martes, 5 de julio de 2016

El 5 de Julio y la paradoja generacional

Por Luis Manuel Aguana

Tenía tiempo por escribir de este tema pero no se había presentado el contexto adecuado para hacerlo. Y este me lo acaba de obsequiar el ex Presidente del gobierno español Felipe González, en un excelente artículo en relación al Brexit, al citar el papel de las viejas generaciones en esa histórica decisión para la Unión Europea:

“Y en Gran Bretaña los jóvenes han votado por su futuro en Europa y han perdido. Han perdido por la decisión de los mayores. Gran paradoja interna: El futuro lo deciden los que no lo tienen…” (El País, Felipe González Márquez, Incendió la casa para salvar los muebles y se quedó sin casa y sin muebles…

Y ciertamente esta es la paradoja generacional. El futuro lo imponen los mayores, quienes por razones biológicas estarán siempre primero y son ellos a quienes les corresponde establecer el curso de los acontecimientos, aun cuando no vayan a sufrir las consecuencias de sus decisiones. De allí la altísima responsabilidad de la generación que le toca la conducción de un país.

De un extraordinario análisis de la Economía Mundial hasta junio de 2016 publicado por mí viejo y estimado profesor de Política Económica Internacional, el Dr. Guillermo Márquez, nos destaca que la salida del Reino Unido tendrá duras consecuencias para ese país, la Unión Europea y para el mundo en general. Todo esto originado por el populismo que han aplicado los lideres de ese país, algunos de ellos enemigos de la integración europea, tal y como lo reseña otro de mis recordados profesores, el Dr. Abdón Suzzarini en análisis complementario (ver Guillermo Márquez, La Economía Mundial: Análisis Final del 2015 y hasta junio del 2016. BREXIT y Abdón Suzzarini, Brexit, la Integración Económica y Venezuela en http://masterecointerucv.blogspot.co.uk/2016/07/economia-mundial.html).

Por razones políticas internas, el Primer Ministro Cameron baja al Reino Unido del tren de la Unión Europea, sin un plan alternativo, como indica Felipe González. Parece ser que la irresponsabilidad política no solo es patrimonio latinoamericano, como bien dice el Dr. Suzzarini en su análisis.

¿Por qué traigo a colación esta situación en Europa, que está colocando al mundo en el umbral de una nueva recesión? Porque, de nuevo, las decisiones de los liderazgos políticos, en este caso en un país de importancia mundial, tienen repercusiones mas allá de sus propias fronteras -dada la importancia del país en cuestión-, pero definitivamente devastadoras para quienes viven allí, de acuerdo al análisis de mis estimados profesores.

La experiencia del caso del Reino Unido, donde para ganar unas elecciones su liderazgo político prometió llevar a Referendo la salida del país de la Unión Europea, por las manifestaciones externas de lo que conllevaba estar atado a la Unión, como es el caso de la inmigración que todo el mundo allá considera intolerable, no midió en el camino que la City de Londres dejara, por ejemplo, de jugar el papel preponderante en las finanzas internacionales que siempre ha jugado y su peso indiscutible en el PIB del Reino Unido (16% del PIB en 2015, como indica el estudio del Dr. Márquez).

Esos son ejemplos muy actuales de decisiones políticas que tienen consecuencias ulteriores que no son medidas por quienes las toman –aún en esos países desarrollados- y una vez tomadas son de difícil retroceso, afectando a todo el mundo, no solo a quienes las tomaron. Pronto veremos el desenvolvimiento de esas consecuencias; y aunque no sepamos cómo terminará el caso del Brexit para el Reino Unido, lo importante aquí es la ligereza de decisiones tomadas de forma populista que tienen un impacto nefasto  sobre un país, y que se encuentran en manos de políticos inescrupulosos. Y eso es lo que deseo recalcar aquí.

Venezuela está plagada de políticos inescrupulosos. Eso lo hemos constatado a lo largo de la historia y en especial en estos últimos 17 años (el castro-chavismo-madurismo no tiene ese monopolio). Pero, ¿qué derecho tiene Henry Ramos Allup y toda la bancada opositora de la Asamblea Nacional de decidir un futuro que ellos, en su mayoría, no tienen, a las nuevas generaciones de venezolanos? ¿Cuál es la razón de no terminar ya con el gobierno de Nicolás Maduro?

La Dra. Blanca Rosa Mármol de León, ex Magistrada Emérita del Tribunal Supremo de Justicia, en una carta que puede ser considerada histórica, le ha dado suficientes argumentos jurídicos a la Asamblea Nacional para proceder a la destitución del Presidente de la República (ver http://www.lapatilla.com/site/2016/04/21/carta-de-la-exmagistrada-blanca-marmol-de-leon-a-ramos-allup-sobre-supuesta-doble-nacionalidad-de-maduro/), al corresponderle a este ultimo la demostración de su condición de venezolano con solo una nacionalidad. La Asamblea Nacional persiste en desestimar la contundencia de ese argumento e ignorar la exigencia de millones de venezolanos que votaron por ellos para un cambio el 6D/2015.

Si el Referendo Revocatorio ya murió, de acuerdo a noticias aún no confirmadas de que el TSJ evitará con una de sus famosas sentencias que se realice este año, ¿quien decidirá entonces el destino de Venezuela? Porque al parecer ya estamos viendo que quienes lo terminaran decidiendo por omisión serán aquellos que elegimos el 6D/2015. Y como en el caso europeo, parafraseando a Felipe González, los jóvenes votaron su futuro en diciembre por una dirigencia que prometió en enero resolver el problema en seis meses y va derecho a perder. Y perder por decisión de sus mayores. La gran pregunta es ¿dejaremos que eso pase?

El 5 de Julio de 1811 representantes de 7 de las 10 provincias de la Capitanía General de Venezuela declararon su independencia de la Corona de España. Esa decisión tomada hoy hace 205 años por la dirigencia política venezolana de su tiempo nos cambió el curso de la historia, teniendo efectos sobre la población de entonces. Trajo una guerra, la muerte de la mitad de la población y un país sin recursos para reconstruir. Fue una decisión política trascendental tomada por hombres trascendentales, sabedores que su decisión afectaría el futuro de todas las generaciones por venir.

Estamos ahora frente a un desafío de magnitudes comparables con un pueblo muriendo y pasando hambre, y un país invadido por fuerzas extranjeras. Sin embargo no vemos a los hombres trascendentales en nuestra dirigencia política activa, que como en el pasado tuvieron la necesaria catadura ética y moral para tomar las decisiones trascendentales que hay que tomar para resolver esta grave situación que vivimos los venezolanos, para asumir las responsabilidades a las que haya lugar. Entonces la crisis que estallará en consecuencia parirá a la nueva clase política necesaria como resultado inevitable, poniendo al frente a quienes si decidirán el futuro de aquellos que no lo tienen –González dixit-, pero paradójicamente también el futuro de quienes ya no tienen nada que perder…

Caracas, 5 de Julio de 2016

Twitter:@laguana

sábado, 2 de julio de 2016

Vocación de Poder

Por Luis Manuel Aguana

Me refiero a la vocación por el Poder Político. No se puede cambiar nada en un país si no se tiene una. Pero esta debe ser justa, dosificada y sobre todo oportuna. Muchas iniciativas han quedado solo en buenas intenciones, o bien porque han sido conducidas por excesivas ambiciones de Poder o bien por todo lo contrario, por la falta de una sana y efectiva vocación hacia el Poder.

El Poder es algo que deslumbra. Quien lo ha tenido, quiere volverlo a tener -¡y que lo digan todos los que fueron gobierno en la MUD!- incluso para no cambiar nada, solo por disfrutar de sus mieles. Y quien no lo ha tenido, debe comprender que si eso no se tiene no se llegara a nunca a tener la oportunidad de cambiar lo que se debe cambiar.

Entonces, aquí estamos hablando del balance de un ingrediente activo necesario pero no suficiente para provocar los cambios que se necesitan, pero que debe ser usado como la nitroglicerina, en gotas. ¿Y porque no es suficiente? Porque si se tiene la vocación de Poder pero no se sabe qué hacer cuando se consigue, pasa lo que paso en 1998. Se llego al Poder sin saber qué hacer cuando se tuviera, por más que luego lo dijeran, sin un plan claro de qué hacer al llegar, si nos atenemos a los resultados actuales. Eso sin contar con que tal vez si se tuvieron pero retorcidos y castro-comunistas. Pero eso es otra historia.

Hugo Chávez asaltó el Poder por la vía de los votos y expulsó a quienes lo detentaban. Y cuando afirmo que lo asaltó, fue por que barrió institucionalmente todo lo viejo con una nueva Constitución. Pero aquellos quienes estaban disfrutándolo desde hacía 40 años tenían un equilibrio. Escaso pero lo tenían. Las instituciones mal que bien funcionaban en un equilibrio precario con estructuras todavía en estado de desarrollo embrionario. Le fue muy fácil al nuevo detentador del Poder destruir lo que había para instaurar “otra institucionalidad”.

Pero esa “otra institucionalidad” no acaba de funcionar. Ni funciona con la vieja. No puede. Han sido vanos los intentos de desarrollar una nueva “institucionalidad” basada en un sistema que es peor que el viejo que estaba en estado embrionario, pero que si funcionaba aún con un equilibrio escaso. Ahora nos encontramos en el peor de los mundos: el nuevo Poder destruyó la poca institucionalidad que había pero no ha sabido construir nada nuevo que sustituya la anterior con eficacia.

Entonces ese Poder utilizado para destruir, con mucha ignorancia y desconocimiento de los escasos equilibrios que existían antes, ha resultado muy dañino para todos. Y si le agregamos que la destrucción de 17 años ha sido premeditada y exitosamente ejecutada para instaurar un sistema político contrario a nuestros valores democráticos, la situación se agrava a niveles espeluznantes.

Entonces el Poder en manos ignorantes –y en este caso criminales- es una amenaza. ¿Recuerdan aquella frase del Libertador  “el talento sin probidad es un azote”? Algo de eso podría aplicarse al Poder pero con consecuencias aun más destructivas y devastadoras.

Pero si por el contrario, supóngase que se sabe lo que hay que hacer pero se considera que el Poder no es sino una variable más de un desarrollo ulterior de planes en beneficio del país, pero sin la vocación necesaria para alcanzar el Poder. Entonces, en ese caso, el fracaso es el mismo, solo que la aspiración por el cambio muere antes, sin siquiera llegarse a concretar el acceso al Poder. Sin vocación de Poder no se llega a tener el  Poder para cambiar las cosas. Menudo juego de palabras.

La sociedad civil no es, en esencia, la llamada a asumir posiciones de Poder. Ese rol le corresponde en una sociedad al liderazgo político, a los partidos. A la sociedad civil le corresponde el rol de la contraloría social y de válvula de control de los excesos del Poder Político. Por más que podamos definir como sociedad civil qué es lo que se debe hacer e incluso cómo se debe hacer, es a quienes llegan al Poder los que les corresponde poner en práctica los planes y programas para conducir un país. Y para llegar allí se requiere tener una clara vocación por el Poder.

Visto el razonamiento desde esa perspectiva, estamos en un grave problema. Los que tienen la vocación por el Poder –los políticos de los partidos-, estos precarios que tenemos, han perdido la brújula, y no solo quieren llegar a él para poner en marcha algo, que de acuerdo a lo que esa misma dirigencia indica, es lo mismo que en esencia había antes de 1998, sino para continuar en lo mismo que intentamos cambiar. Y aquellos que de alguna manera hemos puesto sobre la mesa propuestas de cambio radical del sistema político con el fin de entrar a una nueva modernidad en el siglo XXI, a través del cambio constitucional necesario que hemos propuesto en el Proyecto País Venezuela, las estamos haciendo desde la acera de una sociedad civil, que en “teoría” no tiene –ni debería tener- vocación por el Poder…Menudo problema.

Entonces debemos forzosamente entrar en el campo de las redefiniciones. O eres parte de una sociedad civil proponente de cambios dirigidos en esencia a convencer de ellos a algún liderazgo político con vocación de Poder, o asumes la condición política necesaria para llevarlos a cabo. O eres una cosa o eres otra…Y es muy fácil deslizarse en esa línea muy tenue e imprecisa, y no voy aquí a dar una respuesta a esa disyuntiva. Queda en cada uno de nosotros la respuesta.

Pero lo que si diré aquí es que tenemos que tener claro que los cambios constitucionales propuestos en el Proyecto País Venezuela y que estamos proponiendo desde una tribuna de la sociedad civil son profundamente políticos -con P mayúscula-, y requieren de que existan movimientos políticos soportándolos para ponerlos en funcionamiento. Y más aun, de liderazgos políticos con una clara vocación de Poder que los comprendan, los asuman y los lleven a cabo. De otra manera solo serán material para disquisiciones teóricas y discusiones de foros y restaurantes.

Desde la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/) –tribuna de la sociedad civil- estamos haciendo contacto con muchas personas, algunas de ellas dirigentes políticos de muchas tendencias pero con el mismo deseo de cambiar a Venezuela. Aquellos que no son lo que tradicionalmente llamamos “políticos” tendrán que transformarse en una nueva generación de dirigentes que asuman este cambio político que reclama a gritos Venezuela, no queda otra, así a algunos no les guste…Y no estoy hablando de política partidista sino de aquella que cambia países.

En cada Junta Activadora del Poder Constituyente Originario en cada rincón de Venezuela se deberá gestar la nueva generación de políticos que con una clara vocación de Poder tendrán que generar los cambios que el país requiere. Primero como candidatos a Constituyentistas para una nueva Asamblea Nacional Constituyente para defender la legítima aspiración de sus regiones, y que tendrá tarde o temprano convocarse, para luego defender los cambios constitucionales que necesita el país en esa Asamblea. No les estamos pidiendo algo fácil, es dificilísimo. Pero esa es la responsabilidad que conlleva el Poder. Y en este caso, el Poder para cambiarle el futuro a Venezuela…

Caracas, 2 de Julio de 2016

Twitter:@laguana