Por Luis Manuel Aguana
En el actual estado de la
situación política que vive el país, es difícil hacer pronósticos. Los
venezolanos dejaron de esperar por algo que no termina de ocurrir mientras el
régimen avanza exitosamente en la destrucción de lo poco que queda. La gente
está huyendo de Venezuela. Esa gente que pasa por miles a través de la frontera
hacia Colombia y Brasil no son los “ricos” que huyen del comunismo, son
paradójicamente los pobres cuyas vidas se hicieron inviables en la Venezuela
actual. O se van o no comen, tan simple como eso. Esa es nuestra realidad al
día de hoy.
Mientras Maduro y su régimen
destruyen la economía y nuestra forma de vida republicana, los venezolanos que
quedamos, nos seguimos debatiendo en como afrontamos este problema. Como
paramos el desangre de la herida que le han hecho a nuestro país y no morir en
el intento. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que Venezuela se ha
dividido en dos grupos: aquellos que creen que la solución saldrá desde dentro
del país, y aquellos que creen que dentro de Venezuela ya no hay mas nada que
hacer porque la institucionalidad está destruida, por lo que es necesaria la
ayuda internacional para resolver el problema.
Ambas Venezuelas están
enfrentadas. El primer grupo, llamémoslo el grupo de la solución local, tiene
una policromía que va desde buscar una vía electoral para convivir con el
régimen “hasta que esto se resuelva”, claro está sin dar un horizonte claro de
tiempo más allá de indicar que ellos “ganaran” el siguiente proceso electoral,
hasta los grupos más beligerantes que desechan las salidas electorales pero sin
decir claramente cuál es el camino de lucha mas allá de exigir que el régimen
“dimita” de sus funciones, apelando a la presión social, preludio de otro baño
de sangre en las calles.
El segundo grupo, llamémoslo el
grupo de la solución internacional, parte del supuesto que en Venezuela
difícilmente levantará cabeza debido a la situación de secuestro institucional
de todos los Poderes Públicos, incluida la Asamblea Nacional, que hace que cada
día que pase resulte mas difícil desalojar a un régimen que se ha pegado como
una hiedra venenosa al tronco del país, al punto de que lo está matando. La
solución en ese caso pasa porque la Comunidad Internacional venga en nuestro
auxilio para cortar la hiedra y sanear el árbol moribundo.
Ambos grupos se presentan
incompatibles, al punto que el primero sabotea al segundo. El grupo de la
solución local piensa que una intervención que ellos no controlen –y no podrían
controlarla aunque quisieran- no sería bienvenida, y en consecuencia hacen
lobby internacional y se mueven políticamente para arruinar los esfuerzos que
se hacen para que se logre cualquier solución que termine en una intervención
humanitaria en Venezuela, aunque el régimen nos ponga en prisión y nos estemos
muriendo de hambre y enfermedades.
Mientras tanto, el grupo de la
solución internacional dice que sin el apoyo de los sectores políticos,
económicos, sociales, y eclesiásticos del país, difícilmente podría lograrse
convencer a una fuerza internacional –y particularmente a los Estados Unidos- para
que apoye el rescate de la democracia y la libertad en Venezuela, ya que la
Comunidad Internacional no nos vería unidos para lograr el mismo propósito.
Insisten en que hay que convencer a los principales sectores que hacen vida en
Venezuela para que esa intervención humanitaria pueda ser posible.
Resultado: Ninguno de los dos
tiene la solución del problema, pero ambos tienen la solución del problema.
Luce contradictorio pero no lo es. Lo cierto es que ya la Comunidad
Internacional, y en particular el gobierno de los Estados Unidos, se cansó de
recibir a los múltiples representantes de la oposición venezolana, cada uno con
una idea diferente de cómo resolver el problema ocasionado por el régimen. Y
eso es lógico. Me imagino oyéndolos: “cuando se pongan de acuerdo en lo que
quieren hacer y como lo quieren hacer, que presenten un plan y entonces los
ayudamos”. Y eso nunca ocurrirá en las presentes condiciones con dos Venezuelas
opositoras con dos visiones distintas del problema. Y mientras tanto el régimen
haciendo estragos con nosotros en el país.
¿Se podrían conciliar ambas
posiciones? No lo sé. Recuerden que los intereses de los grupos políticos en
Venezuela están por encima de los intereses del país. ¿Les parece duro? Si no
fuera así, hace muchísimo tiempo el tema se hubiera resuelto. ¿Y cómo? Un apoyo
irrestricto de la Asamblea Nacional a sus propios Magistrados en el exilio y al
Alto Tribunal que ellos constituyeron, daría la solución política por
excelencia para lograr un Consejo de Gobierno de Emergencia Nacional que
conduzca y coordine las acciones desde el exterior para forzar una salida
pacífica del problema en Venezuela con el auxilio de una fuerza multinacional.
Es así como la Comunidad
internacional nos vería juntos y coordinados para afrontar un problema que a
ellos les interesa tanto o más que a nosotros resolver. No es un tema que los
grupos de afuera o de adentro tengan la razón. El asunto es que hay que deponer
los intereses de todos en favor del país. Ya parece un lugar común repetirlo
pero hay que hacerlo miles de veces para ver si se entiende. No se necesita
estar de acuerdo en todo, lo que se necesita es tener la disposición para andar
juntos un trecho de camino hasta salir del problema.
Pero también somos venezolanos: “En comparación con un grupo de 45 países de
todas partes del mundo, Venezuela demostró tener uno de los índices más altos
en necesidad de poder. Rasgos culturales semejantes han aparecido repetidamente
en otros estudios sobre identidad cultural del venezolano” (1) De acuerdo a
esto nadie en Venezuela cederá poder aun cuando eso suponga el sufrimiento de
personas. Ningún sector político cederá a favor de un Gobierno en el cual no
participe o en el que no tenga alguna influencia, por lo que se hace necesaria
otra solución más drástica que de paso a los intereses de terceros en esta
ecuación.
En un
ejercicio de política ficción, el ex Embajador Diego Arria, ex Presidente del
Consejo de Seguridad de la ONU, hizo circular en las redes sociales una nota de
prensa donde señala lo que podría ocurrir luego de una muy posible decisión del
Consejo de Seguridad de la ONU, y que reproducimos enteramente en este blog
(ver Gobierno de Emergencia Nacional de Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/07/gobierno-de-emergencia-nacional-de.html). Utilizó para hacerla una de
las muchas notas publicadas cuando el Consejo de Seguridad autorizó una fuerza
multinacional para restaurar la democracia en Haití en 1994, solo cambiando el
nombre del país por Venezuela.
De
acuerdo a esa nota, basada enteramente en la Resolución 940, de 1994,
del Consejo de Seguridad de la ONU, “Aprobación
del establecimiento de un grupo de avanzada de la UNIH para restablecer la
democracia en Haití y el pronto retorno del Presidente legítimamente electo y
las autoridades del Gobierno de Haití, y prorrogar el mandato de la UNMIH”
(ver Resolución 940 Consejo de Seguridad de la ONU http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=S/RES/940%20(1994)
)no existe ningún impedimento para que el Consejo de Seguridad de la ONU
no haga lo mismo para el caso de Venezuela, excepto que exista
un Gobierno legítimo de venezolanos a quien entregarle el poder.
Léase bien esto último: la solución política de Venezuela
pasa porque primero nos pongamos de acuerdo en la designación de un Gobierno
Legítimo que se ponga al frente de una coordinación conjunta con esa fuerza
multinacional. Que este Gobierno salga de la Asamblea Nacional o del Tribunal
Supremo de Justicia legítimo en el exilio, no es del problema de la Comunidad
Internacional, pero si nuestro. Y es absolutamente necesario para desalojar a
quienes ilegítimamente ejercen el poder en Venezuela como ocurrió en Haití en
1994.
Tenemos
ya introducida la solicitud al TSJ legítimo en el exilio para el nombramiento
de un Consejo de Gobierno de Emergencia Nacional (ver solicitud completa en https://tinyurl.com/y7x87ldb), y también existe una sentencia
de ese Alto Tribunal que urge la necesidad a la Asamblea Nacional de llenar el
vacío de Poder conforme a la Constitución (ver sentencia del TSJ-L en https://twitter.com/TSJ_Legitimo/status/1014611587745886211).
¿Qué esperan ambos Poderes para proceder, conjunta o separadamente?
Caracas,
21 de Julio de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
(1) Éxito Gerencial y Cultura,
Retos y Oportunidades en Venezuela / Managing Culture for Success, Challenges
and opportunities in Venezuela, Granell, Graraway, Malpica, Ediciones IESA
1997, Pág. 21, ISBN 980-217-189-1
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