Por Luis Manuel Aguana
Nadie puede decir que la sociedad civil opositora
venezolana no ha seguido a Henrique Capriles hasta su última propuesta. Salió a
la calle en todo el país el 15A marchando hacia los CNE estadales, enfrentando la
violencia del gobierno a las marchas pacificas.
Se quedo tranquila cuando se le desmovilizó el 17A cuando
todos exigíamos marchar al CNE en Caracas para solicitar lo que tiene derecho
en justicia cualquier venezolano: a ser oído en su petición a los organismos
públicos, como dice la Constitución. Sin lugar a dudas ese fue el momento
cumbre de Henrique Capriles. Pero todo el mundo respetó su decisión de cancelar
esa marcha que hubiera sido más gloriosa que la del 11A, aunque eso tal vez
constituyera el error político más grande cometido en esta gesta para recuperar
la democracia.
Aunque se demande la nulidad de las elecciones del 14A,
como ya se hizo para las del 7-O, lo correcto sería solicitar esa nulidad
exigiendo también un juez imparcial. Realizar un nuevo proceso electoral,
conservando las mismas condiciones con las que fuimos al 14A sería el paraíso
del gobierno. Sería como solicitar un nuevo juicio con el mismo CNE que te robó
el anterior y al que recusaste por ladrón.
Yo no soy especialista en Derecho pero estoy seguro que
los abogados que se están haciendo cargo de esta nueva solicitud de nulidad
deberán estar tomando en cuenta ese pequeñísimo detalle, no vaya a ser que el
gobierno les acepte la nulidad y repitamos la farsa eleccionaria del 14 de
Abril.
Pero apartando los detalles del cierre de Henrique a la
negativa del CNE de aceptar las condiciones para la auditoría del proceso
electoral, la gente se quedó esperando un mensaje para ellos durante ese
programa especial de Globovisión, más allá de ir a marchar el 1ro. de Mayo
-cosa que siempre hacemos-, y proceder con la demanda de nulidad del proceso
electoral, acción ineludible ante un proceso a todas luces ilegítimo.
¿Y entonces? ¿Cuál era el mensaje para encauzar las
energías de más de 7 millones de venezolanos arrechos porque nos robaron las
elecciones? ¿Ese era todo el mensaje del Comando Simón Bolívar, en cabeza de su
principal vocero el candidato Henrique Capriles? Y no estoy hablando de salir a
incendiar el país o poner la mitad de la población en contra de la otra.
Simplemente que nos dijera como habían pensado las acciones No Violentas que se
llevarían a cabo hasta que este gobierno accediera a contar nuestros votos.
Lamentablemente no tenían nada pensado.
¿Nadie en el CSB se había paseado al menos con una semana
de anticipación que este CNE malandro no aceptaría que se le auditara? ¿A nadie
allí se le ocurrió que debían realizarse escenarios de actuación para el minuto
siguiente en que se nos anunciara que no harían nada, como en efecto sucedió?
Esto da que pensar y creo que mucho de lo bueno que ha sucedido tiene que ver
con esa actitud dura y positiva del candidato, pero que requiere del soporte
vital de quienes le rodean. Al parecer Henrique ha tenido que hacer solo todo
el trabajo, cargando igualmente solo con los errores.
¿Qué nos queda entonces a nosotros, la llamada sociedad
civil, dolientes reales de esos votos robados? ¿Qué puede hacer el pueblo
soberano ante un Estado delincuente que roba una elección impunemente y solo
nos deja la posibilidad de quejarnos ante las taquillas de un TSJ igualmente
ladrón y vendido?
La crisis ha alcanzado tal nivel que
Venezuela, país dividido, no puede avanzar con propuestas excluyentes, ancladas
en el pasado. ¿Qué hacer y cómo hacer para que los ciudadanos tengan confianza
en un modelo de país, sus instituciones y sus dirigentes?
¿Qué debemos hacer ya? Generar un gran debate
nacional para acordar, con inclusión de todos los sectores, este proyecto país
y determinar vías factibles, democráticas y constitucionales para lograrlo.
Pues si la solución no les sale a la gente que está
adentro con Henrique, tendrá que salir de afuera. Existe una manera de
canalizar esta arrechera más allá de darle a una cacerola y resulta que nos la
da la misma Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: Los Artículos
347 y 348 Constitucionales (1).
Léase bien el último párrafo del Artículo 348: Solamente
el 15% de los electores y electoras inscritos en el Registro Electoral pueden cambiar
este estado de cosas. Esto es, de acuerdo a este CNE en la última elección
estaban inscritos para votar 18.802.248 electores. Esto es, con 2.820.338
electores podemos convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
Si consideramos que Capriles obtuvo, de acuerdo a este
CNE, 7.298.491 votos el 14A, con menos del 39% de los votos que sacó Henrique
removemos de los poderes a estos delincuentes. De hecho podemos afirmar que tenemos
los votos para convocar tres veces esa Constituyente. Para poder
ejecutar el proyecto de país que todos queremos y que nos conduzca a la
reconciliación y a la reconstrucción nacional, se requiere transformar el Estado
y es necesario entonces convocar una Asamblea Nacional Constituyente, por
iniciativa popular. Razones tenemos para hacerlo: 1) lograr la reconciliación
nacional (NO IMPUNIDAD); 2) garantizar la reconstrucción de Venezuela; 3) el
pueblo participa proactivamente en el diseño del sistema social que queremos y
en el cual todos cabemos; 4) crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita
transformar y modernizar al país, en paz; 5) sacudirnos de inmediato la
invasión castro-comunista.
Ya existe un estudio a fondo del
problema constitucional venezolano y afortunadamente ha sido ya planteado a
algunos sectores del al país. Hace pocos meses asistí a una conferencia privada
donde los autores de la Malicia Andina, el Movimiento Independiente Democrático
del Táchira-MID Táchira propusieron a un grupo de personalidades este curso de
acción, con un proyecto país, para una Venezuela reconciliada, democrática,
desarrollada y moderna ya consolidado, que incluía las bases legales y comiciales para una
convocatoria Constituyente. Este grupo ha tratado de plantear este curso de
acción al CSB, todavía sin éxito.
Aun faltaban por pasar muchas de las cosas que han
pasado, incluyendo este robo en descampado de las elecciones del 14A. Debo
confesar que no me pareció en esa ocasión el momento oportuno para plantear una
Constituyente. Sin embargo, cada cosa tiene su tiempo y oportunidad exactos.
Para aquellos que deseen profundizar en la naturaleza de este estudio pueden
bajar la presentación resumen desde la siguiente dirección: https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDU0tJRXpOeEVUTms/edit?usp=sharing
Henrique Capriles tiene ahora la oportunidad
de canalizar el descontento de la gente por un Poder Constituido en rebeldía
ante el Poder Originario de contar los votos del pueblo. Puede encabezar una
gran cruzada en toda Venezuela apoyado por todas las clases sociales
venezolanas promoviendo e impulsando el debate del proyecto país para la nueva
Venezuela por venir y sobre el proceso constituyente por iniciativa popular por
medio de bases comiciales fundamentadas en la ética y la verdad.
El MID Táchira tiene ambos proyectos
para ejecutarlos. La MUD y el CSB saben quiénes son ellos porque a través
de su trabajo de la Malicia Andina, Henrique pudo sacar en el Táchira el 70% de
los votos a través del cuido de la secuencia del Artículo 441 del Reglamento
Electoral en todos los centros del Estado.
Podría decirse que la gente temería a otra Lista de
Tascón en la recogida de las firmas. Creo que no es necesario que firmen más de
los que ya estamos en todas las listas. Tampoco es necesario que firmen los
empleados públicos que votaron por Henrique el 14A. Creo que en vuelta de pocos
días recogeríamos todas las firmas necesarias, canalizando así la arrechera del
pueblo venezolano ante estos atropellos fascistas de los cuales hemos sido
víctimas todos los venezolanos después del 14A.
Si Henrique no asume este compromiso seguramente alguien
lo tomará de inmediato para presentarlo a los venezolanos, pasándole por arriba
a las aspiraciones politiqueras de algunos personajes que se niegan a ver morir
un modelo político anclado en el siglo pasado. La historia toca solo una vez a
las puertas de los elegidos. Queda de ellos saber si el momento les
corresponde. Si Chávez pudo cambiar la historia venezolana realizando una
Constituyente en un país en muchísimo mejor estado del que tenemos ahora, ¿por
qué nosotros no podemos reconstruirlo de la misma manera, antes de que lo
terminen de destruir los cubanos y socialistas del Siglo XXI?
Si deseamos salir de este estado de cosas pacíficamente y
con votos, debemos crear las bases para eso, destituyendo los poderes
constituidos. Es un completo contrasentido asistir a otra elección con este
CNE, como ya se está anunciando, y los partidos avalando, acudiendo a unas
elecciones Municipales que desde ya son írritas porque se robaron una elección
Presidencial.
Si Henrique Capriles comprendió que el curso de acción
para derrotar este estado de cosas es hablar con la verdad y de frente, no
eludirá este compromiso de convocar al Poder Originario. La hora de la Sociedad
Civil ha llegado.
Caracas, 27 de Abril de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter: @laguana
(1)
Artículo 347
El pueblo de Venezuela
es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho
poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de
transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una
nueva Constitución.
Artículo 348
La iniciativa de convocatoria a la
Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla el Presidente o Presidenta de la
República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de
las dos terceras partes de sus integrantes; los Concejos Municipales en
cabildo, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; o
el quince por ciento de los electores inscritos y electoras inscritas en el
Registro Civil y Electoral. (subrayado nuestro)
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