Por Luis Manuel Aguana
Podríamos llamarlo una variante del Síndrome
de Estocolmo, donde los secuestrados hasta sienten simpatía por sus
secuestradores, incluso los exculpan del delito que cometieron aduciendo que
fueron ellos los culpables por haber estado en un mal sitio en un mal momento.
Todo el país, los políticos opositores,
analistas, el venezolano común lo está lamentablemente padeciendo. Lo llamé
Síndrome del SAI por que deviene del nombre del sistema que utilizó el CNE para
las dos últimas elecciones venezolanas. ¿Y en qué consiste?
Pues bien, en que después de haber demostrado
científicamente que los resultados del 7-O tienen serios indicios de
intervención técnica (Ley de Newcomb-Benford ver La Naturaleza delató al CNE en
http://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/la-naturaleza-delato-al-cne.html), como también ocurrió en el
Referéndum Revocatorio del 2004, aun en la oposición se toman esos resultados trampeados
como válidos para la toma de decisiones y formulación de estrategias políticas.
Es como si alguien después de haberse hecho un examen y el laboratorio le indica
que tiene cáncer en la sangre, la persona siga su vida como si aquí no hubiera
pasado nada. Tarde o temprano se morirá.
Eso es lo que en cierta medida está pasando
con nuestro sistema político, tomado como un todo. El sistema que genera la
base fundamental del sustento democrático, el sistema electoral, esta
intervenido por un virus que está siendo dirigido deliberadamente a producir
unos resultados que no se compadecen con la voluntad del pueblo venezolano,
colocando ganadores a discreción del gobierno, accionar que, tarde o temprano,
o más temprano que tarde, en este caso, producirá la muerte del sistema
democrático como un todo.
Y si esos resultados del laboratorio son
escondidos, o peor aun si se miente diciendo que el sistema está bien, entonces
la cosa se torna criminal. Y ahora ustedes se preguntarán y ¿por qué se parece
eso al Síndrome de Estocolmo? Porque aun sabiendo que el sistema está mal-
porque la oposición “formal” lo sabe- esta lo avala, e incluso lo defiende más
que el propio gobierno.
Pero la prueba más clara de ese Síndrome es
que todavía piensen que Capriles “ganó” en Miranda, o Falcón “ganó” en Lara, o
Guarulla “ganó” en Amazonas. Si el sistema está completamente intervenido por
el gobierno, como en efecto sabemos, la pregunta correcta que debiera estar
haciéndose el país completo, y más aún los mismos candidatos, es por qué el
gobierno DEJÓ que Capriles, Falcón y Guarulla, ganaran en sus respectivos
estados. Sin embargo, todo el mundo opositor celebra que “ganamos” tres
gobernaciones. Los que padecen el Síndrome del SAI deberían seguir el mismo
tratamiento psicológico de aquellos que sufren el Síndrome de Estocolmo.
Consultando el tema en la red, me encontré con un sitio interesante que
indica cómo superar este problema (http://salud.uncomo.com/articulo/como-superar-el-sindrome-de-estocolmo-2561.html).
Sin embargo, entre otras indicaciones, sugiere lo siguiente “No insistas. Las personas con el Síndrome de
Estocolmo no logran ver la complejidad de la situación. No intentes
convencerla de lo que ocurre, ni trates de obligarla a que cambie de opinión.
Simplemente habla con ella y explícale de forma tranquila tu punto de vista,
debes evitar que se aleje de ti para poder ayudarla.”.
¡Esto sí que es un gran problema!
¿Cómo no insistir?
¿Cómo no dejar de decir que están viendo las cosas al revés? Por ejemplo,
tomemos el caso de Henrique Capriles: ¿Cual puede ser la razón que el mismo
sistema que dejó ganar a Capriles en Miranda haya dejado ganar a Aristóbulo en
Anzoátegui, donde aún se bromea que había que convencerlo que Lecherías no era
una finca de ganado? Esa pregunta debería estar haciéndosela aquellos que padeciendo
el Síndrome están proponiendo a Henrique para una nueva candidatura presidencial.
¿No será que el
sistema dejó ganar a Henrique porque ese resultaba ser el candidato más
conveniente para el gobierno en una segunda elección, para enfrentar el
chavismo sin Chávez, y justificar que ese fenómeno sigue siendo mayoría por
encima de este candidato que ya perdió una vez en contra del Presidente?
¿Diabólico, verdad?
La contra de este
argumento la esgrimen aquellos que dicen que Chávez hubiera querido hundir a
Henrique definitivamente y no pudo hacerlo con esta elección. Pero ya Chávez y
el chavismo le ganaron a Henrique el 7-O utilizando el expediente del SAI. Una
derrota adicional a pocos meses del 7-O sería incluso muy lógica y natural, y
por sobre todo, conveniente.
Ahora, ¿Henrique estará en esa jugada? No lo creo, demasiada soberbia le
ciega el sentido a la gente y aunado al Síndrome del SAI, el gobernador de
Miranda puede ser capaz de volver a aspirar a la Presidencia una segunda vez. Y
eso es precisamente lo que desea el gobierno. Volverán a programar el SAI y
volverán a ganar, pero esta vez mejor y más convincente porque así demuestran
que el pueblo no solo votó por Chávez el 7-O sino que “votó por el Proceso”
también, derrotando por una segunda vez “a la derecha criminal”.
Henrique les proporcionaría un candidato de fácil justificación para la
derrota opositora, pero con cualquier candidato opositor que allí se ponga, el
representante del gobierno, sea Diosdado
o Maduro, ganará irremediablemente. Y volvemos al Síndrome del SAI, creen como
el 7-O y el 16D que ganarán. Cuando investiguen y averigüen bien por qué quiso
el gobierno que ganara Henrique O QUE PERDIERA JAUA (¿quién sabe?), entonces
estarán en condiciones de diseñar la estrategia correcta para enfrentar lo que
haya que enfrentar. Mientras tanto están entrampados en el Síndrome del SAI.
Estamos ante un enemigo, no un adversario común. Este enemigo, nos
engaña, nos hace contra inteligencia, nos penetra con espías y compra
voluntades. La única manera de combatir esto es mantenerse fiel a principios
indeclinables. La gente comprable es presa fácil de esta gente. La gente con
“rabo de paja” es presa fácil de este enemigo que se ha metido en todos los
órdenes del país. Ya no sirve el liderazgo que funciona con dinero, que es
prácticamente el único aceite que mueve a toda la máquina de la política
venezolana.
Es absolutamente necesario que aquellos que sufren del Síndrome del SAI se
percaten de esto para poder entrarle seriamente al problema electoral del país.
No solamente los políticos lo sufren, y este es el principal obstáculo para que
pueda entenderse un concepto como el de Elecciones Auténticas. Creo que si
logramos hacer que Venezuela despierte y se dé cuenta de este mal, habremos
avanzado muchísimo porque es el primer paso para tratarlo como se debe.
Caracas, 21 de Diciembre de 2012
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
Realmente llamativo y claro este analisis, hay problema serio en los electores que no estan con el NeoDictador venezolano. El otro caso es que hay muchos profesionales de la politica que no ven con claridad lo enfrentado
ResponderEliminarEsto me parece un artículo mas de lo que llama Francisco Suniaga "la oposición de la oposición " o todos contra Capriles. En Venezuela no se perdona el éxito, por eso toda la guerra contra Capriles.no se quiere reconocer que el hizo una campaña extraordinaria, que logró motivar a los jóvenes y a los no jóvenes , que en su periplo logró reunir concentraciones de gente, como no había podido reunir la oposición en muchísimos años,también es necesario tener presente que el CNE que tenemos es una consecuencia de haber abandonado la Asamblea Nacional al no votar en el 2005 porque así nos lo impusieron Ramos Allup y Antono Ledezma. Piensen un poco en el error de nombrar jefe de campaña de las elecciones del 16 de Diciembre a Antonio Ledezma, a quien toda Venezuela asocia a un pasado de dominio bipartidista al que TAMPOCO QUEREMOS VOLVER.
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