miércoles, 1 de abril de 2020

La última rama de olivo

Por Luis Manuel Aguana

En toda esta confusión que ha surgido por la posición oficial del gobierno norteamericano con su propuesta denominada “Marco para la transición democrática para Venezuela” del 31 de Marzo (ver propuesta oficial en https://translations.state.gov/2020/03/31/marco-para-la-transicion-democratica-de-venezuela/) la única reacción política racional ha sido la del régimen de Maduro, rechazando la propuesta. Y no se equivoquen, es posible que eso sea lo que precisamente estén buscando los norteamericanos. Veremos más abajo porqué.

Difícilmente podría entenderse la nueva posición del gobierno de los Estados Unidos en respaldo a la propuesta de cohabitación con el régimen formulada por el gobierno encargado de Juan Guaidó (ver mi pasada nota Cohabitación de Emergencia, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/03/cohabitacion-de-emergencia.html), trayendo del pasado los mismos planteamientos hechos en el marco de las conversaciones de dialogo que se habían dado en Oslo y Barbados, de un gobierno de transición conjunto con personeros del régimen, pero sin Maduro y sin Guaidó en la papeleta, que trajeron el rechazo unánime del país opositor.

Y ellos saben de cierto que eso no es precisamente una solución para la crisis venezolana, no solo porque ignora la verdadera situación política de la Asamblea Nacional que no está ni siquiera en posición de reunirse en el Palacio Federal por ordenes del régimen, sino por el atajo de criminales que conducen el poder en Venezuela, que tienen en el bolsillo a muchos –si no la mayoría- de los diputados de esa oposición oficial, razón por la cual Guaidó no quiso entrar al Hemiciclo el 5 de Enero de 2020 cuando todas las fracciones opositoras ya estaban adentro. ¿Son esos diputados quienes los norteamericanos pretenden que nombren un Consejo de Estado? Insisto, no creo en ingenuidades políticas. ¿Qué buscan entonces los norteamericanos?

Mi pregunta no iría dirigida al porqué los gringos salieron con una propuesta que respalda plenamente al Presidente Encargado Juan Guaidó con su Gobierno de Emergencia Nacional, a solo horas de ser anunciado, y después que su propio Departamento de Justicia le ponía precio a la cabeza de quienes detentan el poder en Venezuela. Mi pregunta va dirigida al como ellos pretenden ayudarnos a resolver la crisis con algo que de antemano saben que no funcionará. Ya he mencionado antes que las cosas en los Estados Unidos no funcionan como en el resto de los países.

Hace un año analizaba el tema de la intervención militar en Venezuela (ver Conflicto de intereses, en https://ticsddhh.blogspot.com/2019/03/conflicto-de-intereses.html) y repito lo que mencioné en esa oportunidad porque calza al rompe con lo que voy a decir a continuación: “La administración norteamericana funciona como una composición ordenada de compartimientos estancos donde el único que tiene la visión de conjunto es el Presidente. Cualquiera que diga que el conjunto hará o dejará de hacer algo, no está diciendo la verdad porque eso solo es competencia del Presidente de los Estados Unidos. Es más, Elliott Abrams, que es lo que se puede llamar aquí un Viceministro del Exterior en su área, puede estar diciendo eso y al mismo tiempo el DOD (Departament of Defense) puede estar a punto de lanzar las tropas en Venezuela y el DOS (Departament of State), órgano del cual depende Abrams, ni siquiera estar enterado de esa maniobra si el Presidente no les informa, y es posible que sean los últimos en enterarse internamente. Las cosas allá no funcionan como aquí ni en ningún otro país. Entonces, ¿ven lo ridícula que es la afirmación de marras? Y más ridículos quienes la repiten.”. Y la afirmación era precisamente “en Venezuela no habrá una intervención militar de los Estados Unidos”…

A horas de haber sido anunciado -tras años de investigaciones- por un poder autónomo del Estado norteamericano, el Departamento de Justicia y el Fiscal General, que los principales personeros del régimen habían sido señalados como criminales que debían ser puestos a la orden de la justicia norteamericana, con un precio sobre sus cabezas, sale el mismo gobierno a respaldar esa fórmula conjunta de Guaidó donde se posibilita que personajes del régimen señalados por el Departamento de Justicia se posicionen en puestos claves de un gobierno de transición, y suspendidas sus sanciones. ¿Qué significa eso? Que el Poder Ejecutivo norteamericano tomó una decisión independiente de su Poder Judicial por alguna razón, respaldando el plan de cohabitación de Guaidó, que ofrece no solo un salvavidas a Maduro y su régimen sino un barco completo para que todos ellos se monten. ¿Es eso bueno? No lo creo. Veamos.

Como mencionaba al inicio, los únicos que han reaccionado racionalmente a esta propuesta son los personajes del régimen. ¿Y por qué lo digo? Porque los únicos que se no salvarían allí son los que precisamente han sido señalados por el Departamento de Justicia porque tienen acusaciones concretas y abiertas sobre sus cabezas; y por más que el gobierno de Trump que no tiene poder sobre su justicia, o un posible gobierno de transición venezolano, los salve con una supuesta Ley de Consejo de Estado, seguirán siendo buscados y perseguidos internacionalmente con un precio sobre sus cabezas. Y si estos mismos personajes son los que precisamente manejan el poder en nuestro país, ¿cuál podría ser la respuesta racional esperada? La que acaba de dar el régimen: que se vayan al largo al carajo.

Entonces esa propuesta no es viable, por más buena intención o ingenuidad con la que haya sido formulada, o desconocimiento de la realidad política venezolana de quienes la hicieron, al margen de haber aparecido como respaldo a la posición de Guaidó y su gobierno encargado. En el mejor de los casos de poderse llevar a cabo esa propuesta, difícilmente ese “Consejo de Estado” descrito terminará en manos opositoras. Caería bajo el control de la “mesita” y del PSUV, sin contar con inconstitucional que resulta que las facultades del Presidente de la Republica pasen a manos de un órgano que no está descrito en la Constitución (puntos 5 y 6 del Marco de Transición). Pero como ya a la Constitución le han dado con todo, una mas no hace la diferencia.

Ahora bien, si ya saben que la propuesta es inviable, ¿Qué es lo que queda? ¿Dejar las cosas así? Eso ya no es posible. Maduro y sus mil ladrones son prófugos de la justicia norteamericana. ¿Qué hacemos con eso? Decía al final de una nota anterior algo que no termine explicando detalladamente (ver Después del 26 de Marzo, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/03/despues-del-26-de-marzo.html): lo que ocurra en Venezuela lo decidirá quién concretamente termine desplazando del poder a Nicolás Maduro Moros y apresando a los señalados por la justicia norteamericana, incluyendo a Maduro. Si no es posible una negociación/cohabitación como es la aspiración de Guaidó y el G4, y de manera accidental los norteamericanos, porque quieren evitar lo inevitable, entonces el desplazamiento deberá ser forzado. Y ese desplazamiento se llevará por los cachos a todo el mundo, G4 incluido (¡vayan poniendo sus bardas en remojo!). Dudo mucho que a estas alturas Guaidó crea que todavía es posible una cohabitación con estos delincuentes. Pero cualquier estupidez es posible en el absurdo mundo de la política venezolana…

Si esa acción la realiza el Alto Mando militar del régimen actual y los entregan a las autoridades norteamericanas, lo siguiente será lo que ellos decidan. Y eso no será precisamente buscar a Guaidó para ponerlo en Miraflores a cuenta de Presidente Encargado. Asumirá el poder la persona que ellos designen, con los consabidos decretos iniciales que hagan eso legal. Si lo hace una coalición internacional militar porque el régimen no aceptó esta última rama de olivo como símbolo mundial de paz de los norteamericanos, entonces serán los gringos y compañía los que decidan a quien que le entregan el poder después de una intervención, con la misma cobertura legal inicial de cualquier gobierno que comienza en esas circunstancias. El resto son cuentos de camino y los gringos lo saben. El reloj está corriendo para todos…

Caracas, 1ro de Abril de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

lunes, 30 de marzo de 2020

Cohabitación de Emergencia

Por Luis Manuel Aguana

La huida desesperada hacia delante de la oposición oficial a la escalada de detenciones que se darán indefectiblemente por los anuncios del 26 de Marzo en contra de los criminales de la cúpula del régimen venezolano, nos la informó Juan Guaidó el día 29 de Marzo al anunciar un Gobierno de Emergencia Nacional:

 “…Este Gobierno de Emergencia Nacional por razones obvias no puede ser encabezado por alguien acusado de narcotráfico, pero tampoco puede ser un gobierno conformado únicamente por las fuerzas que representamos, a quienes me apoyan y han apoyado este camino debo decirles que debemos ser realistas, responsables, en este momento que atraviesa el país para que sea posible y para que pueda ser sostenible un Gobierno de Emergencia Nacional no puede estar conformado solo por quienes pensamos igual, y tampoco puede estar conformado solo por los otros y quienes sostienen a la dictadura. Debe ser amplio e incluir a todos los sectores políticos y sociales necesarios para afrontar esta grave emergencia que nos viene y que se va a agravar. En concreto planteamos instalar un Gobierno de Emergencia Nacional que incluya a todos los sectores políticos del país. Este Gobierno de Emergencia delegará en el Consejo de Estado paritario las decisiones fundamentales y manejo de Estado, atención de la emergencia, estabilidad y reconciliación del país. Abrir un canal humanitario que permita la entrada inmediata de la ayuda internacional. La solicitud de un préstamo inicial de 1200 millones de dólares para atender la emergencia y asignar recursos directos a cada familia que dependen del día a día, iniciando con los más vulnerables…” (ver Declaración pública de Juan Guaidó en https://twitter.com/jguaido/status/1244068708143763456).

¿Y por qué digo huida desesperada hacia delante? Porque ¿de qué otra manera podrían el régimen y su oposición oficial trabajar de manera conjunta y proteger sus intereses comunes, haciendo un control de daños inmediato, luego de la decisión magistral de los norteamericanos de iniciar acciones para detener a Maduro y todo su entorno, echando  a perder cualquier plan de cohabitación electorera que ya se había cristalizado al marchar los venezolanos indefectiblemente a un matadero electoral a finales del año 2020? Convirtieron la cohabitación electorera abortada por del Departamento de Justicia norteamericano en una cohabitación de emergencia traducida en un Gobierno de Emergencia Nacional ante lo que se les viene encima.

Los Estados Unidos están muy claros de la forma que puede mutar el virus maligno del castro-chavismo-madurismo después de la salida del poder de Nicolás Maduro Moros y los principales indiciados por el Departamento de Justicia norteamericano. El problema está en que este no se transforme a una cepa que haga convivir los males que afectan a la región como sería el hecho que prosperara la tesis de los “enclaves autoritarios” de Henry Ramos Allup, y que al parecer ha comprado completamente la oposición oficial del G4-Frente Amplio con Juan Guaidó a la cabeza (ver Ramos Allup habla sobre la “transición”, en https://youtu.be/zzudMxJGnVU, min 0:52).

Algunos podrán decir que los planes que se desarrollaban con el doble agente Cliver Alcalá Cordones en Colombia demostrarían que Guaidó y su gente desmentiría esto. Pero ya el régimen estaba en conocimiento de esa movida, como ha estado al tanto desde siempre de todas las movidas de la oposición donde se ha utilizado a Alcalá Cordones ya que este funge desde hace muchísimo tiempo como su asesor militar, incluso en Cúcuta el 23F-2019, cuando la ayuda humanitaria entraría a Venezuela “si o si”. No creo en ingenuidades opositoras. Alcalá Cordones ha sido señalado como narcotraficante por los Estados Unidos desde el año 2011, por lo que no es complicado deducir que ha estado en una misión de contrainteligencia para el régimen desde hace mucho tiempo (ver Joseph Humire: Alcalá Cordones estaba en una misión de contrainteligencia, en https://es.panampost.com/emmanuel-rondon/2020/03/27/joseph-humire-alcala-estaba-en-una-mision-de-contrainteligencia/).

Una cosa es que Guaido declare la necesidad de un Gobierno de Emergencia Nacional incluyendo factores negociados con el régimen, obviando el cómo ese supuesto gobierno entraría en funciones de poder (suponemos que estarían negociando ahora una nueva versión del 30A-2019 con la realidad de un precio internacional por la cabeza de Maduro); y otra muy diferente es que se instale una transición sin el chavismo –porque son minoría en la población y su toda dirigencia criminal es responsable de la crisis venezolana- y éste acceda al poder sin las ataduras criminales del régimen anterior luego del desplazamiento de Maduro y sus ladrones, con la ayuda de una intervención policial internacional.

De lo que estaríamos hablando aquí es de dos maneras diferentes de acceder al poder, siendo la primera cohabitando con los factores armados del castro-chavismo-madurismo para cuidar sus intereses comunes pero fuertemente controlado por detrás por estos factores; y la segunda que Juan Guaidó realice una operación conjunta con la Comunidad Internacional que lleve a la captura de todos los señalados por la justicia norteamericana y establezca una Junta de Gobierno Cívico-Militar con la participación de militares venezolanos que se han visto en la necesidad de exiliarse del país, y civiles de indudable trayectoria ética y moral e irrebatible hoja de servicios a la nación. Esta última es la fórmula que propone ANCO en su comunicado del 28 de Marzo de 2020 (ver Comunicado ANCO a todos los venezolanos, El Gran Cambio, en http://ancoficial.blogspot.com/2020/03/comunicado-anco-todos-los-venezolanos.html).

¿Estarían enterados los norteamericanos de esta nueva propuesta de Guaidó para resolver la crisis después de Maduro? No lo creo. Pienso que esa fue la respuesta de la oposición oficial de Lopez-Guaidó ante la develación de los planes conjuntos con el chavismo originario que representan Cliver Alcalá Cordones, Luisa Ortega Díaz y demás viudas del difunto Chávez. Dificulto que los gringos hayan estado de acuerdo en una fórmula que todavía deja en pié a gran parte del régimen -¡exactamente la mitad!- en un reparto “paritario” del gobierno, dejando sin resolver el fondo mismo del problema, porque Guaidó difícilmente controlaría ese gobierno sino los factores que quedarían armados del régimen de Maduro. Si Guaidó cree que podría gobernar de una manera estable con las armas en las manos de un castro-chavismo-madurismo sin Maduro, y de los colectivos armados hasta los dientes de Freddy Bernal en todo el país, sería un caso grave de negligencia criminal.

Con esa cohabitación de emergencia declarada, el Presidente Encargado se pone en una situación inaceptable para los venezolanos apareciendo como rehén del régimen al decirnos que no existe otra manera de proceder sino cohabitando con ellos (si no entonces como se entiende la frase “para que sea posible y para que pueda ser sostenible un Gobierno de Emergencia Nacional” negando que puedan gobernar solos: “pero tampoco puede ser un gobierno conformado únicamente por las fuerzas que representamos”). ¿Cómo es posible que Guaido nos proponga un nuevo gobierno que comparta en iguales condiciones con quienes acabaron con Venezuela? ¿De dónde sale lo paritario con unos criminales? El poder no se desplazará solo así a las manos de Guaidó sin una negociación previa, si esta no sale de las mismas entrañas del castro-chavismo-madurismo. De allí que desde la oposición oficial tengan el descaro de proponernos esta fórmula cómplice para salir de la crisis usando al COVID-19 para convencernos. Eso es absolutamente despreciable. Guaidó tiene la obligación que le dimos los venezolanos el 23 de Enero de 2019 de acabar con la usurpación, no de convivir con ella.

Las premisas sobre las cuales Guaidó justifica hacer esta Cohabitación de Emergencia con un Consejo de Estado “paritario” no son sostenibles no solo porque prácticamente el régimen se encuentra técnicamente caído después del 26 de Marzo, solo a la espera que sus principales cabecillas sean capturados por la justicia internacional, sino porque en su condición de Presidente de la Asamblea Nacional Legítima puede autorizar con el parlamento el empleo de misiones militares extranjeras en el país (Artículo 187#11), y convocar posteriormente una Junta de Gobierno Cívico-Militar como se lo sugerimos en el comunicado de ANCO mencionado anteriormente. Este detalle se lo hice saber al mismo Guaidó a través de un hilo de Twitter (ver hilo dirigido al Presidente Encargado @JGuaido, en https://twitter.com/laguana/status/1244097043536232449).

Si Juan Guaidó negocia con el régimen criminal de Maduro una sucesión del poder escogiendo cohabitar en emergencia, utilizando con nosotros el expediente de una supuesta insostenibilidad, en lugar de desplazarlo completamente con la ayuda de las fuerzas policiales internacionales, como correspondería de acuerdo a la confirmación de las actividades criminales de sus principales cabecillas expuestas universalmente, sería tan delincuente como el mismo régimen, ya que estaría ignorando abiertamente esta situación y actuando en complicidad con él. Los venezolanos nos encontraríamos de nuevo en un vacío de poder presidencial, por lo que Guaidó sería tan ilegitimo como Maduro, debiéndose resolver otra vez una sucesión legitima del poder en Venezuela. Estoy seguro que la Comunidad Internacional, y en especial los Estados Unidos, están perfectamente en cuenta de esta situación, que los venezolanos aun ignoran por el apremio de salir de Maduro inmediatamente. Parafraseando una frase hecha de su propio partido: es hora de que Guaidó se ponga del lado correcto de la historia…

Caracas, 30 de Marzo de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana