Por Luis Manuel Aguana
Desde la intervención del Canónigo Madariaga
en aquel histórico "Yo tampoco quiero mando" del 19 de abril de 1810,
hasta la Pastoral del Mons. Rafael Ignacio Arias Blanco, en ocasión del 1 de
mayo de 1957 que fue punto de partida para la caída de la dictadura
perejimenista y el restablecimiento de la vida democrática en Venezuela (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Ignacio_Arias_Blanco),
la Iglesia Católica con sus precisas intervenciones ha tenido un rol crucial en
los momentos definitorios de la vida de la República.
En esta oportunidad, y en lo que se ha
señalado como el peor y mas oscuro momento que vive Venezuela desde su
fundación, la Iglesia Católica no deja de dar su clara orientación a los
venezolanos.
En un esclarecedor artículo publicado esta
semana en el diario El Nacional titulado "Iglesia
ante urgente cambio nacional", Mons. Ovidio Pérez Morales nos
recordó la exhortación de los obispos el año pasado, "a todos los venezolanos a “ser protagonistas del
presente y del futuro de nuestro querido país” y no simples espectadores
frente al mal." (ver articulo en
Este artículo de Mons. Perez Morales debería
ser replicado con tanta o mayor
intensidad en las redes sociales como el que publicó recientemente el profesor
Ricardo Hausmann, indicando una intervención militar en Venezuela.
¿La razón? Mons. Perez Morales al recordarnos
que el episcopado en su exhortación pastoral “Jesucristo luz y camino para
Venezuela” (13/1/2017) fue sorprendentemente preciso en lo que habia
que hacer el año pasado y no se hizo, volviéndonos a indicar como buen pastor
de la Iglesia, el camino que lamentablemente los factores politicos ignoraron
el 2017 y tercamente todavia insisten
en ignorar:
"El cambio político
que los obispos plantean implica un referéndum sobre el régimen-sistema “socialista”, que va más allá de una
simple elección presidencial; exige reconstituir el Consejo Nacional Electoral,
desmantelar la ilegítima asamblea nacional constituyente y asegurar las
condiciones para la manifestación libre del soberano. También abre la puerta a
la convocatoria de una genuina asamblea constituyente."
Este camino se resume en una sola frase: Que el pueblo venezolano decida. Que el
pueblo venezolano decida si quiere ser socialista; que el pueblo venezolano
decida si quiere que sea un grupo sectorizado de la sociedad o el pueblo
soberano con con sus representantes legitimos, quienes conduzcan o no un cambio
politico en Venezuela a traves de una Asamblea Nacional Constituyente; que el
pueblo venezolano decida su destino.
Esta es misma posición de principios y
propuesta de la Alianza Nacional Constituyente a todos los venezolanos. El 28 de Octubre de 2017 la
Alianza Nacional Constituyente publicó un comunicado instando a la Asamblea
Nacional legitima a la realización de un Referendo Consultivo para consultarle
al pueblo acerca de la solución definitiva al problema de los venezolanos,
partiendo de la visión conceptual que es el Pueblo y solamente el Pueblo
venezolano quien debe determinar su propio destino (ver La solución reside en Pueblo Soberano, en http://ancoficial.blogspot.com/2017/10/la-solucion-reside-en-el-pueblo-soberano.html).
Esa
solución pasaba porque la Asamblea Nacional cumpliera con su obligación legal y
constitucional de nombrar un Poder Electoral legítimo y que con auxilio de la
observación internacional se procediera a consultar a los venezolanos acerca de
las materias propuestas allí, en relación a la Asamblea Nacional Constituyente
del régimen y el nombramiento del un Gobierno de Unión Nacional, como lo
decidiera el pueblo venezolano en la Consulta Popular del 16 de Julio, y que
fuera ignorada por los factores políticos convocantes de esa Consulta.
La
obligación de consultarle al pueblo venezolano cualquier solución en relación a
su futuro fue ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia legítimo con sede
en la OEA en Washington, DC., en el Auto de Ejecución de Sentencia de fecha 30
de Noviembre de 2017 (Auto del TSJL del 30-11-2017 en http://ancoficial.blogspot.com/2017/12/auto-de-ejecucion-de-sentencia-tsj.html),
de acuerdo al cual: “En razón de que el
país está sumido en una crisis social y económica profunda que tiene afectado
la vida normal de los ciudadanos, es procedente la activación de la resistencia
civil y pacífica decretada por este Alto Tribunal al tenor de los artículos 333
y 350 constitucional, lo que hace urgente producir los cambios que requiere
Venezuela para la restitución de la vigencia de la Constitución y por ende de
la democracia en Venezuela, por lo tanto, cualquier
salida de la crisis que se pretenda en el escenario político, debe hacerse
dentro de los mecanismos de participación popular que consagra el artículo 70
de la Constitución, y nunca a espaldas del pueblo, con el fin primordial de
provocar la salida inmediata de todo aquello que ha generado la crisis por la
que atraviesa el país.” (Punto No. 3 del Auto del TSJL) (Resaltado
nuestro).
Esto
hace mandatorio la consulta al pueblo de Venezuela. Si los factores políticos
reunidos en la MUD ignoraron la propuesta de la Alianza Nacional Constituyente
y ahora negocian un acuerdo a espaldas de los venezolanos, no pueden ignorar
que cualquier acuerdo que se realice pasa por la aprobación del soberano Pueblo
de Venezuela.
La
Iglesia Católica marca de nuevo, con estas palabras de Mons. Ovidio Perez
Morales, un camino de luz cierto para todos los venezolanos. Despues de esto,
Maduro debiera decir como Emparan cuando la Iglesia representada por el
Canónigo de merded José Joaquín Cortés de Madariaga, instara al pueblo a
rechazar su mandato: "Si no me queréis, pues yo tampoco quiero
mando".Y realmente no lo queremos...
Caracas,
6 de Enero de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana