Por Luis
Manuel Aguana
A
mi juicio creo que no hemos dado suficientemente el mensaje de que la
mejor manera de luchar en contra del COVID-19 en Venezuela es salir
de Maduro. Pero si ahora le añadimos que factores internacionales
como la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos,
Michelle Bachelet, solicitando que se levanten las sanciones al
régimen de Maduro (ver Bachelet pide que se atenúen las sanciones
económicas a Cuba y Venezuela para poder enfrentar el coronavirus,
en https://news.un.org/es/audio/2020/03/1471662),
nos están aplicando a los venezolanos un chantaje inaceptable: que
hay que dejar de lado las sanciones para abordar esta crisis. Y ESO
ES INACEPTABLE.
¿Porque
ese virus iba a ser distinto de la mortandad que ya ocurría y sigue
ocurriendo todos los días en Venezuela como consecuencia de una
tiranía que no ha aceptado la ayuda internacional humanitaria? ¿Qué
hace diferente la muerte de un niño por septicemia porque no pueda
ser operado en un hospital público de una simple apendicitis porque
no hay anestesia ni anestesiologos y su muerte por ese nuevo virus?
¡Absolutamente nada! De hecho puedo decir que tal y como se
encontraba Venezuela antes de aparecer esta pandemia, el COVID-19 es
la menor de nuestras preocupaciones. Así de grave debe entenderse la
pandemia de Maduro y sus delincuentes. Eso lo debería ya haber
entendido la socialista Michelle Bachelet.
Entonces
a los militares de Maduro y quienes lo sostienen en el poder les
tocará lidiar con la cantidad de muertes que deberán comenzar a
salir de un momento a otro, y donde estarán sus familiares también.
Y deberán decidir entre ellos mismos y tener alguna oportunidad de
luchar mejor en contra de la pandemia por ayuda internacional, o
morir sosteniendo al régimen. Ese virus no hará ninguna diferencia
para el resto de los que vivimos aquí. Si un venezolano se enferma
DE CUALQUIER COSA tiene la muerte segura con y sin COVID-19 en
cualquier hospital, porque nadie en Venezuela cuenta con un seguro
medico para ir a una clínica privada. Los seguros privados para la
salud desaparecieron de los presupuestos de la mayoría de los
venezolanos. Simplemente no los podemos pagar.
Entonces,
¿que venga el coronavirus? ¿Que diferencia hay? Pero ahora Bachelet
le pide al mundo que suspenda las sanciones para que Maduro siga
haciendo lo que mejor sabe hacer: sojuzgar a la población para
enriquecerse con lo que queda de Venezuela. No puedo hablar por el
resto de los venezolanos, pero prefiero entonces que los sigan
ahorcando, porque ninguna ayuda administrada por esos delincuentes se
reflejará en cambios en los sistemas de salud.
Pero
lo mas lamentable no es que Bachelet, redomada comunista infiltrada
en los Derechos Humanos del mundo en la ONU, pida por el régimen,
sino que lo haga un “opositor” como Henrique Capriles que ahora
propone “algún tipo de acuerdo” “para lograr superar la
pandemia con las fuerzas que ambas partes tienen para ofrecer” (ver
Capriles también llama a un acuerdo nacional ante el COVID-19, en
https://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Capriles-tambien-llama-a-un-acuerdo-nacional-ante-el-Covid-19-20200324-0065.html).
De la misma manera lo hace Henry Falcon, otro pseudo opositor: “Es
la hora de la unidad de la nación, porque es lo correcto. Hay que
apartar: el odio, la división y los intereses grupales, para asumir
los nacionales”. De verdad no se lo que es peor, si un comunista
afuera tratando de aliviar las sanciones impuestas a estos
delincuentes, o unos colaboracionistas dentro tratando de trabajar
con el régimen para lograrlo.
Supongo
que Capriles debe haber entendido a estas alturas que el costo de no
haberse arriesgado el 15 Abril de 2013, cuando alegó de “las
posibles muertes” que ocasionaría marchar al CNE a cobrar una
victoria electoral, mandando a todos a “bailar salsa y tocar
cacerolas”, resultó ser al hoy, luego de todas las muerte
provocadas y por provocar por Maduro, infinitamente menor a no
haberlo hecho. Ese fue el momento que no perdieron los dirigentes
bolivianos con el fraude electoral de Evo Morales. Esos son los
liderazgos tóxicos de los cuales los venezolanos debemos alejarnos
mas allá que de la peste del coronavirus.
Algunos
de ustedes a estas alturas estarán diciendo “este lo que quiere
entonces que el virus nos mate”, dándoles la razón por
desesperación a Bachelet y Capriles. A ellos les diré: mucho
cuidado con confundir la gimnasia con la magnesia. La desesperación
es la peor consejera. Desmontar unas sanciones que nunca estuvieron
dirigidas a impedir la entrada de alimentos y medicinas al país, no
solucionará la crisis sanitaria del país. La ayuda asistencial para
ayudar a los hospitales públicos aun esta en pie y Maduro la ha
impedido y todavía la impide en plena pandemia del COVID-19. Esa
ayuda no la está pagando el régimen sino la Comunidad
Internacional, y está plenamente disponible. ¿Porque no ha entrado
aun? Pregúntenselo al régimen Maduro. ¿Quien está violando
entonces los Derechos Humanos de los venezolanos? ¿A favor de quien
habla Bachelet, a favor del régimen o a favor de los venezolanos?
Capriles
presenta una situación de polarización política que no existe sino
en su mente. AQUÍ NO HAY UNA DIRIGENCIA POLÍTICA GOBERNANDO EL PAÍS
con quien agarrarse de las manos para trabajar juntos. Capriles no a
acabado de entender (¿o no ha querido?) que del otro lado lo que hay
es una mafia de peligrosos criminales, incursos en delitos de lesa
humanidad, capaces de cualquier cosa para sostenerse en el poder,
incluyendo el asesinato. No es que podamos hacer una “tregua”
entre fuerzas iguales. NO. Aquí hay una mafia narcocriminal que está
sojuzgando los derechos humanos de una población indefensa, con
hambre y enferma. Esa es la situación. Y si todavía no lo ha
comprendido como dirigente político, entonces que salga de una buena
vez la escena política venezolana, porque quien no ayuda estorba. Ya
hizo el suficiente daño para una generación en el 2013.
Los
venezolanos no podemos caer en esa falsa disyuntiva de “o es el
régimen o es la pandemia”. El régimen es una cosa y la pandemia
es otra. No estamos en la mejor posición de combatirla porque el
régimen acabó con la salud del venezolano. Pero no es
fortaleciéndolo, “uniéndonos” con él o pedir quitarles lo
único que los ha disminuido en todos estos años que lograremos
vencerla. Las sanciones son una suerte de quimioterapia para un
cuerpo con cáncer. No es quitando el tratamiento que lograremos
eliminar las células cancerígenas. El régimen debe irse para que
podamos tener mejores oportunidades para vencer el virus.
Pero
si aun así el cuerpo no aguanta, prefiero tener una muerte honorable
luchando hasta el final en contra del cáncer que permitir que por
temor morir acepte convivir con él. Diré entonces como El
Libertador en su carta al Gral. Urdaneta antes de morir en Santa
Marta: “prefiero la muerte a las medicinas”. Y aun así nunca
antes una muerte fue tan honorable como la suya...
Caracas,
25 de Marzo
de 2020
Email:
luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana