Por Luis Manuel Aguana
La foto le dio la vuelta al mundo. No era de
ninguna manera despreciable para la prensa de todo el planeta ver a un
Presidente tratando de pasar al Parlamento de su país por encima de la reja
exterior mientras los militares trataban de impedirlo. Lo que no se reflejó por
supuesto en esa foto era que esos mismos militares ya le habían dado el paso
franco que el Presidente Encargado no acepto porque no dejaban pasar con el a
un Diputado vetado por el régimen. El resultado final fue que ninguno de los
dos pasó al Palacio Federal Legislativo el pasado 5 de Enero, una fecha que
quedará para la historia de Venezuela.
La foto del Presidente Encargado intentando
saltar la reja causó el impacto esperado: el titular principal fue que el
régimen había impedido el paso de los Diputados opositores, cosa que fue una
verdad a medias porque informaciones posteriores corroboraron que los Diputados
de las fracciones mayoritarias ya se encontraban en el Parlamento a la hora del
impasse de la reja, esperando al Presidente de la Asamblea para comenzar el
acto, y el doblemente investido Presidente Encargado y Presidente de la
Asamblea Nacional no entró al Palacio Federal Legislativo porque no le dio la
gana.
Ya tenían preparado el escenario en el diario
El Nacional desde el día anterior, tal vez para remendar el capote de algo mucho
más grave, que no fue otra cosa que el haber aceptado inconstitucionalmente a
los Diputados del régimen que habían perdido su condición de tales para votar por
una nueva Directiva ese día. Si el Presidente entraba al Hemiciclo tendría que
darse la sesión, corriendo el riesgo la oposición oficial de perder la
Directiva por el montón de dinero ofrecido –y aceptado- a Diputados opositores.
Entonces este cuento ha sido mal echado desde el principio.
La oposición al sesionar fuera del Palacio
Legislativo y ratificar a Juan Guaidó como Presidente de la Asamblea y
Presidente Encargado se puso en una situación de debilidad que obviamente deben
haber evaluado previamente. El régimen puso “su propia Directiva” opositora y
ahora estamos esperando que el TSJ de la Av. Baralt decida cuál de las dos Directivas
terminará siendo la válida. Pueden estar seguros que cualquier decisión que
tome no será para la conveniencia de los venezolanos. Pero por lo pronto la
oposición oficial tiene vetado el uso del Palacio Federal Legislativo. ¿No les
parece extraña la tardanza del TSJ del ex convicto para pronunciarse
definitivamente a favor de Parra? La maleta verde parece todavía estar suelta
por los pasillos legislativos…«Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las
piedras», Don Quijote dixit.
Pero la foto del Presidente en la reja solo
tuvo eso, impacto mediático. La oposición oficial no está mejor ahora que antes
del 5 de Enero. El retardo en conseguir una solución definitiva para los
venezolanos desde el ofrecimiento del mantra el 23E del año pasado empieza a
quemarle las manos a la oposición oficial. No es suficiente “haber conservado”
la Directiva de la Asamblea Nacional utilizando una estratagema que todavía no
luce clara. Tienen que haber resultados concretos de eso para los venezolanos.
No puede ser que el problema que compita con la hiperinflación y la grave
crisis de alimentación y asistencial del pueblo venezolano sea que Juan Guaidó
y el G4 sesionen o no en el Palacio Federal y los malandros del régimen no los
dejan entrar. Ese NO ES EL PROBLEMA. Todavía estamos esperando una respuesta de
esa oposición acerca de lo que van a hacer YA para quitarnos de encima esta
pesadilla.
Sin embargo los primeros días de la semana
los venezolanos nos levantamos con otra noticia semejante a la de la reja del 5
de Enero. El Presidente Encargado, esta vez salto exitosamente la reja de la
frontera con una agenda completamente desconocida para todos y que se ha venido
conociendo desde sus reuniones con el Presidente colombiano Iván Duque. De
nuevo otra reja mediática, esta vez internacional. La gran pregunta es si será
igual que el primer intento de salto fallido. Los venezolanos le hemos venido
pidiendo hasta la saciedad al Presidente Encargado que mate de una vez la
culebra por la cabeza y se reúna cara a cara con el único mandatario del
hemisferio que nos ha tendido la mano abiertamente para ayudarnos a terminar
con esta pesadilla; y con el poder suficiente para resolver el problema de los
venezolanos, acordando con él como resolverlo: Donald Trump, Presidente de los
Estados Unidos de América.
De nuevo se desata un mundo de expectativas,
como ocurrió el 5 de Enero con el intento de salto de la primera reja, y que
dejó al régimen con los papeles de propiedad del Palacio Federal Legislativo y
una nueva Directiva ajustada a su medida. Le queda a Juan Guaidó solamente la
carta de la Comunidad Internacional y su verdadera condición de Presidente
Encargado legitimo que aun ostenta constitucionalmente desde el 23 de Enero del
2019.
¿Irá Guaidó a tratar de “acordar” o convencer
de nuevos diálogos, salidas negociadas o elecciones con los delincuentes que
detentan el poder en Venezuela, con los países de la Comunidad Internacional
después que los más importantes le han repetido innumerables veces que no se
puede hacer elecciones con Maduro en el poder? O más bien, ¿irá Guaidó a
discutir las alternativas de desalojo utilizando la fuerza multinacional para
ponerle coto a los delitos de lesa humanidad que está cometiendo el régimen
todos los días en nuestro país? Si esto es así, lo está realizando con un año
de retraso pero felicitamos que por fin le haya “caído la locha”, como se decía
antes.
Y si por fin su agenda incluye soluciones
constitucionales para salir de la crisis que incluyan el poder de la fuerza que
solo puede aplicar la Comunidad Internacional, le solicitamos formalmente que
plantee la convocatoria constitucional para que el pueblo se pronuncie a través
de una Consulta Popular restauradora de la vigencia de la Constitución, en
contraposición a las soluciones electorales que gritan los socialistas
europeos. Las razones las he explicado extensamente en mi nota anterior (ver A la
Comunidad Internacional: una Consulta Popular es mejor que elecciones, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/01/a-la-comunidad-internacional-una.html).
Y si como dice mi estimado amigo Enrique
Colmenares Finol, Coordinador Nacional de ANCO, Juan Guaidó logra que Donald
Trump declare al mundo, algo como esto: “los Estados Unidos están completamente
de acuerdo que los venezolanos se pronuncien democráticamente para definir su
destino a través de una consulta ciudadana que defina la presencia de Maduro en
el poder, y seremos garantes que se cumpla lo que decida el pueblo de Venezuela”,
su salto de la otra reja habrá sido exitoso. Eso sería más que suficiente para
que los ciudadanos se pronuncien masivamente en todo el mundo, con la esperanza
cierta que tendremos un cobro seguro de nuestra voluntad mayoritaria.
Si Guaidó no se trae algo de igual o mayor
contundencia que eso, el salto de la otra reja habrá sido inútil como el
primero, y será preferible que se quede del otro lado porque vendrá a bailarnos
un nuevo año de retraso de la tragedia que vivimos, con la solución que cocinan
electoralmente con el régimen. Si no viene con una respuesta contundente para
los venezolanos, que nos haga el gran favor de apartarse y nos deje
encontrarla…
Caracas, 22 de Enero de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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