Por Luis Manuel Aguana
Pareciera haber tomado cuerpo la hipótesis según la
cual el régimen cedería la mayoría de curules en la nueva Asamblea, en el caso
que existan elecciones el 6D. La nota de Rafael Poleo (El Nuevo País, Rafael Poleo, El Dilema, Corto y Profundo
20-10-2015 https://pbs.twimg.com/media/CR2HWFYXAAAdKH8.jpg:large) reseñada
por el tocayo Luis José Semprum (ver La terrible revelación de Poleo en http://www.noticierodigital.com/2015/10/la-terrible-revelacion-de-poleo/),
ya da por sentado como un hecho que la “oposición democrática” (término que
siempre me ha parecido un contrasentido hablando de la MUD) terminará
negociando ser “mayoría relativa
insuficiente para hacer cambios profundos”, dejando a la
consideración de esa oposición “lo que bien le parezca”, que para buenos entendedores
sabemos lo que es.
Y considerando lo que Poleo dice, esa “concesión” a
la MUD no lo sería tanto si tomamos en cuenta que a ambos -régimen y su oposición-
le es altamente conveniente bajar la presión nacional e internacional de una
matriz que los hace inviables: que en Venezuela existe una dictadura castrocomunista
que no cede espacios, que las elecciones son un fraude, y que se puede “derrotar
al régimen” usando elecciones.
De esa manera nosotros, todos aquellos quienes hemos
indicado que en Venezuela todas las elecciones son arregladas por el CNE a
favor del régimen, quedaríamos ante la población y la comunidad internacional
como una partida de "frauduleros" (ver significado en “Frauduleros”
somos todos en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/frauduleros-somos-todos.html)
y “antidemocráticos” que lo que buscamos es un golpe de Estado para salir de
este pobre gobierno que es un dechado de virtudes democráticas.
Lamentablemente la matriz manejada por la MUD, que
aun prevalece en la población y que le ha servido al régimen para perpetuarse,
es que la ruta electoral es LA UNICA para combatir el comunismo cubano en donde
nos han metido. Eso se afianza al permanecer inalteradas las mismas condiciones
electorales, con auditorías que no son más que paseos guiados con esa “oposición
democrática”.
Y si a esto le añadimos que esa “oposición
democrática” ahora está negociando inversiones en Cuba (ver Opositores
venezolanos auspician evento para invertir en Cuba en http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article38478414.html),
ustedes me dirán si es del interés de la MUD cambiar el estado de cosas en el país
mas allá de medrar debajo de la sombra del régimen de los Castro.
Entonces,
con estos antecedentes, la “oposición democrática” efectivamente ganará la
Asamblea Nacional, pero perderá Venezuela. La población será una vez más
engañada y convencida que eso del fraude electoral era una bolsería de unos técnicos
radicales y que “si nos mantendremos firmes” entonces ganaremos las siguientes
elecciones, cualesquiera que estas sean- con el CNE de Tiby.
Lamentablemente,
las cosas en el país no cambiarán significativamente “En el supuesto negado por imposible de que los colaboracionistas dejen
de serlo…” y resuelvan hacer las cosas que están prometiendo ahora hacer si
ganan, como lo mencionaba Jesús Petit Da Costa en junio de 2015 (Jesús Petit Da
Costa, Salirse de la encerrona parlamentaria en http://jesuspetitdacosta.blogspot.com/2015/06/salirse-de-la-encerrona-parlamentaria.html)
donde analizaba que pasaría si la oposición ganaba la Asamblea Nacional. Lo que
en ese entonces el Dr. Petit Da Costa veía como imposible, que era que el PSUV
perdiera las elecciones, ahora por aquellas vueltas de la política no luce tan
imposible, no porque en realidad no las pierda sino que lo acepte y la franquicia
opositora convenga “solo una mayoría relativa insuficiente para hacer cambios
profundos”, como indica Poleo.
Entonces, ¿cuál
será entonces el neto de todo este esfuerzo parlamentario? Unas victorias pírricas
del régimen y de su oposición, alargando una vez más el inevitable fin, ya que
ni el régimen cambiará su manera de conducir al país, ni la franquicia MUD podrá
o querrá hacer nada para impedirlo.
Poco les
durará la alegría de “haber cambiado” por un rato la percepción del fraude
electoral por el hecho de haber negociado con el régimen una “mayoría relativa
insuficiente” porque a los venezolanos los podrán engañar por un tiempo pero no
todo el tiempo. Muy pronto verán que la efectividad parlamentaria seguirá
siendo la misma que la actual, que la calidad de vida de los venezolanos no cambiará
(espero en Dios que no empeore, si es esto posible) porque ellos hayan “ganado”
la Asamblea, y al ver la población que todo resultó en una nueva estafa, empezarán de nuevo las excusas, indicando que la
Asamblea solo fue el “primer paso” y que ahora como “vencimos”, lo siguiente será
ganar un “revocatorio” o la Presidencia el 2019 (por supuesto, eso si para ese
momento no nos han matado de hambre) para, en ese momento, si comenzar a
resolver los problemas de los venezolanos. Y así nos llevaran ad infinitum…hasta que tomemos
conciencia que es una pared que debemos derribar de otra manera y con herramientas
diferentes.
La “oposición
democrática” no acaba de entender que la solución no pasa por revocar a nadie,
sino del cambio completo de la institucionalidad del país. Nos hemos cansado de
repetir eso en el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/)
pero quizás si lo puedan entender si se lo leen a un Premio Nobel. En efecto,
el ex Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, en una carta en rechazo a Maduro
indica: “La prioridad no debe ser
remover a una persona específica. Eso es un error que otros países han
cometido, derrocando líderes cuya salida no tuvo efecto sobre la situación
real. La prioridad debe ser la institucionalidad democrática. … La
legitimidad de la oposición debe derivarse de su adhesión a ciertos principios,
no de su ataque a ciertas personas. … Por eso, hoy quiero realizar un
llamado a la oposición para que ejerza un liderazgo responsable.” (ver Expresidente
de Costa Rica envía fulminante carta de rechazo a Maduro en http://www.maduradas.com/contra-el-dictador-expresidente-de-costa-rica-envia-fulminante-carta-en-rechazo-a-maduro/).
(Subrayado nuestro)
Mientras
tanto nosotros seguiremos insistiendo en el mensaje: que hace falta una nueva referencia
de oposición auténtica y responsable en el país, como lo indica Arias, porque
lo que tenemos está muy lejos de ser eso; que no es posible una salida
electoral en dictadura porque es el régimen quien cuenta los votos, sin dejarse
“observar”; que no existe oposición en dictadura sino resistencia; y que lo primero
es el rescate de la soberanía con la reconciliación de todos los venezolanos.
Ese es el
camino más largo pero no hay otro. Poco a poco los múltiples enfoques propuestos
para llegar a ese rescate deberán converger en uno solo, generando la sinergia
suficiente para sostener una solución que unifique verdaderamente a todos los
venezolanos. Solo así podremos decir que ganaremos sin perder, que es la única forma
de sostener un triunfo en el largo plazo.
Caracas,
26 de Octubre de 2015
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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