Por Luis Manuel Aguana
A contrapelo de la vieja
conseja que indica “no aclares porque enredas”, con este van dos los artículos
que he escrito para explicar el anterior. La primera aclaratoria la hice en el
2011 cuando explique porque llame colaboracionista de Vichy a la oposición (ver
Los Opositores de Vichy, Una Aclaratoria Necesaria http://ticsddhh.blogspot.com/2011/09/los-opositores-de-vichy-una-aclaratoria.html).
A veces no se puede condensar todo lo que hay que decir en pocas líneas, que
son las que pueden leerse rápido en un artículo en la red, o ampliar alguna
cosa que no quedó suficientemente clara.
En esta oportunidad me
toca aclarar mi nota anterior en el blog (ver “La hora de la Sociedad Civil” http://ticsddhh.blogspot.com/2013/04/la-hora-de-la-sociedad-civil.html).
Acepto que la envergadura de la propuesta- convocar a una Asamblea Nacional
Constituyente-, no es de ninguna manera algo fácil de digerir rápidamente para
nadie y trataré en esta ocasión de explicarme mejor.
No estoy proponiendo esta
ANC para cambiar específicamente la Constitución de 1999, aunque debemos estar
claros que existen elementos de ella que muchos acordamos deben ser revisados: la
eliminación de la reelección indefinida con la reducción inmediata del período
presidencial, regreso del Congreso Bicameral y la representación de los Estados
con el Senado, derogación de todas las leyes atentatorias al Estado de Derecho-
como las del Poder Comunal-, incluyendo la reingeniería de todos los Poderes
Públicos carcomidos por este régimen, muy en especial las Fuerzas Armadas y el
Poder Electoral-CNE-, para garantizar que las próximas elecciones sean realmente
Auténticas.
En consecuencia, la razón
fundamental por la cual creo necesario buscar ya las firmas para convocar esa
ANC es la tragedia institucional del país que ha convertido a todos los poderes
del Estado en títeres del Ejecutivo, en especial el CNE. Este organismo es el
instrumento más perverso del gobierno para enraizar esta pseudo revolución que
tiene a todos los demás poderes del Estado en la sumisión más absoluta al Presidente
de la República y a un régimen extranjero.
Hay que reorganizar de
nuevo el Estado y que se garantice el equilibrio y la independencia de los
poderes públicos, que se le haga contraloría real al gobierno, que exista un
sistema judicial verdaderamente independiente por ley, donde los Magistrados
sean individuos respetables y probos, no ésta comiquita que tenemos ahora de
una Presidente del TSJ con prontuario judicial.
Pero lo más importante, el
rescate de nuestra soberanía. Los cubanos deben salir del país sin violencia.
El rescate de una relación respetuosa y no de sumisión, con todos los países,
en particular con Cuba es indispensable. Retomar la soberanía entregada sin un
tiro al gobierno cubano ya es una exigencia insoslayable.
La manera de resolver los
conflictos de manera pacífica en democracia es a través de los votos, pero ¿cómo
resolver este problema si el gobierno decidió robarse las elecciones usando al
CNE como uno de sus poderes secuestrados? Y lo peor no es eso, no se deja
auditar, dejando que las disputas se resuelvan en manos de otro poder
secuestrado, el TSJ. Juego trancado.
Estamos en una situación
de un gobierno ilegitimo, y a su vez secuestrado por otro país, que esconde un
fraude gigantesco, con todos los poderes conspirando para quedarse, a pesar de
la voluntad popular de salir de él. Juego trancado.
¿Cuál puede ser la salida
de los demócratas? Podemos realizar las 198 formas de Gene Sharp para protestar
de forma No Violenta este resultado y tarde o temprano tal vez el gobierno
acepte repetir esos comicios pero en las mismas condiciones como fuimos el 7-O,
16D y 14A. Igualmente podemos protestar de manera No Violenta hasta reventar
los pilares que lo sostienen como bien indica Sharp que se puede hacer. Pero
también podemos ensayar la salida constituyente que no es más que la forma No
Violenta No. 199, especialmente construida para Venezuela, no por Sharp sino
por nosotros mismos.
Creo que debemos pensar
esto bien. El régimen chavista ha distorsionado hasta un punto de no retorno la
democracia venezolana. Ha cambiado la estructura de poder. Ha cambiado a las
Fuerzas Armadas, ha cambiado la manera en que se relacionan los gobernados con
el gobierno, ha destruido el tejido productivo del país reduciéndonos a una
nación de pedigüeños y dependientes del Estado. Ha cambiado la manera de elegir
a los gobernantes asegurándose siempre ganar las elecciones a través de un
sistema muy bien montado de elecciones automatizadas y fraudulentas. Ha entregado
el país a los cubanos. Ha cambiado todo para asegurarse el control de todos,
sin que eso pueda modificarse.
En 1998, antes de las
elecciones de ese año, Hugo Chávez nos dijo que quería hacer una Constituyente,
endilgándole a la Constitución de 1961 todas las culpas de los problemas que
presentaba el país, que para ese entonces eran solo una pequeña fracción si los
comparamos con los que tenemos ahora. Muchos de nosotros no creímos en eso y en
efecto el problema no era el cambio constitucional. Los problemas se agravaron
exponencialmente con un loco megalómano a la cabeza del Estado.
No teníamos la mejor
Constitución del mundo, era perfectible. Y nos sirvió para vivir y construir en
paz a nuestro país durante 40 años. Había un Estado que fue capaz de remover y
seguirle juicio a un Presidente sin que eso significara violencia. Había pesos
y contrapesos institucionales. No poseíamos lo mejor pero definitivamente
extrañamos ahora lo que escasamente teníamos. Todo eso lo reventó la revolución
de Hugo Chávez. Si bien es cierto que los militares debían hacer “lobby” en el
Congreso para sus ascensos, lo cual era una práctica repulsiva, tampoco
teníamos cubanos mandando en los cuarteles, lo cual es denigrante y
entreguista.
Algunos me han comentado
que el proyecto de MID Táchira es complejo y de difícil implementación. Y
aunque estoy de acuerdo con ese proyecto de país, eso no quiere decir que todos
deban estarlo. Hagamos entonces uno nuevo entre todos partiendo de una
propuesta concreta. Hay que discutir a Venezuela. Por lo pronto hay que
reconstruir lo que se destruyó y mejorar lo que había. En estos 14 años los
venezolanos hemos aprendido a los golpes que no hay que destrozar la
institucionalidad sino fortalecerla.
Pero es imposible reconstruir
al país con las reglas de juego de un Estado que han desnaturalizado, corrompido
y destruido a los niveles actuales. ¿Cómo ganar elecciones con unas maquinas de
lotería tramposas? ¿Cómo pensar cambiar leyes si quienes deben garantizar la
relación de los electores con sus Diputados cambian los circuitos electorales
para siempre ganar elecciones, siendo este el único país del mundo donde quien
saca más votos tiene menos escaños en su Parlamento?
Hay que rehacerlo TODO.
Lamentablemente es así. Caída y mesa limpia. Y hay una forma de hacerlo sin que
tengamos que matarnos en las calles y esa forma la provee la Constitución en
sus Artículos 347 y 348. Y se llama Asamblea Nacional Constituyente. Tenemos
las firmas. No estoy llamando a realizar una nueva Constitución- tal vez
modificar lo indispensable-, sino fundamentalmente a reorganizar el Estado, destituyendo
a todos los poderes constituidos y reconstruyéndolos, garantizando Elecciones
Auténticas para las futuras autoridades. Creo que hay material humano de sobra
en Venezuela para hacer eso.
Y en relación a quien la
convoca, eso es un asunto político. Si Henrique Capriles asume ese camino sería
ideal. ¿Por qué? Porque le daría cauce legítimo a todas las energías positivas
de cambio depositadas en él y que no se cristalizaron por causa de un fraude
electoral. Imagínense si Henrique le hubiera dicho al pueblo venezolano en ese
programa especial de Globovisión: “En
vista de que no es posible utilizar el camino electoral con este CNE porque se
robaron nuestros votos, y que no es posible concurrir a un TSJ corrupto para
llevar nuestra causa, entonces convoco al Poder Originario para que este decida
qué hacer con estos Poderes, con este gobierno ilegítimo y con el futuro de la
República”. Ya tendríamos las firmas, y creo que hubiera sido un
extraordinario primer paso de ese camino que prometió en dos campañas
electorales y que muchos compramos con la esperanza de que realmente exista.
Aun está a tiempo…
Caracas, 29 de Abril de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter: @laguana
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