miércoles, 21 de agosto de 2019

Dueño del circo

Por Luis Manuel Aguana

El mundo se enteró de la noticia por la vía de la agencia internacional de noticias The Associated Press: la Administración de Donald Trump decidió negociar directamente con el dueño del circo, Diosdado Cabello.

Efectivamente, en una nota proveniente de AP en Bogotá el periodista Joshua Goodman nos reporta de meses de conversaciones secretas del gobierno de Trump con Diosdado Cabello, con la anuencia de Nicolás Maduro Moros (ver https://www.apnews.com/b550ec40bc314decac22439dda006ba0).

Al ser confrontado el pasado lunes por los periodistas, y en especial por el de la propia agencia de noticias AP, "Cabello no quiso hablar sobre ningún detalle de la reunión, y en un momento dado dijo que se trataba de una mentira, una manipulación. Pero también señaló que él ha estado dispuesto desde hace tiempo a hablar con quien sea, siempre y cuando cualquier conversación se lleve a cabo con la aprobación de Maduro. Agregó que sólo se reuniría con los que dijo son los propietarios del circo, una aparente referencia a Estados Unidos.".

Llama la atención la referencia del circo porque habría que ver quién es el que está realmente hablando con el dueño, si Cabello o Trump. Y dado el actual estado de cosas no es difícil pensar cuál es el circo en referencia. Trump está hablando con el dueño del circo venezolano, no al revés. ¿Y por qué?

Los Estados Unidos aprobaron la línea de actuación de los partidos del G4 el 30 de Abril de 2019, dicho por el mismo Eliot Abrams  (ver Eliot Abrams revela negociaciones con funcionarios de alto rango, en http://epmundo.com/2019/elliot-abrams-revela-negociaciones-con-funcionarios-de-alto-rango-este-30-de-abril/), en una fórmula de confianza ciega dada a la oposición oficial, lo que muestra que los Estados Unidos sabían lo que estaban haciendo.

Sin embargo Cabello no era parte de esos "funcionarios de alto rango" mencionados por Abrams, y antes del 30A el gobierno y Diosdado ya estaban enterados de la intentona de López-Guaidó, debido a la estructura de sapeo pagada por el régimen, lo que hizo abortar el plan opositor con los resultados que todos conocemos.

Habiendo escarmentado con dos actuaciones fallidas de la oposición oficial, los Estados Unidos se aprestaron entonces a conversar con el dueño del circo (léase que no con los payasos con los que contaba Guaidó para el 30A), para desmontar lo que hiciera falta para que Maduro se termine de salir del poder y comience una transición. ¿Lo lograrán?

Tengo la teoría de que no lo lograran y ojalá me equivoque. No es posible a través de una negociación salirse de una estructura criminal como la que domina Venezuela, que  está en las manos de fuerzas que van más allá de una sola persona, por más dueño del circo que se pretenda ser. Es verdad que Diosdado Cabello podría ser ese dueño, pero las fuerzas que lo mueven son mucho más poderosas. Veamos.

De acuerdo a Joseph Humire, experto en seguridad y amenaza transnacional, Director Ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura en los Estados Unidos, en Venezuela existe una confluencia de grupos asociados al terrorismo.

En una reciente entrevista con Idania Chirinos en NTN24, el experto en seguridad indicaba: "el concepto que se maneja en el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, que se está volviendo mucho mas como doctrina es la Convergencia. Esto es, la convergencia de grupos de terrorismo internacional con grupos de crimen organizado transnacional. Y lo que pasa es que la comunidad analítica pensaba que no se iban a unir porque tienen objetivos distintos...y aunque no tienen los mismos objetivos estratégicos, si tienen la misma logística y eso es lo que aprendimos en todo este tiempo. Las bases logísticas son las bases de la convergencia, y es lo que los une, y hay ciertos países en el mundo donde son los centros de convergencia. Venezuela es uno de ellos. En Venezuela encuentran la misma logística, la misma cobertura y protección de Estado, que les ayuda para traficar, lavar y hacer todas sus actividades ilícitas tanto como su planificación para el terrorismo internacional"  (ver Entrevista NTN24, Análisis de Joseph Humire: Venezuela territorio fértil para grupos terroristas internacionales, en https://youtu.be/yWdOxvAZJ8k).

Estos grupos criminales en convergencia terrorista como las FARC, el ELN, Hezbolá, Hamas, y de narcotráfico internacional como el Cartel de los Soles, sumados al interés de supervivencia de Cuba y la presencia con sentido estratégico de Rusia, China, Irán, Turquía, hacen que sea imposible que un dueño de circo comprometa con su sola decisión los intereses de todos esos grupos en el país.

En el mismo video de NTN24 referenciado antes, en una entrevista dada a la Voz de América por John Bolton,  Asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, expresaba en relación a la presencia cubana en nuestro país: "Deberían dejar de intervenir en los asuntos internos de Venezuela. La oposición estima de que hay entre 20 y 25 mil cubanos en Venezuela entre funcionarios paramilitares y militares. Puede que no usen uniformes, pero no están simplemente para apoyar al régimen de Maduro sino para dirigirlo, y haría esta predicción: si esos 20 a 25 mil cubanos se fueran a casa hoy al mediodía, a medianoche Maduro ya no estaría en el poder...".

Entonces, ¿sería posible que alguien pueda negociar por sí solo ese botín que se llama Venezuela, que ya han capturado muchos grupos con distintos intereses? Venezuela es un caso ÚNICO e INÉDITO, al que no se le puede aplicar cualquier cosa que haya funcionado en otro lugar en el pasado. Los Estados Unidos no pueden ni deben cometer el mismo error del 23F y del 30A. Venezuela esta en poder de muchas manos criminales y de grupos políticos con intereses muy definidos.

Si lo que dice Bolton es cierto (y tenemos razones para creer que lo es), la negociación de nuestro país no es con Diosdado, sino con Raúl Castro en Cuba, como dueño del circo. Y como esas sabandijas parásitas nunca soltarán nuestro país porque en ello se les va la vida, mas les vale a los norteamericanos, si realmente nos desean ayudar, apelar a la autorización del pueblo de Venezuela para proceder a acabar con esa convergencia que está matando a nuestro país. El resto es seguir buscando dueños que no existen, porque el único y verdadero dueño de este circo es el Soberano Pueblo de Venezuela.

Caracas, 21 de Agosto de 2019

Twitter:@laguana

miércoles, 14 de agosto de 2019

La Consulta del régimen

Por Luis Manuel Aguana

Pareciera haber incomodidad en Padrino por la suspensión del diálogo en Barbados. Efectivamente, el Ministro de la Defensa hizo un llamado público a volverse a sentar a la mesa de negociación porque: "Nosotros los bolivarianos creemos en la humanidad, en el ser humano, en la razón, en las ideas. En cambio, no creemos, ni queremos guerra. Sólo creemos en la guerra si es necesaria para darle libertad, independencia y soberanía a Venezuela(¿?) (ver la noticia en un medio del régimen https://www.conelmazodando.com.ve/padrino-lopez-hacemos-un-llamado-a-la-fanb-a-fortalecer-su-conciencia-patriotica).

Dicho esto por quien ha permitido la mayor invasión de fuerzas militares extranjeras en nuestro país desde su fundación, siendo su trabajo garantizar la defensa y la integridad de la República, poniendo a los cubanos a dirigir nuestras Fuerzas Armadas, dice a gritos que no está ni de lejos preparado para “darle libertad, independencia y soberanía a Venezuela”. Más patético imposible.

Además de lo contradictorio de las declaraciones de Padrino, al haber sido el régimen quien suspendió las negociaciones en Barbados, cabe preguntarse si lo dijo para remendar el dialogo con la oposición oficial, habida cuenta que quien pierde más en eso son ellos. En otras palabras, reconocen con esa declaración que fue una estupidez haberse parado de la mesa y mandan a Padrino a decirlo. Es el régimen quien esta amarrado a esa mesa, y es la oposición quien les da oxigeno al seguir concurriendo a ella.

Yo no albergo la menor duda que la oposición oficial quiera volverse a sentar con el régimen a pesar de las declaraciones de John Bolton, cerrando definitivamente esa puerta. Sin embargo, partir de esas declaraciones del asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos, la oposición oficial no tiene como ofrecerle al régimen que mediarán para que les quiten ninguna sanción por cualquier acuerdo al que lleguen en Barbados. Resultado: el régimen no le ve mas sentido a Barbados y comienza efectivamente a moverse con acciones que se encontraban detenidas por ese dialogo, entre ellas la mas importante: estrechar el cerco para anular la Asamblea Nacional, único bastión del poder opositor.

Pero para los venezolanos que seguimos de cerca esta telenovela por entregas, estamos a la expectativa de cual es el siguiente paso de esa oposición que actúa de acuerdo a la consigna de Eudomar Santos: “como vaya viniendo, vamos viendo”. Porque el régimen si actúa en diferentes tableros alternativos y para muestra un botón: la consulta del régimen.

Hace justo un mes, el 15 de julio de 2019, los medios digitales publicaron una noticia que paso inicialmente desapercibida: la oposición que acompaño a Maduro a las elecciones del 20 de Mayo de 2018 propuso públicamente un Referendo Consultivo para “la renovación de los Poderes Públicos”. En esta propuesta resaltaban 3 puntos especialmente relevantes: “7) Proponemos convocar un referendo consultivo, basado en los artículos 2, 5, 70 y 71 de la Constitución, para consultar al soberano sobre la convocatoria a elecciones generales que permitan renovar todos los Poderes Públicos nacionales; 8) Exigimos que para hacer realidad esta propuesta, se sostengan y mantengan en el tiempo negociaciones entre las partes* con participación de toda la diversidad política nacional y no sólo de las élites que conforman los dos polos corresponsables de la crisis. 9 Exigimos así mismo que antes de cualquier convocatoria electoral, se designe como condición previa un nuevo CNE* por consenso de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.”(ver Alianza por el Referendo Consultivo, nuestras 10 razones, en http://www.noticierodigital.com/2019/07/alianza-por-el-referendo-consultivo-nuestras-10-razones/).

En otras palabras, una Consulta propuesta por “la oposición” de conveniencia (¿pagada?) del régimen , hecha con un CNE que acuerde el gobierno de facto de Maduro, que decida si se sustituyen o no unos los Poderes Públicos cuyos lapsos están establecidos constitucionalmente, y con unas firmas y unos votos que certifica Maduro, Diosdado y su Poder Electoral. Mas fácil de batear imposible para cambiar lo que haya que cambiar si las cosas no se dan como están previstas en Barbados.

Efectivamente el 9 de agosto los medios digitales publican “El vocero de la Alianza por el Referendo Consultivo, Enrique Ochoa Antich, aceptó la invitación de Diosdado Cabello a conversar” (ver http://www.noticierodigital.com/2019/08/ochoa-antich-acepta-invitacion-diosdado-cabello-conversar/) y a seguidas los mensajes enviados entre ellos y Diosdado Cabello: “@dcabellor planteó en su programa @ConElMazoDando que está dispuesto a conversar conmigo (luego mencionó también a *@claudioefermin*) en la Plaza Bolívar y después en la Casa Amarilla. Aceptada la invitación”.

¿Será que nos creen tan estúpidos como para que pensemos que esto no fue arreglado entre ellos desde el principio? ¿Que esta operación que comenzó en la Sala C de la UCV en julio no fue una iniciativa del régimen utilizando el parapeto de quienes le hicieron la comparsa en las elecciones del 20 de Mayo de 2018? ¡Por favor! Es de hecho la ejecución del plan alternativo de pasarle la aplanadora a la Asamblea Nacional.

Efectivamente ya comenzó la utilización indebida del Referendo Consultivo por parte del régimen utilizando los medios electorales que controla. Muy pronto aparecerán los “millones” de firmas para iniciar un Referendo Consultivo para convocar elecciones anticipadas de la Asamblea Nacional, violando la Constitución, y posteriormente los millones de votos con las maquinas Smartmatic para convocar esa eleccion anticipada.

No es la primera vez que el régimen se adelanta utilizando un instrumento propuesto por la Alianza Nacional Constituyente Originaria (ANCO). Lo hicieron la primera vez el 1ro de Mayo de 2017 al convocar una Asamblea Nacional Constituyente sin la autorización del pueblo venezolano, luego que reiteradamente recomendaramos a la oposición oficial que iniciaran esa convocatoria constituyente con la mayoría calificada que tenían desde el mismo dia de la instalación del Parlamento opositor el 5 de Enero de 2016.

El régimen de nuevo se nos adelanta con una convocatoria fraudulenta de la soberanía popular con una consulta, luego que le plantearamos a la oposición oficial y al país la convocatoria de esa misma Soberanía para el cumplimiento cabal del “cese de la usurpación”, a traves de un Plebiscito sin el CNE. ¿Hasta cuando tanta miopía y estupidez opositora? Llegó la hora de actuar con la iniciativa. Convoquemos nosotros YA a esa Soberanía, pero a favor del pueblo...

Caracas, 14 de Agosto de 2019

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

viernes, 9 de agosto de 2019

El precio de la libertad

Por Luis Manuel Aguana

Hay quienes piensan que la intervención de Venezuela comenzó hace tiempo. No era cosa de esperar por los marines, ni por alguna fórmula escondida de estrangulamiento económico del régimen de Maduro. No. Comenzó por el embargo directo de las cuentas y bienes de personeros del régimen en los Estados Unidos, pasando por la inclusión de ellos en las listas que revisan los bancos internacionales para evitar movimientos de fondos que vayan en contra de la seguridad norteamericana, hasta un embargo muy bien diseñado para proteger los activos de Venezuela dentro de los Estados Unidos.

El gobierno de Trump está jugando en serio para la salida del régimen, no así lamentablemente nuestra contraparte opositora que aun habiendo oído la decisión del gobierno norteamericano a través de su portavoz oficial, John Bolton (ver John Bolton, “El tiempo del dialogo se acabó, es tiempo de la acción”, en https://runrun.es/noticias/386119/john-bolton-el-tiempo-del-dialogo-se-acabo-es-tiempo-de-la-accion/) insiste en continuar un dialogo que ya murió pero que se niegan a darle sepultura (Guiado: Bolton nunca dijo que el dialogo había terminado, en http://www.noticierodigital.com/2019/08/guaido-bolton-nunca-dijo-que-el-dialogo-habia-terminado/).

Inmediatamente al anunciarse la medida de embargo en contra de Venezuela, saltaron los que en la oposición y el régimen son efectivamente dolientes de esa medida aduciendo que eso agravará la situación de los venezolanos. No hablan de SUS intereses. Hablan de que nos afectará a nosotros, no de lo que les pasará a ellos por uno de las principales efectos colaterales de ese embargo: las empresas que hagan negocios con el régimen de Maduro pondrán en riesgo hacer negocios en los Estados Unidos porque estarán también sujetos a sanciones (ver Bolton habla sobre el congelamiento de activos del régimen de Venezuela en EEUU, en https://youtu.be/lxfPr70G8fE). En otras palabras las empresas tendrán que decidir si prefieren hacer negocios con el régimen o correr el riesgo de no hacerlo más con sus clientes en los Estados Unidos. ¡Vaya problema para el régimen y bolichicos opositores!

Nadie podría decir que eso no afectará a lo inmediato los bienes y servicios que de una u otra forma recibimos los venezolanos. ¡Claro que nos va a afectar! Y nos afectará muy pronto. Y el régimen intentará victimizarse diciendo que “es por culpa de los norteamericanos” que nos encontramos en esta situación, cuando todos sabemos que son ellos los que han robado y esquilmado al país. Pero hay una pregunta que deberíamos hacernos primero, como bien la hizo el ex Embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Diego Arria, en una reciente entrevista: “¿Qué precio estamos dispuestos a pagar por nuestra libertad?” (ver Aló Buenas Noches – EVTV 08-07-2019 https://youtu.be/jav85j2gQQk).

La salida del régimen no será gratis y esta decisión nos anuncia que  recibiremos todos en nuestras casas muy pronto el primer giro para el pago de esa libertad que lamentablemente la mayoría cree que es una concesión graciosa del Universo. Aunque ciertamente los venezolanos hemos venido pagando la gravedad cada vez mayor de esta crisis con la sangre de nuestra juventud en las calles y el éxodo masivo de nuestros hijos al exterior, no es menos cierto que el comportamiento opositor tiene mucho que ver con esa sangre derramada y ese éxodo justificado. Y es que la torpeza, unida con la inexperiencia y ambición de los liderazgos políticos ha alargado de una manera criminal esta tragedia.

Y eso no se les escapa a quienes nos observan desde el exterior, que ahora están tomando decisiones cada vez más duras PERO INDEPENDIENTES como consecuencia del comportamiento de un liderazgo opositor que no se compadece con el sufrimiento de la mayoría de la población. De allí que algunos reclamemos una mejor conducción política frente al régimen, y más acorde con la urgencia de nuestra situación como pueblo.

Pero una cosa sería que nos llegue un giro del exterior –y todos los que sean necesarios- porque nosotros hayamos convenido en esos pagos, y otra muy diferente es que nos llegue como consecuencia de la torpeza o un manejo producto de los intereses de otros que no quieren salir de esta situación, con la consiguiente permanencia del régimen. Eso es inaceptable.

Yo estaría dispuesto a pagar en la afectación de mi calidad de vida como venezolano que vive (o mal vive) en Venezuela si tengo la plena convicción de que con esos pagos obtendré la liberación, o al menos estoy en la dirección correcta y segura para obtenerla. Creo que los venezolanos estaríamos dispuestos a ese sacrificio si nuestro liderazgo se comprometiera seriamente en que ese accionar es convenido y llega a lo que estamos exigiendo como pueblo que no es otra cosa que la salida de este régimen y sus delincuentes.

Y eso me lleva a lo que está sucediendo ahora. En la actualidad luce completamente claro que existen dos planteamientos excluyentes sobre la mesa política: a) el que impulsa la Casa Blanca de aumentar gradual pero consistentemente las sanciones al régimen de Maduro y su entorno de corruptos; y b) la que impulsa la oposición oficial encabezada por Juan Guaidó de dialogar e intentar llegar a acuerdos electorales con Nicolás Maduro Moros. O es una cosa o es la otra, por eso son excluyentes. Si los EEUU desecharon la vía del dialogo, ¿por qué la oposición oficial insiste en un dialogo rechazado por nuestro principal aliado?

Si los Estados Unidos están llevando a cabo esas medidas, lo están haciendo en la seguridad de que Maduro terminará quebrándose. Pero una cosa es un quiebre provocado fuera de Venezuela sin la participación o anuencia de la oposición oficial, que lleva otro rumbo (el dialogo de la izquierda europea) y otra muy diferente es si los norteamericanos lo hacen con la autorización del pueblo venezolano. En otras palabras, si el pueblo decide en una Consulta Plebiscitaria estar dispuesto a pagar o no las consecuencias de esas acciones de la Comunidad Internacional, en virtud de que su propia representación va en otra dirección.

Se podrían definir en esa Consulta los términos de la salida y el traspaso del poder de Nicolás Maduro Moros. Pero también la consulta decidiría si los venezolanos estamos de acuerdo a que los países le eleven el costo al régimen de seguir en el poder, sea cual sea ese costo. Esto es, que los venezolanos decidamos directamente asumir el precio de la libertad a cambio de que esos países se comprometan a ayudarnos a hacer efectiva la salida del régimen si así lo decide el pueblo, como garantía de que ese sufrimiento tendrá sentido. Tal y como se ha planteado por la torpeza opositora, ahora lo comenzaremos a asumir sin contraprestación alguna.

A partir de este momento los venezolanos comenzaremos a sentir las consecuencias del embargo. Pero lo estaremos haciendo sin haber decidido nada, y peor aún, como consecuencia de la torpeza de otros. Seremos sujetos pasivos de una decisión que ocurrió fuera de nuestras fronteras, sin nuestra participación. Es por eso que insistimos en que esa escalada de sanciones y medidas, que perfectamente puede llegar a una intervención humanitaria con acompañamiento militar extranjero, no sea una decisión de nadie más que del pueblo de Venezuela, consultado en Plebiscito. De otra manera no estaremos manejando lo que pasará en nuestro propio país porque lo estaremos subrogando a personajes que saldrán de donde menos lo esperamos una vez que el régimen caiga. De allí que prefiera de largo que seamos nosotros, el pueblo de Venezuela, quienes decidamos, no solo el precio de nuestra libertad sino lo que pasará después. ¿Qué prefiere usted?
Caracas, 9 de Agosto de 2019

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

sábado, 3 de agosto de 2019

Por una nueva trilogía: Plebiscito, Consejo de Gobierno y Constituyente

Por Luis Manuel Aguana

No es fácil concebir una propuesta alternativa sin decir que pasará después de que la apliques. Hasta ahora nuestra propuesta plebiscitaria llega hasta la salida del régimen de Nicolás Maduro Moros, como una solución al “cese de la usurpación”, en contraposición a unas elecciones, que nadie en su sana lógica logra entender como sirve para expulsarlo. ¿Cómo se expulsa a alguien del poder compitiendo en elecciones precisamente con el que pretendes expulsar, y para colmo manejadas por él? Si no fuera tan serio diría que es un chiste.

La lógica supone que los debes expulsar previamente a través de un mecanismo constitucional (esto es, cesar la usurpación), para luego de expulsado, proceder a conformar un Gobierno de Transición que convoque a unas elecciones libres. Pero esa lógica irrebatible -que no inventamos nosotros- está siendo rechazada por la oposición oficial, al punto de ser ahora un estorbo para quienes aprobaron el Estatuto de la Transición que fue el que la estableció.

Negociar unas elecciones -y otras cosas importantes de la vida del país que aún no conocemos- para convivir con el régimen, es lo que está a la orden del día de la oposición oficial. No están siguiendo el orden establecido en el Estatuto de la Transición, así nos digan que negocian para el “cese de la usurpación”. Lo que nos están vendiendo va en contra del sentido común. De allí que todos los venezolanos esperemos con cierta ansiedad el resultado de esas negociaciones de Barbados (antes Oslo, Noruega) para pronunciarnos definitivamente acerca de esa mamarrachada que lo único que ha tenido de exitoso es haberle dado más tiempo a Maduro en el poder.

Luchando contra esa lógica electorera hemos planteado el Plebiscito para que sea el pueblo quien decida la continuidad del régimen de Maduro, aunque muchos se pregunten cómo puede ser posible sacudirse una tiranía con votos. Pues de la manera en que planteamos la secuencia, creemos que es posible si tenemos todo el apoyo de la Comunidad Internacional.

Sin embargo, no quiero detenerme aquí en el mecanismo del Plebiscito planteado, que creo que está suficientemente explicado en mis notas anteriores (ver Porque un Plebiscito SI y unas Elecciones NO en Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2019/07/porque-un-plebiscito-si-y-unas.html, Las tres fases del Plebiscito, en http://ticsddhh.blogspot.com/2019/07/las-tres-fases-del-plebiscito.html, Plebiscito, que el pueblo decida el cese de la usurpación, en http://ticsddhh.blogspot.com/2019/07/plebiscito-que-el-pueblo-decida-el-cese.html), sino ver un poco más allá, en lo que debería ocurrir al cesar la usurpación.

Y es allí donde creo que debería empezar a desarrollarse más análisis porque es de lo que menos se ha hablado en toda esta historia. El régimen y el castro-chavismo-madurismo no se irán de la estructura del Estado ni de la realidad política venezolana inmediatamente aunque los venezolanos lo decidamos y tengamos la ayuda externa para expulsarlos del poder.

Habrá un periodo especial de la vida del país que denominamos “transición” en el cual se necesitarán tomar decisiones muy duras y difíciles que requerirán de mucha experiencia política y sabiduría, cosas de las que consistentemente han demostrado adolecer quienes nos han llevado hasta este momento a dos intentos fallidos de recuperación utilizando la estructura criminal del régimen. Tanto en el 23F como el 30A la oposición oficial realizó negociaciones fallidas encubiertas con parte de esa estructura criminal, y que luego siguieron abiertas en Noruega y Barbados. Si por alguna providencia la sociedad civil, a través de un proceso plebiscitario, logra la recuperación de Venezuela de manos de estos secuestradores, el control del país caerá constitucionalmente en manos de los novatos que negociaron con el régimen. No se nos puede olvidar ese detalle ni por un segundo.

No se nos puede olvidar que los partidos que establecieron el Estatuto de la Transición y acordaron a regañadientes que Juan Guaidó ejerciera un mandato mediatizado como Presidente Encargado de la República, sin ejercer todas sus atribuciones constitucionales, son las personas que gobernarían el país después de Maduro, de acuerdo a ese Estatuto, y por supuesto de acuerdo al mandato constitucional del Artículo 233. Sería poco menos que una ingenuidad pensar que la maraña de corrupción política con la que se pensaba gobernar el 30A quedara disuelta después del “cese de la usurpación”. ¿Cómo se puede evitar eso?

Algunos de ustedes podrá decirme “pero Ud. lo que quiere es que nos coma el tigre” argumentando que después que se vaya el régimen todas estas cosas se podrán controlar porque estará gobernando “la oposición”. A aquellos que digan eso les deberé indicar respetuosamente que se bajen de esa nube. El país estará completamente descuadernado y destruido institucionalmente, por lo que cualquiera que le ponga las manos, hará con él prácticamente lo que le venga en gana. ¿Contaremos con instituciones para controlar la corrupción de los nuevos gobernantes y evitar el “quítate tú para ponerme yo” que seguramente vendrá, que se aprovechará del descontrol y del caos que nos dejarán? No, porque esas instituciones habrá que construirlas durante el período de la transición. Pero, ¿y mientras tanto, qué?

Entonces durante ese periodo especial de transición los venezolanos debemos exigir que no sea solamente Juan Guaidó el que esté al frente del nuevo gobierno de Transición, como está establecido en el Estatuto de la Transición, sino que sea un Consejo de Gobierno que encabece el Presidente Encargado, que sea representativo de la sociedad civil y compuesto por personalidades en las que el país confíe. Que no esté solamente allí el país político que resulte heredero sino el país nacional, con personalidades representativas de la vida del país, y con la suficiente experiencia política y administrativa para apoyar el proceso complejo y difícil que deberá encarar esta dirigencia novata, y sobre quien recaerá la responsabilidad de conducir el país después de salir de la tragedia de este régimen.

En este sentido, la Asamblea Nacional, de acuerdo al Estatuto de la Transición, tiene la obligación de “Articular acciones con la sociedad civil para promover mecanismos de participación ciudadana que legitimen el proceso de transición democrática y favorezcan la cesación de la usurpación de los poderes presidenciales por parte de Nicolás Maduro Moros” (Artículo 16.6 de la Ley del Estatuto que rige la Transición). ¿Y qué mayor participación ciudadana que una representación calificada de la sociedad civil democrática que conduzca conjuntamente con Juan Guaidó el destino del país, en el que sería el momento más importante de la historia de Venezuela?

Esta interpretación del Estatuto de la Transición a favor de los ciudadanos es necesaria para salvaguardar los intereses de los venezolanos hasta que pueda ser construida una base mínima de institucionalidad que proteja los intereses de todos, comenzando por el Sistema de Justicia. Debemos lograr que luego de esta tragedia el país no sea manejado por personas ni por partidos sino por instituciones que puedan ser controladas por los ciudadanos. Y esto nos lleva al siguiente paso de esta trilogía propuesta: un verdadero proceso Constituyente de carácter Originario que de paso a una nueva institucionalización de Venezuela.

Algunos podrán decir que estoy adelantando demasiado los acontecimientos y tal vez tengan razón. Sin embargo, ese Gobierno de Transición está en la obligación ética y moral de tomar las decisiones que nos lleven sentar las bases de una nueva estructura de funcionamiento político, económico y social del país después de la destrucción socialista. Y eso NO LO PUEDE HACER solamente la fracción política que resulte gobernante. Seria, además de excluyente, aberrante. En esa histórica tarea deben y tienen que intervenir todos los venezolanos a través de su representación genuina. Y eso no se puede lograr sino a través de un proceso Constituyente Originario que convoque la representación legitima de todos los ciudadanos. Juan Guaidó y ese Consejo de Gobierno tienen la altísima responsabilidad de convocar y consultar al país la realización de un proceso Constituyente de carácter Originario para rehacer las bases institucionales de este país destruido. Y a la finalización de ese proceso constructivo, que incluye el Poder Electoral, convocar a unas elecciones libres, justas y transparentes que maneje el inicio de una nueva Venezuela.

Les invito a pensar ahora en una nueva trilogía posible, compuesta por un Plebiscito para el “cese de la usurpación”, un Consejo de Gobierno para la Transición, que incluya a la sociedad civil como garantía de los ciudadanos de un gobierno decente durante la transición, y finalmente la convocatoria al Constituyente Originario que construya el país sobre nuevas bases políticas, económicas y sociales, para la Venezuela de las nuevas generaciones.

Caracas, 3 de Agosto de 2019

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
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