miércoles, 5 de diciembre de 2018

Existe otra alternativa y se llama Gobierno de Emergencia Nacional

Por Luis Manuel Aguana

Después de la publicación de mi anterior nota (ver la Profecía autocumplida del Padre Ugalde, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/12/la-profecia-autocumplida-del-padre.html), me vuelvo a enfrentar a la misma pregunta desde que comencé a decir lo que pienso en las redes sociales: “¿y qué propones tú?”, en forma de reto, como diciendo “eso es lo que hay y no tenemos otra opción sobre la cual escoger”. Es decir los venezolanos estamos condenados a que nos sigan traicionando porque los responsables de establecer lo que hay que hacer desde la “oposición” ahora se esconden detrás de la imagen de un vocero que a los ojos de los venezolanos en apariencia representa de alguna manera las dos instituciones más respetadas de los venezolanos: la Iglesia Católica y las Universidades. En otras palabras, tenemos que calarnos seguir sufriendo los ardides de unos traficantes de esperanzas sin poder hacer otra cosa que aceptarlos. Eso es inaceptable. La Iglesia Católica a través de su Conferencia Episcopal y las Universidades venezolanas deberían deslindarse de esa tramoya politiquera.

Y verdaderamente nunca he querido ser pedante en mis reacciones, pero en esta oportunidad lamento serlo porque mi única posible respuesta a esa pregunta se resume en una sola palabra: léame. Lo he escrito, no una, sino muchas veces. Menos mal que la tecnología actual lo hace fácil. Métanse en el blog TICs & Derechos Humanos (http://ticsddhh.blogspot.com/) y en el recuadro superior izquierdo que dice “Buscar en este blog”, pongan “Gobierno de Emergencia Nacional”. Allí el sistema responderá con todas las notas fechadas, donde he escrito cual ha sido mi propuesta.

Pero no solo lo he escrito, he actuado en consecuencia con lo que pienso. Me he dirigido acompañado de distinguidos venezolanos a las instancias legítimas a las que tenemos todavía acceso y derecho, como el Tribunal Supremo de Justicia legitimo, que por la acción criminal del régimen trabaja desde el exilio, para ver si desde esa instancia se decide un nuevo e inédito rumbo que rompa con esta claque que nos ha hecho tanto daño, designando un Gobierno de Emergencia Nacional, haciendo que esta lamentable historia tome un curso diferente. Esa es todavía mi esperanza. Pero esa no es de ninguna manera una solución fácil.

Los venezolanos por construcción somos dados a las soluciones fáciles. Eso está en nuestra sangre, en nuestro ADN. Estamos dejando de nuevo a “la gente que sabe de eso” llevarnos al matadero. Primero al electoral el 9 de Diciembre (ya tendremos tiempo esta semana de abordar ese tema a profundidad) y luego al espinoso asunto de un gobierno de transición en Enero al mejor estilo de la MUD.

Hasta ahora, a diferencia de lo que la gente cree, si hay otra alternativa en relación con la transición del gobierno: 1) la que escribió el Padre Ugalde en su artículo y sobre la cual comenté en mi pasada nota, y 2) la que hemos propuesto y solicitado algunos venezolanos al TSJ legitimo en el exilio, de designar un Gobierno de Emergencia Nacional, en los términos establecidos en esa solicitud (ver solicitud del 28 de Junio del presente año en https://tinyurl.com/y7x87ldb).

La primera de ellas, expuesta por el Padre Ugalde, deja a la oposición oficial conducir la solución de acuerdo a sus intereses, negociando con el régimen una cohabitación, o peor aún, a no decidir nada en relación con eso; o bien porque no exista un acuerdo entre las fuerzas políticas que se pelean por tener el protagonismo después del 10 de Enero, o bien porque Maduro se imponga desde su Constituyente con el nuevo texto constitucional que están cocinando, y que nos develarán después de las elecciones de Concejales. Eso pondría fin a lo que ahora existe institucionalmente – la Asamblea Nacional y TSJ Legítimo- para dar comienzo a la nueva era castrocomunista en Venezuela. No existe manera de parar eso sin un poder real e institucional dentro de las Fuerzas Armadas que cambie ese curso de los acontecimientos. Mi opinión es que no existe tal poder porque si no, no estuviéramos hablando de esto y ya hubiera caído el régimen. Lo que seguirá es la misma Asamblea Nacional con otra Directiva en Enero, que no aprobará una transición como ha ocurrido hasta ahora desde el 9 de Enero de 2017, pero con el agravante de una nueva Constitución castrocomunista destructora de corte cubano a la vuelta de la esquina.

Seguir haciendo lo mismo esperando resultados diferentes, confiando en que la oposición oficial nos sacará de la crisis, como lo han prometido desde Enero de 2016, convenciendo  a la gente que cuando se termine el periodo constitucional de Maduro el 10 de Enero de 2019 todo cambiará, pero sin la demostración de la fuerza para respaldar eso, no tendrá las mismas consecuencias según lo postuló Einstein, sino peores. Nos alejará de poder haber decidido a tiempo un Gobierno de Emergencia Nacional a través de los mecanismos legítimos de los que todavía disponemos porque toda la institucionalidad basada en lo que conocemos de la Constitución de 1999 desaparecerá, habiendo así dado el régimen un paso definitivo para su consolidación.

Pretenden convencer a la población, incluyendo a factores importantes de la Comunidad Internacional, que Venezuela puede salir sola del régimen por sus propios medios cuando para ellos, en el fondo, el problema más importante no es salir del régimen sino quien conduce el proceso. Y eso nos tiene a todos los pasajeros de este barco paralizados, discutiendo quien será el nuevo capitán mientras estamos siendo llevados por la corriente hacia la tragedia. Eso no le permite a nadie ver que la solución desde hace tiempo dejo de estar en Venezuela impidiendo que se tomen las decisiones que logren que se active la Responsabilidad de Proteger (R2P) de las naciones del hemisferio, para la población venezolana.

De todo esto el único resultado ha sido que nadie afuera se quiere comprometer con la crisis de los venezolanos, indicando que “somos nosotros quienes debemos resolver el problema” en el que estamos metimos. Y a este punto los castrocomunistas han avanzado tanto que no ya no es posible detener la inercia del Titanic para chocar contra el iceberg que lo amenaza a pocas leguas de distancia, así tratemos de desviar el barco.

¿Cuál es la solución? Inventar, como lo decía el Maestro Simón Rodríguez. “O inventamos o erramos”. Y el invento es parar en seco la pretensión continuista del régimen y sus colaboracionistas pagados con el dinero de la dupla Gorrin-Andrade, asumiendo el riesgo de entregar la responsabilidad de conducir el barco a quienes desde el exterior puedan torcer esa matriz equivocada que nos está llevando directo a chocar contra el iceberg del castrocomunismo, porque el régimen y su oposición están coincidiendo en que las cosas permanezcan como están, haciéndole un daño irreparable al pueblo venezolano.

¿Que hay riesgos? ¡Claro que los hay! Decía mi ilustre y recordado Profesor Antonio Cova, que los japoneses, los coreanos, los taiwaneses y toda la gente que ha hecho algo en el mundo, se arriesgaron, corrieron el riesgo, se lanzaron temblando pero lo hicieron. Decía: “Es muy peligroso no correr el riesgo porque puede tener un efecto nefasto para la población. El venezolano ya se acostumbró desde la conquista española a observar flagrantes contradicciones entre lo que la gente dice y lo que hace. Ya vimos a los conquistadores “en el nombre de Dios” hacer la señal de la cruz y luego cometer las peores barbaridades. Y una de las peores cosas que podemos hacer con la población es no querer correr riesgos” (extracto de la conferencia “Los obstáculos del hombre” de Antonio Cova a los egresados del IESA-PAG VII, 5 de Diciembre de 1990 ¡Vale el recordatorio a la memoria del Prof. Cova justo 28 años después!).

Y efectivamente los venezolanos consideramos “normal” que nos digan algo y no lo cumplan. Pero esto ya no es un debate electoral, es una discusión muy seria donde se está decidiendo el futuro de las próximas generaciones de venezolanos, y la decisión es ahora, no en Enero de 2019.

Algunos factores políticos se han dedicado a destruir y a menospreciar el único Poder que si ha actuado en consonancia con lo que sucede en Venezuela, el TSJ legitimo. Todas las sentencias que este Alto Tribunal en el exilio ha producido desde la primera el 25 de Octubre de 2017 han estado dirigidas a rescatar la libertad en Venezuela, comenzando por el desconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente del régimen, pasando por la sentencia de la Sala Electoral que anula el sistema automatizado de votaciones viciado del CNE, y terminando, hasta ahora, con la sentencia histórica que destituye a Nicolás Maduro Moros de la Presidencia de la República por corrupto. No existe comparación posible entre eso y las expectativas que teníamos de la Asamblea Nacional.

El TSJ legítimo ha solicitado persistentemente el apoyo de la representación popular establecida constitucionalmente en la Asamblea Nacional a las sentencias que ha dictado. Los partidos opositores de la Asamblea les han dado la espalda, y no los consideran ni siquiera Tribunal formalmente constituido, sino “Magistrados designados por esta Asamblea”, ignorando en sus propios actos las decisiones del TSJ legitimo. Craso error. Los diputados deberían saber que si no los reconocen a ellos, reconocen indirectamente al TSJ del régimen. De no haber sido por la carta de Luis Almagro, Secretario General de la OEA, el 20 de Agosto de 2018 a Omar Barboza, Presidente de la AN, conminando al acatamiento de las decisiones del TSJ legítimo, no tengo ninguna duda que la Asamblea Nacional hubiera desconocido al Alto Tribunal en el exilio ese mismo día y Almagro les arruinó la fiesta (ver Almagro, una carta premonitoria, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/08/almagro-una-carta-premonitoria.html).

¿Qué debemos hacer los venezolanos ante esa situación? ¿Lo mismo que los diputados de la Asamblea Nacional, o respaldar directamente nosotros las decisiones del único Poder que si está haciendo algo por el rescate de las libertades en Venezuela? Para muchos venezolanos la respuesta es obvia.

Algunos políticos en Venezuela insisten que el TSJ legítimo “no ha sido reconocido” en el exterior y que sus decisiones no pueden ser ejecutadas en Venezuela. Pero ¿es que el Alto Tribunal en el exilio “debe ser reconocido”? ¿Quiénes deben hacer que sus sentencias se cumplan en el medio del secuestro al que nos tienen sometidos unos delincuentes de clase internacional? ¡Nosotros, los ciudadanos, de acuerdo al Art. 333 y 350 constitucionales! Los Tribunales hablan a través de sus sentencias, me dijo una vez la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ. Lo único que debe importarles a los venezolanos es que las sentencias estén ajustadas a Derecho. Ellos no están allí para que los “reconozcan” sino para sentenciar con justicia y en apego a las leyes y la Constitución venezolanas. ¡Y lo están haciendo!

Los políticos de la oposición oficial venezolana se rehúsan a que sean ellos quienes decidan el Gobierno de Transición o Gobierno de Emergencia Nacional, como lo llamamos nosotros, a pesar que ese Vacío de Poder les ha hecho daño inconmensurable a los venezolanos. Pues bien, la alternativa que proponemos, de nuevo, por encima de esa mezquindad criminal e indolente de la oposición oficial, es que sea el TSJ legítimo quien decida quienes conformaran ese Gobierno de Emergencia Nacional, produciendo lo que denominé en una nota pasada la “Boleta de Excarcelación para Venezuela” (ver explicación en mi nota del mismo nombre, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/09/una-boleta-de-excarcelacion-para.html).

Con esa Boleta en la mano, esos ciudadanos ilustres designados deberán comenzar el trabajo titánico de buscar nuestra liberación, convenciendo a la Comunidad Internacional de ayudarnos a resolver el secuestro del que somos víctimas en Venezuela, haciendo efectiva la Responsabilidad de Proteger (R2P) a la que tenemos derecho los venezolanos por decisión universalmente aceptada de la Organización de las Naciones Unidas. Y todos nosotros, no la clase política opositora oficial, que al parecer comen completo, tienen guardaespaldas y pueden viajar al exterior para resolver su salud, somos los que tenemos que respaldarlos unánimemente, nadie más, haciéndole saber al mundo que ese Gobierno de Emergencia Nacional si nos representa, y no esta banda de oportunistas. Solo así creo que tendremos un verdadero chance de salir de esta pesadilla.

Caracas, 5 de Diciembre de 2018

Twitter:@laguana

domingo, 2 de diciembre de 2018

La profecía autocumplida del Padre Ugalde

Por Luis Manuel Aguana

La nueva puesta en escena realizada por la MUD/Frente Amplio en la UCV el pasado lunes 26 de noviembre, a través del llamado Congreso Nacional Venezuela Libre, tuvo como particular toque la estrategia política cada vez más utilizada por la oposición oficial, de presentar sus propuestas a los venezolanos, utilizando vocerías principales no pertenecientes a los partidos políticos, para que estas no sean rechazadas por el país, por aquello del desprestigio de la clase política opositora, y en especial luego del escándalo de corrupción Gorrin-Andrade, que se han negado persistentemente a discutir en la Asamblea Nacional. Por algo será…

Pero en esta especialísima oportunidad la voz cantante la oposición oficial en la UCV la llevo el Padre Luis Ugalde, ex Rector de la UCAB, y sus palabras fueron de especial trascendencia: “De la misma manera hoy esta Venezuela de muerte está con dolores de parto y  necesita nacer de nuevo: la política, la economía, la sociedad, el alma de Venezuela, necesitamos nacer de nuevo. No se trata de pequeños cambios superficiales, sino de renacer profundo, en Espíritu y en Verdad, dejando atrás lamentables prácticas políticas del pasado y del presente…” (ver Discurso de Luis Ugalde S.J. en el Congreso Nacional Venezuela Libre, en http://www.cesarmiguelrondon.com/intereses/tambien-sucede/discurso-congreso-nacional-venezuela-libre-2018-luis-ugalde/).

No podría estar más de acuerdo con las palabras del Padre Ugalde que Venezuela tiene que renacer, dejando atrás las “lamentables prácticas políticas del pasado y del presente…”. Eso debería ser así. Sin embargo, lo triste es que lo que paso en la UCV el 26 de noviembre es justamente todo lo contrario de esas palabras.

La estrategia de relanzar, utilizando el manto protector de la sociedad civil, a una clase política completamente desprestigiada que insiste en no querer aclarar lo que pasó con los reales que repartió Raúl Gorrin a diestra y siniestra en Venezuela, no precisamente se podría catalogar como dejar atrás “las practicas políticas del pasado y del presente”.

Pero el país está desesperado por un cambio, incluso sabiendo quienes son los proponentes de ese cambio. Prefieren eso a que las cosas continúen como van. Incluso se le vende al país una fecha mágica, el 10 de Enero, que recuerda los famosos “seis meses para salir del régimen” del discurso de Henry Ramos Allup aquel 5 de enero de 2016. Nadie recordó que Maduro no es presidente de Venezuela desde el 9 de enero de 2017 por Abandono del Cargo, situación corroborada con una sentencia firme del TSJ legítimo que lo declara corrupto el 29 de Octubre de 2018 por haberse probado corrupción propia y legitimación de capitales, lo que origina desde ahora, no el 10 de enero de 2019, un vacío de poder que hay que obligatoriamente llenar inmediatamente.

De allí que el Padre Ugalde, convertido en el nuevo vocero principal de la MUD, destaque en su discurso: Todos con la mirada y las acciones puestas en el necesario y constitucional cambio de gobierno el 10 de enero de 2019. El cambio vendrá, no porque la dictadura lo facilite, sino porque la movilización de Venezuela entera que quiere renacer y recuperar la vida se hará indetenible, con unidad en la diversidad, y la libertad reverdecerá con pluralidad democrática productiva y creadora”.

De nuevo de acuerdo con el Padre Ugalde. Ese es nuestro deseo, pero no para el 10 de Enero de 2019 sino desde el 9 de enero de 2017 cuando la Asamblea Nacional declaro el Abandono del Cargo y no llamo al entonces Vicepresidente Tarek El Aissami para que ocupara interinamente la Presidencia de la República y convocara a elecciones generales en los siguientes 30 días como lo pauta la Constitución. ¿Es que hubo un cambio desde aquel entonces a esta parte que no nos dimos cuenta? ¿Es que ahora los militares si van a intervenir?

Pero no es solo la fecha 10 de Enero de 2019 que nos anuncia el Padre Ugalde en su discurso de la UCV y prácticamente toda la clase política, es el detalle de la conformación del gobierno de transición que ahora nos explica en su último artículo publicado en el Nacional (ver El Nacional “Gobierno de transición y elección presidencial”, en http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/gobierno-transicion-eleccion-presidencial_261547): “En la formación del gobierno de transición tiene un papel central la legítima AN y en su integración debe haber una decidida y creíble participación del mundo empresarial, de la Fuerza Armada democrática, de una mujer destacada en las luchas sociales o en el mundo laboral y de alguna persona significativa del “proceso”; todos decididos y con compromiso previo sobre las medidas básicas y las elecciones democráticas, con un modelo económico capaz de conseguir un fuerte apoyo internacional y estimular la producción nacional e inversión recuperadora”

Allí claramente la MUD nos está diciendo a través del Padre Ugalde que el 10 de Enero de 2019 habría un acuerdo entre la oposición oficial y el régimen para que alguien “del proceso”, que en este momento supongo que se debe estar negociando, forme parte de esa transición. Es decir, un dialogo oculto para producir ese cambio. Porque de otra manera no se podría entender que el gobierno se deje sustituir por el solo hecho de que se le acabo el periodo constitucional.

Y si ese personaje “del proceso” propuesto por el Padre Ugalde no es del régimen sino del llamado “chavismo light”, es claro que debe tener fundamentos suficientes para decir que habrá un cambio de gobierno apoyado por una fuerza militar que someta al régimen. Y no creo que los tenga porque sino ya estuviera preso en el SEBIN. El régimen tiene bien controlados sus cuarteles, como lo demuestran las decenas de militares presos. Pero como dice el viejo dicho militar “los militares son leales hasta que dejan de serlo”. Y hasta ahora no han tenido suficientes razones para dejar de serlo. ¿En que se basa el Padre Ugalde para concluir que dejarán de serlo el 10 de Enero?

De la opción militarista Larrazábal II propuesta por el Padre Ugalde en Diciembre del 2016 (http://www.noticierodigital.com/2016/12/padre-luis-ugalde-sin-apoyo-militar-no-salimos-de-esta-dictadura-ni-recuperamos-la-democracia/) a la propuesta de esa Junta hay un salto cuántico, en especial porque la hace sin explicar el pequeño detalle que para cambiar al régimen se necesita el concurso de quienes tienen los fusiles, como dijo en Diciembre de 2016, confiando en que la sola participación de “la Fuerza Armada democrática” en la Junta será suficiente.

En mi última nota del año 2015 comentaba que había escuchado por primera vez un concepto en el IESA hace mas de 20 años: “Una profecía autocumplida o autorrealizada es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad” (ver Profecía Autocumplida en https://es.wikipedia.org/wiki/Profec%C3%ADa_autocumplida). Es increíblemente interesante como nos han aplicado eso a los venezolanos una y otra vez sin darnos cuenta.

El Padre Ugalde está decretando esa transición, en la espera que el respaldo político y militar de ese proceso se presente en el camino solo con su propia formulación. Y creo que eso es sumamente irresponsable como todo lo que lleva el sello de la MUD. Sería otra grave decepción para el pueblo venezolano. El Padre Ugalde pretende forzar al país a una profecía autocumplida, que en el caso de darse, iniciaría un proceso de cambios donde la MUD/Frente Amplio sobrevivirían a su grave problema de extinción al que se está viendo condenada, no solo por haber traicionado a los venezolanos en reiteradas oportunidades, sino por su insistencia de no dejar atrás las “lamentables prácticas políticas del pasado y del presente”, como paradójicamente indicó el Padre Ugalde en su discurso de la UCV.

Ese plan de realizar primero un Congreso que unifique una propuesta de la “sociedad civil”, le hace la cama posterior a la MUD para forzar un estado de regreso al “liderazgo de calle” -que perdió por habernos traicionado el 16 de julio de 2017- que supuestamente se generaría al no cumplirse ese cambio profetizado para el 10 de enero de 2019. Una manipulación abierta y clara a esa sociedad civil a la que pretenden engañar de nuevo. ¿Necesitan más sangre en las calles para recuperar el liderazgo perdido? ¿Es este un nuevo montaje basado en una promesa que saben de antemano que no cumplirán? Pero el régimen también juega. Maduro anunció que se juramentará el 10 de Enero en su Constituyente y dará inicio al golpe final de aprobación del bodrio comunista constitucional en el cortísimo plazo. Eso desaparecería la Asamblea Nacional y atornillará al régimen.

Creo que está lejos de la conveniencia de los venezolanos, del mismo Padre Luis Ugalde y de la Iglesia Católica venezolana, que este distinguido educador se haya convertido en un operador político y vocero de la MUD. Es un rol dañino y toxico para nosotros. Y eso pasa cuando se confunden los roles y esa circunstancia es aprovechada por los mercaderes de la política para usar a quien sea para lograr sus fines. Utilizando a un operador político de la talla del Padre Ugalde, la MUD se esconde detrás del prestigio de esa sotana y se libera de cualquier error que los haga blanco del desprecio ciudadano. De acuerdo a ese criterio nadie se atrevería a culpar o satanizar las decisiones que tengan ese frente disfrazado de Iglesia, al ser esta la institución más prestigiosa del país. Tal vez lo más conveniente sería que el Padre Ugalde colgara los hábitos y se dedique enteramente a la política con el partido MUD, antes de que ocurra nada que lamentemos todos.

Y eso sería un grave error. Venezuela necesita desesperadamente que sus políticos asuman sus responsabilidades y encaren abiertamente el juicio bueno, malo, regular o pésimo de los ciudadanos, y que los intelectuales y pensadores cumplan con su misión de orientar, en especial si son sacerdotes de la talla del Padre Ugalde. Sin eso nadie sabe en qué juego se encuentra, aumentando la confusión de la gente y alargando penosamente la grave crisis que padecemos. Solo así podremos renacer profundos “en Espíritu y en Verdad”, tal y como lo claramente lo expuso el Padre Ugalde para los venezolanos.

Caracas, 2 de Diciembre de 2018

Twitter:@laguana