Por Luis Manuel Aguana
"Hemos
echado al mar los grillos de los pies. Ahora vayamos a las escuelas a quitarle
a nuestro pueblo los grillos de la cabeza, porque la ignorancia es el camino de
la tiranía. Hemos echado al mar los grillos. Y maldito el hombre que intente
fabricarlos de nuevo y poner una argolla en la carne de un hijo de
Venezuela". Andrés Eloy Blanco, 1ro.
de Febrero de 1936, Puerto Cabello. Acto de arrojar al mar los grillos de la
dictadura gomecista.
El título de la nota es como llamó el poeta de Venezuela a la
ignorancia, a la falta de conocimiento, a la falta de escuela que sufría el
pueblo venezolano sometido a una dictadura. Varias cosas desempolvo de ese
mensaje: la primera es que está más vigente que nunca; la segunda es que no se
le han quitado todavía los grillos de la cabeza a los venezolanos y como
consecuencia llegamos a la tiranía, como lo advirtió el poeta; y la tercera- y
todavía más grave-, la maldición está vigente porque no se han extinguido
quienes han de nuevo fabricado grillos para la carne de un hijo de Venezuela.
Inferimos de este discurso que la maldición de Andrés Eloy ha caído sobre
los responsables de las prisiones injustas de los presos políticos. Malditos
los jueces y funcionarios- civiles y militares-, responsables de la prisión de
Leopoldo López, Daniel Ceballos, Enzo Scarano, Salvatore Lucchese y demás presos
políticos. Aun los grillos de la carne no han caído todos al fondo del mar de
Puerto Cabello. Pero lo más grave, aunque no lo parezca, es que todavía los
grillos de la cabeza siguen estando allí, y si no nos deshacemos de ellos, continuaremos
siendo víctimas de los grillos de los pies.
En un extraordinario discurso, conocido por todos a través de las
redes sociales, ante el Parlamento Iberoamericano de la Juventud, la joven politólogo
guatemalteca Gloria Álvarez (verlo en http://youtu.be/xkYEXS16dZA)
nos sugiere que uno de los principales males de nuestros pueblos
latinoamericanos, el populismo, puede ser vencido a través las nuevas
tecnologías. Brillante enfoque.
Quiero usar la misma definición de populismo señalada por Álvarez y
tomada de otro ponente, el Sr. Florentino Portero: “El atajo por el cual jugamos con las pasiones, ilusiones e ideales de
la gente, para prometer lo que es imposible aprovechándose de la miseria de la
gente dejando fuera absolutamente toda la razón y la lógica en la toma de
decisiones. Juega con la necesidad para sencillamente imponer una dictadura...”.
Lo que le faltó indicar a Portero es que eso solo se puede hacer con un pueblo
ignorante. Gloria Álvarez lo complementa cuando en su discurso señala que “…los cambios que están surgiendo en
nuestros países y que están surgiendo con la tecnología no van acompañados de
la educación necesaria. Y qué pasa si yo empiezo a recibir nuevos insumos,
nuevas formas tecnológicas de comunicarme con el mundo pero al mismo tiempo no
me educo, no tengo prioridades claras…”.
Esto último, señala, es aprovechado por los populistas “levantando pasiones”,
y a eso hay que contraponer lo que Andrés Eloy señaló en 1936 a la orilla del
mar en Puerto Cabello y volvió a decir de una manera actualizada Gloria Álvarez
en Zaragoza: “una pasión por la educación,
una pasión por el intercambio de ideas, una pasión por el conocimiento, por
querer ser personas e individuos empoderados…”. Y ese es el antídoto para
rechazar a cualquier loco que se ponga por delante de un micrófono y engañe a
la población indicando que el solo podrá con la complejidad de los problemas
que afrontamos en esta época, solo con su voluntarismo apasionado. Chávez no
hubiera pasado de ser un loquito más con un micrófono de haber tenido un pueblo
culto por delante. Por eso la prioridad extrema de cualquier sistema que venga
debe ser educar, educar y educar a la población, empoderándola con conocimiento
y transformando habitantes en ciudadanos. ¡Cuando vamos a terminar de entender
lo que ya nos dijeron en los momentos más críticos de nuestra historia!
Lamentablemente esto también lo tienen tan claro los comunistas que
nos desgobiernan al punto que quieren trastocar eso con adoctrinamiento en las
escuelas, llegando a decir que si educan mucho al pueblo lo convierten en “escuálidos”.
Lo saben porque un pueblo educado le serrucharía inmediatamente las patas a
cualquier mono con uña que llegue a gobernar. Necesitan multiplicar a la gente pobre
e ignorante, como señalaba también Álvarez en su discurso y que ya hemos
comprobado en carne propia en Venezuela.
Claro está, todo el panorama se complica con la corrupción y el
establecimiento de los mecanismos para garantizarse el mantenimiento en el poder
en el largo plazo, entre ellos la educación. Pero quiero retomar el tema de la
tecnología al que Gloria Álvarez dedico menos tiempo de su discurso al tratar
de establecer las razones por las cuales el populismo se ha enseñoreado en Latinoamérica.
Decía Gloria finalizando la intervención que “las herramientas que nos proporcionan la era del conocimiento son la
clave”, y tiene razón. Pero esa clave pasa por educar a la gente en esas
tecnologías enmarcado en empoderarlas primero como ciudadanos conscientes de
sus derechos.
Pero la tecnología también tiene su lado obscuro: el del sometimiento.
El uso de la tecnología, en especial los datos masivos de la gente, sirve también
para someter a la población y violentar sus derechos humanos. Los
latinoamericanos debemos estar conscientes que la tecnología como cualquier
bien complejo debe saber usarse para que contribuya con el desarrollo, de lo
contrario puede resultar muy perjudicial utilizada por regímenes autoritarios y
dictatoriales. Los malos también juegan… Ya lo vimos con las Listas de Tascón y
Maisanta en Venezuela. También los regímenes populistas y dictatoriales descubrieron
que es eso y para que se usa.
Los venezolanos sabemos desde hace muchísimo tiempo el azote que puede
representar tener a un pueblo ignorante. Solo recuerden a Bolívar en Angostura:
“Un pueblo ignorante es el instrumento
ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la
credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento
político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras
ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo,
la venganza por la justicia”. Discurso ante el Congreso de Angostura, 15 de
Febrero de 1819.
Nuestra lucha en Venezuela en contra del populismo, no solo el del
presente dictatorial sino el del pasado que quiere regresar a como de lugar a
seguir abusando del bolsillo y la credulidad del venezolano, pasa por enseñar
al pueblo primero a ser ciudadanos, comenzando por quitarle los “grillos de la
cabeza”. Tomará tiempo y la tecnología nos ayudará en la labor, pero lo imprescindible
es que a diferencia de Simón Bolívar en el Siglo XIX y Andrés Eloy Blanco en el
Siglo XX, los venezolanos del Siglo XXI no nos olvidemos de eso y terminemos de
aplicar el consejo de una buena vez…
Caracas,
15 de Noviembre de 2014
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana