miércoles, 3 de septiembre de 2025

Venezuela: Desplazamiento, Transición y Refundación

Imagen resumen de la nota cortesía de AI Google Gemini
 

Por Luis Manuel Aguana

English versión

No hay nada más desesperante que intentar redondear una idea que estés expresando en un momento y de repente haya una interrupción. Me pasa cuando estoy escribiendo, y en el medio de una idea, de repente llega mi nieta a pedirme un papel para dibujar, y pierdo el flujo del pensamiento. O peor aún, cuando en el medio de una entrevista, se cae el internet y te quedas con la palabra en la boca, en especial para mí, que no soy particularmente de palabra hablada sino escrita.

En una reciente entrevista a la que gentilmente fui invitado por Mingo y Erika, en el programa “Arrímate al Mingo”, en MingoTeVe en YouTube, sucedieron esas interrupciones, no una sino varias veces, debido al internet horrible que tengo (y que en general hay en el país), y al que no tengo esperanza de poder cambiar en este momento. Esto dejó recortado el planteamiento que deseaba hacer, sin permitirme un cierre general. A pesar de todos los esfuerzos de mis anfitriones, ya las interrupciones en si mismas generan un desvío de las ideas. Esto trae como consecuencia que al truncarse el mensaje, no expresas la idea general de lo que deseabas expresar, aunque se hayan podido transmitir acertadamente algunas partes (ver Tenemos que hacer política ¡pase lo que pase! / ARRÍMATE AL MINGO / Martes 02 de septiembre de 2025" en YouTube, en https://www.youtube.com/live/p6S1UGJUe2E).

No repetiré todo lo que dije allí (les invito a ver la entrevista en el enlace arriba señalado), pero me gustaría con esta nota terminar de expresar las ideas que intentaba exponer allí, y que por razones de tiempo e interrupciones técnicas no pude concluir, reconociendo que en un programa con tiempo limitado ya de por sí es bastante difícil.

Existe una idea equivocada, creada artificialmente en el país, debido a múltiples razones (bien sea por las narrativas implacables de los factores en conflicto, los intereses políticos de la dirigencia involucrada, el temor por perder la influencia política) de que los EEUU acabaran con nuestra tragedia “extrayendo” a quienes se mencionan en los carteles de “Se busca” que circulan internacionalmente. Gran parte de esta equivocación ya la he explicado en mis tres últimas notas, en especial la más reciente, y motivo de la invitación al programa “Arrímate al Mingo” (ver Hacer política en Venezuela, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/08/hacer-politica-en-venezuela.html).

A diferencia de lo que la matriz generalizada de opinión creada artificialmente difunde, no existe tal cosa de que Venezuela esté comenzando una “transición”, entre otras razones por que Venezuela aún no ha entrado en esa fase. ¿Y por qué creo que eso es una fase? ¿Una fase de qué? Veamos.

Se ha dicho incontable número de veces que “hay que salir de Maduro y su régimen” para comenzar un proceso de transición. Y eso es verdad. Sin embargo, a pesar de eso, aún la gente confunde la “gimnasia con la magnesia”, como decían mis abuelos. He aquí las fases a las que me refiero:

Fase DESPLAZAMIENTO

Esta es la fase donde estamos trancados. La narrativa opositora ha convencido a los venezolanos que la única manera de salir del régimen es por la fuerza. Ese convencimiento por parte de los actores políticos a la población nos tiene a todos la espera de los marines de Trump, o las bombas de los barcos, o del comando de “extracción”, porque eso terminaría con el sufrimiento del pueblo venezolano.

Eso ha cancelado toda discusión, debate, intercambio de ideas entre los factores afectados, para abordar las consecuencias de esa supuesta acción, todo. En otras palabras, de hacer política en el país. De hecho, todo el capital político opositor está invertido en esa acción, que NO DEPENDE DE ELLOS, y que, si no se materializa, ese capital terminará rematándose al precio de gallina flaca en el mercado político, con la consecuente ruina política de quienes  impulsaron esa ruta. Tanto el régimen como la oposición mercadean cada vez más agresivamente sus narrativas al mejor postor a la espera de una decisión de los EEUU.

Los factores opositores, al plantear una solución como la anterior, tienen la obligación a cambio de responder a los EEUU, país al que le están solicitando esa ruta que podríamos llamar de “violencia controlada”, con lo que se podría llamar “un plan político”. Esto es, fundamentalmente, responder qué pasaría cuando ellos hagan su parte, que garantice que ellos, los EEUU, no sean los que recojan los vidrios rotos que esa acción traiga como consecuencia. Ese es el plan que reclamó James Story, ex embajador de los EEUU en Venezuela, en su entrevista con Gabriela Perozo de VPItv (verla en mi nota pasada referenciada arriba).

En esta fase, que he llamado “Desplazamiento”, si se escoge la violencia como factor fundamental como nos lo han vendido, luego de “extraídos” los más buscados, los militares tienen un rol fundamental que jugar. La oposición ha demostrado haber raspado esa materia desde que en el 2019 dejaron abandonados a cientos efectivos que desertaron de las FFAA de Venezuela en apoyo al interinato de Juan Guaidó (ver La Tercera, Las historias de los militares que desertaron a favor de Guaidó, en https://www.latercera.com/mundo/noticia/las-historias-los-militares-desertaron-favor-guaido/583844/).

Difícilmente, sin garantías, ningún uniformado volverá a creer en ningún dirigente político opositor. NINGUNO. Y hasta donde sepamos, las cosas no han cambiado. Al contrario, se sigue solicitando como disco rayado (perdonen la expresión sesentosa), como en el 2019, que se inmolen a favor de un cambio político, sin decirles cómo será ese cambio en relación con ellos. Esa es una pregunta clave que debe ser respondida antes de cruzar esta fase importantísima para el cambio político en Venezuela.

El desplazamiento del régimen que existe en Venezuela NO SE PUEDE REALIZAR sin contar previamente con un comando militar perfectamente definido. Léase bien: DEFINIDO. Del jefe máximo para abajo, con nombre, apellido y rango militar. Los militares no obedecen a políticos sino a militares de mayor rango, y no a cualquier militar, sino a quienes ellos reconozcan como superiores y se hayan ganado su respeto en la Fuerza Armada. Y esa es precisamente la definición misma de quienes son ellos: “los tres pilares fundamentales en que descansan la organización, administración, operatividad y unidad de mando de la Fuerza Armada.. son la DISCIPLINA, LA OBEDIENCIA Y LA SUBORDINACION” (ver ver Jacobo Yépez Daza, Réquiem por un General civilista, en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/jacobo-yepez-daza-requiem-por-un.html y Doce Ejes y un Destino: 10) Institucionalización de las Fuerzas Armadas, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/10/doce-ejes-y-un-destino-10.html). 

No me corresponde sugerir a la oposición cómo hacer eso, entre otras razones, porque esa es una responsabilidad que le compete al liderazgo político, como una pieza fundamental con la que debe contar una oposición que todavía no ha dado muestras de entender todavía esta fase. Lo único que puedo decir es que esta fase ha sido conducida en el pasado extraordinariamente bien, por políticos como Rómulo Betancourt, que estuvieron a la altura del momento político que transitaron, entendiendo y respetando a cabalidad el rol de los venezolanos de la institución militar para el ejercicio del poder en Venezuela.

Ahora bien, si ocurre, como es previsible, que no se pueda salir de esta fase porque se escogió la ruta equivocada, se hará necesario entrar en una discusión POLÍTICA, esto es, HACER POLÍTICA en Venezuela, para encontrar entre todos la mejor manera de pasarla con éxito, con cualquier ayuda que nos puedan brindar desde el exterior, que no necesariamente se traduzca en fuerza militar.

Y aquí introduzco la solución pacífica propuesta por la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, cuyos términos sean negociados a 4 partes, entre Oposición, régimen, Sociedad Civil y Comunidad Internacional (EEUU a la cabeza).

Esa convocatoria sería la resultante de acuerdos políticos (de nuevo, haciendo política) entre todos los involucrados, donde se garantice transparencia electoral para la elección de Constituyentes, a través de un Tribunal Electoral Ad-Hoc, controlado por esos 4 factores (pueden profundizar el tema en ANCO Proclama: Hacia una negociación Constituyente- 02-05-2025, en https://ancoficial.blogspot.com/2025/05/proclama-anco-hacia-una-negociacion.html y una nota mía titulada, Negociación Constituyente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/05/negociacion-constituyente.html). 

Las 4 partes acuerdan que una vez reunido el Constituyente, este decidirá un Gobierno de Transición, que se ocupará en menos de un año de redactar un nuevo Pacto entre gobernantes y gobernados, esto es, redactar una nueva Constitución, para luego convocar a elecciones de acuerdo a ese nuevo Pacto, después de aprobada la nueva Constitución en Referendo.

Fase: TRANSICIÓN

La dificultad de esta fase dependerá de cuál ruta escogida en la fase anterior. Si el desplazamiento fue violento (en cualquiera de sus formas), será violenta la transición, por lo que cobra más importancia contar con una defensa militar clara de la nueva estructura de poder que vendría. Esto sería materia a cubrir en la fase anterior. Sin embargo, no perderé el tiempo explorando lo que sería esa hipótesis porque no creo en una solución violenta en la fase de desplazamiento. Me atrevo a afirmar con la mayor seriedad  que ningún político opositor en Venezuela está preparado para la desaparición inmediata de quienes nos desgobiernan. Y eso es precisamente porque NO EXISTE hasta ahora un plan que aborde todos los demonios que se desatarían de suceder esa eventualidad.

La transición se debe entender como el producto de un acuerdo nacional entre todos los factores políticos involucrados en el cambio. Nadie cooperará con un nuevo gobierno producto de decisiones donde no hubo participación, por lo tanto, no se sostendría por mucho tiempo, y ocurriría una repetición en mayor escala del fracaso opositor del 11 de abril de 2002, donde la acción del pueblo y los militares lograron el desplazamiento del régimen, pero solo duró horas porque nadie en el sector político se encontraba coordinado para el siguiente paso en la sucesión del poder. Aún hoy, después de 23 años, pareciera no haberse aprendido esa lección.

De realizarse una Asamblea Nacional Constituyente en la fase de desplazamiento, el gobierno de transición tendría un piso absolutamente constitucional y político para poder gobernar y tomar decisiones trascendentales en el ámbito económico, social y político. La opción contraria requeriría de la fuerza de las armas, en el medio de un cuadro de desestabilización política promovido por quienes fueron desplazados del poder. Entraríamos en una espiral de violencia política que se uniría con la de Colombia, por sus vínculos con el negocio del narcotráfico.

Igualmente, la composición de ese gobierno de transición nacería de los acuerdos llegados en la primera fase, así como de los resultados de la elección Constituyente. A ese nivel debe apreciarse la voluntad política y el amor por Venezuela en la escogencia de ese gobierno, que indudablemente debe estar compuesto por los mejores en su campo de actividad, a fin de afrontar los retos de un país en ruinas.

Fase: REFUNDACIÓN

Hemos llamado Refundación a la fase donde se desarrolla la discusión de un nuevo paradigma para nuestro país, donde exista el debate abierto de los representantes legítimos del pueblo venezolano, en una Asamblea Nacional Constituyente, de las reformas institucionales que hay que realizar para la nueva Venezuela democrática del futuro, donde todos podamos estar seguros de que esta tragedia no vuelva a repetirse.

En la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, hemos propuesto un Proyecto de cambio institucional, fundamentado en un planteamiento formal de reformulación político-territorial del país, que incluye un modelo de autonomía federal de los Estados. No estoy diciendo aquí que sea ese el proyecto que se aplique, sino que se contrasten diversos proyectos para dar con una fórmula de consenso en la que los representantes del pueblo estén de acuerdo. Nuestro Proyecto se denomina El Gran Cambio, una propuesta para la Refundación de Venezuela (pueden descargar el documento en, https://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html).

 

El Gran Cambio NO ES UN PROGRAMA DE GOBIERNO. Es una propuesta de cambio estructural del Estado y reasignación de responsabilidades entre los Poderes Públicos. No es discutible, sino en una Asamblea Nacional Constituyente, a los fines de reescribir nuestro actual texto Constitucional para Refundar la Nación. Responde también a la angustia de la Iglesia Católica venezolana de REFUNDAR la Nación, y cuya tesis fue respaldada por ANCO en ocasión del mensaje relativo al Bicentenario de la Batalla de Carabobo de la Conferencia Episcopal Venezolana el 23 de junio de 2021. A partir de ese momento, nuestro proyecto está dirigido a la REFUNDACIÓN de Venezuela (ver ANCO expresa su apoyo al Mensaje de Refundar a la Nación de la CEV, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/07/anco-expresa-su-apoyo-al-mensaje-de.html).

Nótese aquí que la última fase no es llegar a unas “elecciones libres”, como rezaba la trilogía del interinato. Es cambiar las estructuras del Estado, y dentro de ello generar las condiciones de país necesarias para unas verdaderas elecciones libres y transparentes, garantizando la paz y la estabilidad política para poder retomar el rumbo democrático perdido de Venezuela.

Conclusión

Como se ha podido notar en este planteamiento, no se ha comenzado siquiera con la primera de las tres fases necesarias para retomar la ruta del restablecimiento Constitucional de Venezuela. De hecho, a mi juicio, se ha comenzado mal la primera fase, sin garantizar todos los elementos necesarios para evitar que la tragedia social del país se agrave e incluya la violencia política nunca antes vista en Venezuela, el mal endémico de nuestros hermanos colombianos.

Nos encontramos abiertos a discutir otras opciones pacíficas para la crisis política venezolana. No somos propietarios de la verdad. De eso se trata la política. Pero si la creencia, ya dada por descontado, es que el conflicto violento entre venezolanos es la solución de la crisis, o que esta viene de los barcos de Trump o cualquier otra medida que incluya militares extranjeros, no hablemos de política.

Las personas que crean de verdad en esa solución, que den un paso al frente, que busquen los recursos necesarios  y comiencen un enfrentamiento armado. No seré yo quien discuta eso. Al menos presentarán una solución venezolana, que puede ser digna de respeto, aunque la considere equivocada, porque después de ella necesariamente tendría que continuar el arreglo político pacífico, pero luego de quién sabe cuál número de muertos. Así, al menos no se pretenderá que otro país ponga su sangre para solucionar un problema que es definitivamente nuestro…

Caracas, 3 de Septiembre de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

viernes, 29 de agosto de 2025

Hacer política en Venezuela

Imagen resumen de la nota cortesía de Aycaracha!

Por Luis Manuel Aguana

English versión

¿Qué significa hacer política? Esto me contestó el buscador de Google en el primer intento: “Hacer política significa involucrarse en actividades relacionadas con la toma de decisiones en grupo, el ejercicio del poder, la gestión de recursos y la búsqueda del bien común, a través del diálogo, la negociación y la formulación de leyes y políticas para el progreso y el orden social”.

La pregunta viene a cuento por el escandaloso silencio del debate nacional relativo a como se ha detenido el país a la espera de un desenlace de la situación generada por el envío de buques de guerra norteamericanos frente a nuestro territorio, donde, por un lado, el régimen se encuentra a la espera de una hipotética invasión de los EEUU, y por el otro, una oposición que ha reducido su accionar político a las decisiones que se tomen en la Casa Blanca, para cristalizar la captura de quienes ostentan el cartel de “se busca” por narcotraficantes, producido por las autoridades norteamericanas. A esa mueca se ha minimizado el hacer política en la Venezuela de hoy.

¿Se está haciendo política en Venezuela? Claramente, no. De acuerdo a esa definición estándar del buscador mencionado, no se están tomando decisiones que incluyan, a través del diálogo, la negociación y la formulación de políticas para el progreso, a todos los grupos de interés que tienen que ver algo con lo que pasa en el país. Venezuela no solo le pertenece a quienes se dedican a la política como oficio, aun cuando ellos también formen parte y tengan una opinión importante que dar.

Y no es porque nos encontremos en el medio de un régimen autoritario como el que nos gobierna desde hace más de un cuarto de siglo. No. Es porque el debate para discutir las opciones de política a aplicar a la desgracia que sufre el país, se redujo a su mínima expresión, al concluirse –a pesar de todo el doloroso recorrido de la población venezolana- que “la única manera de salir del problema tiene que pasar por una solución de fuerza”. Y en ese sentido, hemos llegado al punto de esperar a que un político –o políticos- fuera de nuestras fronteras, cuyos intereses muy probablemente no se correspondan con los nuestros, tomen una decisión de esa magnitud por nosotros, porque “no podemos solos”.

Y a muchos les será intolerable este punto de vista, y puedo comprenderlo. Venezuela está exactamente en el caso de una persona herida al que por un accidente –en este caso de la historia- se le clavó un objeto punzante en el pecho, y que por un milagro divino todavía no se ha muerto, pero está agonizante. Se ha convencido a la mayoría de sacar el objeto inmediatamente, en la desesperación de salvarle la vida. Y ha prevalecido ese criterio para nuestro país, al punto que ya no se hace política. O es eso o nada.

Al utilizar la metáfora médica, debo indicar la recomendación para esos casos: “Se debe evitar retirar un objeto incrustado de una herida porque se corre el riesgo de causar un sangrado más severo si el objeto está taponando un vaso sanguíneo, agravar el daño interno si ha perforado órganos, o desestabilizar al paciente en caso de hemorragia masiva. En su lugar, se debe inmovilizar el objeto con un vendaje para prevenir su desplazamiento y buscar atención médica profesional de inmediato” (ver video explicativo de medicina pre-hospitalaria  en https://www.instagram.com/reel/DHCDL9vuXOO/).

Y en el caso venezolano la situación es más grave. Se ha creado la percepción masiva de que sacar el objeto que hace daño, resolverá la situación. Sin embargo, debemos estar claros de que sacar el objeto de la forma planteada no es una buena idea. Y esa es precisamente la evaluación que están haciendo los EEUU, para examinar si proceden o no a sacar el objeto hiriente de Venezuela. Veamos:

En una reciente entrevista realizada al ex embajador de los EEUU en Venezuela, James Story, realizada por la periodista Gabriela Perozo, de VPItv, el ex embajador puntualizaba lo que pudiera ser la decisión de los EEUU relativa a una supuesta “extracción” del objeto punzante clavado en Venezuela:

“GP: ¿Y hay manera de que se puedan movilizar rápidamente, en algún punto se están construyendo las fortalezas, o usted por ahora ve un mensaje?

JS: No lo veo yo. No lo veo yo, por en cuanto siempre tenemos la capacidad de hacer una extracción específica dentro de Venezuela. Eso existe. Tenemos la capacidad, como hemos visto en Irán y también Irak en su momento dado con Suleimán, de una acción específica contra unas personas específicas. Eso sí existe, siempre, siempre vamos a tener esto, pero obviamente lo que está pasando en este momento es que Maduro está llamando la atención a un posible enfrentamiento militar para tratar de ganarse apoyo en la región con el presidente Petro y con otros.

No hemos dicho esta vez, no, más (de) una vez, no hay un esfuerzo, o no hay una fuerza suficiente para un enfrentamiento militar. Y si no sabemos qué viene después, es difícil tomar acciones. O sea, imagínese, y más una vez estoy retirado, no estoy dentro del gobierno, pero si yo fuera quién estaba tomando la decisión, okay, vamos a a hacer una acción contra la cúpula militar y lo de Maduro. Sí se puede hacer. Pero ¿qué viene después? Puede haber un caos porque ahí en Venezuela ¿que tiene? el ELN, FARC, el Tren de Aragua. Yo siempre decía que el propio Maduro es el alcalde de Fuerte Tiuna, él no domina el país. Él no domina el país. Entonces, estos grupos ilegales armados que existen en Venezuela, pueden causar un caos después de la caída de de Maduro, aún más de lo que existe hoy día. Entonces, hay que definir si Maduro y su cúpula se va mañana, cómo van a gobernar el país. Eso es importante (ver Embajador James Story, en exclusiva sobre Operación militar en el Caribe, - 26Ago, en https://youtu.be/AtXg11fNxLE?t=578) (resaltado nuestro).

Y en el caso de que EEUU decida intervenir y se desate una hemorragia durante la extracción del objeto hiriente de Venezuela, habida cuenta de que se trataría de una extracción unilateral, dado que hasta ahora ningún país está acompañando esa acción (descarto aquí a los países latinoamericanos que han apoyado la decisión norteamericana porque aun así, sigue siendo una acción unilateral por el peso específico de los EEUU, y habría que ver si estarían dispuestos a una intervención en Venezuela. Ver Marco Rubio anunció la creación de coalición internacional con países de Sudamérica para combatir el narcotráfico tras despliegue militar cerca del mar de Venezuela, NTN24.COM, en  https://share.google/kuYoV07CarLObFEfx), la opinión del Embajador Story es la siguiente:

“JS: …Pero yo creo que el presidente Trump está dispuesto a actuar unilateralmente.

GP: ¿Y eso sería bueno o podría ser sorpresivo, no?

JS: Sería más fácil tal vez porque no tendría que llegar a un acuerdo con muchos países. Sí, pero el resultado es como dijo una vez Colin Powell, si tú lo quiebras, tú eres el dueño de lo que quebraste. Entonces, entonces imagínese el día después de la caída de Maduro tiene que enfrentarse con Tren de Aragua, con ELN, con FARC, con todos esos grupos ilegales, con los cubanos que están ahí, con los iraní, con los rusos que están haciendo quién sabe qué en el Esequibo. Eso sí sería bastante difícil. Entonces ese no hace parte de los pensamientos del presidente Trump en cómo hacer la política exterior.  (ver Embajador James Story, en exclusiva sobre Operación militar en el Caribe, - 26Ago, en https://youtu.be/AtXg11fNxLE?t=2466) (resaltado nuestro).

En otras palabras, como lo indicó Colin Powell, ex Secretario de Estado de los EEUU en la administración del Presidente George W. Bush, los EEUU “serían el dueño de lo que quebraron”, esto es, tendrían que meterse militarmente de cabeza, pies y manos en el país para poner orden al desastre, solamente como consecuencia de la decisión unilateral de extraer el objeto hiriente del país.

Y no creo, como el Embajador Story, que estén dispuestos a hacer eso, por lo que es tajante en la necesidad de la presentación de UN PLAN PREVIO que minimice los efectos y que diga claramente qué hacer el día después. Y no creo que tal plan exista todavía si a estas alturas el ex embajador lo reclama a la oposición venezolana como una tarea pendiente. ¿Y cómo sería y qué incluiría ese plan? Veamos lo que dice Story:

“JS: Bueno, en marzo 2020 lanzamos Elliott Abrams y nosotros, del Departamento del Estado lanzamos el Marco para la Transición Democrática…

GP: Que era una salida para los militares, ¿no?

JS: Exactamente. Definimos cómo y ese indicó para los militares dentro del régimen que va a haber una vida para ellos después porque…

GP: Había como cierta amnistía, ¿verdad? Eso es bueno recordárselo a las personas.

JS: Exactamente. No para los que tienen crímenes de lesa humanidad, Derechos Humanos, sino para otros. Porque imagínese, hay bastantes personas dentro del sistema que quieren salir, pero no saben cómo, y hay mucho temor dentro del sistema con los cubanos ayudando a torturar a a los políticos y militares en el Helicoide. Hay mucho temor. Y lo que viene después es una buena pregunta. ¿Cómo cómo ellos van a tomar parte de de una vida política o una vida normal en Venezuela después? Yo creo que este fue una idea, obviamente que comunicamos con la oposición en su momento dado, pero ese fue una idea más bien de afuera y ahora necesito una idea de dentro. ¿Cómo va a, digamos, reconstruir las instituciones nacionales en Venezuela? la Corte Suprema, obviamente tiene que tener un voto para alcaldes y luego para los diputados y luego para gobernaciones y luego para el presidente. ¿Cuál sería el horario (cronograma) de hacer este? En 3 meses comenzamos? En 6 meses comenzamos? ¿Quién va a estar encargado de de un gobierno de transición? ¿Quiénes van a quedar? ¿Quiénes no van a quedar? ¿Quiénes no pueden? y cómo van a llevar al pueblo de Venezuela lo que necesiten, que son medicamentos, comida, acceso a agua limpia, acceso a la educación y salud. Esos son las cosas que también tiene que definir, pero la definición política es de sumamente importancia en ese momento” (ver Embajador James Story, en exclusiva sobre Operación militar en el Caribe, - 26Ago, en https://youtu.be/AtXg11fNxLE?t=747) (resaltado nuestro).

En realidad lo que piden (y siempre han pedido) a los políticos que pretenden el poder en Venezuela, es que presenten, si desean una ayuda determinante de los EEUU, una versión venezolana actualizada de lo que ellos, los EEUU, propusieron en marzo de 2020 como Marco para la Transición Democrática para Venezuela, que aunque fue rechazado por la oposición, tampoco propuso ninguno (para aquellos que deseen recordar esta propuesta, les sugiero leer Marco para la transición democrática de Venezuela, presentado por Mike Pompeo, Secretario de Estado de los EEUU, en marzo de 2020, en https://tinyurl.com/2n92p47v).

Pero para desarrollar seriamente un plan venezolano de manera integral HAY QUE HACER POLÍTICA, porque todos los sectores democráticos deben ser convocados, si es que quienes dirigen la oposición se consideran demócratas. Sin esa tarea hecha, cualquier ayuda como la que pretenden de los EEUU nunca se cristalizará.

En la construcción de ese plan deberán estar incluidos todos los sectores, sociedad civil, Iglesias, trabajadores, pero en especial los dolientes que han participado en esta lucha en contra de lo que sucede en Venezuela.  Esa lista interminable de preguntas a responder que sugiere James Story, y otras que no están allí reflejadas en esa entrevista, van más allá del ámbito de respuesta un solo grupo opositor, así sea el que esté al frente.

Y tal vez esa es la razón por la cual hasta el día de hoy no existen respuestas para ellas, y resulta prueba fehaciente para no creer que solo extrayendo el objeto hiriente del cuerpo de Venezuela, sea suficiente para preservar la vida del paciente, sin que esas respuestas hayan sido claramente resueltas a satisfacción de todos los involucrados, en especial del país que va a prestar la ayuda que se requiere.

Muchas de ellas, como la refundación y reconstrucción institucional del país, qué hacer con los Poderes Públicos, tienen su respuesta en la convocatoria inmediata a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, como hemos repetido al país en innumerables ocasiones desde la Alianza Nacional Constituyente Originaria (ANCO), como parte principalísima de ese plan.

Sin embargo, una Constituyente es solo una de las piezas más importantes del complejo Plan que hay que sugerir, no la única, y a la que hay que darle respuesta a los venezolanos y a nuestros amigos de la Comunidad Internacional, para que pueda existir una acción segura y coordinada de todos para cambiar el panorama político de los venezolanos, sin falsas expectativas.

Decida lo que decida el Presidente Trump hacer con sus barcos de guerra, se requiere hacer política, independientemente de la manera en como se remueva el objeto hiriente que hace sufrir a Venezuela. Solo que si se retira antes de llegar al hospital para que se realicen los exámenes y se tenga un plan político de qué hacer en el medio de la operación, es claro de que habrá una mayor probabilidad de que el paciente se muera en el camino. Y es ahora cuando hay que pensar en eso, no después del desangre…

Caracas, 29 de Agosto de 2025

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Email: luismanuel.aguana@gmail.com

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jueves, 21 de agosto de 2025

Yalta 2.0

Imagen resumen de la nota cortesía de AI Google Gemini

Por Luis Manuel Aguana

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Tal vez este sea uno de los tiempos más confusos de la historia de la humanidad. Parecería que con toda la mega estructura comunicacional existente en estos tiempos, los seres humanos deberíamos estar más claros de lo que sucede, pero es todo lo contrario.

Con la llegada de las herramientas comunicacionales instantáneas, la verdad se desvaneció en el mar de las noticias falsas, contradictorias e interesadas. Ya es muy difícil separar la verdad de la mentira, o de que alguien diga una verdad a medias, o una mentira disfrazada de verdad, para que la gente inmediatamente se confunda y no sepa lo que verdaderamente ocurre. Priva “la verdad” de quien tenga más presencia en las redes o pueda pagar una narrativa interesada.

Y esto nos lleva a que cuando pasa algo importante, la explicación de lo que ocurre no es la verdadera, sino la superficial, la que se vende como obvia. Porque en este mundo cuya complejidad ya tiene niveles de exponenciales, nada pasa sin una explicación de fondo. Y eso es lo que se tiene que analizar y escudriñar, no lo que se nos muestra en la fachada.

Cuando el Presidente de los EEUU toma la decisión de enviar buques de guerra con la excusa aparente de “una iniciativa intensificada para combatir los cárteles de la droga, según informaron dos funcionarios de Defensa estadounidenses”, la mass-media inmediatamente interpreta que vienen a la caza de Nicolás Maduro Moros y el resto de los señalados como principales responsables del llamado Cártel de los Soles, organización narcotraficante, recientemente incluida en la lista de terroristas por las autoridades de los EEUU (ver CNN EEUU, EE.UU. despliega más de 4.000 militares adicionales en aguas cercanas a Latinoamérica para su lucha contra los cárteles, en https://cnnespanol.cnn.com/2025/08/15/eeuu/despliegan-4000-militares-aguas-latinoamerica-carteles-trax).

Y si bien esa pudiera ser una explicación de ese movimiento, la medida no necesariamente tiene la explicación “obvia” que dan quienes desean que el régimen salga por la fuerza, en especial si es por la fuerza de los EEUU. Puede ser que simplemente deseen bloquear completamente, como bien puede hacerlo ese despliegue armado por mar y aire, la salida de cargamentos de droga hacia los EEUU y Europa, y que no está siendo contenida completamente por los actuales esfuerzos de la DEA (Drug Enforcement Administration) norteamericana.

Pero, como decía un profesor que tuve hace algunas décadas en el IESA, esa es una solución que mata moscas con bombas atómicas. Efectivamente, lo hace, pero a un costo excesivamente alto. Y aún más alto si consideramos que el negocio de la droga es algo que puede permanecer allí, esperando que se retiren, algo que no puede hacer una movilización militar de semejante calibre.

Entonces, ¿por qué gastarse millones de dólares en mover esa flota, si no es para llevarse al Cártel de los Soles, o al menos para hacerle un daño permanente o de largo plazo a sus cabezas, bienes e instalaciones? Volveré sobre esta pregunta más adelante.

Como ya he comentado en algunas notas pasadas, la llegada del Presidente Donald Trump al poder en los EEUU, ha significado una política orientada a lograr un cambio en los términos de negociación de ese país con el resto del mundo, para lograr una posición ventajosa en todos los órdenes: económico, político y militar  (ver Un mundo en guerra y el declive de los EEUU, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/06/un-mundo-en-guerra-y-el-declive-de-eeuu.html, China el desafío sistémico, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/05/china-el-desafio-sistemico.html, EEUU, entre genialidad y locura, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/03/eeuu-entre-genialidad-y-locura.html).

Trump está negociando la posición de los EEUU para el futuro, tratando de llevarse la mejor parte, aun sin tener siquiera una economía en buenas condiciones. Como explicaba en esas notas, los EEUU negocian con el poderío militar, que es lo único que finalmente los respalda. Utilizan el aspecto en lo que son más poderosos que el resto de los países, para responder al desafío de la multipolaridad: su poderío militar.

En un intento de entender lo que está sucediendo en el mundo, que daría como consecuencia acciones como las que estamos viendo con el movimiento militar de los EEUU en el Caribe, intenté hacer una comparación con ayuda de la IA ChatGPT, entre la repartición del mundo que hicieron las potencias ganadoras de la II Guerra Mundial en Yalta y Postdam en 1945, con las múltiples reuniones que sostiene Trump con los Jefes de Estado de las potencias que desafían su poder en esta situación convulsionada de guerras y disputas de territorio. Este es el resultado:

“Tu pregunta es muy buena porque toca un punto sensible: la comparación entre las reuniones actuales (Cumbres de Alaska, encuentros UE–EE.UU.–Ucrania, G7, OTAN, etc.) y las conferencias de Yalta y Potsdam (1945), que fueron claves en la configuración del orden mundial tras la Segunda Guerra Mundial.

Voy a responder por partes:

1. Qué ocurrió en Yalta y Potsdam

Yalta (febrero de 1945) y Potsdam (julio de 1945) reunieron a Roosevelt, Churchill, Stalin (y luego Truman) para repartir zonas de influencia tras la derrota del nazismo. Allí se trazaron las fronteras de Europa del Este, se reconoció la esfera de influencia soviética y se diseñaron las bases de la ONU. Resultado: sistema bipolar EE.UU. vs. URSS → Guerra Fría.

2. Qué pasa en las cumbres actuales

En Alaska (2021) hubo un diálogo tenso entre EE.UU. y China, con acusaciones mutuas sobre derechos humanos, tecnología y seguridad. Las reuniones de la OTAN, la UE y el G7 con Ucrania, especialmente tras 2022, buscan cohesionar a Occidente frente a Rusia, garantizar apoyo militar y financiero, y limitar la influencia china y rusa. No se negocia un “reparto de territorios”, sino alianzas, sanciones y coordinación estratégica frente a desafíos comunes.

3. Diferencias clave con Yalta/Potsdam

Yalta/Potsdam: los vencedores definieron un nuevo mapa geopolítico con fronteras físicas y zonas de control. Hoy: no existe un consenso entre grandes potencias para “repartirse” el mundo. Más bien hay conflicto abierto y competencia multipolar (EE.UU.–UE vs. Rusia–China, con actores intermedios como India, Turquía, Brasil). Además, el sistema internacional actual está regido por la ONU, la OMC y la interdependencia económica, lo que hace más difícil una división rígida del planeta como en 1945.

4. Lo que sí puede estar pasando

Aunque no es un “Yalta 2.0”, sí hay una transición geopolítica: EE.UU. y Europa buscan reafirmar un bloque occidental cohesionado. Rusia intenta consolidar su influencia en Eurasia. China se proyecta como alternativa global, sobre todo en economía y tecnología. Esto apunta a un mundo multipolar, con bloques de influencia más flexibles y conflictivos que en la Guerra Fría.

Conclusión:

No hay una base sólida para decir que las cumbres actuales suponen un “nuevo reparto del mundo” al estilo de Yalta o Potsdam. Lo que existe es una reconfiguración de alianzas y esferas de influencia en un contexto multipolar, más parecido a una competencia por poder económico, tecnológico y militar que a un acuerdo explícito de partición del planeta. (ver ChatGPT, https://chatgpt.com/s/t_68a721da3de0819192432b9bdc949dda) (resaltado nuestro).

El tema principal aquí entonces es una competencia feroz de poder e influencia entre los polos del nuevo esquema multipolar del mundo entre EEUU, Rusia y China, que no ha terminado de dilucidarse, y que lo está haciendo ahora mismo. Entonces proyecté, con la misma IA, cómo quedarían los bloques después de un arreglo que entregue a Venezuela (y Latinoamérica en general) a los EEUU, Taiwán a China y Ucrania a Rusia. Y este es el resultado:

“Excelente, tu pregunta es pura geopolítica prospectiva:

Si EE.UU., Rusia y China llegaran a un acuerdo tipo “Yalta 2.0”, repartiéndose Venezuela, Ucrania y Taiwán como zonas de influencia, el mapa del mundo se transformaría profundamente.

Proyección de bloques de influencia tras hipotético acuerdo

1. Estados Unidos / Occidente

Latinoamérica:

Venezuela pasaría definitivamente a la órbita estadounidense (a cambio de concesiones en Ucrania y Taiwán). Cuba y Nicaragua tenderían a normalizar relaciones bajo presión de Washington. México y Brasil mantendrían cierta autonomía, pero con inclinación al mercado occidental. Europa Occidental, Japón, Corea del Sur, Australia, OTAN: se mantienen firmes en el bloque.

Resultado: consolidación del hemisferio occidental bajo EE.UU., con reducción del margen de maniobra chino en Sudamérica.

2. Rusia

Ucrania: reconocida como zona de influencia rusa (probablemente con anexión de territorios del este o incluso neutralización total del país). Europa del Este: Rusia refuerza su esfera, recuperando parte de su “cinturón de seguridad”. Oriente Medio: Rusia mantiene influencia en Siria e Irán.

Resultado: Rusia asegura un “mini-Pacto de Varsovia” actualizado, pero con economía débil y dependencia de China.

3. China

Taiwán: China lograría reconocimiento internacional de su soberanía sobre la isla. En la práctica, consolidaría control sobre el Mar de China Meridional y la cadena de suministros de semiconductores. Asia-Pacífico: China gana peso frente a EE.UU. en la región.

Latinoamérica: pierde Venezuela como bastión, pero mantiene fuerte vínculo con Brasil, Argentina, Chile y Perú vía comercio.

Resultado: China pasa a ser superpotencia económica consolidada, aunque cede influencia en América Latina.

4. Zonas bisagra

India, Turquía, Brasil, Sudáfrica, Arabia Saudita: Se mantienen como “jugadores flexibles” dentro de un sistema multipolar. India se fortalecería porque la cesión de Taiwán consolidaría su rol como contrapeso de China en Asia. Brasil perdería margen por la salida de Venezuela de la órbita china/rusa, pero seguiría en BRICS.

Nuevo equilibrio global tras el acuerdo

Sería un “nuevo reparto de Yalta” en versión moderna:

EE.UU. América + Europa Occidental

Rusia Ucrania + cinturón de seguridad Este europeo

China Taiwán + hegemonía Asia-Pacífico

Diferencia con 1945: ya no sería un mundo bipolar, sino tripolar regulado, con bloques menos rígidos pero con zonas de influencia reconocidas.

Conclusión:

Si se diera un acuerdo de este tipo, Latinoamérica quedaría casi totalmente bajo EE.UU., Rusia se consolidaría en Europa del Este, y China dominaría el Indo-Pacífico tras absorber Taiwán. Sería un orden más estable a corto plazo, pero con enorme tensión en países bisagra (India, Brasil, Turquía) que quedarían atrapados entre los tres gigantes (ver ChatGPT, en  https://chatgpt.com/s/t_68a7921438208191bb0ff2288fce6bfc) (resaltado nuestro).

Como se verá arriba, la conclusión del ejercicio modela las intenciones ya conocidas de los polos principales. No inventamos nada aquí. Nótese que hasta la publicación de esta nota, Trump solo ha conversado con Rusia en Alaska, pero aún no lo ha hecho con China, que todavía está en la agenda. De allí que por ahora los chinos se quejaran de la presencia militar de los EEUU en el Caribe, lo que nos indica que aún no entran en las negociaciones acerca del futuro global de los bloques de influencia (ver Notiahora,  Pekín critica despliegue militar de EEUU en el Caribe: “Nos oponemos al uso de la fuerza en las relaciones internacionales”, en https://notiahorave.com/pekin-critica-despliegue-militar-de-eeuu-en-el-caribe-nos-oponemos-al-uso-de-la-fuerza-en-las-relaciones-internacionales/).

Para aquellos que han tenido la paciencia de llegar hasta aquí –con mis disculpas por lo extenso de la nota-, volviendo a la pregunta del principio: ¿por qué gastarse millones de dólares en mover esa flota, si no es para llevarse al Cártel de los Soles, o al menos para hacerle un daño permanente o de largo plazo a sus cabezas, bienes e instalaciones?

Porque ese movimiento sería parte de una demostración de fuerza que tendría impacto en las negociaciones que se están llevando a cabo ahora mismo para equilibrar las zonas de influencia de cada polo, en este caso de los EEUU con Latinoamérica, con un Yalta 2.0. Mis disculpas por no ser tan pretencioso para creer que una potencia como los EEUU mueva una flota entera para buscar 3 narcotraficantes en Venezuela. O lo que es lo mismo, matar moscas con bombas atómicas. Pero cada cual es libre de pensar lo que quiera y entusiasmarse con una posible “extracción”.

Rusia ya dio el visto bueno tácito a la presencia norteamericana en el Caribe (hasta ahora) al no pronunciarse acerca del movimiento militar de los EEUU, lo que demuestra su aceptación implícita a la influencia indudable de la potencia del norte en la región. Faltaría que China esté de acuerdo en una negociación para definir su propia zona de influencia. Si Latinoamérica queda completamente en el bloque de influencia de los EEUU en el Yalta 2.0 como proyectamos, el destino del régimen quedará en sus manos al perfeccionarse la nueva distribución del mundo. En ese momento, y ahora sí, imaginen lo que quieran acerca del futuro de Venezuela…

Caracas, 21 de Agosto de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

sábado, 16 de agosto de 2025

Esperando un milagro

Imagen resumen de la nota cortesía de AI Google Gemini

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Primero, un pequeño retazo de la historia contemporánea de Venezuela contado por uno de sus principales protagonistas, Don Rómulo Betancourt, entrevistado por Sofía Imber y Carlos Rangel en 1978:

CR: Ahora, sin pretender que usted nos de avance de sus memorias, díganos un par de cosas, por ejemplo, cómo se explica usted que Venezuela haya podido atravesar esa época de desconcierto tan difícil que fue el año 58 después del 23 enero, culminando con las elecciones a la presidencia que usted ganó, y luego pues cuando usted asume el poder en el 59 ¿qué factores casi milagrosos hicieron que Venezuela atravesara ese período tan caótico?

RB: En la historia, Carlos y Sofía, no se producen milagros. Los milagros los hacen los vivos. Unos creen en ellos, otros no creen en ellos. Los hombres son los que actuando de acuerdo con las circunstancias, y fijándose metas claras, conducen la historia. El 58 yo le asigno una gran importancia al hecho de que nos hubiéramos dado cuenta, los dirigentes políticos, de que era necesario buscar un entendimiento para evitar que la barbarie recurrente se introdujera de nuevo al país, que pudiera volver una nueva dictadura. Yo le doy una gran importancia al Pacto de Punto Fijo, en que nos entendimos los copeyanos, los adecos y los urredistas sobre ciertas reglas mínimas del juego político” (ver Canal de Sofía Imber, Sofía Imber y Carlos Rangel entrevistan a Rómulo, Betancourt, 10-05-1978, min 8:20, en https://www.youtube.com/watch?v=_ZlZm5Uxg00&t=500s) (resaltado nuestro).

Quise reproducir para ustedes un extracto de las palabras del político venezolano que tal vez haya influido más en la construcción de la única democracia que hemos tenido, como solamente algunos llegamos a conocerla en vida.

Sí en vida. Porque Venezuela NUNCA conoció democracia  antes de 1958, salvo los pocos meses provenientes del voto popular ocurridos entre el 17 de febrero al 24 de noviembre de 1948, que coloco en la Presidencia de la República a Don Rómulo Gallegos, luego de la promulgación de la Constitución de 1947. Lo que conocieron nuestros ancestros antes de 1948 fueron dictaduras militares y montoneras que llegaron al poder por la vía del golpe, en un país altamente inestable políticamente.

Los venezolanos conocimos el voto popular con la Constitución promulgada por la Asamblea Nacional Constituyente de 1947, y luego de un  período de oscuridad, entre el 24 de noviembre de 1948 y 23 de enero de 1958, políticos del calibre de Rómulo Betancourt, lograron su restitución como mecanismo de asignación del poder político.

Lamentablemente, si el testigo no se pasa adecuadamente a las nuevas generaciones políticas, se pierde el sentido y la sustancia del logro realizado por esas generaciones. Y el logro fue mayúsculo. Lograron 40 años de estabilidad política. Más no se le podía pedir a esa generación.

Rómulo Betancourt relata específicamente el momento político de la necesidad de comprender que existían razones más allá de las diferencias políticas del momento para evitar que la experiencia dictatorial se repitiera en Venezuela a partir de 1958.

Pero la política es dinámica y sus actores cambian con el tiempo. La degeneración de la actividad política en Venezuela llegó al punto de elegir a un golpista como Presidente de la República, con las reglas de la democracia, establecidas por demócratas como Betancourt, y cuya principal preocupación al establecer un Pacto como el de Punto Fijo, fue precisamente  para evitar que la barbarie recurrente se introdujera de nuevo al país, que pudiera volver una nueva dictadura”.

De aquel quiebre de 1998, donde se destruyó la base política creadora de la democracia venezolana de 1958, hemos llegado al punto extremo donde la principal dirigencia política opositora espera un milagro desde el exterior para resolver lo que solo podemos resolver los venezolanos.

Y como bien indicó Betancourt: “En la historia…no se producen milagros…. Los hombres son los que actuando de acuerdo con las circunstancias, y fijándose metas claras, conducen la historia”. Y esta historia hay que conducirla. Las enseñanzas de esa generación de políticos se olvidaron con el tiempo por la mediocridad, el facilismo y la corrupción de quienes heredaron la responsabilidad de mantener la democracia.

Pero no todo es malo. Desde afuera nos envían el mensaje claro y directo de que el problema es nuestro. El Subsecretario de Estado de EEUU, Christopher Landau, señaló hace pocos días en una entrevista con Donald Trump Jr., que “El pueblo venezolano tiene que alzarse y reclamar su libertad. No podemos ir por el mundo cambiando gobiernos a nuestro antojo” (ver @Monitoreamos en X, en  https://x.com/monitoreamos/status/1955054753852908018).

¿Y por qué digo que no es malo? Porque es un recordatorio de lo que dijo Rómulo Betancourt en esa entrevista, donde señala que aquellos que actúan “de acuerdo a las circunstancias, y fijándose metas claras, conducen la historia”, no al revés. Si la dirigencia política opositora se deja conducir por lo que está pasando, la historia les pasará por encima, porque en ella no ocurren milagros. Los EEUU llegarán hasta donde deban llegar, pero no harán el milagro. Eso nos corresponde a nosotros, los que estamos vivos.

Ya es hora de que la dirigencia política opositora demuestre con hechos que tienen metas claras de corto y mediano plazo para conducir la historia que habrá que escribirse para las nuevas generaciones. Si son metas para seguir esperando un milagro, o construir las que hagan falta para erradicar la barbarie.

Caracas, 16 de Agosto de 2025

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Twitter:@laguana