domingo, 28 de febrero de 2010

Cubanos Manejan Bases de Datos de Venezolanos

Por Luis Manuel Aguana

Este fue el titular del Diario “El Nacional” de Venezuela de fecha 28 de febrero de 2010. Me es obligatorio comentar la relevancia que concede uno de los diarios más importantes de nuestro país a este tema en virtud de la complejidad de un problema que pareciera ser técnico pero que en realidad es eminentemente político y la razón por la cual inicie este Blog. 

A mediados de los años 90 un grupo de expertos del área iniciamos el denominado Proyecto PLATINO (acrónimo de PLATaforma de INformación Oficial) en el marco de la OCEI (Oficina Central de Información) precursora del Instituto Nacional de Estadísticas, INE. Este proyecto tenia la aspiración de entregar al Estado venezolano una plataforma de información automatizada para la toma de decisiones, haciendo uso de las tecnologías de información más avanzadas de ese momento.

El hecho de entrelazar a los diferentes organismos de la Administración Pública, en una sola plataforma coherente, la llamada IntraNet del Estado, estandarizando sus bases de datos, programas y sistemas, equipos y comunicaciones, no solo conllevaría a un ahorro sustantivo en la inversión tecnológica sino también a la creación de aplicaciones que hicieran un impacto positivo en los servicios naturales que un gobierno debe llevar a la población. Esto es, seguridad, salud, identificación, trabajo, vivienda, etc.

La selva de aplicaciones y sistemas de la cual esta compuesta la Administración Central, Regional y Municipal hacían de este proyecto un macroproyecto de muchos años y de una complejidad, no solo técnica sino política, ya que cuando los tomadores de decisiones se daban cuenta de la magnitud de lo que implicaba el Proyecto, todos deseaban tomar el control. Y porque? Porque cualquiera que tuviera entre sus manos la posibilidad cierta de acceder a un sistema de múltiples servidores y bases de datos capaz de navegar por toda la información que puede recopilarse de los ciudadanos, sus propiedades, las relaciones que estos y sus familiares pudieran tener con el Estado (léase empresas, contratos, trámites, etc.) iba a resultar ser una persona de mucho poder.

Cuando los venezolanos nos enteramos de que se estaba realizando un sistema integrado de Registros y Notarías a nivel nacional, el común de la gente no sabía a ciencia cierta que significado podía tener eso para nosotros. El que maneje ese sistema podrá conocer con detalle las propiedades y las actuaciones de compra/venta que cualquier ciudadano haga en nuestro territorio. Podrá saber esa información por región, monto, tipo de bien, mueble o inmueble, periodicidad y agrupada por cualquier cosa que el lector se pueda imaginar. Y esa información ahora, no solo la tiene este gobierno de corte autoritario (no dicho por mí sino por la CIDH), sino que esta en las manos de un gobierno extranjero.

Las palabras del Director del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, SAIME en El Nacional justificando los desarrollos de sistemas hechos por los cubanos porque aquí “no teníamos experiencia para elaborar un software que integrara esa tecnología” no son menos que una confesión de entrega de la soberanía nacional a una potencia extranjera ya que una expresión como esa no tiene sustento de ningún tipo en nuestro país, con universidades que tienen la carrera desde hace poco mas de 30 años, cuando los cubanos ni se imaginaban lo que era una computadora. 

A la aseveración ingenua(?) del funcionario indicando que los cubanos no les interesaría la información de los venezolanos (“¿Que puede hacer un cubano con información de un venezolano?¿Para qué le interesa?”) le digo que si alguien que mantiene un estado de ocupación en tu país como lo tienen los hermanos Castro, esta informado de lo que tu tienes, como lo tienes y donde lo tienes, esta en posición, no solo de profundizar esa ocupación, sino también de saber a quien, en donde y por que cosa ocupar. Le estas entregando tu país en bandeja de plata.

Es por esa razón que los técnicos en Tecnología de la Información no pueden ni deben ser indiferentes. Tienen una responsabilidad inmensa con el país. La tecnología y su impacto dejo de pertenecerles para ser un bien que afecta a los países, a la humanidad en su conjunto. Un técnico, un analista, un programador, un Director de Tecnología SABE lo que sus mandantes desean y pueden hacer con los sistemas. Y si aunado a ello esta consciente de que lo que se desea hacer violenta los Derechos Humanos de los ciudadanos DEBE negarse a participar en ello y denunciarlo. De otra manera es cómplice y estaría incurso en violación de esos Derechos también. Esa es nuestra cruzada.

Caracas, 28 de febrero de 2010

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