Por Luis Manuel Aguana
En el medio de la gran confusión
que rodea la política en estos tiempos, lo único que está claro para los
venezolanos es que cada día las cosas están peor. Y ya no es por culpa del dólar. Cuando los bienes y servicios suben de una
semana para otra 3 y 4 veces, el dólar si apenas sube un 10 o 20 por ciento. El
régimen le subió el sueldo y los bonos a los militares en más de 2400% (ver http://cronica.uno/incrementos-salarios-a-tropas-y-oficiales-de-la-fanb-superan-2400-ano/)
mientras que al resto de los venezolanos solo nos reconoce el 100% (ver https://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Maduro-aumento-el-salario-minimo-a-3-millones-cesta-ticket-quedo-en-2-millones-196-mil-20180620-0105.html).
El dólar no está subiendo al mismo ritmo de la hiperinflación producto de la
mega corrupción del régimen. Así que un ingreso en dólares dentro de poco
tampoco será una solución si no le hayamos una salida inmediata a estos
delincuentes que manejan el país.
La economía no es más que el primer
reflejo de la política en todos los órdenes, no solo en el económico. Y es lo
primero que el venezolano común siente: el bolsillo. Más aún cuando el régimen
quiere tener operando un sistema comunista en Venezuela, con las consecuencias
que estamos sufriendo. De allí que lo que debemos resolver primero es lo
político para luego entrar en un programa de ajustes en lo económico. Ese es el
orden de las cosas. Toda lucha que el país nacional realice debe tener un solo
y único objetivo: derribar este sistema que tratan de imponernos unos pocos a
costillas del hambre de muchísimos venezolanos. No muchos en el mundo lo han
logrado con los comunistas, así que el reto es duro.
¿Por
qué creemos que la ruta que emprendimos hace poco utilizando el camino del TSJ
legítimo que opera en el exilio podría ser una vía expedita para salir de estos
delincuentes? Son varias las razones que nos hacen creer eso. Veamos.
1.- El
cuadro decepcionante de la oposición venezolana. No hay manera que los partidos
políticos reunidos en la Asamblea Nacional racionalicen en conjunto que se nos está
perdiendo la República. El criterio de sus actuaciones no se corresponde con el
interés general de la población sino de su próximo posicionamiento en el Poder
para detentar cargos a través de un sistema electoral corrupto.
Debemos
aceptarlo: no tenemos una oposición con la madurez política suficiente para
lograr perfeccionar un bloque común para luchar en contra del régimen. Si
alguna vez la tuvimos, en este momento estamos lo más alejados de eso. Hablan
de la solución electoral chilena sin pasearse por el hecho que esa gente lo
primero que entendió fue que había que salir juntos de una dictadura. Y cuando
todavía hay partidos y dirigentes que ni siquiera han caracterizado lo que pasa
en Venezuela como una narco dictadura comunista militarizada, mucho menos
tendremos una conciencia común para empezar a desentrañar como salir de este
foso. Al menos los chilenos tenían un sistema electoral en el que la población
confiara aún en dictadura. En nuestro caso no tenemos eso porque la dictadura
comunista pervirtió el sistema electoral.
2.- El
abandono de la oposición al TSJ legitimo constituido en el exterior. Después de
nombrar a los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia en sustitución de
los Magistrados “express” designados por la anterior Asamblea Nacional en
diciembre de 2015, los nuevos Magistrados fueros perseguidos por el régimen,
algunos de ellos puestos presos a la orden de la justicia militar, como en el
caso del Magistrado Ángel Zerpa.
Aun
habiendo sido designados y juramentados los nuevos Magistrados con el
procedimiento correspondiente por la Asamblea Nacional, esta institución se
resiste a reconocer a ese Alto Tribunal como corresponde desde el punto de
vista institucional, a pesar de haberse constituido como Tribunal Supremo de
Justicia en el exilio en sustitución del ilegitimo que opera en Caracas, habida
cuenta de la renuncia en masa del TSJ del régimen ante la ilegitima Asamblea Nacional
Constituyente. Ese desconocimiento se demuestra en la comunicación de fecha 7
de Mayo de 2018, cuando la AN se dirige a ellos como “Ciudadanos Magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia designados por la Asamblea Nacional”, para
responder el Auto de fecha 3 de Mayo de 2018 del TSJ legítimo (ver comunicación
de la Asamblea Nacional en https://twitter.com/asambleave/status/993653953538744327?lang=es.
Léase
que aquí existe una diferencia fundamental en ese formalismo. La misma Asamblea
Nacional que los designó los trata como “Magistrados designados por la Asamblea
Nacional”, sin darle la beligerancia institucional necesaria que ya le ha sido otorgada
al Alto Tribunal constituido en el exilio por toda la comunidad internacional,
siendo la ultima muy importante la del recién electo Presidente de Colombia,
Iván Duque, quien invitará al TSJ legitimo en el exilio a su toma de posesión
(ver información de Antonio Ledezma en https://twitter.com/alcaldeledezma/status/1012488143059193859?s=12).
Esa oposición oficialista no solo ha abandonado a los Magistrados legítimos a
su suerte, sino que les niega el reconocimiento institucional que les
corresponde como institución capaz de decidir legítimamente sobre el futuro de
la Nación.
3.- La
insistencia de la oposición oficialista en el camino electoral. Hace pocos días
Henry Ramos Allup publico una nota reveladora de lo que en realidad piensan los
caimanes y principales conductores de la oposición oficialista (ver Unidad
afectada por violaciones a compromisos y acuerdos, en http://aperturaven.blogspot.com/2018/06/unidad-afectada-por-violaciones.html).
En ella Ramos se queja del incumplimiento de la mayoría de los partidos de la
MUD al “Compromiso Unitario para la Gobernabilidad” anunciado por ellos el 19
de julio de 2017. Dice que esa ruta sigue vigente para todos los firmantes, e
indica “Podemos asegurar que el
incumplimiento de ese compromiso por algunos factores políticos e
individualidades es lo que ha afectado y continúa afectando la unidad. O dicho
en otras palabras: si el compromiso de no participar sin condiciones
electorales hubiese sido respetado y acatado por todos, hoy Maduro no estuviera
donde está ni se hubiera producido el sainete del pasado 20 de mayo. O lo que
viene a ser lo mismo: de haberse respetado el acuerdo, los venezolanos hubiesen
concurrido masivamente a votar y elegido
por abrumadora mayoría un nuevo Presidente de la República.”
¿Qué
parte de estamos en dictadura con todos los poderes secuestrados, en especial
el electoral, no ha entendido todavía Henry Ramos Allup? Aunque todos
los partidos hubiesen concurrido el 20 de Mayo a ese fraude el resultado
seguiría siendo el mismo: Maduro “ganador”. Esa es la ruta de la MUD a pesar de
una sentencia de la Sala Electoral del TSJ legítimo del 13 de junio de 2018 declarando
nulo el uso del voto y escrutinio automatizado en Venezuela. Si la MUD-Frente
Amplio insiste en esa vía ignorando esa sentencia, concurriendo todavía a
elecciones con el régimen, tendríamos que llegar a la conclusión de que forman
parte del gobierno.
Ante
este cuadro desolador, a los venezolanos no nos queda otra que esperar un
milagro que cambie las cosas en el país. Porque si lo que pase aquí dependiera
de esta conducción opositora, que de una manera u otra está jugando a la implosión
del régimen con intervención de las Fuerzas Armadas, se está dejando de lado
que cuando algo explota o implosiona nadie sabe a quién le caerán los pedazos o
quien saldrá herido o muerto, Son procesos completamente fortuitos sujetos a
las condiciones y los actores del momento. La caída no sería controlada (ver
Caida controlada, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/05/caida-controlada.html)
y podríamos “amanecer de golpe” con cualquiera conduciendo el barco, con una
altísima probabilidad de que el “nuevo” que venga sea de uno de los mismos
factores –iguales o peores- del régimen actual que se disputan el poder.
¿Y cómo
hacer que esa caída del régimen sea bien manejada como la demolición controlada
de un edificio? Eligiendo la ruta constitucional. La desolación en la que se
encuentra la oposición oficial venezolana en el país la descalifica como una
posible opción para tomar las decisiones pertinentes para sacar a Venezuela del
foso donde se encuentra. Eso lo sabemos nosotros, pero ¿lo saben los liderazgos
políticos que nos han metido en el? Un viejo adagio ejecutivo indica que el que
menos está calificado para resolver un problema es precisamente el que lo ha
originado. Y ese es nuestro caso.
El
planteamiento inédito que estamos impulsando constitucionalmente es que quien
se ocupe de dirigir las acciones para resolver el problema de buscarle salidas
a Venezuela sea un Consejo de Gobierno de Emergencia Nacional designado por el
Tribunal Supremo de Justicia legítimo, operando inicialmente en el exilio, y
contando con toda la ayuda y el reconocimiento que la Comunidad Internacional
le pueda brindar (ver Solicitud ante el TSJ Legítimo, en https://tinyurl.com/y7x87ldb). El
juicio por corrupción de Nicolás Maduro Moros y la situación de secuestro,
ineptitud y sometimiento de la oposición oficialista en el país, está dando la
oportunidad para dar un paso trascendental en esta lucha por liberar a Venezuela
de los comunistas a la brevedad posible. Esa es la Ruta del TSJ legítimo.
Apoyémosla…
Caracas,
30 de Junio de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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