Por Luis
Manuel Aguana
“A
confesión de parte, relevo de pruebas” es una frase conocida entre
los abogados cuando ya no es necesario promover ninguna prueba
adicional porque el acusado confesó. Y eso es exactamente lo que
ayer hizo la oposición oficial en la Asamblea Nacional al confesar
la negociación por elecciones con el régimen de Maduro,
declarándose abiertamente en sesión permanente para el nombramiento
de los rectores del CNE, decisión que va en un sentido completamente
opuesto a la ruta acordada con los venezolanos el 23 de Enero, de
cesar primero la usurpación del régimen, oficializando de esa
manera la traición que hemos denunciado reiteradamente (ver Asamblea
Nacional se declara en sesión permanente para buscar acuerdo por
CNE, en
https://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Asamblea-Nacional-se-declara-en-sesion-permanente-para-buscar-acuerdo-por-CNE-20191029-0054.html).
Como
verán, no se declararon en sesión permanente para el “cese de la
usurpación” sino para llevar a los venezolanos a unas elecciones
CON EL RÉGIMEN DE NICOLÁS MADURO EN FUNCIONES. “A confesión de
parte, relevo de pruebas”. A partir de hoy entonces los venezolanos
hemos amargamente constatado que el Gobierno Encargado de Juan
Guaidó, lejos de ser la solución, ha resultado ser parte del
problema. Acaban de decirnos que ellos creen que los delincuentes les
entregarán cualquier posición de poder por la vía de negociar el
voto de los venezolanos. ¿Hasta cuando? ¿Cómo podemos creer que
esto es inocente? Lo que he visto y oído en 20 años me permiten
inferir que en Venezuela no hay nadie inocente en política y menos
aún con el tamaño de la corrupción que se ha presentado aquí.
La
tesis de la periodista Nitu Pérez Osuna en el programa de Patricia
Poleo, en el sentido que este retraso criminal de no abordar el “cese
de la usurpación” con la urgencia que los venezolanos
necesitábamos –y todavía necesitamos- le ha dado suficiente
oxigeno al régimen para subvertir los gobiernos de la región y
agravar exponencialmente el problema, precisamente para quedarse,
siguiendo la cartilla de Foro de Sao Paulo y ahora de Puebla, y los
acuerdos firmados en Caracas (ver Agárrate, Guaidó no lo logró, en
https://youtu.be/6pq5zwx3PXY).
Podríamos concluir entonces que esta oposición incapaz tiene,
además de habernos hecho perder un año para salir del régimen, la
responsabilidad “culposa” del desastre financiado por Maduro en
Chile, Ecuador, Perú, Argentina, Bolivia y por supuesto Colombia.
Esta es una crisis monumental que requiere remedios monumentales.
En
los círculos, reuniones, programas de opinión, foros públicos,
donde hemos presentado la solución de convocar la Soberanía Popular
a través del mecanismo de la Consulta Popular administrada por la
Sociedad Civil y el mismo pueblo de Venezuela, establecida en la
Constitución, lo hemos hecho con la convicción de que esta es la
vía para resolver el “Cese de la Usurpación”: convocar a los
venezolanos para que decidan su futuro, sin interceptación de su
Soberanía.
Lo
hemos hecho en la creencia de que una vez estando fuera el régimen y
sus criminales, logremos entregarle el poder en un Gobierno de
Transición a quien el pueblo designó el 23 de Enero, como su
Presidente Encargado Constitucional legítimo y su equipo de trabajo.
Pero ahora, ¿cómo puedo promover que sea el pueblo quien le
entregue el poder a quienes defraudaron esa confianza el día de ayer
en la Asamblea Nacional, al haber modificado en nuestra cara por
razones inconfesables la ruta prometida a ese pueblo que se ha pasado
un año esperando por un “cese de la usurpación” que no llega
porque esta siendo negociado con unos criminales? ¿Donde dejamos los
muertos, las enfermedades, el sufrimiento, la hiperinflación, el
éxodo inhumano y el hambre de todo un año de inacción? ESO NO ES
ACEPTABLE.
Después
de ayer Juan Guaidó y los partidos que lo acompañan no están a la
altura política de representar en ningún Gobierno de Transición, a
este noble pueblo que les dio su confianza y respaldo el 23 de Enero
de 2019 para detener esta masacre que está protagonizando Maduro en
Venezuela, y que ayer confesó que prefiere negociar con él los
votos de los venezolanos, absteniéndose de tomar las decisiones
trascendentales que se le han solicitado para expulsar a los
criminales de Venezuela. ¿Cómo le confiamos un Gobierno de
Transición a esa gente sin esperar que negocien la República y se
garanticen la continuidad en el poder después de esa Transición?
Sin
cambiar ni un milímetro la ruta que hemos propuesto de convocar al
pueblo soberano a una Consulta Popular Plebiscitaria para el “Cese
de la Usurpación”, y que ya hemos explicado -y
que seguiremos explicando- porque sigue en su esencia la trilogía
prometida, será ahora necesaria una modificación para que el pueblo
se pronuncie acerca de cómo debe integrarse ese Gobierno de
Transición, una vez que el régimen sea expulsado por el mandato del
Soberano del pueblo, antes de la convocatoria a unas Elecciones
Libres.
A
partir de ayer el diseño de la Consulta Popular Plebiscitaria deberá
ser tal naturaleza que lleve al pueblo a decidir quien o quienes
deberán conducir la República en un Gobierno de Transición y las
condiciones en que lo harán, para garantizar que no existirán
desviaciones, trampas o traiciones de aquellos que resulten
designados por la voluntad del pueblo para detentar el poder en
Venezuela durante ese período. Pero eso no se puede hacer con gente
que venda las aspiraciones de un pueblo por razones políticas o de
corrupción como se acaba de demostrar, sino con personajes de
incontestable reconocimiento que presten un concurso ciudadano al
bienestar de los venezolanos. Si el Gobierno Encargado de Juan Guaidó
tenia esa prerrogativa después del 23E, desde ayer dejó de tenerla
por su desempeño. Ahora esa Consulta Popular Plebiscitaria deberá
resultar en una solución que no asome parcialidad política alguna
en su desarrollo, y de como resultado un Gobierno de Transición
Ciudadano, a los fines de restablecer la vigencia de la Constitución,
llevando a los venezolanos a unas Elecciones Libres sin ningún
ventajismo. Solo así tendrá la credibilidad de todos.
Caracas,
30 de Octubre de 2019
Email:
luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana