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sábado, 14 de marzo de 2015

Resistencia: el camino hacia la Unidad



Por Luis Manuel Aguana

El año pasado, en medio de la tragedia que se escenificaba en las calles por la violencia del régimen en contra de los estudiantes, la Junta Patriótica Estudiantil y Popular (JPEP) se dibujaba como el único frente que le hacía verdadera oposición o resistencia civil al régimen en las calles. Un grupo de estudiantes, en su mayoría del interior del país, se había conformado como un bastión de resistencia al régimen. Demasiada responsabilidad para ser tomada solo por un grupo de jóvenes, pero aún así esa resistencia arrodillo al régimen con toda su represión, colectivos armados y GNB.

Lo que ocurrió en las calles el año pasado no puede ni debe ser olvidado, y menos aún si hubo sangre derramada de jóvenes venezolanos. Pero como ven, todavía se cumple aquello de la memoria corta de los venezolanos. Pero no nos apuremos al generalizar, no todos la tenemos tan corta. Por eso es que debemos sacar algunas lecciones aprendidas de esa experiencia.

Luego del “Dialogo” emprendido por la MUD con el régimen para levantarse ante la opinión pública y lavarse la cara con la sangre de los estudiantes caídos en las calles, el país “se tranquilizó”, como en efecto lo esperaban los “dialogantes” que se sentaron en esa mesa. No hubo ni un solo preso político suelto por esas negociaciones, al contrario se arreciaron las persecuciones y detenciones sin el debido proceso. Y lo más importante, en esa mesa de negociación no se discutió el rumbo comunista del país, que en el fondo era- y sigue siendo- la piedra angular de esa protesta.

Esa resistencia embrionaria que comenzaron los estudiantes con la JPEP no evolucionó a un frente unificado de los distintos factores de la oposición. Y la respuesta al porqué eso ocurrió, es la misma que resuelve el enigma de la unidad de la oposición: ningún factor político tradicional quiere retratarse con lo que se ha dado en llamar RESISTENCIA al régimen, entendida esta como aquella que ya definió a qué y a quien realmente nos enfrentamos y que sabe que para combatir a una dictadura no se utilizan los mismos métodos que se utilizan en las democracias.

En una nota publicada en esa época señalaba “En democracia se hace OPOSICION, en dictadura los verdaderos opositores hacen RESISTENCIA. Ese es el fondo de la lucha que se libra aquí, no otro. La oposición oficial ha apuntalado al régimen por razones de supervivencia. Y es por eso que siempre hemos afirmado que hay que salir de esta “oposición” primero para salir del régimen después. De allí el odio violento que nos tienen desde el régimen…y desde la “oposición”, buscando a toda costa desacreditar a los estudiantes, llegando incluso a intentar fracturar al Movimiento Estudiantil. Y hay que abortar esa jugada” (ver Oposición o Resistencia en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/04/oposicion-o-resistencia.html).

Nos ha sido más difícil que en otras épocas de nuestra historia republicana salir de esta dictadura porque existen factores que la apuntalan que se encuentran de nuestro lado, o más bien engañan a los venezolanos diciendo que lo están. Y cuando se salga de la dictadura es porque también se habrá salido de aquellos que llamándose oposición conforman las raíces de alimentación de ese sistema perverso régimen-“oposición oficial”.

Los estudiantes fueron los primeros que políticamente advirtieron esa situación, y si ustedes prestaron atención a la conformación de los grupos de resistencia que le hicieron un duro frente de batalla al régimen el año pasado, ninguno de sus integrantes actuaban en nombre de parcialidades partidistas y eran mayoritariamente del interior del país.

Lo hicieron en nombre propio, proviniendo de las universidades, ONGs, sociedad civil en todo el país. ¿y cuál fue la bandera principal? El rescate de la institucionalidad y el regreso de la democracia. Y como decían ellos mismos, no estaban en las calles peleando por un paquete de Harina Pan. Pero el resto de esa “oposición” no acompañó al reclamo en las calles de los estudiantes y la sociedad civil en general agrupados en la JPEP. Así le fue más sencillo al régimen acabar con esa “insurrección”, estando su mayor bastión en el Estado Táchira. Al final el gobierno terminó imponiéndose sobre un solo grupo en resistencia. Ganó un episodio y está muy atemorizado que se presente otro.

Entonces, ¿cuál fue la razón por la cual no se logró conformar ese frente de resistencia unido? En primer lugar porque no ha habido un criterio unificado de lucha en contra del régimen. Los partidos que hacen vida en la MUD creen que aunque este régimen sea autoritario y dictatorial, les ha permitido “espacios” electorales de convivencia donde los partidos opositores sobreviven de la teta del Estado, ya sea regional o municipal, y ahora Parlamentaria.

Saben que no podrán en los actuales momentos disputar el poder central, pero pueden ir de elección en elección y “en el camino se verá qué sucede”. A nuestro juicio esa es una tesis interesada y la vez suicida que está teniendo cada vez menos aceptación por parte de la población, ya que el régimen cada día que pasa nos atenaza aún más el cuello, ahogando poco a poco lo que nos queda de respiro democrático. Quedará de esos partidos decidir, cuando ya estén en sus últimos estertores, unirse a la resistencia como única forma de evitar morir de las manos de un Estado comunista. Y si no los vemos muertos o perseguidos después de eso, es porque siempre fueron parte del régimen.

Pero con todo y que los están ahorcando, los partidos no se han quedado tranquilos. Saben que han perdido la credibilidad de la gente y han permitido que alguna parte de su militancia se integre a los grupos de resistencia para luego neutralizarlos, absorbiendo a los líderes de esos movimientos y “comprándolos” con cargos en sus partidos o puestos salidores para las “siguientes elecciones”. Aquellos que leen esto saben quienes han pasado por eso y en qué condiciones se han dado esos procesos.

Por eso es que los venezolanos debemos tener conciencia que esto también es una carrera por el rescate de la ética en la política, que no ganaremos en tanto, o el liderazgo de la sociedad civil ignore éticamente esa nefasta práctica y trabaje en función del adecentamiento de la actividad política, o los partidos de una vez entiendan que su función no es traficar con las necesidades de la gente y se unan en un frente unificado con la sociedad civil en contra del régimen.

Por eso es que decía en mi nota del año pasado que había que abortar la fractura del Movimiento Estudiantil por parte de los partidos y que estos no convirtieran esos Movimientos en los cuidadores de sus intereses porque iban a malograr la genuina y propia interpretación de la juventud acerca de los problemas del país, matando la cantera de donde salen los nuevos lideres que vienen destinados a salvar a su propia generación.

Y por eso hay que pedirles encarecidamente a los grupos de resistencia juvenil que no claudiquen a esas tentaciones partidistas, en especial en el interior del país, que fue de donde nació originalmente la resistencia el año pasado. Ellos son los que mantienen viva la llama de la Rebelión de las Regiones y que están muchísimo más conscientes que en la capital de la importancia de mantener un genuino interés por el cambio político e institucional como el que impulsamos en el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) porque en ello les va el futuro de sus regiones. La contaminación partidista de la juventud no puede ser tolerada so pena de enterrar el sueño de una Venezuela descentralizada y desarrollada.

La unidad de todos los venezolanos es necesaria. Si hemos de luchar unidos debe ser porque cada uno entendió su rol en este complejo cuadro de factores donde se debate Venezuela. Y a eso es difícil de llegar, en particular por la manera en que los partidos han entendido el concepto Unidad. La unidad debe ser de propósito y objetivos comunes, no de unidad electoral ni por hacer que el otro se convierta a tu partido. La unidad debe ser de criterios, de si estamos todos de acuerdo o no en cual es el adversario común y acordar una estrategia para enfrentarlo.

Sin embargo al parecer la militancia de esos partidos-no su dirigencia todavía-, están comenzando a dar señales de haber entendido el significado de ese concepto de unidad que al final se traduce en Resistencia. Es un proceso que decanta lentamente de abajo hacia arriba. En la medida que el régimen ha arreciado en su represión en aras de conservar el poder, la violenta carestía, la hiperinflación, el deterioro acelerado de la calidad de vida, la gente ha comenzado a entender el significado de la palabra RESISTENCIA, que en corto significa “no me la calo”. El camino para que todos estemos juntos en contra de esto que nos está destruyendo como sociedad lo está señalando el mismo régimen. Ya está llegando el momento en que se alcanzará el nivel suficiente para que todos lo podamos seguir, haciendo que esa Unidad no solo sea creíble sino alcanzable.

Caracas, 14 de Marzo de 2015

Twitter:@laguana

miércoles, 31 de diciembre de 2014

El año de la verdad


Por Luis Manuel Aguana

Sin intención alguna de hacer un balance, escribía justo hace un año, el 31 de Diciembre, que los venezolanos teníamos para el 2014 dos retos importantes: a) Internalizar que no podemos pedir la libertad de venezolanos a un régimen que jamás la concederá, porque son extranjeros con un plan preciso de dominación. Los que conducen ahora los destinos de Venezuela no se pararán ante NADIE para lograr poner a su disposición permanente nuestras riquezas a menos que nosotros entendamos que no podemos seguir jugando ajedrez con las reglas de las Damas Chinas; y b) Necesitamos cambiar URGENTEMENTE a los jugadores que nos representan porque precisamente son una parte importante del problema.(ver Los verdaderos retos del 2014 en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/12/los-verdaderos-retos-del-2014.html).

Los balances son fotografías de un estado que se toma en un momento del tiempo. Nadie ve en un balance, por muy avezado analista que sea, cual es la situación dinámica, cual es la dirección que lleva lo que se mide. Por eso los analistas financieros para lograr medir el estado real de la salud de una empresa, colocan medidores y chequean todo el tiempo el estado cambiante de ellos para así hacer cuadros, gráficos y pronósticos. Algo así es lo que han hecho con el país los principales factores internacionales en relación a la salud financiera y política de nuestro país. Todos coinciden en algo que ya hasta el más común de los venezolanos que hace cola todos los días intuitivamente sabe: el país es inviable, con rumbo cierto al despeñadero.

Ni internalizamos que estábamos delante de un régimen que no es venezolano, que no se pararía ante nada ni nadie para ejecutar un plan de dominación comunista (un ejemplo claro de esto fue la entrega gratuita de Leopoldo López al régimen creyendo que no lo tratarían igual o peor que a Simonovis) denominado Plan de la Patria, que se hizo ley a partir de Diciembre 2013 (Ley del Plan de la Patria, Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019, Publicado en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela No. 6.118 Extraordinario, 4 de Diciembre de 2013); ni la oposición entendió-o quiso entender-, que el juego no era ajedrez sino Damas Chinas (incluso por lo chino).

Por otro lado, no solo no cambiamos a los jugadores que nos representan en la “oposición”, sino que esos mismos jugadores están deseosos de seguir jugando con las reglas del régimen a “ver que les toca” de esa repartidera que debe ocurrir en las parlamentarias con la vana ilusión que “serán mayoría” en la Asamblea Nacional. Los resultados de la charada de la elección de los Rectores del CNE y los Magistrados del TSJ son prueba de ello. Si todavía se lo creen “o tú estás en el guiso o el negro te está c… ¿Cuál de las dos será?” como en la anécdota que referí el 2011 (ver Silencio Cómplice en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/10/silencio-complice.html). Verdaderamente, ya el pueblo venezolano está ansioso por saber cuál de las dos será.

Visto esto, y aun cuando sea odioso decir “te lo dije”, no es suficiente. Hacer análisis, proyecciones, elucubraciones y balances, no es suficiente. Los venezolanos ya en este punto nos encontramos en las mismísimas manos del Creador. Y yo creo en Dios...pero con el mazo dando (bien lejos por cierto del conocido show televisivo).

Y entonces se preguntarán como el inmortal Chespirito, en su personaje el Chapulín Colorado: “¿Y ahora, quien podrá defendernos?”. Pues ustedes mismos, porque nadie más lo hará. Veamos cómo se come eso.

El 2014 ha sido el año donde más se le ha hecho resistencia real al régimen y adonde este le importa más: en las calles. Fue muy violento y costó muchas vidas. Eso llevo a un régimen desprestigiado y violador de los Derechos Humanos a pedir desesperadamente cacao. Los sucesos de las calles durante el primer semestre de 2014 obligaron al régimen de Maduro a buscar como dialogaba con una contraparte opositora que no encontraba por ningún lado, hasta que la MUD se apropió de esas banderas y le entregó al régimen sin costo alguno el sacrificio de nuestros jóvenes estudiantes en las calles. Ni siquiera pidieron la libertad de los presos políticos como condición previa para sentarse en Miraflores. Fueron corriendo a abrazarse con el régimen. Yo no inventé eso, está allí para que lo reseñen nuestros libros de historia.

Ahora bien, esa resistencia no apareció de la nada. Vino como consecuencia de sucesos muy concretos que ocurrieron en el Táchira y con cuya protesta se extendieron por todo el país, encendiendo a la juventud y a la sociedad civil en una acción sostenida que hizo temblar al régimen. Siempre dijimos que esa protesta no tenía dueño. Que se equivocaba el régimen en intentar responsabilizar a Leopoldo López o a cualquier otro dirigente político, porque ese liderazgo nunca lo tuvieron ni en sus sueños más ambiciosos, así como tampoco hubieran podido acallar ni conducir esa protesta porque ningún liderazgo político opositor tenía ni tiene la legitimidad para hacerlo.

Sin embargo la MUD se robó esas banderas, haciéndose pasar como contraparte de algo de lo cual no era arte ni parte, y por encima de la sangre aun caliente de los cadáveres de los estudiantes, jugando a representar una oposición que no era NI ES, echándole así un balde de agua fría a la protesta generalizada del país. De allí en adelante el régimen retomó el control y arreció la persecución y las torturas a los estudiantes y a todo aquel que hubiera participado en las protestas. Esa afrenta histórica marca el año 2014 como el año de la mayor traición que se le haya podido hacer al pueblo venezolano.

Dicho esto, la conclusión es que nos encontramos solos. Luchando en contra de un poder cuya representación opositora ha dado pruebas demostrativas de jugar en el equipo contrario este año que termina. La pregunta que toca es ¿qué haremos entonces los venezolanos? ¿Perderemos otro año creyendo el cuento interminable del “Gallo Pelón”, que esto lo solucionaremos con la próxima elección? Ya pasó el 2014 y la situación empeoró en relación al 2013. ¿Seguiremos esperando otro año por una “oposición” que haga oposición? Caben entonces las palabras de Juan Pablo II en su segunda visita en 1996: “Venezuela ¡despierta y reacciona, es el momento!”.  Vamos para 16 años, ya es hora…

Algunos venezolanos escogimos una ruta civil diferente a la oferta tradicional de los partidos-porque también existe la militar-, que le sirve tanto a aquellos que dejamos de creer hace tiempo en la vía electoral, como a otros que todavía siguen pensando que votar es una salida en estas circunstancias. Difícil pero posible: convocar al Depositario de la Soberanía. Al Dueño, pues. Convocar civilizadamente al pueblo de Venezuela a decidir su propio destino. Convocar al Poder Originario.

Esta vía es tal vez más lenta y condenadamente difícil, más aún porque lo hacemos sin ayuda. Pero tiene una gran ventaja: el cambio del sistema político, garantizando a las nuevas generaciones un futuro sustentable, que no dependa más de la venta materias primas y de las promesas de cualquier salvador, sino del trabajo productivo de un pueblo y la conducción de múltiples liderazgos cercanos a la gente en toda Venezuela. Es difícil, pero no imposible organizar a la sociedad civil para eso, y más aun con un Proyecto concreto que ofrecer al país en las manos. Por eso es que hay que hacerlo bien y con los mejores. Por eso es que el año 2015 será el año de la verdad.

Cada actor político actuará el rol que quiera tener en esta gran obra llamada “El Futuro de Venezuela” y todos lo veremos y calibraremos. En el Movimiento Constituyente que impulsa el Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) estamos convencidos que el país no está dispuesto a seguir siendo el espectador inerme de su propia destrucción, no solo por parte de estos, sino también de aquellos, y que eso conducirá a un protagonismo activo de todos los sectores de la sociedad civil a lo largo y ancho de Venezuela. Hacia allá vamos.

Ya las cartas están echadas y las piedras repartidas. Después de muchas manos malas y con pésimos representantes, si nosotros mismos no nos hacemos cargo de este problema, no dudo que las cosas sigan iguales o empeoren en el 2015. Pero ya comenzamos a responsabilizarnos en el 2014 como así lo ha demostrado la acogida que ha tenido el Proyecto País Venezuela en muchos Estados del país, y con el favor de Dios el próximo año finalmente comenzaremos a ganar partidas. El año 2015 será mejor que el 2014 solo si nosotros mismos nos lo proponemos, pero es menester también desearlo: ¡Feliz Año 2015! Así sea…

Caracas, 31 de Diciembre de 2014

Twitter:@laguana