Por
Luis Manuel Aguana
Los argumentos de matemáticas electorales utilizados por algunos
analistas para indicar que quienes deciden no ir a votar son los culpables de
que el régimen continúe en su santo lugar me recuerdan a aquella famosa frase
de los casinos que juegan con los dados cargados y las ruletas arregladas:
"la casa gana y se ríe".
En otras palabras, aquellos que deciden no ir a jugar en un casino en
el que no tienen NINGUNA probabilidad de ganar son los culpables de que los que
si van pierdan. El mundo al revés pues. Y no es que comparemos las elecciones
con un juego de azar sino lo que comparamos es a nuestro sistema electoral
reducido a eso por el régimen y al que NUNCA podremos vencer, como aquellas
ruletas arregladas y dados cargados del casino, por la manera en que fue
concebido desde el año 2004 y que se ha perfeccionado y mutado a formas más
agresivas precisamente con nosotros de conejillos de indias.
El argumento fundamental que sostenemos, no es que neguemos al voto como
herramienta de la democracia sino procurar que el voto no lo sea de la
dictadura. Y trataré otra vez de explicar el fondo del problema, que de ninguna
manera representa una excusa, sino una fundamentación para no continuar
respaldando un régimen que se alimenta de nuestra indefensión aprendida.
Reducir de forma maniquea este grave problema de la abstención en
tiempos de dictadura a un problema de la “decisión necia” de un grupo de
“desadaptados” que “no entienden” que vamos a perder si la abstención sube es
simplemente ignorar que es lo que está pasando en el país, ya sea de forma
interesada o no.
Análisis expuestos en la prensa como los de la periodista Thays
Peñalver apuntan en esa dirección (ver A votar que esto se va a acabar, por
Thays Peñalver, El Universal,
Afirmar que “El 14A ganamos en Anzoátegui, Bolívar, Lara, Mérida, Miranda, Nueva
Esparta y les dimos una paliza en Táchira y en Zulia. Técnicamente empatamos en
Carabobo y le ladramos en la cueva al lobo (Barinas por 18 mil votos)” lo
que en realidad indica son resultados contradictorios con la lógica racional.
El 16D, solamente cuatro meses antes, los resultados en Anzoátegui, Bolívar,
Mérida, Nueva Esparta, Táchira, Zulia, Carabobo y Barinas, fueron todo lo
contrario, siendo el caso más patético el de Aristóbulo Isturiz, de quien la comunidad
anzoatiguense bromeaba diciendo que llego buscando vacas en Lecherías.
¿Qué paso allí? ¿Porque el sistema electoral
del CNE daba más electores para el gobierno en diciembre y no se conservó eso?
¿Por qué en los casos de Lara y Miranda (Falcón y Capriles) se conservó
sospechosamente igual? ¿Por qué los resultados fueron buenos el 14A en esas
localidades y malos para la oposición cuatro meses antes? Esas son las
preguntas que cualquier analista serio debe hacerse. Lo menos que debería haber
allí es la sospecha de que algo anda mal con el sistema electoral e
investigarlo.
Hablemos de matemáticas, pero de matemáticas
serias, no la de los resultados distorsionados que el CNE publica, sino de los
estudios post mortem hechos sobre esos mismos resultados y que distorsionan el
cálculo matemático internacionalmente reconocido.
Ese es el tipo de preguntas que se hicieron
los investigadores cuando se analizaron matemáticamente las elecciones del 7-O.
Cualquier investigador serio debe leerse el informe completo “Elección Presidencial
en Venezuela 2012 – Una Evaluación Integral” de Febres-Cordero, Marquez y Weil.
Pueden bajarlo desde la siguiente dirección (https://drive.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDWUQwanJiYUUtRFU/edit?usp=sharing).
Del Resumen Ejecutivo extraemos el siguiente párrafo que es revelador de lo que
estamos indicando aquí:
“Este informe presenta
una evaluación de los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE)
y anomalías detectadas con base a un análisis de inconsistencias de todas las
mesas y centros de votación del país. Las inconsistencias se asocian con los
resultados en mesas de un mismo centro o de éstas con el ámbito territorial
(parroquia) a la cual pertenece. La
magnitud de las inconsistencias detectadas en votos validos se estiman en el
orden del 12% para los centros con más de una mesa y de 92% para centros con
una sola mesa. En relación a la ubicación de estas inconsistencias, la
mayor cantidad (19%) fueron detectadas en el estado Zulia para centros con más
de una mesa y en el estado Lara (8%) para centros con una sola mesa. En cuanto al origen probable de las
inconsistencias, el factor tecnológico es el dominante (71%) para centros con
más de una mesa, mientras que el factor humano es el dominante (86%) para
centros con una sola mesa. Adicionalmente, se demuestra una correlación
muy alta entre la magnitud de las inconsistencias detectadas y la disminución
del porcentaje de votos del candidato de la oposición.”
El informe concluye indicando
que “las inconsistencias encontradas en muchos
centros de votación y la magnitud de las mismas, implican que los resultados
oficiales de las elecciones del 7-Oct-2012 no reflejan la voluntad popular con
seguridad estadística.”. Léase bien: NO REFLEJAN LA VOLUNTAD POPULAR de acuerdo a las matemáticas y la
estadística. No hay ninguna razón para dudar que se repitiera la misma historia
para el 14A, habida cuenta que las condiciones electorales fueron exactamente
las mismas, cortesía de la MUD.
El
problema es mucho más grave que decir que los abstencionistas son los culpables
de la tragedia de la oposición sino que el CNE y el régimen, que tienen
secuestrada la manera de votar en Venezuela, deciden quién gana y quien pierde
una elección en este país. ¿Cómo quieren que se los expliquemos? Si un
individuo que nunca había pisado la Playa de Lecherías en Anzoátegui gana una
elección en un Estado donde nunca se había presentado sino para ir de
vacaciones, algo huele a podrido, y no en Dinamarca sino en el CNE.
No es una comparación valida y es maniqueo indicar
que “Impugnar las elecciones por fraude e
intimidación y llamar a votar, no es un contrasentido. Es internacionalmente
reconocido como la mejor estrategia política ante unas elecciones abusivas. Lo
han hecho en México, Estados Unidos, Canadá o Inglaterra sin que esto
signifique dejar de llamar al voto.”. La primera afirmación es válida en
democracia. Esos países no están invadidos por especialistas cubanos en sus organismos
electorales ni poseen sistemas cerrados de urnas electrónicas con sistemas de
auto-auditorias controladas. Es obvio que no votar en una democracia es
contraproducente y en esos países HAY DEMOCRACIA, lo que lamentablemente no
ocurre en Venezuela.
Ignoro cuales fueron los 133
supuestos de impugnación que leyó la periodista Peñalver pero no fueron los de
todas las impugnaciones porque si no se hubiera topado con el recurso
introducido por la sociedad civil que indicaba todas estas cosas, muy diferente
de lo introducido por la MUD, que defendía al CNE en su condición de “árbitro
imparcial”. (Ver Sociedad Civil se Moviliza: Recurso ante el TSJ por “Nulidad
Absoluta” de Elecciones del 14A en http://porlaconciencia.com/?p=11247).
Pueden bajar el Recurso completo que hace referencia en su página 70 “De la manipulación electrónica de los
resultados” (ver recurso en http://porlaconciencia.com/wp-content/uploads/2013/05/Recurso-contra-el-proceso-electoral-del-14-de-abril-de-2013.pdf).
La legitimación de la dictadura
es un concepto internacional. Venezuela está
proyectando una conducta como pueblo que no se corresponde con la realidad de
lo que pasa aquí. A los ojos de la comunidad internacional ver a un pueblo
votar entre candidatos "opositores" y "oficialistas" da la
percepción errónea de que aquí existe democracia Y ESO NO ES ASI.
En la
medida que vean a la gente votando, desde el punto de vista del mundo, aquí hay
democracia. Por otro lado, el VOTO es un instrumento de la democracia. Las
dictaduras lo usan para precisamente dar esa percepción internacional y seguir
logrando acuerdos, apoyos y financiamientos internacionales porque aquí, de
acuerdo a esa conducta de la población, NO PASA NADA. La dictadura se legitima
ante el mundo con esa conducta nuestra perniciosa que indica que estamos en
dictadura pero votamos en ella.
Pedirle a alguien que “busque la encuesta
más recalcitrantemente opositora que encuentre” no sirve para nada desde el
2004 cuando Eric Ekvall entendió a través de sus amigos de Penn,
Schoen&Berland que en Venezuela existía y aun existe el “Factor Miedo” y
ninguna encuesta refleja la realidad del país (ver mi nota Farewell Eric
en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/farewell-eric.html).
Así que ese comentario es cuando menos negatorio de la realidad.
Y se equivoca de nuevo la periodista Peñalver
al indicar que la “trampa salió cuando el 81% fue a votar”. No, la trampa salió,
como se demuestra en los estudios de ESDATA, desde el Revocatorio de 2004. Y
allí fue donde mejor se consumó. Luego siguió el 2006 (con los acuerdos
Rosales-Petkoff-Borges de la oposición), el 2012 y ahora el 14A. No, la trampa
la hemos venido denunciando por años. Así que si la rana se quiere cocer en
microondas no será por culpa de quienes ya estamos en protesta cívica al
negarnos a seguir en la votadera legitimadora sino por aquellos que conociendo
esta realidad aun desean continuar en ella haciendo que la casa siga riendo.
Caracas, 29 de Noviembre de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana