Por Luis Manuel Aguana
Si los venezolanos teníamos alguna
duda del arreglo de colaboracionismo de la oposición oficial y el régimen de
Nicolás Maduro, solamente vean la denuncia realizada por el Ex Embajador Diego
Arria en un reciente video (ver video en https://bit.ly/2mBjhtu)
según la cual el diputado oficialista, el Abog. Amador
Valles Méndez se dirigió el 10 de julio al Presidente de la Asamblea Nacional,
solicitando información sobre el Presidente del TSJ legitimo, porque
supuestamente este tendría doble nacionalidad, y el mismo día el Secretario de
la Asamblea Nacional, Negal Morales se dirigió a su vez a la Cónsul General de
España solicitándole que documente “sobre la identidad de este ciudadano” y que
lo haga “de manera perentoria y urgente porque es muy importante para la
institución de la Asamblea Nacional y para ciudadanía en general”. Mayor
descaro de colaboración imposible.
¿Cuál es el interés de la Directiva
de la Asamblea Nacional de solicitar información a otro país acerca de un venezolano
que la misma Asamblea invistió como Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia?
¿Es que esas investigaciones no se realizaron cuando se analizaron las
postulaciones para ejercer las altas Magistraturas del Tribunal Supremo de
Justicia? ¿Cuál es el interés de atacar ahora al Presidente del Tribunal
Supremo de Justicia en el exilio?
En este momento la Directiva de la
Asamblea está abiertamente eludiendo una sentencia del TSJ legítimo de fecha 2
de julio de 2018 (ver Sentencia de Falta Absoluta en https://tinyurl.com/y8z7eqgq):
“SEGUNDO: Se
impone a este Tribunal en cumplimiento del mandato supremo de asegurar la
integridad de la constitución y el orden en ella establecido (artículo 334 del
texto magno) poner fin al desorden institucional que reina actualmente en el
Estado, el cual, en caso de extenderse, pudiera atentar contra las bases
fundacionales de nuestra República; por lo que, LE CORRESPONDE A LA ASAMBLEA
NACIONAL DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, por aplicación extensiva
en la línea de suceder en el cargo de Presidente de la República, en virtud de
la evidente falta absoluta que rodea actualmente la Presidencia de la República
y la renuncia tácita en que incurrió el Vicepresidente Ejecutivo al optar por
otro cargo público indebidamente asignado, QUE DE CONFORMIDAD CON EL PRIMER
APARTE DEL ARTÍCULO 233 DE LA CONSTITUCION DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA, SUPRA MENCIONADO, PROCEDA A LLENAR EL VACIO CONSTITUCIONAL DE LA
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA, hasta que se puedan celebrar elecciones
presidenciales, previo nombramiento de nuevos Rectores del Consejo Nacional
Electoral, depuración y actualización del Registro Electoral y Voto Manual,
entre otras condiciones mínimas necesarias, ajustado en todo, a lo ordenado en
la sentencia de la Sala Electoral de este Máximo Tribunal de fecha 13/06/2018,
Expediente SE-2018-001.”
¿Es esta decisión la que pretende
evitar la Directiva de la Asamblea Nacional? En este momento la Directiva de la
Asamblea y el régimen de Nicolás Maduro tienen un enemigo común muy incómodo:
el TSJ legítimo en el exilio. A ambos les resulta muy inconveniente que se
cumpla esta sentencia. Al régimen por razones obvias, pero a la oposición
oficialista por razones muy difíciles de tragar para la opinión pública
nacional: el régimen amenaza con no irse solo, sino llevándose con el a todos
los cómplices que ha tenido siempre en la oposición oficial, comenzando con los
implicados en el mayor escándalo de corrupción latinoamericano de los últimos
tiempos: el caso de Odebrecht.
Desde Venezuela es imposible con
la oposición oficial que controla a la Asamblea Nacional escoger un Gobierno
que reemplace al régimen de Nicolás Maduro por una simple razón: son lo mismo.
El equilibrio de poder que ha sostenido el régimen de Nicolás Maduro -y antes el
de Hugo Chávez- siempre se basó en que la oposición oficialista impidiera su
reemplazo a cambio de contratos encubiertos y migajas de poder en Gobernaciones
y Alcaldías, con financiamiento a sus principales lideres. Eso la dirigencia
principal de la Asamblea Nacional.
Le sería imposible a la oposición
oficial cumplir con esa sentencia solo por el hecho de que tendrían que nombrar,
como bien dice el aparte Segundo de la Decisión del TSJ legítimo, “los nuevos Rectores
del Consejo Nacional Electoral, depuración y actualización del Registro
Electoral y Voto Manual, entre otras condiciones mínimas necesarias, ajustado
en todo, a lo ordenado en la sentencia de la Sala Electoral de este Máximo
Tribunal de fecha 13/06/2018, Expediente SE-2018-001.”. Eso no lo permitiría el
régimen.
Solamente
por esto la Asamblea Nacional evadirá por todos los medios a su alcance el
cumplimiento de esa sentencia, así sea echando mano del expediente de enlodar
el nombre de los Magistrados del TSJ legítimo, y si pueden hacer causa común
con el régimen para desconocerlos, mejor aún. Hay demasiada complicidad entre
la oposición oficial y el régimen, y también mucho que perder.
¿Qué podemos hacer los venezolanos
ante esta triste realidad? ¿Aceptarles a Omar Barboza y su directiva
colaboracionista la permanencia indefinida de Nicolás Maduro en el poder? Les
llegó el momento de la verdad. Harían bien los diputados que no están en
complicidad con esta situación apartarse y pronunciarse a la brevedad posible.
Si no lo hacen se harán cómplices por omisión.
A los venezolanos solo nos queda
apoyar por todos los medios que nos sea posible, a los Magistrados que se
constituyeron como Tribunal Supremo de Justicia legitimo en el exilio para que
tomen la decisión histórica de designar a la brevedad un Gobierno de Emergencia
Nacional que nos conduzca por sobre toda esta basura de corruptelas locales, hacia
una solución definitiva que nos permita dar por terminado este régimen
oprobioso que nos desgobierna y nos está matando de hambre y enfermedades. La
Asamblea Nacional no solo esta descalificada para cumplir con el mandato de la
sentencia del TSJ legitimo, sino que si lo llegara a hacer no sería para
beneficio de los venezolanos, sino para el de un binomio de corrupción con el
régimen. Así de grave están las cosas por la corrupción, el secuestro
institucional y el colaboracionismo. La solución dejo de estar en Venezuela.
Caracas,
23 de Julio de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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