Por Luis Manuel Aguana
“El líder debería ser un plan. Nuestro líder es un mapa. Nosotros lo
que necesitamos, todos, los que están adentro, los que están afuera, los
desplazados, los exiliados, los perseguidos, todos, es una hoja que nos ponga a
todos en la misma línea...” (ver
entrevista a JJ Rendón, estratega político y asesor electoral venezolano, con
la periodista Idania Chirinos en NTN24, en https://youtu.be/h35yMoayWe0). Y tal
vez JJ tenga razón. En un estado de caos opositor donde no se visualiza por
ningún lado quien lleva las riendas opositoras y todos compiten por tener la
razón, difícilmente existirá una solución al grave problema que enfrentamos los
venezolanos.
Pero JJ Rendón no se refería a que
alguna persona o grupo en especifico tuviera el liderazgo para enfrentar esta
situación tan compleja que vivimos, conducida por unos delincuentes que si
cuentan con un plan de destrucción premeditado que ha sido muy efectivo para
mantenerse en el poder. JJ se refería a que mirando este macro problema que
tenemos, se tiene que pensar en un plan global que nos incluya a todos para
combatir al régimen en su propio terreno en una situación de atomización
opositora donde todos creemos tener la razón.
Pero no existe una unidad de
criterios. Mientras algunos creemos que en Venezuela hay una situación de
rehenes, otros creen que lo que hay aquí es un mal gobierno que sale por
elecciones. Y hasta que no tengamos una posición común y coincidamos todos en
que es lo que estamos enfrentando difícilmente habrá solución.
Sin pretender estar en desacuerdo
con ese planteamiento, porque ese es el tratamiento correcto que un estratega de
la talla internacional de JJ Rendón le da a al problema que tenemos, podría afirmar que esa solución se asemeja a
aquella del cuento donde unos ratones
expertos propusieron la solución ideal para resolver el problema de poder
llegar a la comida advirtiendo la presencia del gato. La solución que dieron
los especialistas fue colocar un cascabel alrededor del cuello del animal para
así saber cuándo se acercara. Esa era sin discusión la solución del problema.
Pero inmediatamente surgió la pregunta que todos conocemos: ¿Y quién le pone el
cascabel al gato? Esa es la solución teórica ideal pero luego vino la realidad
y la desmontó.
¿Quien pone de acuerdo a todo el
liderazgo político opositor venezolano para acordar y seguir un mismo plan para
salir del régimen? Resolver eso sería más difícil que la misma solución para
expulsar a Maduro y sus ladrones del poder en Venezuela. Aún teniendo un plan
-que ciertamente creo que JJ Rendón ya tiene- sería más factible encontrar otra
solución que lograr que la dirigencia política acepte un plan común, por
extraordinario que este sea. Las diferencias son demasiado grandes, sin contar
con la existencia de un colaboracionismo abierto opositor pagado por el
régimen.
Sin embargo, la misma situación ha
ido convenciendo poco a poco a los venezolanos que el país se ha convertido en
una gran cárcel donde estamos todos encerrados con los pranes que manejan el
penal, donde no valen otras reglas que las que ellos imponen por la fuerza. De
allí que gran parte de la población haya decidido escaparse por las fronteras
antes que las cosas empeoren, si es que ya no están lo suficientemente malas.
Vistas así las cosas, creo que los
venezolanos si hemos coincido en la caracterización del problema–no así los
dirigentes políticos- y que ese plan del que habla JJ Rendón debería estar
refrendado por el pueblo soberano que si sabe -sin que nadie se lo diga- con
quienes están tratando. Eso reduce el problema, no a convencer a la dirigencia
política para que siga un plan común, sino al pueblo mismo de la ruta a seguir.
Pero ¿puede una población rehén de unos malandros decidir su destino?
Claramente no. ¿Puede una dirigencia opositora en Venezuela decidir algo cuando
ellos son objeto de amenazas y presiones de esos mismos pranes que nos tienen secuestrados
dentro del país? Fuera del colaboracionismo de muchos de ellos, aquellos que se
opongan abiertamente son sometidos, presos y torturados. Ni decir tengo que hay
ejemplos recientes de esa conducta.
Entonces cuando vemos las
declaraciones blandengues de la dirigencia política local a favor de continuar
con una charada electoral con el régimen, no podemos saber si es porque están
amenazados, o porque están cobrando o porque simplemente quieren pasar por
debajo de la mesa, dejando que esta crisis se profundice convirtiendo a
Venezuela en algo peor que Cuba. Y a medida que pasan los días, ya los
personeros del régimen, que ya están plenamente identificados por la Comunidad
Internacional como unos delincuentes, se atrincheran en el país porque no
pueden escaparse de él, y huyendo hacia adelante presentan un nuevo proyecto de
Constitución socialista que los pone a gobernar hasta que les de la gana, y al
que hay que oponerse solo por definición, que le cercena ya por librito los
derechos a los ciudadanos.
¿Debería el mundo considerar que
los venezolanos que vivimos en Venezuela –dirigencia política opositora
incluida- estamos en la posición de decidir una solución para este problema? ¿Les
está dado a los partidos de la oposición negociar con el régimen unas
elecciones espurias en diciembre en su condición de rehenes? Es como si les
preguntaran a los rehenes retenidos en medio de un atraco a un banco que se les
ocurre a ellos para liberarse de los delincuentes. ¡Nada! ¡Son rehenes que hay
que liberar!
Entonces mal puede el Poder
Legislativo en Venezuela, rehén del pranato de Nicolás Maduro Moros, decidir en
relación a llenar el vacío de poder en Venezuela tras una sentencia
condenatoria del mismo Nicolás Maduro Moros. Sería completamente absurdo.
Cualquier propuesta, discusión o acuerdo que hagan desde la Asamblea Nacional a
partir de esa sentencia estará sesgado por la amenaza e intimidación que el
régimen ejerza sobre los diputados que no quieran seguir el destino del
Diputado Juan Requesens. Con ese ejemplo el régimen claramente demostró lo que
le puede pasar a quienes no se dejen comprar desde el poder.
Esperar entonces que la Asamblea
Nacional designe un próximo Gobierno de Transición, o de Emergencia como lo
llamamos desde aquí, para cubrir el vacío de poder luego de la sentencia firme en
contra de Maduro, es en el mejor de los casos un contrasentido. Y en el peor
sería un “autosuicidio” ya que el régimen podría disponer también de esa
decisión bajo amenaza o colaboracionismo de los diputados opositores bajo su
control.
Le corresponde finalmente entonces
al único Poder Legitimo fuera de la influencia del régimen, el Tribunal Supremo
de Justicia legitimo en el exilio, decidir lo necesario para subsanar el vacío
de poder en Venezuela. Esto no solo pasa por decidir un Gobierno de Emergencia
Nacional, sino también el alcance de sus decisiones para recuperar la libertad
de los rehenes que estamos en Venezuela. Eso, en los términos expuestos por JJ
Rendón, sería precisamente el plan que ejecutaría ese Gobierno para recuperar
el país. Pero ese plan necesariamente tendrá que contemplar la participación
del pueblo de Venezuela en las decisiones fundamentales, a tenor de lo
dispuesto por el mismo Alto Tribunal en su Auto de Ejecución de Sentencia de
fecha 30 de noviembre de 2017: “Tercero:….En
razón de que el país está sumido en una crisis social y económica profunda que
tiene afectado la vida normal de los ciudadanos, es procedente la activación de
la resistencia civil y pacífica decretada por este Alto Tribunal al tenor de
los artículos 333 y 350 constitucional, lo que hace urgente producir los
cambios que requiere Venezuela para la restitución de la vigencia de la
Constitución y por ende de la democracia en Venezuela, por lo tanto, cualquier salida de la crisis que se
pretenda en el escenario político, debe hacerse dentro de los mecanismos de
participación popular que consagra el artículo 70 de la Constitución, y nunca a
espaldas del pueblo, con el fin primordial de provocar la salida inmediata de
todo aquello que ha generado la crisis por la que atraviesa el país.”
(ver Auto de Ejecución de Sentencia TSJ legítimo, en http://ancoficial.blogspot.com/2017/12/auto-de-ejecucion-de-sentencia-tsj.html)
(Resaltado nuestro).
Luego de recuperar nuestra
libertad y después que el pueblo de Venezuela ejerza su participación a través
de los mecanismos que la misma constitución establece, no habrá duda de nadie y
coincidiremos todos en ese gran plan del pueblo soberano, haciendo realidad esa
idea del liderazgo de un plan para salir de la tiranía.
Caracas,
14 de Septiembre de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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