Por Luis Manuel Aguana
“En estos tiempos de ansiedad necesitamos de toda
nuestra generosidad para anular nuestro egoísmo, de toda nuestra voluntad para
congregarnos y combatir nuestro aislamiento, de toda nuestra fe en las grandes
ideas para erradicar nuestro escepticismo, de toda nuestra sinceridad para
dominar ese miedo a afrontar la verdad”
Armando Zuloaga
Expedición del Falke,
París, Julio de 1929
“1. m. El que aprovecha a alguien contra
quien hay ciertos indicios de culpabilidad.” (DRAE http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=yaTtYDFCNDXX2FH0hlAR).
Y tenemos todos los indicios de culpabilidad pasados de quienes se han
aprovechado de la palabra empeñada al pueblo venezolano y no han cumplido. Sin
embargo, al escuchar el discurso del nuevo Presidente de la Asamblea Nacional,
Henry Ramos Allup, los venezolanos le dimos a la MUD el “beneficio de la duda” de
que efectivamente en seis meses “habrá cambio constitucional del gobierno” (ver
El Nacional “en seis meses habrá cambio constitucional del gobierno” en http://www.el-nacional.com/politica/meses-cambio-constitucional-gobierno_0_769723188.html).
Pero el
tema no es sólo cambiar al gobierno, sino a todo el sistema que lo originó,
reestructurando las bases constitucionales del país con un nuevo ordenamiento.
Pero esa es una vieja discusión que ya hemos dado en este blog y que no
repetiré por ahora. Lo que sí deseo en esta oportunidad es destacar algunos
aspectos importantes que creo que nacen del amplio respaldo popular que recibió
la nueva Asamblea Nacional y que es muy pronto para saber si administrarán
atinadamente. De allí el beneficio de la duda que deberán darle los venezolanos
a los nuevos diputados.
En
primer lugar Ramos tiene razón en intentar cumplir la promesa del 23 de julio:
hay que cambiar constitucionalmente al gobierno. No habrá forma de mantener al
país en paz con un enfrentamiento de poderes que solo mostró su punta del
iceberg el 5E. Ya los colectivos armados del régimen se han dedicado a hostigar
a los diputados a las afueras de la Asamblea Nacional y Diosdado Cabello
amenazó con cortarle los recursos ni dejarle publicar nada en la Gaceta Oficial
(http://versionfinal.com.ve/politica-dinero/diosdado-cabello-esta-asamblea-no-podra-mandar-nada-a-gaceta-oficial/),
oficializando de esta manera la
obstrucción de las funciones de un Poder Público electo con el respaldo de cerca
del 60% del electorado.
Sin
embargo ese cambio anunciado por el Presidente de la Asamblea Nacional en un
término no mayor a seis meses es necesario pero no suficiente. Las formas
constitucionales de abordar el tema del cambio constitucional del gobierno
partiendo de la Asamblea Nacional pasan por muchos obstáculos, y creo que se
está dejando de lado el fondo real del problema, que no es otro que se ha
llegado a un nivel de no retorno y de inviabilidad pura y simple de cualquier
gobierno. Esto es, que aun cuando se lograra sacar al Ilegitimo de la
Presidencia de la Republica, el nivel de ingobernabilidad de lo que quedaría
sería de tal magnitud que lo único que le pondría orden al caos sería la
intervención de los militares. Tal es el grado de destrucción institucional al
que ha llegado el régimen castro-chavista-madurista.
Por
otro lado una convocatoria constituyente por parte de la Asamblea conllevaría
una serie de pasos previos en relación al rescate de la institucionalidad del
CNE, el actual Registro Electoral y el sistema automatizado (ver Constituyente
desde la Asamblea http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/constituyente-desde-la-asamblea.html),
que harían que esa forma de abordar el problema pueda agravar aún más la
urgencia de resolver la grave crisis de los venezolanos.
Son muy
pocas entonces las soluciones a este gravísimo problema. Algunos creemos que la
respuesta podría hallarse en la pura y simple convocatoria al Depositario de la
Soberanía, al Poder Originario, al pueblo de Venezuela, que es la fuente de todos
los poderes del Estado, a convocar por su propia iniciativa al Constituyente
para reparar lo que se ha destruido con tanta saña en estos últimos 17 años y
volver a construir el Pacto Social que nos asegura una convivencia
reconciliados y en paz. Nótese que no digo “reconstruir”, sino construir uno
nuevo que nos asegure una nueva Venezuela para los próximos 200 años.
A
diferencia de lo que muchos piensan, el problema económico de Venezuela no es
más que la consecuencia de su grave problema político, por lo que no nos
podemos quedar solamente en sustituir al régimen castro-chavista-madurista,
sino ir a la sustancia misma y estructural del cambio del sistema político del
país. Esa es una grave confusión en la que lamentablemente están cayendo políticos
y economistas, a pesar de que tienen razón en sus argumentaciones relacionadas
con las desviaciones en las políticas económicas del régimen. Es por eso que
hemos hablado de la primacía de las Libertades Políticas frente a los asuntos
económicos, siendo estos últimos la consecuencia de un accionar político
distorsionado: si no resolvemos lo primero, nunca se resolverá lo segundo (ver
La Primacía de las Libertades Políticas en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/07/la-primacia-de-las-libertades-politicas.html).
No me
cabe duda que Venezuela más temprano que tarde necesitará pasar por un proceso
Constituyente, pero no deberá ser CUALQUIER PROCESO CONSTITUYENTE sino aquel conducido
por la iniciativa de una sociedad consciente de una realidad política que ya no
aguanta más. No puede plantearse una constituyente en el país sin corregir a
fondo el rumbo que se perdió y que originó la grave desviación que creó el
fenómeno devastador de Hugo Chávez. No puede ser para un “quítate tu para
ponerme yo” y seguir en lo mismo que nos llevó a 1998. Sería imperdonable para
las nuevas generaciones.
La
iniciativa constituyente desde la Asamblea Nacional, como vimos arriba, pasa
por la corrección del rumbo institucional del Poder Electoral desde la Asamblea
Nacional, cosa que difícilmente el régimen aceptará, profundizando aun mas las
distorsiones que ya existen. Sin embargo, es necesario que se intenten a la luz
de los recientes resultados electorales, pero que requerirá de la urgencia que
el caso tiene, aunque la norma no escrita indique que hay que esperar para
darles a quienes tienen esa responsabilidad desde el 5E, el “beneficio de la
duda” para que se accionen los cambios urgentes que necesita Venezuela.
Esperemos
pues por la respuesta de la MUD al electorado venezolano. Pero esa espera tiene
un tiempo muy limitado, porque tanto los sectores políticos de la oposición
como los factores del régimen han llegado a un punto muerto de no retorno y de
grave enfrentamiento, y cualquier cosa
que inicien desde sus respectivas aceras para tratar sacar al país de su grave
situación, lo hundirá más porque ambos se encuentran entrampados en una suerte
de pozo de arenas movedizas, hundiéndose al menor movimiento del otro, y
nosotros con ellos. La dinámica que se ha planteado desde el 5E entre ambos
extremos, independientemente que estemos de un lado o de otro, es la del juego
trancado. Si ambos poderes no actúan coordinadamente la consecuencia es el
caos. Ninguno puede estar sobre el otro, y ambos deben sumar a favor del país.
Si no
aprovechamos la coyuntura que se nos presenta de convocar al Poder
Constituyente Originario y realizar una Asamblea Nacional Constituyente en los
términos que ese mismo Soberano indique, para construir un nuevo modelo de
Estado descentralizado y moderno, económica y políticamente viable, de las
cenizas de este que está en estado terminal, y nos enfocamos solamente en
cambiar constitucionalmente al gobierno, no habremos exterminado la raíz el
veneno de la mala hierba que está matando la institucionalidad, y problema persistirá
y nacerá de nuevo en los próximos años, como maleza indestructible. Entender
eso requiere más que el beneficio de la duda que les estamos dando, requiere en
estos tiempos de ansiedad, de toda nuestra generosidad, de toda nuestra voluntad,
de toda nuestra fe y de toda nuestra sinceridad, como bien decía Armando Zuloaga en 1929, para
afrontar la verdad de que se muere lo viejo para darle paso a lo nuevo. Por
Venezuela bien vale la pena hacer ese esfuerzo…
Caracas,
8 de Enero de 2016
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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