Por
Luis Manuel Aguana
Las impresionantes manifestaciones vistas en los últimos
días en toda Venezuela solo son comparables a la megamarcha del 11 de abril de
2002 en Caracas. Incluso podría decirse que siendo a nivel nacional, todas las
marchas conjuntamente desbordan aquella que logró la histórica renuncia “la
cual acepto”. No cabe dudas de que somos mayoría. El pueblo venezolano ha
manifestado con su presencia en la calle el verdadero resultado de las
elecciones del 7-O y 14A. Seguir diciendo que el país está dividido en dos es
reivindicar una mentira del régimen y la oposición colaboracionista.
Siempre hemos señalado que sacar esa cuenta basada en los
números del CNE en manos de los cubanos era tomar decisiones sustentadas en la
basura informativa del régimen. Por eso esconden o tergiversan las estadísticas
de todo en el país. Nadie sabe realmente nada, ni siquiera cuantos enfermos de
tuberculosis tenemos. Realizar análisis basados en los resultados de los
últimos procesos electorales es tomar decisiones equivocadas sustentadas en lo
que el régimen desea que veamos.
Sin embargo, lo que veo de analistas nacionales e internacionales,
es que la crisis por la que pasa el país es que “dialoguemos” entre dos bandos,
como si en realidad los hubiera y no los hay. Lo que existe es un régimen
entronizado intentando imponer una manera de ver al mundo que fue derrotada en
1989 cuando cayó el Muro de Berlín, y una población que no se deja. Un
conflicto que no hemos iniciado nosotros los venezolanos sino un régimen intentado
meternos en un corsé comunista. Eso no nos deja muchas opciones. Y en un
escenario planteado de esa forma NO HAY DIALOGO POSIBLE.
Entonces los análisis deben ser ubicados en ese contexto, no
en otro. No puede ningún gobierno del planeta sugerir un “dialogo” entre partes
en conflicto, no puede una OEA plantear una nueva Mesa de Negociación y
Acuerdos porque aquí no hay nada que negociar. Imagino que no se pueden
plantear opciones como que negociemos ser “menos” comunistas, o que haya “un
poco más” de libertad de expresión, o tal vez que haya “menos” presos políticos.
Una mujer nunca esta “medio preñada”. Está o no está preñada. Y en Venezuela lo
que está planteado es que seamos o no seamos comunistas, de esto es de lo que se
trata.
En este sentido, cualquier llamado o propuesta que se haga para
resolver la situación del país- en especial aquellos de la llamada “Unidad”-, que
NO incluya a) La Renuncia Inmediata de Nicolás Maduro Moros, su Tren Ejecutivo
y Alto mando Militar, b) La salida inmediata de Venezuela de todo el personal
civil y militar cubano que ha introducido el gobierno al país; y c) El llamado
a un gobierno de TRANSICION para afrontar la
crisis que el régimen ha producido, debe en justicia ser considerado como un
engaño a la población y un atraco en descampado a las banderas que ha enarbolado
el glorioso movimiento estudiantil, en un vano intento de ganar “indulgencias
con escapulario ajeno”.
Imagino que la comunidad de las naciones está muy al tanto
de este dilema venezolano. Muchos están interesados en el desenlace de esta
grave situación. Cuba y las FARC están muy interesadas que en Venezuela exista
un régimen comunista. Pero las calles han demostrado que no existe una mayoría que
desee el sistema que tiene Cuba. Y no estoy hablando de los resultados del CNE
de Tibisay Lucena sino el de las calles estos últimos días. Y como la mayoría
ya nos hemos pronunciado, no en las maquinitas SmartMatic sino en las calles de
Venezuela, la pregunta que inmediatamente sale es ¿por qué seguimos en esta
confrontación? ¿Por qué la mayoría no se ha impuesto?
La mayoría no se ha impuesto porque no tenemos un gobierno
democrático. Parecería una respuesta de Perogrullo pero no lo es. Y ese es el
verdadero fondo del problema. No hemos tenido un gobierno democrático desde que
nos hacen trampas en los procesos electorales. Y eso tarde o temprano se hace
evidente, como ahora. Desde que en la Constituyente de 1999 Chávez hizo trampas
con sus Bases Comiciales hasta la negación de una auditoria real de las elecciones
de 14A, la voluntad del pueblo venezolano no se ha expresado y esa voluntad
tarde o temprano termina por expresarse.
En ese sentido ya no hay manera de ocultar cual es el deseo
de las mayorías: QUE EL REGIMEN SE VAYA. Y si el pueblo en la calle es la verdadera
expresión de la voluntad popular entonces no le quedará más a sus órganos regulares
sino acatar esa voluntad. No estamos hablando aquí que las Fuerzas Armadas den
un golpe por su cuenta sino de QUE ACATEN EL MANDATO DE LA MAYORIA,
restituyendo el cauce constitucional. Es eso lo que estamos pidiendo aquí.
Y hasta aquí nos trajo la lógica. Una mayoría exigiendo a
sus militares que actúen y estos acatando su mandato, tendría que ser lo que pase
Y NO ESTA PASANDO. El régimen, que desde hace tiempo dejo de ser democrático,
se defiende con más represión. Importa tropas cubanas para reprimir a los
venezolanos, agravando más el cuadro de su inestabilidad. Más heridos y
muertos, en un intento de recuperar el control del país.
Pero solo tienen una ilusión de control, ya el país no les
obedece porque tienen años de no ser legítimos, desde que se robaron la
Constituyente de 1999 con unas Bases Comiciales trampeadas. Un país obedece solo
a sus autoridades legítimamente constituidas y ese no es el caso del Ilegitimo
y su gobierno. Nunca tendrán la estabilidad porque carecen de su base
fundamental de sustentación: la legitimidad.
Y entonces ¿qué sigue después de demostrar que somos
mayoría? ¿Traerse a todo el ejército cubano y dominarnos? ¿Matar a cualquiera
que ejerza su derecho de manifestar? ¿Cerrar al Estado Táchira o cualquier otro
Estado luego, como un mega guetto en Venezuela? ¿Pagarle más a los motorizados
de los colectivos para asesinar y amedrentar las protestas? ¿Quién puede
sostenerse más en su posición, un pueblo arrecho o un gobierno débil y
boqueante por legitimidad? Son las preguntas que deberán estar haciéndose en el
gabinete del Ilegitimo y su Alto Mando Militar.
Por su lado los cubanos deberían estar preguntándose si no
se equivocaron con nosotros. ¿Cuántos efectivos están dispuestos a sacrificar
si las cosas se ponen más negras para ellos en Venezuela? ¿Cuántos de esos no
buscarán desertar estando ya en el país a la primera oportunidad? ¿Cuántas Avispas
Negras de esas nos van a echar para que nos piquen y a quienes, vista toda la observación
mundial de las redes sociales? ¿Cuánto más durará Maduro? Si bien es cierto que
es un títere, no están al tanto de saber cuál será la evolución de los
acontecimientos, y aunque ahora lo controlen puede ser que las cosas se volteen
y venga otro que las ponga en otra perspectiva. Y en esa incertidumbre, ¿cuánto
tiempo seguirán apostando a un gobierno tan débil como este? ¿No será mejor
parar y hacer control de daños?
Pero si por el contrario su escenario único en Venezuela es
del todo o nada-lo cual es muy probable-, lamentablemente el resultado será
nada y bien harían en evaluar esta situación de nuevo. Si piensan que la gente en
todo el país se regresará a sus casas después de todos esos muertos sin una contraprestación
que valga esas tragedias, el tiempo que llevan en Venezuela no les ha servido
de nada.
Si de una manera criminal el régimen lleva a los venezolanos
a caer en una guerra civil, estoy seguro que esta nunca se planteará entre
nosotros sino en contra del invasor cubano, partiendo de la unión de nuestras
Fuerzas Armadas no cooptadas y la población civil. Y me imagino que sabrán cómo
terminará solo viendo en las calles del país quienes somos la mayoría...Y también
me imagino que saben que el mejor pleito es el que no se hace.
Caracas, 3 de Marzo de 2014
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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