martes, 25 de septiembre de 2012
La complejidad del 7-O
miércoles, 19 de septiembre de 2012
7-O: Punto de inflexión
Por Luis Manuel Aguana
Ya dijimos lo que teníamos que decir. Ya indicamos nuestras inquietudes y desconfianzas al sistema electoral impuesto por el CNE, a quien quisiera escuchar. Tomaron lo que iban a tomar -que fue muy poco o nada- y desecharon lo que iban a desechar, que fue prácticamente todo. Y aquí estamos, a pocos días del encuentro electoral debatiéndonos en dar un empuje optimista a todo el mundo a sabiendas de que todas las advertencias y denuncias que hemos hecho en el transcurso de estos meses fueron desestimadas. Queda solo decir, en lo que respecta a este escribidor, que espero haberme equivocado y que a pesar de todas las artimañas y trampas que el ministerio de elecciones realice, pasaremos por encima de todo eso y la democracia y la verdad lograrán imponerse al final.
Nadie tiene la verdad en las manos y seguro esta el cielo que no lo ensucien los zamuros. Aquellos quienes alguna vez nos dedicamos a la precisión del tema científico y técnico hicimos las advertencias que teníamos que hacer a aquellos quienes tenían la responsabilidad de tomar acciones sobre las condiciones técnico-electorales del próximo proceso del 7 de Octubre.
Aquí no hay que señalar mas nada en términos de responsabilidades futuras porque estas están claramente establecidas y eso quedará para la historia contemporánea de Venezuela. Y si pasa lo que todos esperamos que NO PASE yo esperaría al menos que tarde o temprano, al retornar la legalidad al país, se abra una investigación técnica acerca de lo que sucedió y los responsables no se escabullan diciendo que fueron engañados por el CNE, como se excusaron los responsables de proteger nuestros votos en el 2004. Cierro ese libro allí hasta nuevo aviso. Esperemos ahora que el pueblo venezolano concurra masivamente al proceso electoral y que sea lo que Dios quiera. Bien dice la vieja conseja de nuestros padres: “lo mejor es lo que sucede…” Así sea.
Indiqué hace unos meses en el blog que insistiría en la mejora de nuestro sistema electoral. Esta tarea no se acaba el 7 de Octubre. Todavía hay cosas torcidas que deben enderezarse. Y al no haber oído ninguna palabra de cambio de parte de aquellos que desde la oposición democrática han defendido como suyo este sistema indigno del CNE asumo, salvo opinión pública en contrario, que piensan que se debe quedar así.
Así gane Henrique Capriles Radonski las elecciones con este sistema electoral chimbo, como en efecto anunció que iba a hacer, eso no necesariamente implica que se debe quedar así. Insisto e insistiré, ahora y en el futuro luego del 7 de Octubre, que se debe regresar al conteo del 100% de las urnas y que los testigos hagan el papel que históricamente tuvieron antes de la introducción del actual sistema de contarnos electoralmente, esto es constatar que los votos sufragados coinciden con los resultados de las boletas en el 100% de las Actas.
Los cambios en el sistema electoral deberán estar en la agenda post 7 de Octubre para un nuevo gobierno de la democracia venezolana. Hay que deshacer el Gerrymandering de las llamadas circunscripciones electorales. Hay que depurar inmediatamente el Registro Electoral o hacer uno nuevo. Hay que regresar a la Fiscalía de Cedulación. Hay que volver al financiamiento público de los partidos políticos y regresar al CNE al estatus de equilibrio tan necesario para la salud de la democracia.
Algunos me dirán: ¿cómo podemos hacer eso si todavía no hemos ganado? Y yo le respondo a eso que aun cuando no ganemos, la insistencia seguirá siendo válida. Solo que será mucho más difícil porque será a contracorriente de la democracia. Eso dependerá de los electores el 7 de Octubre.
Y aquí introduzco un concepto que deseo comenzar a desarrollar desde ahora porque va en la dirección post 7-O: El Punto de inflexión. En las ciencias físicas se define como Punto de inflexión el punto preciso donde una función cambia de ser cóncava a ser convexa y viceversa. Me gusto mucho la definición que da un blog en la red que lo define como “a esos momentos en que un solo hecho cambia toda tu vida. Por tanto cuando en un texto periodístico se habla de punto de inflexión, se está hablando de un hecho que de repente hace que todo cambie.” (ver Punto de inflexión como expresión coloquial y uso en el lenguaje periodístico http://area--12.blogspot.com/2009/04/punto-de-inflexion-como-expresion.html).
Pues bien, de acuerdo a eso definitivamente el proceso electoral del 7 de Octubre será un Punto de inflexión en la historia republicana de Venezuela. Ese hecho electoral en particular cambiará la vida del país mas allá de indicar socialismo-totalitarismo versus democracia. Definirá que es lo que hará cada uno con su vida a partir de ese momento en adelante. El 7 de Octubre no se va a acabar el mundo, se va a acabar la manera en que todos viviremos en este país, sea esta cual sea.
Sabemos que con Capriles tendremos garantizado el juego democrático y ya sea que lo haga bien o mal podremos tener la opción de dejarlo o cambiarlo en 6 años, esto sin contar con la posible rectificación del tema de la reelección indefinida que todos sabemos que hay que hacer. Con el Saliente sabemos con seguridad que no se irá hasta que se muera, ahora o después.
¿Qué hará cada uno con el resultado del 7 de Octubre? Eso solo lo deberá responder la conciencia de cada elector. Lo que sí puedo decir es que si algún venezolano-no digo cubano, chino o iraní- va a colaborar con la trampa que el gobierno intentará consumar, que lo piense dos veces. Nadie, ni él ni sus familiares, estarán exentos de las consecuencias de esos resultados. Con lo cual ese Punto de inflexión será como una suerte del Fin del Mundo conocido del Calendario Maya para cada persona.
Solo hay dos posibilidades: si gana Henrique, que es lo que dice la calle, las encuestas serias, el ambiente del país, habrá mucho trabajo para recuperar los 30 años de atraso y destrucción que habrá dejado este régimen. Habrá también que enfrentarse a los factores que nos llevaron a esta pesadilla de 14 años y que estarán vivitos y coleando todavía, así como muchos que se habrán pasado de la sombra actual del régimen al cobijo del nuevo gobierno. La Oposición Civil tendrá mucho trabajo en denunciarlos. No será un trabajo fácil pero se hará en democracia.
Ante la victoria de un fraude (porque no digo la “victoria” del Saliente porque doy por descartado de que perderá las elecciones) mucha gente se ha preparado para huir del país, repitiendo la diáspora cubana de los años cincuenta. Otros, la mayoría, nos quedaremos. Algunos seguiremos en la denuncia hasta donde nos sea posible porque el régimen acentuará la persecución. Con el tiempo este blog y muchos otros desaparecerán y la lucha se realizará por otras vías. Solo ver lo que sucede en Cuba nos dará la respuesta de un posible destino de aquellos que nos quedaremos a dar la pelea aquí.
Como verán pues, después del 7 de Octubre tendremos un Punto de inflexión. No será solo un cambio de Presidente, será un cambio en la vida de todos los venezolanos. ¿Se habrán todos percatado de eso?
Caracas, 19 de Septiembre de 2012
Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
jueves, 13 de septiembre de 2012
El Flaco, el nuevo intérprete
Por Luis Manuel Aguana
En junio del año pasado publiqué en la red un artículo titulado “Chávez: ¿Boves del Siglo XXI?” (ver en http://webalia.com/articulos-de-opinion/chavez-boves-del-siglo-xxi/gmx-niv98-con4960619.htm). La intención de ese entonces no era comparar al Saliente con las características destructivas del histórico personaje, aunque muchos dirían que se lo merece, sino colocarlo en el contexto de nuestra realidad sociopolítica de aquellos últimos años del periodo que terminó con su elevación a la primera magistratura del país.
Deseo traer de nuevo el tema porque para el tiempo en que escribí esa nota no se visualizaba aún quién sería el candidato que se colocaría al frente de ese encantador de serpientes. Dada la cercanía del proceso electoral creo indispensable recordar de nuevo a Leoncio Martinez, mejor conocido como Leo, editor del Semanario Fantoches, publicación venezolana de principios del Siglo XX. Traigo a Leo para recordarles a los venezolanos que de tiempo en tiempo repetimos la historia y que cíclicamente aparecen en la vida del país intérpretes que la cambian, ya bien sea para mal o para bien. Y creo que este es uno de esos momentos.
En 1998 los venezolanos, y lo digo en términos generales, seguimos a quien interpretó mas adecuadamente el momento histórico del país. Y la mayoría votó por ese intérprete pensando que sería el comienzo de la solución de los problemas. Venezuela se equivocó, como lo hemos visto luego de 14 años de destrucción sostenida. Pero las masas no se equivocaron al seguir a su mejor intérprete del momento, como bien lo escribió Leo, hace 76 años el próximo 26 de septiembre. En el editorial de Fantoches titulado “El Significado de las Masas Populares” (verlo completo en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/06/el-significado-de-las-masas-populares.html), que publicara Leo el 26 de septiembre de 1936, se describe esto para los venezolanos de todas las generaciones posteriores:
“Alguien ha dicho que “los pueblos son como los niños que no saben lo que quieren”, y esta ha sido otra afirmación empleada para constatar la teoría que ahora interesa a algunos; pero con esta afirmación ocurre algo tan descabellado como con la anteriormente expuesta. Puede que los pueblos no sepan lo que quieren, pero sí conocen sus necesidades, y cuando hay alguien capaz de traducir en palabras ese sentimiento popular, alguien que redacte y relate esas necesidades, el pueblo le acompaña decididamente, como acompañó a Boves primero y a Bolívar después. No queremos decir con esto que el ideal de Boves es tan importante como el del Libertador, puesto que bien sabemos que el sanguinario español era simplemente un profesional de la guerra y del asalto, mientras que el plan de Simón Bolívar era toda la construcción de un pueblo fuerte y libre e invencible; pero sí queremos demostrar que la masa popular persiguió siempre el éxito de sus reivindicaciones sentidas, ya siguiendo a un bárbaro como a un genio.” (Subrayado nuestro).
Y continúa más adelante:
“Los pueblos no siguen a sus agitadores sino a quienes encarnen a una aspiración unánime de la mayoría. Los pueblos no conocen agitadores sino intérpretes, por eso siguen a quien les promete alimento cuando tienen hambre, a quien les habla de justicia cuando se sienten oprimidos, y hasta a aquellos que les prometen venganza cuando se sienten victimas. Siguieron a Boves porque Boves les prometió vengar el engaño de que les hacían victima las incumplidas promesas de quienes firmaron el Acta de 1811, porque Boves les ofreció el saqueo y la batalla en represalia contra “el mantuano” y contra el “criollo blanco” que se había adueñado de todo lo que se suponía debiera pasar a manos del pueblo. Pero luego siguieron a Bolívar, porque el Libertador concretaba mucho mejor las aspiraciones, definiéndolas con palabras de una doctrina bien formulada y ya reinante en Europa, que se llamaba Democracia. Boves, como interprete, no tradujo sino la cuestión pasional, bárbara, casi animal, que se agitaba en el alma de la masa; Bolívar, llegó más a fondo, más a la raíz del espíritu público y, en vez de invitar para la intentona descabellada y sin horizonte, expuso programa total y concreto, fiel intérprete de todo cuanto se deseaba.” (Subrayado nuestro).
Decía en mi artículo de hace más de un año que esta exposición no podía ser más premonitoria y acertada. El primer párrafo se percibe dirigido a nuestro liderazgo político: si el pueblo consigue a alguien capaz de traducir en palabras un sentimiento popular, el pueblo le acompañará decididamente. Aquí cita específicamente porqué el pueblo venezolano siguió a Boves por venganza de promesas incumplidas de una clase dirigente del pasado y luego, al encontrar en otro interprete, el Libertador, que llego más a fondo y expuso un programa, total y completo que culminó con éxito, como lo indica Leo, lo siguió también pero con un resultado enteramente diferente y opuesto.
El Saliente no ha hecho otra cosa que haber encarnado el resentimiento de las masas al exigir venganza de las promesas incumplidas de una generación política. De allí la acertada exposición de Leo al contrastar a Boves con Bolívar. El Saliente en 1998, interpretó el sentimiento de venganza hacia una dirigencia política, el odio del pueblo, “la cuestión pasional, bárbara, casi animal, que se agitaba en el alma de la masa”, y que se agitaba en alma del venezolano en 1998 por el desafuero de expoliación del país que sufrimos de los partidos tradicionales. Sin embargo “el vengador” tampoco cumplió sus promesas, la generación política a la que dirigió su odio ya no está en la escena, y otra generación de venezolanos se abre paso para el futuro; y a pesar que el “vengador” aun grite su odio a los cuatro vientos, agitando a las masas a una guerra civil, ya su tiempo se agotó.
Pero como dijo Leo, el pueblo no conoce agitadores sino intérpretes. Y ya el tiempo del agitador terminó. El país ya encontró quien interpretara el sentimiento de cambio. Solamente ver las calles por donde pasa el candidato de la Unidad, da cuenta de la interpretación que ha hecho el Flaco Capriles de lo que la gente desea: paz, progreso y unidad. Ya el tiempo de la venganza de Boves terminó para abrirle paso a la paz y al raciocinio constructivo.
Como nunca, y como dijo Leo de Bolivar, “… llegó más a fondo, más a la raíz del espíritu público y, en vez de invitar para la intentona descabellada y sin horizonte, expuso programa total y concreto, fiel intérprete de todo cuanto se deseaba”. Y no es que aquí hagamos una interpretación adulante y maniquea de la historia, ni pretender decir que El Flaco es el “nuevo Bolivar” de Venezuela, como lo intentó acuñar el Saliente de él mismo en todos estos años. Es que los acontecimientos han colocado al candidato en ese punto mágico donde se vuelve a repetir la historia.
Si bien el Saliente fue el Boves interpretador del sentimiento popular de venganza en 1998, Henrique Capriles Radonski es el nuevo intérprete de la realidad venezolana que anhela paz y progreso después de tanta destrucción y odio. ¡Qué extraños suelen ser los designios de la historia! Se repite dejando en las manos de un familiar lejano de El Libertador un nuevo sentimiento de cambio en positivo, agigantándose en la campaña como siguiente intérprete de ese sentimiento de todos.
Concluyo con un párrafo al final del editorial que cierra magistralmente Leo, de una vigencia especial para todos los venezolanos de hoy, a esta hora cuando decidiremos en pocos días el destino del país:
“A nombre de ese pueblo que sabe lo que siente y sabe lo que quiere, a nombre de esa masa que es la misma que luchó y venció al lado del Libertador hasta lograr implantar las doctrinas de la democracia y la igualdad social, a nombre de ese conglomerado conciente que no ha servido de pedestal para la gloria de nadie sino para su propia gloria, ya que el Libertador era a la vez hombre y masa, porque dentro de él dormía el pueblo libre a que aspiraba, pedimos para Venezuela la legitima apreciación de la democracia, de esa democracia siempre reñida con quienes pretenden imponer sin oír, gobernar sin acatar.” (Subrayado nuestro).
El Saliente es sin duda de los que “pretenden imponer sin oír y gobernar sin acatar” y nuestra democracia está reñida históricamente con eso, como bien señaló Leo. Y también dijo que Venezuela era capaz de seguir tanto a un bárbaro como a un genio. Pues bien, ya tuvimos 14 años del primero. Y conseguimos al segundo pisándole los talones a la gloria de la genialidad como el intérprete cabal de esa legítima apreciación de la Democracia venezolana…verdaderamente ¡Hay un Camino!
Caracas, 13 de Septiembre de 2012
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