Por Luis Manuel Aguana
Deseo comenzar
esta nota con una pregunta del último párrafo de la anterior (ver Guaidó y el
discurso de Trump, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/02/guaido-y-el-discurso-de-trump.html)
donde me preguntaba para qué regresaría Guaidó sin tener una respuesta a
nuestra crisis. Y tal vez la pregunta estuvo mal formulada. Ya Donald Trump le
dijo al mundo en su “State of the Unión” que se ocuparía inmediatamente de
nuestro problema. Más oficial que eso imposible. Obviamente no dijo cómo lo
haría pero seguramente algo le soltó a Guaidó y a su equipo en la Casa Blanca
fuera de cámaras. Y aquí me voy a permitir un ejercicio de inferencia lógica,
ya que no estuve allí ni tengo informantes al lado de Guaidó que me puedan
indicar que va a pasar después que Guaidó regrese a Venezuela.
Pienso que
lógicamente en la Casa Blanca se tuvo que haber abordado el fracaso total hasta
la fecha en sacar al régimen debido a las equivocaciones opositoras debido en
gran parte a los problemas que confronta el gobierno interino de Guaidó de ser
sujeto al arbitrio de 4 partidos, que cual saco de gatos, operan
contradictoriamente y dificultan tener una estrategia coherente frente a este
régimen de malandros. Todos ellos tienen los más variados intereses de querer
mandar antes de haber salido del régimen. Es de hacer notar que Venezuela es el
único fracaso no resuelto de la política exterior de Trump luego de los éxitos
fulgurantes de China, Corea del Norte y Siria. Y a ese gringo no le gusta
perder. ¿Recuerdan el “¡You’re fired!” (¡Estás despedido!) del programa
televisivo de Trump? Creo que algo de eso le pasaría por la cabeza…
Sin ser
injerencista Trump debe haberle “sugerido” a Guaido y a su gobierno interino
una estrategia completamente alineada con lo que el gobierno norteamericano ya
ha anunciado: cero elecciones de ningún tipo con Maduro en el poder y cero
cohabitación con el régimen. Eso se parece mucho a lo que nosotros desde lo que
se ha llamado “oposición radical” hemos gritado hasta el cansancio y línea que
coincide con lo que han insistido María Corina Machado en Venezuela, y Antonio
Ledezma y Diego Arria en el exterior. En otras palabras, un cambio de 180
grados en lo han venido haciendo y que ha fracasado.
De haber sido
esta la “sugerencia” de Trump, no debe haberle agradado a Guaidó, más propenso inicial
a la línea de la doctrina de los “enclaves autoritarios” de Henry Ramos Allup, y
comprometido hasta los tuétanos con ese partido. ¿Sería esa la razón por la
cual AD y UNT no dijeron nada del apoteósico recibimiento de Guaidó en el
discurso de Trump en el Congreso norteamericano? La visita de Guaidó a los
Estados Unidos al parecer podría estar marcando el comienzo a un reordenamiento
de la oposición en Venezuela.
Me preguntaba
también que Guaidó no podría regresar para seguir haciendo lo mismo que
el 2019 y antes de su partida a esa gira. Como indicaba en mi anterior nota, de
seguir en eso y que no pase nada, el resultado sería el mismo que el año
pasado: pérdida total de credibilidad y convocatoria. Y eso ya no puede pasar
más. Trump no estaría haciendo este esfuerzo de respaldo como el desplegado
esta semana sin que haya una contraprestación en resultados concretos en la
dirección de la caída del régimen. En consecuencia la estrategia de Guaidó a su
regreso a Venezuela tiene que ser distinta so pena de que lo abandone nuestro
principal aliado. ¿Y porque afirmo esto? Porque de alguna manera el gobierno
norteamericano –inferencia mía- debe haberle hecho saber de alguna manera a
Juan Guaidó en su visita oficial que de seguir por la vía que lleva lo
abandonaría y buscaría resolver el problema con el o sin él, preferiblemente
con él. Entonces la lógica indica que
las cosas tienen que cambiar, y cambiar radicalmente.
Y llevando el ejercicio un poco más allá, Guaidó
tendría entonces que acercarse en los hechos a la línea de aquellos que
pensamos que no pueden haber más negociaciones ni elecciones con los
delincuentes y enfilar hacia estrategias y acciones que complementen en
Venezuela la línea norteamericana de “secar” al régimen, porque si algo quedó
claro en esa visita es el compromiso de los Estados Unidos con el pueblo
venezolano de quebrar y aplastar al régimen de Maduro en el corto plazo.
¿Y cómo se haría eso en la práctica? Separando al
gobierno interino del G4, haciendo valer la independencia del Presidente
Encargado de sus ataduras partidistas (que no es solo de su partido sino del resto
de la coalición) y creando espacios para la presencia seria y oficial de las
individualidades políticas que dentro y fuera de Venezuela han tenido la misma
línea de Trump, así se disgusten quienes aun creen que yendo a unas elecciones
Maduro los dejará “conservar los espacios”. Lo que sucede ahora mismo en la
Asamblea Nacional es un claro ejemplo de eso. De esta manera Guaidó al llegar deberá
encabezar una “nueva oposición” que excluya los factores cohabitantes y
negociadores de elecciones abiertamente, dando espacio seriamente en su
gobierno interino a la línea de oposición radical cuyo único objetivo sea
expulsar al régimen, apartándose de la gente que dentro de su gobierno le ha
hecho mucho daño. Eso depurará la oposición generando credibilidad y confianza
a los Estados Unidos.
Lo anterior definirá quien esta y quien no está
seriamente con el desalojo de Maduro del poder, enviándole un claro mensaje a
la administración de Trump que el gobierno interino si puede garantizar la
creación de condiciones objetivas inmediatas en Venezuela para la caída de
Maduro. En este punto someteríamos a la consideración de quienes conduzcan esa
nueva realidad política opositora, la propuesta de ANCO a favor de una Consulta
Popular Plebiscitaria, ya no como una fórmula para lograr el compromiso de la
Comunidad Internacional para intervenir, entre otras cosas porque ya este fue
expresado oficialmente esta semana de parte de su más poderoso exponente, los
Estados Unidos, sino como el detonante político fundamental y de máxima fuerza para
que el pueblo venezolano exprese constitucionalmente su respaldo unificado a
favor de quienes conducen el proceso para la recuperación de la libertad y su
rechazo más categórico a quienes han destruido nuestro país. Ese sería el
“¡You’re fired!” definitivo de Maduro, ya no por decisión de Donald Trump sino
por la voluntad de todos los venezolanos.
Caracas, 7 de Febrero de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana