domingo, 27 de febrero de 2022

Refundación de la Nación en tiempos de guerra

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Desde hace bastante tiempo he insistido a través de esta tribuna de la red, acompañando la posición de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, que el problema venezolano no se resolverá en Venezuela, sino en los escenarios de poder de las grandes potencias que rigen al mundo, y en cuyo centro se halla el balance de intereses que tengan entre todas ellas para que Maduro y su combo de delincuentes abandonen el poder. De esta manera, todo lo que se haga con miras a resolver de manera pacífica y constitucional la grave crisis política por la que atraviesa el país pasa por estar exactamente en la misma página que la Comunidad Internacional y su posición frente al problema que vivimos los venezolanos.

Y así, si la llamada Comunidad Internacional insiste en elecciones presidenciales con Maduro en el poder, como por cierto también lo clama la clase política opositora, comenzando por el Gobierno Encargado de Juan Guaidó y los partidos del G4, entonces existe una altísima probabilidad que “ceteris paribus” (concepto que en economía indica, si el resto de las variables no cambian) nos quedemos con el régimen mucho tiempo más allá del año 2024.

Entonces el principal problema de los venezolanos, definido de esta manera, debería reducirse en colocar a la Comunidad Internacional en la página correcta y convencerlos que Venezuela NO PUEDE esperar ni un segundo más, y mucho menos una elección a tres años vista, sin que el país quede reducido a cenizas, sin detener la hemorragia del éxodo continuado y con un nivel de desinstitucionalización mayor, si esto aún es posible.

De allí la reacción de ANCO a la publicación del citado documento titulado “Síntesis de la reunión de coordinación de alto nivel sobre Venezuela” (ver publicación oficial de los EEUU en https://www.state.gov/translations/spanish/sintesis-de-la-reunion-de-coordinacion-de-alto-nivel-sobre-venezuela/) que tuvo lugar el 15 de febrero de 2022.

Efectivamente, ante esa posición de la Comunidad Internacional reunida de esos 20 países, ANCO publica su comunicado del 22 de febrero de 2022 titulado: “Atender el sufrimiento de la gente es lo primero” (ver Comunicado ANCO, 22-02-2022, en https://ancoficial.blogspot.com/2022/02/comunicado-anco-atender-el-sufrimiento.html), expresando las razones políticas y jurídicas según las cuales el país y la Comunidad Internacional reunida de esos 20 países deben acordar con nosotros que la manera correcta de resolver la crisis institucional del país pasa por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria y de ninguna manera por unas nuevas elecciones para el 2024.

Y hasta que no estemos hablando el mismo lenguaje con esa Comunidad Internacional, poco valdrán los esfuerzos que hagamos en Venezuela por convocar un proceso Constituyente si los que tienen el poder para hacer valer el mandato constitucional de un pueblo están pensando en una solución equivocada que va en perjuicio del país.

En eso no han ayudado en nada quienes tienen la representación oficial de la oposición venezolana en esos escenarios internacionales. En ANCO hemos asumido esa tarea haciendo los planteamientos públicos y privados que corresponden ante esas importantes instancias, comenzando por los EEUU.

A lo interno en el país, la Iglesia Católica venezolana reafirmó su pronunciamiento a favor de la Refundación de la Nación en su Exhortación Pastoral “Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti” Sal. 33, 22, del 13 de enero de 2022, Nos. 14 y 15  (ver CEV, en https://conferenciaepiscopalvenezolana.com/downloads/exhortacion-pastoral-que-tu-gran-amor-senor-nos-acompane-tal-como-lo-esperamos-de-ti-sal-33-22). Este pronunciamiento de la Institución más reconocida por los venezolanos va en completa sintonía y armonía con la convocatoria del poder Constituyente Originario como solución a la crisis venezolana, habida cuenta que una Refundación de la Nación es el objetivo primario y natural de una Asamblea Nacional Constituyente Originaria.

La oposición oficial venezolana al insistir y mantener convencida a la Comunidad Internacional en el mismo cuadro electoral que no ha funcionado para los venezolanos en más de 23 años, habida cuenta que esos procesos son realizados bajo la supervisión de la parcialidad política de una institución electoral que solo responde a los intereses de quienes detentan ilegítimamente el poder en Venezuela, le hace un grave daño y perjuicio a la Nación. ¿Y por qué lo hacen? Porque saben de sobra que ellos serían los primeros en ser refundados y puestos al servicio de los ciudadanos, por lo que aquí nos estamos jugando la supervivencia del país versus la de aquellos que prefieren la suya a expensas del pueblo venezolano, así el régimen permanezca en el poder haciéndole daño a Venezuela.

Luego entonces debemos dirigirnos como venezolanos dolientes de nuestro país, como efectivamente ya lo hemos hecho desde ANCO, directamente a los países que definirán el rumbo de nuestra crisis política y hacerles entender esta situación. Si los venezolanos logramos que esa Comunidad Internacional entienda que existen mecanismos constitucionales capaces de voltear la crisis de manera inmediata a favor del pueblo venezolano, entonces podremos analizar en ese contexto con ellos de qué manera se puede hacer y cómo se debe aplicar los instrumentos que existen, así como las opciones para hacerlo.

De nada vale aplicar el último mecanismo constitucional disponible que es la convocatoria a una Constituyente Originaria si no tenemos cómo hacerla valer. Algunos me dirán por qué entonces aplicamos las Consultas Populares si igualmente no teníamos como hacerlas valer. Y yo les respondería que los mandatos surgidos de las Consultas Populares aplicadas en 2017 y 2020 siguen vivos y en vigencia, en especial la de 2020, cuando se exigió en la primera pregunta el cese de la usurpación a Nicolás Maduro Moros y la convocatoria a unas elecciones libres, justas y verificables. En otras palabras, cualquier evento electoral presidencial pasa primero porque Maduro no se encuentre en el ejercicio ilegítimo de la Presidencia de la República. De allí que la Comunidad Internacional mal podría apoyar unas elecciones con Maduro en el poder como lo propone la oposición oficial de manera ilegítima, desobedeciendo el mandato del pueblo venezolano expresado en una Consulta Popular vinculante.

En atención al resultado abrumadoramente positivo de la tercera pregunta del mandato popular irrefutable de la Consulta Popular de 2020 (99% de 6,4 millones de voluntades), todos los venezolanos, estamos en la obligación de “… adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad”. Y eso es lo que estamos haciendo desde ANCO para lograr el acompañamiento internacional necesario para hacer respetar el resultado de una Constituyente que se realice bajo el amparo y la ayuda de todos los países que deseen la recuperación de la democracia, el Estado de Derecho y la libertad en Venezuela.

Quién sabe si con las consecuencias del resultado final de la situación de guerra creada por Rusia en Ucrania, se dan las mejores condiciones para negociar un trato con los dueños de las fuerzas internacionales, para soltar a Venezuela del área de influencia de esa potencia agresora, dejando un margen de negociación a occidente para que Maduro abandone el poder en Venezuela. Y aunque ese ajedrez político internacional es en extremo dinámico, los venezolanos conscientes debemos dejar en claro con anticipación cuál es el mejor camino a recorrer para evitar la continuidad de una institucionalidad que ha sido corrompida por el régimen y que al parecer es del agrado de quienes pretenden llevar esta tragedia hasta el 2024. Y ese camino no es otro que la Refundación de Venezuela. Que a nadie se le olvide eso…

Caracas, 27 de Febrero de 2022

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miércoles, 23 de febrero de 2022

Las deficiencias estructurales de una tiranía

Por Luis Manuel Aguana

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Siempre hay dos maneras de presentar un vaso con solo la mitad del agua: o medio lleno o medio vacío. La presentación que hizo la Jefe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, Isabel Santos, del Informe Final de las Elecciones regionales y municipales  del régimen realizadas el 21 de noviembre de 2021, resultan en un vaso medio lleno, con intenciones serias de llevarlo a estar completamente lleno (ver Informe Final MOE UE Venezuela 2021, en https://eeas.europa.eu/election-observation-missions/eom-venezuela-2021/111308/informe-final-moe-ue-venezuela-2021_es).


El solo decir que existieron “mejores condiciones electorales en comparación con elecciones pasadas", aunque persisten ciertas "deficiencias estructurales"” (ver Publico.es, La Misión de la UE cree que hubo mejoras en las elecciones de Venezuela aunque persisten “las deficiencias estructurales”, en https://www.publico.es/internacional/mision-ue-cree-hubo-mejoras-elecciones-venezuela-persisten-deficiencias-estructurales.html) es decirle al mundo y en especial a los venezolanos que una mujer que comprobadamente está embarazada producto de una violación, esta “medio” preñada.


La definición de la palabra eufemismo del DRAE es la siguiente: “1. m. Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.”. Y efectivamente sería malsonante decir que esas elecciones estaban viciadas de principio a fin por ilegítimas e inconstitucionales, incluyendo la designación de los Rectores del CNE. Pero la Sra. Santos prefirió el eufemismo “deficiencia estructural” para enmarcar su informe. Y eso fue la que utilizó Isabel Santos para definir lo que ha hecho el régimen de Nicolás Maduro Moros, no solo con el sistema electoral venezolano sino con el país.


La primera y principal recomendación del Informe Final de la Misión Electoral de la Unión Europea es nada menos y nada más que el respeto a la separación de los poderes, y que la Justicia funcione en Venezuela, pilares fundamentales de un Estado de Derecho en cualquier país:


“1. Reforzar la separación de poderes y la confianza en la independencia del TSJ con la aprobación de una nueva Ley de la Carrera Judicial y una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, para alinearlas con las garantías constitucionales que aseguran una selección de jueces transparente, apolítica y basada en el mérito, evitando la invasión de las competencias del poder electoral” (Pág 11/88 del Informe).


Y yo me pregunto: ¿A qué país creen que llegaron los de esa Misión de Observación Electoral de la UE? ¿A Narnia? ¡Por Dios! ¡Llegaron a la Venezuela de la tiranía en ejercicio del narco régimen militarizado de Nicolás Maduro Moros! Aquel que NO respetará, como en efecto concluyen la mayoría de las recomendaciones de este informe, toda ley, todo reglamento, todo procedimiento a fin de dejar que cualquier forma opositora se mida justamente en un proceso electoral. ¡Claro que tiene que haber un Estado de Derecho y una justicia que funcione para celebrar elecciones de cualquier naturaleza en un país! No era necesario que vinieran para darse cuenta de eso.


Entonces, de esa recomendación para abajo, cualquier consideración en ese Informe Final es irrelevante y confirma lo que escribimos de Josep Borrell acerca de haber ignorado por razones políticas las recomendaciones técnicas del Informe de la Misión Exploratoria de la UE en Venezuela, llevado a cabo del 8 al 23 de julio de 2021 (ver El Informe que ignoró Borrell, en https://ticsddhh.blogspot.com/2021/10/el-informe-que-ignoro-borrell.html).


Entonces, ¿para qué vino  la Misión de Observación Electoral de la UE? ¿Para decirnos algo que ya sabíamos acerca del atropello a las libertades fundamentales de los venezolanos, comenzando por nuestro derecho de elegir libremente a nuestras autoridades sin que exista una tiranía que viole nuestros Derechos Humanos? ¿O para tapar la barbaridad que sucede en Venezuela con un eufemismo, llamándolas “deficiencias estructurales”? ¿Es que la tiranía de Nicolás Maduro Moros tiene “deficiencias estructurales” que no nos permiten hacer elecciones libres, justas y verificables? Hay que tener riñones, por no decir la palabra correcta, señores de la Unión Europea…


Y no quiere decir esto que el resto del informe no contenga verdades como el atropello a algunos observadores al no poder acceder a los centros el día de la elección, cosa infinitas veces denunciada; o los retrasos deliberados en la apertura y cierre de las mesas; o el abuso del PSUV, partido del régimen, en el uso de los recursos del Estado para el beneficio de sus candidatos; o la inhabilitación arbitraria de candidatos por parte de la Contraloría del régimen; o el atropello a los medios de comunicación que no son oficialistas, solo por comentar algunas de las cosas señaladas en este Informe Final.


Pero decir que “El actual consejo directivo del Consejo Nacional Electoral (CNE), nombrado en mayo de 2021, ha sido descrito con frecuencia por interlocutores de la MOE UE y comentaristas políticos como el más equilibrado de los últimos 20 años” (Pág. 8/88), no refleja la realidad. La designación de esos Rectores por parte de una Asamblea Nacional completamente ilegítima y no reconocida internacionalmente deja un hueco fatal en ese Informe Final. Los Rectores fueron los “convenientes” para el régimen y su oposición que aceptó ir a esa farsa electoral.

 

Indicar “Si bien los tres rectores cercanos al gobierno tuvieron el control de los órganos ejecutivos del CNE, el Consejo logró mejorar las condiciones técnicas de las elecciones a través del diálogo interno, y los dos rectores vinculados a la oposición y a la sociedad civil no ocultaron sus votos disidentes en temas en los que no se pudo llegar a un consenso, como la inhabilitación o renuncia de candidatos” (Págs 8-9/88), da cuenta clara de la violación flagrante al espíritu de la letra constitucional donde los Rectores del Poder Electoral no pueden ser ni del gobierno ni de la oposición, revelando que aquellos que son “del gobierno” son los que tienen el control del proceso electoral por encima de quienes no lo son. 


Las supuestas “mejoras” de este proceso en relación con los anteriores de acuerdo a esta Misión de Observación Electoral se desvanecen a la luz de un marco de asociación tiranía-oposición comprada cómplice, para darle una apariencia democrática a un proceso electoral que desde el mismo comienzo fue ilegítimo e irrito para todos los venezolanos.


Ya va siendo hora que los países de la Comunidad Internacional, y en especial la Unión Europea, dejen de considerar lo que pasa en Venezuela como algo tan simple que se resuelve con elecciones. Los venezolanos desde hace varios siglos dejamos de comprar espejos pagando con oro a los conquistadores. Hará falta más que un eufemismo de una Misión Observación Electoral enviada por un socialista español para hacernos tragar eso. Comiencen por respetar el sufrimiento y la tragedia del pueblo venezolano…


Caracas, 23 de Febrero de 2022


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jueves, 17 de febrero de 2022

Las falsas premisas de la Comunidad Internacional

Por Luis Manuel Aguana

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Tal vez el indicador más exacto del porqué sucede lo que sucede en Venezuela lo acaba de publicar el Departamento de Estado de los Estados Unidos en su “Síntesis de la reunión de coordinación de alto nivel sobre Venezuela” (ver publicación oficial de los EEUU en https://www.state.gov/translations/spanish/sintesis-de-la-reunion-de-coordinacion-de-alto-nivel-sobre-venezuela/) ocurrida el 15 de febrero de 2022. Nunca antes lei algo más equivocado y producto de años de desinformación opositora sobre Venezuela que ese documento que resume lo que NO PASA en este país, y da cuenta de la montaña de basura que tenemos que sacarle de los ojos a esos países que se reunieron con las mejores intenciones para “ayudarnos” a salir del régimen de Nicolás Maduro Moros.


Esos países que se reunieron allí (Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, Portugal, Suecia, el Reino Unido, la República Dominicana y la Unión Europea, además de los EEUU redactor del comunicado), son lo que hemos llamado insistentemente “Comunidad Internacional”, es decir, aquellos que supuestamente saben lo que pasa en Venezuela. Si eso es lo que saben, entonces lo que queda es incendiar este país por los 4 costados para que terminen de entender lo que sucede verdaderamente aquí.


En primer lugar, pongamos la situación en el debido contexto. Si los 19 países, junto con EEUU al indicar que ...acogieron con beneplácito la labor de la Misión de Observación Electoral de la UE y la importancia del marco de diálogo y negociación integral e incremental puesto en marcha el 13 de agosto de 2021 en Ciudad de México, como pasos importantes de cara a llegar a un entendimiento común de las condiciones necesarias para posibilitar unas elecciones legislativas y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes lo antes posible -no más de 2024- y ratificar su apoyo a una oposición democrática inclusiva, diversa y unificada en Venezuela”, nos están diciendo para empezar que ignoraron de entrada el mandato de las Consultas Populares de julio de 2017 y diciembre de 2020…O nadie se los informó oficialmente, lo cual es igual de grave porque simplemente miraron para otro lado.


Asimismo nos están diciendo al mismo tiempo algo completamente inaceptable para el pueblo venezolano: que para esa Comunidad Internacional unas elecciones írritas en el 2024 (porque Maduro sigue y seguirá siendo ilegítimo ese año) son completamente válidas, no solo ignorando olímpicamente el sufrimiento actual del pueblo venezolano, sino poniendo en blanco y negro el respaldo a las aspiraciones políticas de una dirigencia podrida que ha sido rechazada con los hechos los venezolanos. Con amigos así preferimos seguir solos, como hemos estado en la práctica durante todos estos años.


Ustedes dirán que sin esa Comunidad Internacional no se tendría el respaldo de Juan Guaidó como Presidente Encargado. Y allí es donde reside lamentablemente el problema. Si esa Comunidad de países acogió con el beneplácito que indican la labor de la Misión de Observación Electoral de la UE, no podrían NUNCA aceptar ninguna disposición que ponga a Maduro a contar ni un voto en Venezuela y menos aún a negociar con su régimen en México, ni en ningún otro lugar, cualquier otro proceso electoral.


En este momento Venezuela es parte de un ajedrez geopolítico de muchas naciones poderosas, que negocian su destino frente a un pueblo que se muere de hambre. No me llamo a engaños ante esa horrenda realidad. Pero de allí a que nos tomen por pendejos, es otra cosa completamente diferente. El pueblo venezolano no se merece eso, y menos aun habiendo puesto su sangre en las calles atendiendo el llamado de una dirigencia irresponsable que ahora negocia llegar al 2024 a “medirse electoralmente” de manera ilegal con un tirano, y pretende hacernos tragar que la Comunidad Internacional está de acuerdo con semejante barbaridad, manejando la información que políticamente convenga a sus intereses.


Cada país de esos nombrados allí tienen sus representaciones diplomáticas en Venezuela. Y aquellos que no la tienen están perfectamente enterados de lo que sucede en el país a través de sus servicios de inteligencia, propios o prestados. ¿Cuál es la razón de un comunicado de esa naturaleza? ¿Por qué se pretende internacionalmente en una elección presidencial y parlamentaria con un régimen que ha insistido que sus elecciones de 2018 presidenciales y de 2020 parlamentarias fueron legítimas y exige a como dé lugar su reconocimiento? ¿Qué hay detrás de eso? No puede ser solo el engaño permanente de una oposición que no nos representa, debe existir algo más.


Y no puedo menos que pensar en los intereses de cada uno de esos países, comenzando por quienes siguen auspiciando ese diálogo en México que no tiene en absoluto ningún beneficio para los venezolanos. No se puede insistir en unas “elecciones presidenciales libres y justas”, así como el resto de las peticiones de ese documento (“... la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos arbitrariamente; la independencia del poder judicial; el derecho de los partidos políticos y las personas a participar sin restricciones en el proceso político; la independencia de las autoridades electorales; la igualdad y la inclusión requeridas para garantizar, entre otras cosas, la participación plena e igualitaria de las mujeres en la vida social, económica y política; el derecho a la libertad de expresión, en particular para los miembros de los medios de comunicación; y el fin de las violaciones de los derechos humanos”) sin que antes el régimen deje el poder. Y eso lo saben bien quienes de esos 20 países que han librado batallas contra las dictaduras en el pasado. ¿Debemos nosotros recordarles esa simple regla?


La Comunidad Internacional al señalar la importancia de “reanudar urgentemente en México las negociaciones y de que estas sean inclusivas y de buena fe, en el espíritu del Memorando de Entendimiento firmado en Ciudad de México”, se pliega a la autodefinición opositora según la cual no existe un Gobierno Encargado y si una “Plataforma Unitaria de Venezuela” no definida en ninguna parte y cuya representación no se sustenta, es un error conceptual grave y de fondo que puede ser considerado como el “pecado original” de esa negociación. El reconocimiento implícito al “Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela” establecido en ese Memorando de Entendimiento írrito, no puede de ninguna manera ser el marco de ningún proceso que llegue a nada con el régimen de Nicolás Maduro Moros.


Al hacer la Comunidad Internacional “hincapié en la necesidad de llegar a un acuerdo sobre un organismo electoral independiente e imparcial, con la máxima autoridad sobre el proceso electoral, y de contar con un sistema judicial independiente e imparcial que actúe únicamente como garante de las libertades políticas, como condiciones esenciales para celebrar un proceso electoral libre y justo en 2024”, reconocen de nuevo que este sainete trágico llegará con su ayuda al 2024 sin importar que Maduro siga en el poder, negociando las migajas de un CNE y un TSJ potables para esa elección. Nada más alejado de la realidad del país. ¿Es esa la Comunidad Internacional que nos ayudará a salir de este grave problema? Definitivamente NO.


Al ser los dueños de las sanciones los países “... reiteraron su voluntad de revisar las políticas de sanciones si se registraran avances considerables en el marco de estas negociaciones lideradas por Venezuela”. De nuevo, a los países de la Comunidad Internacional que se reunieron, si el instrumento de diálogo (el Memorando de Entendimiento inicial) está viciado desde el primer momento de la definición de los participantes, cualquier cosa que venga luego como consecuencia estará igualmente viciado. Ni la oposición que se reunió en México está completa por la ausencia abrumadora de un importante sector del país como lo es su sociedad civil no representada allí por los políticos de la MUD, ni la condición negociadora del Gobierno Encargado está presente. Conclusión: están tomando decisiones de ayuda de importancia fundamental para los venezolanos partiendo de unas premisas falsas.


Si Juan Guaidó-MUD-G4 insisten en el camino de la negociación con Maduro donde sea, “para conseguir elecciones”, se deberá hacer presente en esa pseudo negociación en su condición de Presidente Encargado constitucionalmente. Pero como ese camino dejó de existir desde el mismo momento que se definieron los roles del Memorando de Entendimiento al reconocer el régimen, tendrán que hacerse a un lado. A partir de ahora a los venezolanos, sin intermediación alguna, nos quedará explicar al mundo qué haremos para resolver nuestro problema. Ya los EEUU y su Departamento de Estado saben que significa y las implicaciones que tiene para el país la convocatoria inmediata de una Asamblea Nacional Constituyente Originaria para Venezuela. Ojalá hagan lo correcto y lo expliquen al resto de los 19 países de la Comunidad Internacional que se reunieron en esta ocasión. Es hora de comenzar a hacer las cosas bien a favor de los venezolanos…


Caracas, 17 de Febrero de 2022


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sábado, 12 de febrero de 2022

Eduardo Colmenares Finol, la partida prematura de un insigne constituyente

Por Luis Manuel Aguana

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Estoy comenzando a pensar después de la trágica desaparición física de Eduardo Colmenares Finol que de verdad existen fuerzas oscuras que conspiran para que nuestro esfuerzo para realizar una Constituyente en Venezuela sea un fracaso. Nunca como hoy he sentido tanto dolor, rabia e impotencia como cuando me enteré del fallecimiento de este venezolano tan valioso para enfrentar nuestro futuro como Nación. ¿Cómo podríamos hacerlo sin personas como Eduardo Colmenares Finol? Eduardo es hermano de Enrique Colmenares Finol, Coordinador Nacional de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, y destacadísimo intelectual de nuestro movimiento.


Hasta ahora ANCO ha visto partir de una manera u otra, una constelación única de figuras únicas que han dejado un abismo abierto de ideas para Venezuela. Venezolanos ilustres entre los que destacan Hinderburgo Becerra, Jacobo Yepez Daza, Rafael Enrique Casal, Rosa María Zulueta, Rafael Grooscors Caballero, y ahora Eduardo Colmenares Finol, sin contar con innumerables bastiones desaparecidos de nuestras preciadas regiones del país. Cada pérdida es exponencialmente más dolorosa cuando vemos que aún nuestro mensaje no llega como debe a todo el mundo al carecer de la poderosa maquinaria comunicacional de la que cuentan nuestros más acérrimos detractores. La pérdida de una voz como la de Eduardo será dura pero no sus ideas, que van a quedar porque nosotros las haremos perdurar. Eduardo no murió solo trascendió…


No es en absoluto inimaginable que un venezolano preocupado muestre su interés por el bienestar de otros. De hecho eso es lo que estamos viendo cada vez más cuando una plaga común nos azota a todos con la intensidad de la que hemos sufrido por más de 22 años. Pero ver ese interés en un individuo formado, con éxito, empresario exitoso, cuando todos los de su perfil han abandonado el país, es sumamente escaso. Y preocupado a un nivel tal de expresar claramente en una obra que trasciende, el sitial que debe ocupar la sociedad civil en una nación para que esta pueda desarrollarse:


“He podido observar en mis intercambios y vivencias con otras culturas, que la madurez política de los pueblos lograda a lo largo de continuas luchas por los derechos políticos de sus sociedades, es la que da como resultado instituciones básicas cuyo propósito fundamental es crear bienestar social sustentable, fundadas sobre una plataforma virtual que es la consecuencia del equilibrio racional de tres columnas políticas autónomas la sociedad civil, como soporte ético fundamental, el Estado como ente regulador, y los partidos políticos modernos como soporte doctrinario. Cualquiera de ellas que se debilite o se ignore, resulta en inestabilidad política donde no se logra progreso ni bienestar sostenido”(1).


Esta tesis formulada en el 2006, a mi juicio es precursora de las condiciones que ya los empresarios  latinoamericanos empezaban a entender 7 años después como necesaria en el año 2013 cuando Henry Kronfle, entonces Presidente de la Asociación de Industriales Latinoamericanos-AILA-, en el marco del Congreso de COINDUSTRIA 2013, en una conferencia titulada “Diálogo e Inclusión: Las Bases para el Desarrollo de América Latina”, expresaba asombrosamente: “Cuando nos planteamos el desarrollo como una meta, cometemos un error.  El desarrollo es un medio.  La meta es crear riqueza.  Y el resultado de crear riqueza es disminuir la pobreza” (ver intervención de Henry Kronfile en CONINDUSTRIA 2013, en https://youtu.be/llp2D7Zg_RQ).


Eduardo Colmenares Finol había adelantado antes conceptualmente el recorrido institucional necesario para llegar a esa conclusión, analizando a profundidad las relaciones entre la sociedad civil y el liderazgo político, que son los definidores por naturaleza del desarrollo y la riqueza de sus sociedades.  Todo esto dicho desde la perspectiva de un miembro de la sociedad civil, no de un político, resulta de un avance sorprendente que da cuenta que somos nosotros, los ciudadanos, con todas las capacidades, los que en este momento estamos en la posición adecuada para estudiar a fondo un problema que nos compete a todos, dada la destrucción violenta a la que nos hemos visto sometidos. Solo que fue Eduardo Colmenares Finol quien aceptó ese reto intelectual desde la sociedad civil y lo describió a profundidad.


Ya Eduardo desde el 2014 comienza publicar los artículos iniciales que terminaron con la publicación de su última obra “Venezuela, un País Inconstituido” (obra en Amazon.com, en https://tinyurl.com/bdcvby3u), manifestación muy concreta de lo que definitivamente hay que discutir en una Asamblea Nacional Constituyente Originaria. Nuestro movimiento de cambio nunca ha improvisado en la discusión de lo necesario y Eduardo fue uno de los principales bastiones de esa discusión, lo que lo hacía candidato de primera línea como uno de nuestros más insignes constituyentes a la hora de su convocatoria. Las enseñanzas de Eduardo que afortunadamente quedan por escrito, nos ayudarán a cerrar ese vacío completamente imposible de sustituir, con venezolanos que ya han entendido el valor de sus palabras y la trascendencia de lo que hay que hacer todavía en Venezuela.


Eduardo Colmenares Finol al adelantarse a su ensayo final en su serie de seis artículos publicados “¿Por qué una Constituyente?” de Octubre 2014 a Octubre 2015 (2) (y que sugiero a todos en Venezuela leer con mucho detalle) orienta al venezolano común para el necesario camino que deberemos recorrer con una Constituyente Originaria. Cada tema abordado por Eduardo es trascendental.  Al finalizar su ensayo Eduardo me honró al pedirme escribir el prólogo de su manuscrito, que les obsequio a ustedes en su nombre (ver original del Prólogo de Venezuela, un País Inconstituido, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/02/prologo-del-libro-de-eduardo-colmenares.html). Estoy seguro que Eduardo estaría de acuerdo con este obsequio dado su permanente interés en que los venezolanos conocieran de nuestro proyecto y propósito para Refundar a Venezuela.


Todavía me encuentro consternado por la pérdida irreparable que ha tenido Venezuela con Eduardo Colmenares Finol. No puedo sencillamente aceptar que personas de semejante valía simplemente se vayan en el momento en que más las necesitamos. Eso nos deja a los que quedamos con muchísima mayor responsabilidad para adelantar una cruzada definida por gente que como él antes, definieron la historia, aun después de muertos. Tarde o temprano haremos realidad la Refundación de Venezuela a través de un proceso Constituyente de carácter Originario, de eso no tengo ninguna duda. Me preocupan las condiciones en las que se de y como se discuta ese proceso, y aún más importante las personas que lo harán. Pero me preocupa también que no estará Eduardo allí. Pero debemos asegurarnos que estén otros venezolanos con igual e infinito amor por Venezuela. 


En ANCO deberemos cuidar muy especialmente las ideas originales de cambio planteadas en nuestra propuesta El Gran Cambio, que posee en concreto ese cúmulo de conceptos que nacieron de intelectuales como Eduardo Colmenares Finol y los fundadores de ANCO en especial su hermano Enrique Colmenares Finol, y se han mantenido  en el tiempo porque son todavía pertinentes al problema venezolano.  Solo nos queda continuar, y Dios sabe que lo lograremos…Ya Eduardo está con Él para ayudarnos…


Caracas, 12 de Febrero de 2022


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(1) Eduardo Colmenares Finol, La Sociedad Civil y el Liderazgo Político Moderno, Pág. XIV, ISBN 980-12-1974-2, San Cristóbal, Agosto 2008.


(2) ¿Por qué una Constituyente? (I)

Venezuela, un país inconstituído, por Eduardo Colmenares Finol

http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/10/porque-una-constituyente-i-venezuela-un.html

¿Por qué una Constituyente? (II)

La prostitución de las masas, por Eduardo Colmenares Finol

http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/10/porque-una-constituyente-ii-la.html

¿Por qué una Constituyente? (III)

Sociedad Civil y partidos políticos, por Eduardo Colmenares Finol

http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/10/porque-una-constituyente-iii-sociedad.html

¿Por qué una Constituyente? (IV)

Improvisación del liderazgo político, por Eduardo Colmenares Finol

http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/12/porque-una-constituyente-iv.html

¿Por qué una Constituyente? (V)

No es una panacea, es una necesidad, por Eduardo Colmenares Finol

http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2015/04/porque-una-constituyente-v-no-es-una.html

¿Por qué una Constituyente? (VI)

Cómo erradicar el populismo por la vía constitucional, por Eduardo Colmenares Finol

http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2015/10/porque-una-constituyente-vi-como.html


Prólogo del libro de Eduardo Colmenares Finol: Venezuela, un País Inconstituído

Por Luis Manuel Aguana

¿Es Venezuela en realidad “un país inconstítuido”?  Es ciertamente una proposición retadora la que nos presenta Eduardo Colmenares Finol con este interesante ensayo. Había oído expresiones como “Venezuela es un país desordenado”, o “Venezuela es un país solidario”, o mejor aún, “Venezuela es un país valiente”, mucho de eso asociado a las mismas características que se nos atribuyen como pueblo. Pero cuando leí por primera vez ese término aplicado al país, me sonó a “desarticulado” o peor aún, un país que nunca se ha podido constituir, permaneciendo como una sociedad extraviada que aun busca su lugar, en el medio de un desorden político y constitucional desde prácticamente su fundación en 1811. Y eso es gravísimo…


Si atendemos la historia que han seguido otros pueblos, cuya institucionalidad nace de un verdadero Pacto Social que se respeta, el “¡bochinche, bochinche!” del que hablaba el Generalísimo Francisco de Miranda en 1812 cuando Simón Bolívar lo ponía preso por traidor, nos indica que el título de la obra está bien fundamentado desde los orígenes de nuestra nacionalidad. Hemos logrado vivir más de 200 años “inconstituidos”. La gran pregunta sería ¿podríamos continuar en esa situación y esperar un cambio para mejorar nuestra condición de pueblo? No lo creo.


Si partimos del hecho que el Libertador tenía razón cuando en 1812 reconocía en el Manifiesto de Cartagena que “…el sistema federal, bien sea el más perfecto y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad, es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestros recientes Estados…”, le estaba diciendo al mundo que lo que se había hecho constitucionalmente en 1811 había que cambiarlo, como en efecto fue cambiado en Angostura en 1819 para afrontar una guerra. Sin embargo decía al mismo tiempo que ello no invalidaba el sistema como sistema, solo que a su juicio no era aplicable a la realidad de nuestros Estados de ese entonces. A partir de 1819 Venezuela nunca dejo de ser un Estado centralizado, aunque siempre se respetaran las condiciones federales de la primera Constitución. Una contradicción con la que vivimos hasta el presente a pesar de una Guerra Federal de por medio.


Al planteamiento que hace Colmenares Finol, preguntándose si la sociedad civil de hoy está “preparada para asumir su papel soberano y protagónico”, a diferencia de aquella que en 1812 se desarrollaba dentro de un sistema que el Libertador consideraba “opuesto a los intereses de nuestros recientes Estados”, se podría decir que dos siglos después Venezuela ya está en capacidad para asumir ese papel desarrollado que diseñaron para nosotros nuestros fundadores el 5 de Julio de 1811 en la primera constitución. Pero eso tiene un costo.


El Maestro Simón Rodríguez sostenía una tesis según la cual es una contradicción desear Repúblicas pero sin republicanos ¿Cuál era la manera de resolver eso de acuerdo al Maestro Rodríguez? De la única forma que había: formándolos en las escuelas para que las Republicas que estaban naciendo y obteniendo su libertad de la espada de sus soldados, se pudieran sostener. De acuerdo al Maestro la materia más importante de esa formación debía ser “la sociabilidad”. Esto en palabras modernas se llamaría enseñar ciudadanía.


Al no contar con republicanos se hacía –y todavía se hace- muy difícil sostener la libertad conseguida con la sangre de los soldados porque como bien indicaba el Libertador en su Discurso en Angostura: “La Libertad, dice Rousseau, es un alimento suculento, pero de difícil digestión. Nuestros débiles conciudadanos tendrán que enrobustecer su espíritu mucho antes que logren digerir el saludable nutritivo de la Libertad…”. Una constitución presupone la existencia de la ética ciudadana en una sociedad civil madura como garante ético, como la llama el autor. Pero hemos carecido de ella como sociedad lo que nos ha llevado irremediablemente al fracaso del espíritu de nuestras constituciones, y no sin razón se han convertido en los trajes a la medida de tiranos y autócratas.


¿Por qué el Pacto Social establecido en la Constitución de 1961 duró más que ningún otro en nuestra historia republicana? Porque el Congreso Constituyente de 1961 respetó la forma federal de Venezuela “en los términos consagrados por esta Constitución” (Art. 2) hasta que el Pacto se rompió porque dejaron de cumplirlo los actores políticos cuando decidieron repartirse a Venezuela como un botín de manera centralizada.


Lo que sucedió en 1999 con una Constituyente prometida electoralmente por el golpista de 1992 no debió ocurrir si la Constitución de 1961 se hubiera modificado adecuadamente, profundizando el modelo federal que estaba en nuestra acta de nacimiento, y atendiendo las múltiples demandas que se hicieron de descentralización del país, más allá de una ley para elegir a Gobernadores y Alcaldes, matizado con un plan de descentralización persistentemente saboteado por todos los sectores políticos. Ahora todos estamos pagando las consecuencias.


¿Tiene razón el autor al endilgarle a Venezuela el calificativo de “país inconstituido”? Las pruebas que expone demuestran que tiene razón. Pero la pregunta más importante que responde es ¿y qué hacemos con eso? Y su respuesta que comparto plenamente es ¡debatamos al país! ¡Debatamos en una Constituyente Originaria el problema de Venezuela!


Sin embargo esto tiene que ver con de la calidad de los actores políticos. ¿Cómo es posible que esta no sea una materia de principalisima discusión en los círculos políticos del país? ¿Cómo es posible que todavía se le ofrezcan al país “programas de gobierno” para salir de la crisis cuando estamos ante un problema de carácter eminentemente estructural? ¿Cómo es que no lo ven?


Me resisto a pensar que estemos ante ignorantes. He llegado a la conclusión que el problema es mucho más grave que eso. Si fueran ignorantes podríamos educarlos e informarles de la situación. No. Estamos ante personas que sin ninguna consideración ética y moral están interesadas por razones de poder o corrupción, en utilizar su condición política para que un estado de cosas a todas luces inviable permanezca en pie en detrimento de la mayoría. De allí que la sociedad civil debe reaccionar y asumir su papel activo para el cambio de esa dirigencia política, que lamentablemente se ha convertido en el principal obstáculo para la transformación de Venezuela. De allí que trabajos como el que sigue a este Prólogo son invaluables para que nuestro país evolucione a estadios superiores de desarrollo.


Debemos debatir el país. Los debates planteados en este ensayo por Eduardo Colmenares Finol, comenzando por el porqué es necesaria la convocatoria al Constituyente Originario son imprescindibles porque van al sujeto principal de toda política en el mundo moderno, la sociedad civil.


Debatir acerca de la estructura política que debe tener un gobierno en la Venezuela actual, tomando en cuenta nuestras propias particularidades históricas, y sobrepasando el viejo concepto de los partidos de masas, pone en el sitio correcto la discusión de los criterios sobre los cuales se debe basar una nueva manera de distribuir el poder en Venezuela. Esto, al momento de una discusión constituyente acerca de la forma  que debe tener el Estado es fundamental, y más aun cuando la propuesta principal es un cambio en la distribución del poder político bajo una forma de un Estado federal.


Son indispensables los debates acerca de la pobreza de las masas y sus problemas sociales derivados, que no se pueden abordar en la complejidad del mundo actual sin un cambio en la presente estructura del Estado. Es indispensable el replanteo del papel de los partidos políticos ante ese cambio, así como su nuevo rol en la intermediación social.


Los partidos deben modernizarse y adecuarse a las nuevas realidades. De lo contrario desaparecerán a favor de una nueva clase de partido que tenga en cuenta el paradigma de la sociedad civil. Hasta ahora lo que hemos contemplado de ellos es la cooptación de liderazgos desde otros sectores –por ejemplo el estudiantil- para deformarlos a una actuación que no se corresponde con las necesidades de la sociedad sino a la de su propia supervivencia. Hay que someter a profunda revisión lo que tenemos como armazón institucional que sostiene al Estado, así como un nuevo cuadro de interrelaciones institucionales.


Al considerar la sociedad civil como el verdadero poder popular, el autor diferencia claramente el ayer y el hoy en las relaciones políticas de la sociedad, creando un debate acerca del nuevo sujeto hacia quien deben ser dirigidas las políticas, y más aun, entre quienes se debería celebrar un nuevo Pacto Social. Esta sociedad civil va más allá y se ve reflejada e integrada geopolíticamente en sus pares naturales del continente, como una vez ocurrió con la Comunidad Andina de Naciones-CAN. Las relaciones económicas no las hacen los gobiernos, las realizan los privados en una sinergia exterior que crea riqueza y desarrollo. Ese debate tenemos que darlo urgentemente como lo sugiere la obra.


Muchas de las desviaciones en las que han incurrido los sectores políticos como consecuencia de una falla estructural del modelo de Estado que tenemos hasta ahora es el populismo. No deja de ser tentador debatir la necesidad de erradicarlo por la vía constitucional ya que no existe duda de que ha sido pernicioso en todos nuestros países con los cuales tenemos raíces comunes. Sin embargo si se corrige la falla estructural creando las condiciones para que se formalicen partidos con una orientación completamente distinta, abocados al concepto de sociedad civil, se erradicarán como consecuencia las prácticas del clientelismo, al existir un mayor control del ciudadano de las organizaciones políticas.


Sugerir un debate acerca del papel de las Fuerzas Armadas en el marco de un Estado con una sociedad civil fuerte es por decir lo menos, desafiante. No es ni será fácil tener una última palabra acerca de ese tema en un país donde la mayoría de los gobiernos de su historia han sido militares. De allí el reto de ubicar ese pasado que nos ha sesgado como pueblo, colocando como lo hace el autor a los militares en el lugar preciso de ser garantes de la civilidad y la seguridad de la Nación.


Debatir la alternabilidad democrática en un país que se dejo seducir por la reelección indefinida es mandatorio. ¿Por qué ocurrió eso en Venezuela? A pesar de la famosa intervención de Bolívar en Angostura, “La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los Gobiernos Democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo Ciudadano el Poder. El Pueblo se acostumbra á obedecerle, y él se acostumbra á mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía.”, se podría decir que hay un grave problema en un pueblo que permitió todo lo contrario, luego de esas palabras del Libertador. Y eso es parte de todo este análisis que con tino nos presenta el autor. Tenemos que ir al fondo de este problema que está muy consustanciado con la manera de asumir el poder político en Venezuela desde el punto de vista histórico.


El debate de la descentralización hace juego con el de la redefinición de la forma de Estado en Venezuela. Si nos planteamos la forma federal del Estado, está claro que deberemos enfrentar un cambio de 180 grados en la manera en cómo hemos concebido la historia de Venezuela. Creemos que el país ya ha madurado lo suficiente como para que cada región asuma sus responsabilidades, que más allá de asumir las funciones que ahora tiene el poder central en un proceso descentralizador, plantea encarar los retos del desarrollo desde la perspectiva regional y local, dándole respuestas a los ciudadanos para mejoramiento de la calidad de vida de cada pueblo, en cada municipio del país. Se dice fácil pero no lo será.


La sociedad civil deberá convertirse en la contraloría de sus representantes electos. No servirá la excusa “no me bajaron los recursos” si cada municipio dispone por construcción constitucional de lo necesario para resolver su calidad de vida. El desarrollo de la ciudadanía operará allí, en la práctica ciudadana. Es por eso que este debate sea insoslayable.


Debatir la propiedad es muy pertinente si consideramos que Venezuela ha sido “expropiada” como país por una banda de delincuentes. Celebro que el autor incluya este debate en su ensayo, no por un asunto ideológico, sino porque la propiedad está consustanciada con el desarrollo histórico del hombre. No será posible avanzar sin definiciones claras de cómo queda esa discusión, en especial lo que debe ser propiedad del Estado y lo que debe ser propiedad de los ciudadanos. Eso es clave dentro de un Pacto Social.


Si no se da una discusión de altura que defina lo que es de todos, como el caso de la renta petrolera, la tierra, los recursos naturales y su conservación, difícilmente acordaremos un Pacto Social perdurable. Y en el caso particular de los recursos naturales, Venezuela tiene mucho que decirle al mundo por la extensión de sus riquezas naturales. El caso emblemático del Arco Minero debe debatirse, comenzando por su conservación. Estas definiciones fundamentales deben marcar un antes y un después de un nuevo ciclo en la vida institucional del país que parta con la construcción de un nuevo Contrato Social. Ojalá que este extraordinario aporte de fácil lectura y mejor comprensión entusiasme a los venezolanos que de verdad luchan por un cambio en la situación del país, y pueda animarlos a participar en el diseño de lo que será la Venezuela de las nuevas generaciones.


Caracas, 24 de Noviembre de 2018