Por
Luis Manuel Aguana
“Realpolitik («política de la realidad»
en alemán) es la política o diplomacia basada en intereses prácticos y acciones
concretas, sin atender a la teoría o la filosofía como elementos
"formadores de políticas". La realpolitik
aboga por el avance en los intereses de un país de acuerdo con las
circunstancias actuales de su entorno, en
lugar de seguir principios filosóficos, teóricos o morales.” (subrayado nuestro) (ver Realpolitik en https://es.wikipedia.org/wiki/Realpolitik).
Quería comenzar
por la definición del término antes de comentar el resultado de la última
reunión del famoso “diálogo” entre el régimen y la oposición oficial. No voy a
volver sobre el papel del G3, ni que efectivamente ese resultado era previsible
(ver Diálogo ensangrentado en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/10/dialogo-ensangrentado.html
y La idea trampa del diálogo, en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/11/la-idea-trampa-del-dialogo.html).
Sería repetir lo que hemos venido diciendo desde hace mucho tiempo: la oposición
oficial es la principal responsable que el régimen siga donde está. Espero que
el que haya tenido dudas hasta ahora se haya terminado de desengañar. Incluso
hasta los más fieles defensores de la MUD están diciendo por las redes que
debieron haber consultado antes de acordar nada con el régimen. ¡Por favor!
¿Con quién creen que están tratando?
Unos acuerdos
donde el régimen se haya salido con la suya pisoteando la constitución y el
derecho de los venezolanos a revocarlo; haya permitido que les traigan a los
rehenes de este país comida y medicinas, pero siguen secuestrados; hayan
soltado a algunos rehenes en señal de “buena disposición a la negociación”;
haya “permitido” algo que es de estricta competencia constitucional de la
Asamblea Nacional, como lo es la designación de los nuevos Rectores del CNE;
haya “permitido” elecciones en el Estado
Amazonas, cosa que a todas luces es un derecho de los ciudadanos de ese Estado;
y por último haya decidido “respetar” “la autonomía, constitucionalidad y
atribuciones de la Asamblea Nacional”, asunto sobre lo cual no puede haber
negociación alguna ya que el cuerpo legislativo es la expresión natural de la
soberanía expresada en votos el 6D-2015, configuran un Diálogo que no puede
seguir teniendo razón de ser, y los venezolanos no podemos seguir aceptándolo
(ver Comunicado de la Unidad tras la segunda reunión de la Mesa de Diálogo, en http://unidadvenezuela.org/2016/11/comunicado-de-la-unidad-democratica-tras-la-segunda-reunion-de-la-mesa-de-dialogo/).
Pero los partidos
opositores sentados en esa mesa de diálogo no están negociando la salida del
régimen de Nicolás Maduro, están negociando su supervivencia electoral. Están
bajándole la cabeza al régimen asumiendo una supuesta posición de desventaja
porque “las armas las tienen ellos”, así sean minoría. Podemos molestarnos todo
lo que queramos pero el régimen ha salido fortalecido con el resultado de ese
“dialogo”.
La comunidad
internacional está contenta porque los venezolanos “llegamos a un acuerdo con
el gobierno”, aunque ni esos interlocutores que tenemos sean válidos, ni ese
acuerdo tampoco lo sea porque la hambruna seguirá aunque hayan llevado alguna
comida y medicinas los secuestrados, y el grave problema de fondo que es la
salida del régimen siga sin resolverse, lo que todos sabemos en Venezuela es el
verdadero problema, aunque Timoteo Zambrano (UNT), Luis Aquiles Moreno (AD),
Carlos Ocariz (PJ), Chúo Torrealba (MUD) y Henri Falcón (AP) estén contentos
con lo que “lograron” en ese Diálogo.
Pero visto desde
el punto de vista de “la política o
diplomacia basada en intereses prácticos y acciones concretas”, o Realpolitik, la MUD salió “exitosa” de
ese diálogo con unas elecciones y la promesa de un gobierno mentiroso de que
“respetarán” a la Asamblea Nacional, negociando a los Rectores del CNE con
Jorge Rodríguez, sin importarle un pito que la gente se siga muriendo
consistentemente de hambre y mengua en los hospitales, y que la entrada de unos
barcos humanitarios no resuelve el problema de fondo que no es otro que ir a la
raíz del mal: el régimen comunista de Nicolás Maduro y sus delincuentes. ¡Por
Dios! ¿Qué negocio es ese?
Lo que sigue son
las elecciones de Gobernadores, Alcaldes y Concejos Legislativos que harían el
año entrante, sin cambio de gobierno, como otra “concesión graciosa” del
régimen que cual perdonavidas, y luego de violar una vez más la Constitución,
decidió suspender hasta que puedan hacer algo para ganarlas. Lo importante para
ellos es retrasar hasta lo imposible la situación explosiva donde se encuentran,
y el deplorable estado ético y moral de nuestra oposición oficial se lo está
permitiendo. Y eso si lo han logrado con la pequeña ayuda de sus amigos de la
MUD.
Entonces nuestra
situación se puede resumir así: el trío AD-PJ-UNT de la MUD, el famoso G3, han
decidido ser pragmáticos, dejando de lado “seguir principios filosóficos,
teóricos o morales” a favor de prevalecer electoralmente en la próximas elecciones
de Gobernadores y Alcaldes. Esto no toma en cuenta el estado de necesidad apremiante
de los venezolanos. Lo importante para ellos son los votos de los venezolanos para
su militancia en la próxima elección. Pero creo que esa decisión les costará
muy caro.
Poner la realpolitik
a competir el hambre de la gente es una apuesta demasiado elevada y la van a
perder. Puede ser que hayan sepultado las posibilidades electorales de salir
del régimen de Nicolás Maduro con un Referendo Revocatorio para el 2016, pero
condenaron esa “unidad” que evocan en su comunicado. Veo cuesta arriba que después
de eso el resto de los partidos que condenaron el diálogo les seguirán en una
tarjeta “unitaria” de la MUD enterrándose con ellos, configurándose una división
en la práctica, comenzando por VP, cuyo principal dirigente seguirá preso hasta
que el régimen caiga.
¿Va el
partido de Leopoldo López a aceptar que sus candidatos a Gobernadores y
Alcaldes en esas próximas elecciones negociadas con el régimen de Maduro estén
por detrás de los de AD, PJ o UNT, en una “unidad” basada en el mismo criterio
que usaron el 6D-2015 para sus diputados, después de semejante traición en esa
Mesa de Diálogo, donde botaron la llave de la mazmorra donde tienen a Leopoldo
López? Serían bien estúpidos si lo hacen, no habiendo entendido lo que pasa en
Venezuela, y cuando lo entiendan será demasiado tarde.
Y una
pregunta fundamental que debemos estar haciéndonos los venezolanos: ¿vamos a
seguir calándonos esta desconexión entre lo que queremos de nuestros dirigentes
y lo que terminan haciendo, basados en sus intereses particulares, a costillas
de los votos que les damos? Solo hay que ver lo que pasó en los Estados Unidos
con la elección presidencial, donde los norteamericanos no se la calaron más. ¡Ya
es hora que empecemos a creer en otra gente!
Ya es hora
que empecemos a depositar nuestro capital electoral en otro banco. Ya es tiempo
de mirar con más cuidado las otras opciones que se nos presentan en el mercado
del cambio político. Ya es tiempo de que haya un poco mas de “principios
filosóficos, teóricos o morales” y menos de realpolitik. Ya es hora de que las
necesidades de la población le digan algo a la dirigencia política. Ya va
siendo hora que los venezolanos asuman a través del Poder Constituyente Originario
el protagonismo que les da la mil veces violada Constitución y convoquen una
Asamblea Nacional Constituyente. Ya nosotros en la Alianza Nacional Constituyente
comenzamos, no hay más tiempo que perder.
Caracas, 13
de Noviembre
de 2016
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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