Por Luis Manuel Aguana
Poco a poco caemos. Eso es lo que nos pasa a
quienes nos da por pensar mucho y se nos escapan los detalles. Caemos pero
tarde. Me refiero a la coexistencia entre la oposición “formal”, aquella que
entregó las elecciones del 7-O, y el gobierno de Chávez. La gente se pregunta,
¿Cómo es eso que la oposición está buscando “acuerdos” con el gobierno para
perdonar a los presos políticos y expatriados de algo de lo que nunca fueron
culpables?
Al margen de las mínimas razones humanitarias
y civilizadas que se le pedirían a cualquier régimen totalitario al respecto de
los presos torturados en sus calabozos, ¿por qué buscar convivir con este
estado de cosas? ¿Cuál podría ser la razón de que las fuerzas políticas
“formales” de la oposición estén buscando que se aquieten las aguas en el afán
de tratar de bajar la presión sobre lo que todo el mundo conviene que es la
llaga más purulenta de este régimen, como lo son los presos y exiliados
políticos del país?
Algo está cocinándose en el medio del
escenario de la enfermedad del Presidente. Nadie puede negar lo que todo el
mundo en la calle habla acerca de la posible ausencia definitiva del Presidente
de la Republica, apuntando a solo dos delfines, Diosdado Cabello y Nicolás
Maduro.
Desde afuera solo podemos decir dos cosas: a)
Al no existir un escenario de Elecciones Autenticas no es posible ni siquiera
pensar en la sustitución del chavismo con alguien de la oposición “formal”, y
b) al no existir un liderazgo auténtico, que realmente represente los intereses
del venezolano común, jamás existirá en el país tal escenario de Elecciones
Auténticas.
En ese cuadro de inferencia lógica, el juego
esta trancado y todos nosotros, los venezolanos, estamos fritos, por no
mencionar la palabra que corresponde. O nos coje Diosdado o nos coje Maduro. ¿Cuál
es su escogencia? Cualquiera que ponga la oposición “formal” a unas elecciones
arregladas por este CNE, ante una eventual falta absoluta del Presidente, las
perderá irremediablemente.
Que se olviden los Capriles, Borges, Lopez,
Ramos Allup, Pablo Perez, Ledezma o cualquier dirigente que crea que tiene
chance en una supuesta nueva candidatura opositora. Perderán ante cualquiera de
estos dos herederos. Y como no han tenido la voluntad, para no decir la palabra
que corresponde, para exigir Elecciones Auténticas, la oposición nunca tendrá
chance. Así están las cosas.
Pero ¿se han preguntado ustedes porque esa
locura de no exigir condiciones electorales, siendo algo indispensable y
necesario para, no digo siquiera competir, sino permanecer en la arena política?
¿Seguiremos jugando con el árbitro metiendo los goles del contrario y no pasa
nada? Veamos eso con más detenimiento.
Hay una teoría que esta revoloteando en donde
todo se sabe y que me ha llegado por varias vías, que me parece aterradora y es
la siguiente. La oposición “formal” cree que “no hay suficiente músculo” de
este lado para hacer un gobierno estable y prefieren la estructura que mal o
bien tiene el chavismo para seguir conviviendo, dejando que este estado de
cosas perdure indefinidamente.
En otras palabras, la oposición “formal” se
considera como una de esas plantas parásitas que se enrollan del tronco de un
árbol fuerte para echar sus raíces en ese tronco, aunque ese árbol esté podrido
por dentro, ¿qué tal?
Nos encontramos aquí con un término biológico
que es común en la naturaleza y tiene su nombre: Simbiosis. De acuerdo al DRAE el término define la “Asociación de individuos
animales o vegetales de diferentes especies, sobre todo si los simbiontes sacan
provecho de la vida en común.”
La oposición “formal” está sacando
provecho de la vida comunitaria con el chavismo, pero nosotros definitivamente
no. Veamos este fenómeno con más detalle. De acuerdo a Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Simbiosis)
“Desde una perspectiva de los costos y los beneficios que
obtienen cada uno de los participantes, las relaciones simbióticas en la
naturaleza pueden clasificarse entre las de mutualismo, comensalismo y parasitismo.
En el mutualismo ambas especies se benefician, en el comensalismo la relación
es beneficiosa para una de ellas e indiferente para la otra, y en el
parasitismo la relación es positiva para una aunque perjudicial para la otra.”. Profundicemos un poco más.
¿Podríamos decir que la oposición “formal” es
perjudicial para el chavismo en una relación parasitaria? No lo creo. De otra
manera hubiera sido extinguida, conociendo bien quién sería el parasito en este
caso. No se le permite crecer más pero si crece mucho se le cortan las ramas.
Con lo cual no es parasitaria, que fue nuestra primera aproximación.
Por otro lado, esta relación no podría
considerarse dentro de la definición de comensalismo porque si bien puede ser
beneficiosa para el chavismo, como indudablemente lo es, no es indiferente para
la oposición “formal”, ya que ha trabajado intensamente para mantenerla. Creo
que esta relación simbiótica más bien se inscribe dentro del mutualismo porque
ambos participantes se benefician mutuamente.
Ahora bien, si estamos en la presencia de una
relación simbiótica mutualista, ambos participantes, en especial aquel más débil,
jamás podrá dejarla. Y ambos se necesitan mutuamente para sus diferentes fines.
Es por eso que no podemos contar con que la oposición “formal” que colabora,
convive y acepta las reglas de este CNE nos represente realmente. Entregará cada
vez las posiciones, habiéndonos previamente engañado prometiendo que “para la próxima”
elección saldremos de esta tragedia. Y eso nunca pasará con este liderazgo.
Y ahora ustedes dirán, ¿y por qué es débil
este liderazgo “formal”, si levantamos marchas majestuosas comenzando por la
del 11 de Abril? Porque años de corrupción y mercadeo político los corrompió y Chávez
les dio de comer por más de 14 años. Ya no saben vivir de otra manera. Si por alguna
razón regresaran al poder tendrían que contar con cuadros administrativos
venidos de la sociedad civil que no pueden controlar para permitirles los
fiestones de la IV. Son la caparazón de lo que alguna vez fue el liderazgo
decente que construyó la democracia venezolana. Ahora solo creen que Venezuela “les
debe” esos años de “dedicación”.
Esa es la razón por la cual prefieren que Chávez
continúe en el poder porque así sobrevivirían en una relación simbiótica mutualista
y asqueante, ya que por un lado dicen defender los valores de la democracia y
por el otro la traicionan en conciliábulos y negociaciones. Y por ninguna causa
permitirán que el estado de cosas cambie, ni que el CNE cambie, aunque las cárceles
revienten de presos políticos atropellados y vejados. Por esa razón pienso que
son peores que el régimen que combatimos y por eso Chávez se defeca en ellos
porque, así como el resto de sus sigüises, están en su nómina.
Por eso no deberá extrañarnos lo que sucederá
el 16D, ni tampoco descorazonarnos el 17D después que Tibisay Lucena cante el
bingo arreglado del CNE. Y aunque solo sea para reafirmar la vocación
democrática de todos los venezolanos, vayamos a votar ese día, al menos con la
esperanza de abrirle los ojos a la gente buena y decente que aun cree que
depositará su voto en las próximas elecciones para “ganarle espacios” a este
régimen. Ellos en realidad son la esperanza de este país…
Caracas, 8 de Diciembre de 2012
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
SOLO DIFIERO EN UNA COSA SI EXISTE UNA OPOSICIÓN QUE IRA EN CONTRA DE CHAVEZ Y EL COMBO DE CAPRILES
ResponderEliminarLa Naturaleza atraves del sentido común viene delatando desde hace algún tiempo tanto al cne como a la oposición hipócrita, cobarde y pendeja (pronto le quitaran sus parcelitas). Para un régimen que en el mejor de los casos se puede calificar de malo e ineficiente, sin pasar por su accionar y desempeño criminal y su etiqueta cubana (somos colonia de cuba), nadie en su sano juicio le puede sonar cuerdo que con el transcurrir del tiempo se afiance de forma limpia y transparente y precisamente en el último de los actos que es el del sufragio.
ResponderEliminar