Por Luis Manuel Aguana
En el momento de la efervescencia
de los movimientos de calle del 2014 escribí una nota que titulé “País
Secuestrado” (ver http://ticsddhh.blogspot.com/2014/04/pais-secuestrado.html).
Recibí algunas invitaciones de medios de comunicación de radio y televisión
para explicar esa nota, en la que comparaba a Venezuela con una vivienda
secuestrada por una banda de delincuentes y se presenta una situación de
rehenes. Cada personaje en esa trama tenía un rol y un comportamiento: los
secuestradores, la familia secuestrada, los policías afuera y los vecinos de la
casa.
En aquel entonces, hace 4 años
cuando di cuenta de este secuestro, decía que consideráramos que Venezuela era “la
casa donde vivimos y un día dejamos entrar pacíficamente a unos individuos
porque pensábamos que iban a ayudarnos a arreglar nuestra casa. Al pasar el
tiempo los individuos se adueñaron de la casa y lo relegaron a usted y a su
familia a un solo cuarto e instauraron reglas draconianas para comer, usar el
baño y circular por la casa”. Pues bien, el secuestro no ha terminado y por
el contrario se ha profundizado con herramientas sofisticadas para la
dominación de los dueños de la casa.
Esas herramientas producto de la
utilización impropia de la tecnología para el control de las personas, se ha
sofisticado cada día que pasa, al no resolverse todavía el problema político
del país. Los secuestradores poco a poco, y haciendo uso de la fuerza han
obligado a punta de pistola a hacer que la gente haga lo que desean para
mantenerse en el control de la situación, valiéndose de los instrumentos de
vigilancia y control más sofisticados de la era tecnológica en la que vivimos,
lo que les ayuda muchísimo a continuar en el poder. Es en ese contexto que
debemos analizar el uso de una tarjeta que ha ido evolucionando hasta
convertirse en eso que llaman “Carnet de la Patria”.
Comencé al dar cuenta de este
fenómeno en el 2013 (ver Más allá del racionamiento electrónico, en
http://ticsddhh.blogspot.com/2013/06/mas-alla-del-racionamiento-electronico.html):
"El gobierno al hacer un uso intensivo de estas herramientas para
incidir en la vida de las personas sin el debido control ciudadano, como existe
en otras partes del mundo-menos en Venezuela-, nos deja solo a nosotros, los
técnicos, con alguna responsabilidad ética de no permitirlo, en la medida de
nuestras posibilidades. Pero de permitirlo, los expertos se hacen cómplices. Ya
hemos publicado de la inexistencia en Venezuela del Derecho de
Autodeterminación Informativa y que es en cierta medida la causa por la cual
los gobiernos pueden hacer uso indiscriminado de la información de los
ciudadanos (ver Censo 2011 y el Derecho a la Autodeterminación Informativa en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/08/censo-2011-en-venezuela-y-el-derecho-la.html)".
Sin embargo, la oposición no tomo
debida cuenta de la advertencia. El
régimen continuó su labor de araña tejiendo una red que dura mucho en tejer
envolviéndonos en ella a todos los venezolanos.
Los políticos deben entender que no se le pueden dar largas a este
problema. Y eso es lo que están haciendo ahora los Diputados en la Asamblea
Nacional al no tomar las decisiones que el país les reclama. Un minuto que
pasa, un minuto en el que perdemos más de nuestros derechos. De allí que no se
puede seguir esperando.
Al año siguiente 2014 volví sobre
el tema (ver Control del Racionamiento o de la Insurrección, en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/control-del-racionamiento-o-de-la.html):
"Como ya lo había señalado el año pasado, con un gobierno que ha
demostrado hasta la saciedad ser criminal, retaliativo y practicante abierto
del apartheid político, todos los venezolanos deberíamos estar muy preocupados
porque se cruce esa base de datos de compras con la muy triste célebre Lista de
Tascón y de la importancia de evitar que esto se desarrolle.¿Por qué el régimen
anuncia esa tarjeta ahora? ¿Por qué se profundiza el esquema cubano en este
preciso momento? Alguno pudiera decir que la crisis económica, de la que por
cierto son ellos los responsables, les
obliga a racionar y controlar la venta de los productos de primera necesidad.
Pero por la experiencia y los golpes recibidos desconfiamos que ese sea el
único propósito de este sistema".
Y en efecto ese no fue su único
propósito. Ahora pretenden controlar
quien puede cobrar su pensión que con todo derecho los trabajadores pagaron
durante su vida laboral, quien puede
comprar gasolina, quien puede o no disponer de su dinero desde el exterior, y
en el futuro quien puede o no puede hacer cualquier cosa en esta prisión en que
se ha convertido Venezuela.
Ante las innumerables reacciones
preguntándose que hacer con esto, las respuestas no son fáciles. El régimen va cercando los pocos espacios de
libertad restantes y la gente está empezando a entender que aquí hay un régimen
autoritario que pretende gobernar sobre lo más íntimo de su vida personal. Algo que yo ya advertía al negarme a censar
en el 2011 (ver Porque no les abriré mi puerta, en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/07/porque-no-abrire-mi-puerta.html),
y en el 2013 al negarme a votar y colaborar a partir de ese año con un sistema
electoral corrupto, hasta que retornara el Estado de Derecho y tengamos
elecciones auténticas en Venezuela (ver Porque no les daré mi voto, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/porque-no-les-dare-mi-voto.html).
En esas ocasiones, tome una
decisión personalísima, sin recomendarle a nadie que hacer. Cada venezolano
debe tener una posición clara en relación a cómo proceder frente a lo que el
régimen hace y actuar en consecuencia.
Mi posición ha sido y seguirá siendo la misma: Resistencia Civil frente
a estos delincuentes.
Debemos tomar decisiones
basándonos en el hecho que estamos secuestrados, y en situación de resistencia
a los secuestradores, a la espera de una ayuda que debería aparecer pronto y de
alguna forma. Es posible que la policía afuera decida entrar o no, pero
mientras tanto, no cooperaré como rehén con los delincuentes que irrumpieron en
mi casa, ni me echaran de ella porque es mi herencia de más de 200 años.
Es también posible que impidan que
cobre una pensión que yo pagué y a la que tengo derecho, así sea poco. Pero al igual que en una situación de rehenes
nadie pensó que ocurriría, pero ocurrió; y todo el que coopere no ayuda a que
termine el secuestro. Y si eso ocasiona que no cobre mi pensión, porque no
suscriba ese "carnet" que viola mis derechos, eso lo consideraré la
agresión que reciben los rehenes que no cooperan con los secuestradores, y
contra los que seguiré luchando con lo único que manejo: ideas y convicciones.
Eso si será imposible que me lo arrebaten.
Caracas,
30 de Agosto de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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