Por Luis Manuel Aguana
La fotografía de un oficial retirado cuidando la
puerta de su casa con un fusil de asalto le dio la vuelta al mundo gracias a
CNN. El Gral. (R) Ejercito Angel Vivas protagonizó uno de los eventos más
significativos de estos días aciagos donde el régimen ha arremetido con
inusitada violencia a la población civil. Pero más allá de una demostración adicional
de todos atropellos a los que nos tiene acostumbrado este régimen militarista,
el caso del General Vivas reviste en mi modesta manera de ver los eventos
actuales, una significación trascendental y que no he visto reflejada en las
redes sociales y medios digitales que pudieron cubrir el evento.
Y es el llamado Efecto Mariposa. El concepto lo encontramos
en la denominada Teoría del Caos: “La
idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico,
la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en
ciertas formas completamente diferentes. Sucediendo así que, una pequeña perturbación
inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto
considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo. Su nombre proviene
de las frases: "el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al
otro lado del mundo" (proverbio chino) o "el aleteo de las alas de
una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo" así como
también "El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo" (ver
Efecto Mariposa, Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_mariposa).
¿Y porque relaciono al General Vivas con esta
interesante teoría? Veamos más allá de lo obvio. Aquí nos encontramos con un
oficial de nuestras Fuerzas Armadas, retirado por este régimen y afectado por
una decisión del extinto Comandante Eterno al no aceptar su famoso “Patria,
Socialismo o Muerte” dentro de los cuarteles. En otras palabras, una víctima
directa del régimen, inmolada por defender la Constitución.
Esta víctima, en atención a su formación para la
defensa de los ciudadanos, alerta como defenderse de los motorizados asesinos
del régimen para neutralizarlos durante las manifestaciones pacificas que se
están llevando a cabo. Consecuencia inmediata, se convierte en un perseguido
político. A la brevedad se traslada un comando de la policía política militar
para hacerlo preso, sin mediar ningún proceso, típica manera de actuar de las
dictaduras. A eso se le añade que el régimen previendo que el piquete fuera a
quebrarse al poner preso a un oficial venezolano con dignidad, envía esbirros
cubanos.
El General, en legítima defensa, se apertrecha en su
domicilio e impide la entrada, fusil en mano, de cualquier piquete, poniéndose
al frente para defenderse él y la integridad de su familia.
Este cuadro se configura en el ejemplo que más representa
lo que está sucediendo en Venezuela, pero con una pequeña y a la vez
significativa diferencia. Veamos: los venezolanos todos hemos sido víctimas de
una u otra manera de este régimen, como el General Vivas. Nos están enviando
cubanos para aplacar a la población que de alguna manera ha buscado actuar en
legítima defensa de los ataques de los colectivos y la GNB, como hicieron con
el General Vivas. La diferencia es que a la casa del General Vivas no entraron
porque se encontraron con un individuo armado y entrenado para repeler ese
ataque en legítima defensa de su familia.
Muchas veces nos hemos preguntado qué es lo que hace
falta para que quienes nos deben proteger de las bandas armadas del régimen y
de hacer cumplir la Constitución, defendiéndonos con las armas que la República
les entregó, actúen y restituyan el imperio de la Constitución.
Ver en vivo y en directo a un integrante de esas
Fuerzas Armadas hacer exactamente eso mismo que necesitamos que sus compañeros
de armas hagan para defender a la familia venezolana y volver a colocar las
cosas en su sitio, es tal vez "el
aleteo de las alas de una mariposa” que “puede
provocar un Tsunami al otro lado del mundo" que requieren esas Fuerzas
Armadas para reaccionar. Un soldado que tiene las armas que el país le entrego
y las sabe usar en defensa de su familia, no de ataque a la población civil, es
quizá ese “aleteo” que se necesita
para levantar el Tsunami.
Y no es un asunto de “bolas”, aunque si hacen falta,
sino de entender a carta cabal, como así lo entendió el General Vivas cuando le
entregaron su sable en la Academia Militar, el juramento ante la bandera de
Venezuela. Es simplemente una cuestión de honor y seguir las enseñanzas y el
compromiso adquirido con una sociedad de defender con la vida la soberanía y
los ciudadanos de su país, nada más.
El ejemplo del General Vivas puede perfectamente ser
ese Efecto necesario para que en este sistema caótico se muevan los resortes
que hagan que el sistema se mueva a otro estado, constituyéndose en esa “pequeña perturbación inicial” que “mediante un proceso de amplificación, podrá
generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo”.
Y en este caso puede ser a corto plazo.
Por otro lado,
también podríamos entender el gesto del General Vivas en el sentido que todos
los venezolanos tenemos el derecho a defendernos de un régimen que atropella
nuestras libertades, dando como respuesta una cita atribuida al Libertador Simón
Bolívar, “Cuando la Tiranía se hace Ley,
la Rebelión es un Derecho”. Algunos indican que El Libertador no la
escribió, pero si no lo hizo se parece mucho a su pensamiento libertario. Con
lo cual estaría plenamente justificado la rebelión en cualquiera de sus formas
para responder en legítima defensa.
Es por eso que
atendiendo a una razón de estricta lógica, las Fuerzas Armadas deben intervenir
antes que esta violencia que el régimen nos está aplicando con el ánimo bajarle
la cabeza a un pueblo que lleva en su ADN la libertad, consiga a miles de
Generales Vivas dispuestos a empuñar un arma para responder a una agresión en
contra de nuestras familias y nuestra soberanía.
Y aquellos que
si pueden contener esa agresión, deberían hacerlo a la brevedad del caso,
restituyendo la Constitución y cumpliendo con su juramento de defender al país
de un ejército extranjero. El efecto de no hacerlo ya lo están viendo en las
calles del Táchira y muchos Estados del país. Y así como al intentar entrar a
la fuerza al hogar del General Vivas se encontraron con un venezolano dispuesto
a dejar la vida para defender su casa, se estarán encontrando cada vez con más
venezolanos dispuestos a dejar la suya para defender a Venezuela. O lo hacen
ellos o el pueblo de Venezuela, ¿qué resulta más sangriento? La decisión para
una TRANSICION es de
ustedes…
Caracas, 28 de Febrero de 2014
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana