Por Luis Manuel Aguana
No debería sorprendernos a los venezolanos la reunión del Presidente
de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, con el Consejero del Departamento de
Estado de EUA, Thomas Shannon, en Haití.
Los Estados Unidos han hecho cosas mucho peores en la historia, a los ojos de
los pueblos, en aras de un bien considerado mucho mayor para sus intereses. Así
funciona la mecánica de la diplomacia de esos países.
El asombro del mundo por la visita de Nixon a la China comunista de
Mao Zedong, en 1972, fue un paso importantísimo para el ajuste del equilibrio
del poder planetario de las superpotencias en ese momento. Fue un paso frio y
calculado y desconocido por la mayoría, pero que le brindó a los Estados Unidos
muchos beneficios en el largo plazo.
Lo que quizás si sea nuevo en toda esta trágica historia es que el
Departamento de Estado se ponga un pañuelo en la nariz y se siente en la misma
mesa con un sujeto objeto de una investigación criminal por narcotráfico en su
propio país. Y esto no dicho por nosotros sino por confirmación del mismísimo Wall
Street Journal de New York.
Parafraseando al periodista Manuel Malaver en su leída columna los
domingos en La Razón (ver http://www.larazon.net/2015/05/03/los-gringos-quieren-ponerle-los-ganchos-a-diosdado/),
es como si el segundo al mando también le recordara al gobierno norteamericano negociar
con Pablo Escobar, los hermanos Rodríguez Orejuela o el Chapo Guzmán, antes de
que la justicia norteamericana culminara su investigación. ¡Claro que todos se
asombrarían de eso! ¿Que se está jugando allí el gobierno de Obama?
¿Será posible asimilar esta "negociación" como quien se
entiende con los secuestradores para conocer los términos de la liberación de
unos rehenes? Siendo de esa manera, imagino entonces que así nos vería el
Departamento de Estado. ¿Pero eso es realmente así? No lo creo. Hay mucho en
juego en este secuestro, más allá de la vida de los venezolanos, a los ojos de
la política exterior de los Estados Unidos.
¿Por qué hacer esta “negociación” en descampado? ¿Por qué dar a
conocer a todo el mundo esa reunión? ¿Sería una condición de Cabello, como una
especie de descargo por las acusaciones e investigaciones anunciadas en los
Estados Unidos? ¿Que el Departamento de Estado apareciera dándole la mano para “lavarle”
la cara en público? Todo es posible dentro de ese mar de especulaciones que se
ha levantado como un tsunami.
Pero lo que sí es un hecho cierto es que a Obama se le acaba el tiempo
en la Casa Blanca, con un probable sustituto republicano, que no sería tan
considerado con los castro-comunistas cubanos y venezolanos; y a ambos, tanto
al régimen como al gobierno de Obama, les conviene dejar varios asuntos resueltos
lo antes posible, previo a la carrera presidencial norteamericana. Y si bien
todavía falta algún tiempo para eso -aunque ya empezaron-, es de hacer notar
que al régimen le corre más rápido el reloj en contra.
¿Qué le puede haber dicho Shannon a Cabello en Haití después que, según
el artículo de Manuel Malaver, le trajo a Maduro el expediente para este lo
entregara a la justicia norteamericana? Pero las situaciones en política pueden
cambiar, y muy rápidamente. Todo apuntaría a una negociación entre el régimen y
los norteamericanos, de acuerdo a lo que hemos leído de varios analistas políticos.
¿Pero para qué? Obama se está jugando un número muy difícil con el
restablecimiento de las relaciones con Cuba, y Venezuela está en el medio como
el país del cual subsistirá la isla mientras ellos llevan a cabo esa transición
económica y el régimen de los Castro sobrevive. Pero eso no puede ser gratis…
Visto así, los cubanos y los norteamericanos necesitan al régimen
venezolano alineado para que la transición cubana, cualquiera que esta sea y
hacia donde vaya, se realice sin traumas económicos, aun a expensas del
sufrimiento de los venezolanos. Si el gobierno de los Estados Unidos desea restablecer
las relaciones con Cuba por un asunto geopolítico de su interés, eso
necesariamente tiene que pasar por Venezuela, quien mantiene en la actualidad a
esa isla económicamente. Aunque las directrices vengan de Cuba para Nicolás Maduro,
estas tienen que a su vez ser negociadas internamente con Diosdado Cabello en
Venezuela, quien es considerado fuera de nuestras fronteras, militarmente
hablando, el hombre fuerte del país.
Difiero de aquellos que piensan que los Estados Unidos están negociando
con el dúo Maduro-Cabello para una transición en Venezuela. Esto proviene de esa
idea irracional de los venezolanos de que
las soluciones para nuestros problemas vendrán de afuera, sin todavía aterrizar
que NOS ESTAN USANDO para sus intereses. Están negociando la supervivencia de
los Castro de nuestras costillas. Esa es la verdadera prioridad de Barack Obama
ahora-no Venezuela-, no nos engañemos ni un segundo. Para ellos, Venezuela
puede ser una segunda Cuba pero eso no sería un problema de Obama sino de su
sucesor y de los que vengan después de él. Por eso quienes se tienen que poner
las pilas somos nosotros.
¿Qué le habrá prometido Shannon a Cabello a cambio de ese soporte
vital? ¿Tiempo? En los Estados Unidos no existe esa donde Obama agarra un teléfono
y le dice al Fiscal de New York que engavete la investigación por
narcotraficante que le siguen a Diosdado porque está negociando con Venezuela.
La pregunta correcta que debemos hacernos es ¿qué le puede interesar a Diosdado
de los norteamericanos que ahora están en el poder para cobrárselos duro en esa
negociación? Respuesta obvia: ¡Estabilidad! y en consecuencia, MAS PODER.
Que “persuadan” a los Castro de inclinar la balanza a su favor en
Venezuela a fin de mejorar el balance de poder en detrimento de Maduro. Y eso
lo pueden lograr los norteamericanos para que Raúl Castro tire de las cuerdas
del muñeco que tienen en Miraflores a favor de Cabello. O peor aún (o mejor, de
acuerdo a quien lo diga) que el mando supremo del país pase a sus manos…
Dicen que la política la inventó el diablo. Si sumamos eso a la maldad
detrás de esta gente que nos desgobierna y los intereses calculados de las
potencias que no paran en mientes para conseguir sus objetivos estratégicos por
encima de cualquier consideración, el resultado puede ser peor que cualquier
pesadilla que nos hayamos imaginado. El famoso dicho “piensa mal y acertarás”
se debe aplicar con rigurosidad en este caso. Soy optimista que Venezuela va a
salir de esta tragedia. Pero no será porque esperemos que nadie fuera haga el
trabajo que debemos hacer nosotros aquí adentro, o porque nos creamos que
alguien “negocia” una salida a nuestro favor sin esperar nada a cambio…Esas épocas
lamentablemente dejaron de existir.
Caracas,
16 de Junio de 2015
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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