto de 1999, el Presidente de la República estaba poniendo a la orden su cargo a la Asamblea Nacional Constituyente. Ahora pregunto yo, ¿cómo si ahora la vaina está en la Constitución, y existen no una sino cuatro maneras de convocar al constituyente con una precisa norma constitucional que dice que podemos convocarlo con el 15% del Registro Electoral, todavía hay gente que salga y diga que una constituyente dura año y medio? ¿Será que nos creen estúpidos? A lo sumo durará lo mismo en convocarla y elegirla si se tienen todos los elementos a favor (120 días), así como la designación por parte de esta Asamblea Nacional Constituyente de un gobierno de transición mientras se decide un nuevo Pacto Social que se traduzca en una nueva Constitución. Entonces definitivamente hay gente interesada que se de una cosa u otra y no precisamente a favor de los pendejos que somos nosotros.

Por eso creo, y se los digo sin la pasión muy propia de estos tiempos, una Constituyente ahora es la última frontera pero DE LOS CIUDADANOS. Ya basta de creer que otros arreglarán lo que nos corresponde a nosotros. Ya basta de esperar que alguien descienda de sus intereses grupales o políticos para que dejemos de sufrir. Esa no existe. Solo existe el poder que nos da el ser ciudadanos de un país con una constitución que dice claramente que somos dueños de nuestra soberanía. Convoquémonos y decidamos entonces...

Caracas, 4 de Marzo de 2016

Twitter:@laguana

jueves, 25 de febrero de 2016

Que las intenten todas

Por Luis Manuel Aguana

Lo que me quedo claro del Foro que se produjo el miércoles 24 de febrero en El Nacional promovido por el Frente de Entendimiento Nacional, para analizar las soluciones constitucionales a la crisis política, fue que muy pocas personas estuvieron en desacuerdo con la realización de una Asamblea Nacional Constituyente, acordando que si era necesaria la modificación constitucional en varios aspectos fundamentales. El desacuerdo estuvo en el cuándo hacerla.

Sin embargo el tema, mas allá de corregir ciertos aspectos que se consideran indispensables, como la reelección indefinida, los poderes ilimitados del Presidente para la designación de altos oficiales de la Fuerzas Armadas, o la posibilidad de la disolución de la Asamblea Nacional de manos del Presidente de la República, nuestro planteamiento constituyente va más allá de eso.

Es el replanteamiento de una estructura constitucional que deja por fuera a las regiones en su desarrollo económico y político fundamental, al no asignarle la suficiente independencia financiera para que las autoridades regionales y municipales del país puedan resolver los problemas de su gente; es el desbalance entre los poderes del Presidente de la Republica y quienes deben controlarlo; es la representación genuina de los Estados y su poder político especifico frente a un Estado que se define como Federal y Descentralizado.

Esa redefinición pasa por un estudio armonizado y pormenorizado de lo que queremos como país en concordancia con el texto fundamental. Es por ello que al plantear el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) en sus más de 100 objetivos fundamentales, no solo no vemos unos pocos cambios cosméticos en la Constitución sino modificaciones que nos lleven a una verdadera estructura política y funcional acorde con el desarrollo de un nuevo país, que sea capaz de enfrentar el hecho que dejamos de ser los mantenidos de la venta de un bien de la naturaleza que simplemente se realiza en el mercado internacional, y que no es el producto de nuestro trabajo e ingenio.

Eso es en realidad lo que diferencia nuestra propuesta de todas las salidas planteadas a la crisis en ese foro. Porque el tema va más allá de "sacar a Maduro" y a su banda, ya que la crisis es estructural. Y aunque ese no es nuestro planteamiento va en la dirección de la solución del problema político estructural porque en realidad ambas cosas tienen un origen común.

Ahora bien, luego de oír todos los planteamientos hechos en relación a una decisión a tomar por la oposición, donde el criterio que prevalece es que "tan rápido" puede producirse la salida del Ilegitimo de Miraflores, no vi nada excluyente en ninguna de esas salidas. Esto es, si se iniciaran todas ellas al mismo tiempo y se desarrollaran concurrentemente en el tiempo, lo que cabría es preguntarse cuál de ellas coronaria primero. Eso nos ahorraría el desgaste de “escoger” una y debatirnos en cuál es la mejor. Entonces, ¡que las intenten todas!

Lo que pasa es que a los venezolanos nos gusta hablar mucha pendejada y proponer muchas veces sin sustancia, pero que otro sea el que haga y se responsabilice. De esa manera no hay forma de equivocarse porque el que hace es el único que puede cometer errores. Entonces mi propuesta, hecha con la mayor seriedad posible, es que el que plantee una solución la inicie, la implemente y la sostenga hasta el final y solo el éxito en conseguir el objetivo le dará la razón.

En estas condiciones podemos comentar algunas de las propuestas presentadas en ese foro:

a) La Enmienda Constitucional. Propuesta e iniciada por la Causa R. Tiene la gran ventaja que aborda el recorte del periodo constitucional y la eliminación de la reelección indefinida, aspectos importantes pero muy puntuales. De fácil aprobación por la Asamblea Nacional, deja las soluciones reales a un año vista que es el momento donde un nuevo Presidente se haría cargo del desastre castro-chavista-madurista. De acuerdo a lo que le entendí a Andrés Velásquez, van con eso dispuestos a llegar hasta el final. Si no se hace más nada y se aprueba, los venezolanos tendríamos que esperar un año para recoger los pedazos que queden luego que Maduro y su banda terminen de destrozar al país;

b) Revocatorio del Presidencial. Sería la manera lógica y natural de sacar al Presidente porque eso está previsto para esos casos en la Constitución. El problema se halla en las condiciones que ha impuesto en su normativa la banda del CNE para revocar a cualquier funcionario (descritas en mi nota del mes pasado Revocatorio y Constituyente en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/01/revocatorio-y-constituyente.html). La manera sensata en que alguien intente eso sin engañar a los venezolanos es que se haga LUEGO de aprobarse una Ley de Referendos, ya que su no existencia es la excusa que han utilizado en el CNE para aprobar una normativa que impide que se revoque a cualquier funcionario rojo-rojito. De esa manera la Asamblea Nacional debe legislar en la forma en que se convoque al pueblo para revocar a un funcionario de una manera justa y transparente. Si usted oye a alguien decir que va a revocar a Maduro sin que exista esa legislación previamente LO ESTA ENGAÑANDO o está coludido con el régimen para que Maduro se quede hasta el 2019. Si se revoca a Maduro por esa vía con una Ley que establezca de una manera justa ese proceso, simplemente se hace y lo revocamos. Se va el Ilegitimo y se convocan elecciones en 30 días, sin desmedro de que antes se haya aprobado la enmienda de recorte del mandato presidencial.

c) La Renuncia. Ya sea voluntaria o no, forzada por las condiciones del país o porque se pruebe en definitiva que Maduro tiene doble nacionalidad, o por lo que sea, tiene los mismos efectos que b): se va y se convocan a elecciones en 30 días. Seguirían posteriormente los efectos de un recorte de mandato por una posible enmienda aprobada por el pueblo de acuerdo a la propuesta de la Causa R.

d) Huelga General. Propuesta por Douglas Bravo y su grupo. Esto sería en términos prácticos el pueblo en la calle forzando a que se vayan porque no los queremos. Tiene el mismo efecto de b) y c).

e) Convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Ese sería el deber ser. Sin embargo atenta en contra todos los intereses de la oposición formal y electorera porque deja al pueblo la vía libre para decidir los destinos del país por encima de los poderes constituidos: Ni los unos ni los otros. Discutir al país que queremos los venezolanos, generando un nuevo Pacto social con Reconciliación que le dé estabilidad a Venezuela. De esa forma intervendrían todas las fuerzas naturales, opositoras o no, para discutir las propuestas que existan. Puede convocarse vía la Asamblea Nacional con los 2/3 de sus integrantes o por vía de la iniciativa popular con el 15% del electorado inscrito en el Registro Electoral. Existen dos formas adicionales previstas en el Artículo 348 constitucional pero las descartamos en este análisis. Como aun esta planteada la discusión de la inexistencia de los 2/3 por la ausencia de los Diputados por el Estado Amazonas, descartamos la vía de la Asamblea Nacional. Nos queda la convocatoria por el mismo pueblo de Venezuela: la iniciativa popular. Eso es lo que comenzaremos a hacer en breve aquellos que pensamos que ese es el mecanismo, no solo de resolver el tema del Ilegitimo y su régimen de iniquidad, sino para corregir los graves defectos estructurales en el sistema político y constitucional que han impedido el desarrollo de Venezuela.

¿Es posible iniciar un proceso constituyente por iniciativa popular sin el concurso de los sectores políticos? Es muy difícil pero no imposible. A los factores políticos les ha costado anteponer sus intereses electorales al bienestar del país. Se puede entender pero no aceptar. Debo señalar que no todas las fuerzas políticas se oponen al llamado constituyente. Muchas han manifestado, como es el caso del partido Voluntad Popular, que esa es la vía correcta de abordar este grave problema.

Un grupo de venezolanos encabezados por el Dr. Enrique Colmenares Finol, estamos intentado que cualquier cosa que se haga en relación al tema constituyente sea inclusivo y que sea una propuesta de la mayor cantidad de factores que aspiran a un mejor país, abordando los aspectos que nos unen, no los que nos distancian. Pronto les informaré desde esta tribuna los pasos concretos que estaremos dando en ese sentido en el cortísimo plazo para que todos los venezolanos nos involucremos en esta cruzada. Por lo pronto aquellos que no creen en esta solución y apuesten por otra, les sugiero que comiencen a implementarla como nosotros ya hemos comenzado a hacerlo desde hace meses. Y por favor, no se queden solamente en la propuesta, e intenten la que crean más inmediata ya, para luego es tarde…

Caracas, 25 de febrero de 2016

Twitter:@laguana