Por
Luis Manuel Aguana
Ya lo confirmó hoy el Directorio del CNE. Las
estaciones de Verificación SON OBLIGATORIAS. ¿Y a cuenta de qué el Directorio
del CNE ignora las disposiciones legales según las cuales solo es necesario
para votar la cédula de identidad laminada, vencida o no? ¿Dónde aparece en la
legislación venezolana que ahora los electores necesiten “el papelito” de la nueva
alcabala de Tibisay Lucena como requisito adicional para ejercer un derecho
ciudadano?
Esta alcabala, que aparece como novedosa en
este escenario, opaca en notoriedad a la que antes considerábamos como el principal
escollo en toda esta trampa tecnológica que nos impusieron a los venezolanos
desde el CNE, la captahuellas.
Varias observaciones en relación a este nuevo
escollo. Luce sumamente sospechosa la insistencia del CNE en colocar como
obligatorio ese instrumento que hasta donde hemos podido constatar solo le ha
servido al gobierno para movilizar a su militancia del PSUV y obligarla a votar,
y a la vez ralentizar las colas en los centros de mayoría opositora. Pero
pudiera tener una razón técnica más de fondo y que se nos pudiera estar
escapando.
Veamos técnicamente la cosa. Son estaciones
conectadas a través de la red celular de la CANTV con los servidores
principales del CNE. Transmiten al menos el numero de cedula de identidad de la
persona que está llegando al centro a votar. Al menos eso es lo que “aparentemente”
está pasando, de acuerdo a lo que uno visualiza externamente.
Sin embargo, me puedo permitir hacer
especulaciones basadas en nuestro desconocimiento de la arquitectura técnica de
las maquinas de votación, ya bien sea porque el CNE no le entregó las especificaciones
técnicas a la oposición a través de “nuestra representación” técnica y estos
avalaron algo que no vieron, o que si se las entregaron y por alguna razón se
ha mantenido oculta a pesar de la insistencia en que se haga pública para el
estudio de técnicos independientes. Ambas cosas son inaceptables.
Puedo imaginarme que las máquinas de votación
tienen la electrónica interna necesaria para conectarse inalámbricamente,
conformando una red interna, con esas estaciones conectadas a la red celular de
la CANTV para la transmisión de algo más que cédulas de identidad para
movilizar chavistas.
Eso podríamos saberlo fácilmente con un
celular inteligente en la mano. Se podría detectar cuales redes están activas
en un radio cercano con un simple celular inteligente. Podríamos probar eso
cuando vayamos a votar y detectar si hay alguna red WiFi extraña dentro del
centro que no debería estar allí. ¡Y denunciarlo!
¿Sabemos cuáles procesos se activan en las
máquinas de votación además del proceso auditado de captura y resguardo de
votos? ¿Es ese el único programa que hay? ¿Existe una auditoría que nos permita
saber si el CNE coloca algo adicional dentro de las máquinas de votación sin el
conocimiento de la oposición? Esas maquinas son computadores multitarea y eso
lo saben tanto el gobierno como la oposición.
Y suponiendo que esto sea así, el CNE podría
estar transmitiendo votos antes del cierre de las maquinas de votación, así de simple.
O cambiarlos si conocen las claves de encriptado. Y así como puede haber
transmisión hacia fuera, podría también haberla hacia dentro, precisamente para
eso último. Esa es una duda perfectamente razonable, basada en el
desconocimiento que tenemos de esos equipos comprados sin licitación. Al ser un
proceso enteramente controlado por el CNE, ¿por qué no podríamos pensar mal y que
estas maquinas están haciendo algo adicional? ¿Porqué no pensar que desde el
CNE se envíen archivos completos que sustituyan los resultados de las máquinas?
¡Cuentos de camino! dirán quienes aun
defienden ese sistema. Siempre insistiré: cualquier cosa se puede hacer con una
maquina que se programa y que está hábil para comunicarse, y más aún si está
protegida por quien debe ser su principal vigilante: ¡los técnicos de la
oposición! Y si dicen eso entonces demuestren que no es así publicando las
especificaciones de esos equipos y entregando uno de ellos para el análisis exhaustivo
de parte de un grupo de expertos independientes calificados.
Las maquinas de verificación afuera
funcionarían como una especie de puerto de comunicación de las máquinas de votación
hacia y desde el CNE. De esa forma Tibisay, es decir el gobierno, quien es la
única que puede totalizar, pudiera tener información acerca de lo que sucede en
los centros que tienen esas máquinas de verificación conectadas a la red
celular de la CANTV. Por lo mínimo, si no cambian los votos, podrán conocer en
tiempo real los resultados intermedios de los centros que tienen esas máquinas.
Por principio natural, no debería existir
NINGUN dispositivo que transmita nada al CNE hasta el cierre del proceso
electoral. Esa es una exigencia mínima que debe realizar la oposición. Si
nuestra queja fue que ralentiza el proceso, como en efecto pasó durante el
pasado 7-O, la respuesta de estos delincuentes del CNE ha sido colocar más
máquinas para acallar eso. Pero el fondo real sigue vivo y es que están violando
de manera flagrante los Derechos Humanos de los electores de tener un proceso libre.
Y lo cierto es que el sistema electoral está en
tal grado de descomposición que ya no es sostenible ni tragable por la
población demócrata. Y lo peor es que está avalado y defendido por la propia oposición.
De allí no puede salir nada bueno y cualquier cosa puede estar pasando con esas
estaciones. Por eso la insistencia en ponerlas obligatorias. Un sistema
electoral completamente corrompido y controlado, cuyas auditorías no establece
sino el auditado, no puede garantizarnos nada más que trampa.
El venezolano común ya no confía en el
sistema electoral. Pero lo que es más grave, ya no confía en quienes se supone
deben defenderlo en contra de las imposiciones e irregularidades del ministerio
de elecciones del gobierno. Ante este panorama sombrío de no tener a quien acudir
ante estas arbitrariedades, a todas luces cada vez más descaradas de este
régimen que dañó deliberadamente el sistema, las sociedades se construyen sus
propios anticuerpos.
Si el sistema electoral, que es el mecanismo
en democracia para decidir quiénes deben dirigir los destinos del país, fue
deliberadamente descompuesto y quienes deben decir algo sobre eso no lo dicen,
el ciudadano defraudado deberá entonces encontrar otros cauces democráticos
para canalizar ese evidente descontento de la mayoría.
No es sólo que tenemos que ir a la desobediencia
civil de no pasar por esa alcabala puesta como obligatoria por el CNE, es que debemos
activarnos para CAMBIAR el sistema electoral COMPLETAMENTE y exigir Elecciones Auténticas.
Esa alcabala de Tibisay no es el problema, lo es todo el sistema electoral
venezolano. Movilicémonos para cambiarlo de raíz…
Caracas, 15 de Noviembre de 2012
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
ciertamente a cualquiera le asalta la dudas que expones, NO creo que lleguen a tanto como conectar las maquinas de votacion (aunque tecnologicamente es muy sencillo); pero la estacion de informacion ahora y la de captahuella antes SI estan conectadas y permiten saber quien ha ido a votar y por supuesto quienes NO, lo cual permite a los patrulleros buscar y presionar a los que NO han ido a votar con informacion que les facilitan la banda de las CUATRO rectoras
ResponderEliminarEstimado ar mo,
EliminarYo tambien pensé que no llegarían a tanto como sacar de sus casas a unos pobres infelices remolcandolos en un autobus hasta en los mas recónditos pueblos del interior. Y en el autobus iban representantes de TODAS LAS MISIONES con sus respectivas listas. Te digo que el burro es negro porque tengo los pelos en la mano! Tampoco pensé que llegaran a tanto como decidir ponerlas obligatorias. ¡Esas maquinas hacen ALGO IMPORTANTE para el fraude, sin duda alguna! Y lo mas evidente es que son las únicas que mantienen comunicación constante con el CNE. Lo que está a la vista no necesita anteojos...
Saludos cordiales,
Luis Manuel Aguana