sábado, 31 de julio de 2021

Negociar con criminales

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Prácticamente desde que comenzó la tragedia con este régimen siempre he pensado que Venezuela se compara a un país completo metido en una situación de rehenes. Así lo señale en el año 2014 cuando los estudiantes estaban siendo masacrados en las calles por el régimen de Nicolás Maduro Moros (ver País secuestrado, en  https://ticsddhh.blogspot.com/2014/04/pais-secuestrado.html). Allí decía: “Y los secuestradores necesitan de usted, el pueblo de Venezuela, para hacer que se tranquilicen los muchachos. Pero como usted bien sabe es imposible sentarse con ellos (los secuestradores) porque la UNICA conversación valida es que SALGAN DE LA CASA INMEDIATAMENTE. Y que ahora no solo serán los muchachos quienes protestarán para que se salgan sino el resto de la familia, porque ya les perdieron el miedo. Miren lo que lograron los muchachos…”.

Y sigo pensando igual, la única conversación posible es que se salgan de la casa inmediatamente. Esa es la oportunidad que plantea el nuevo proceso de negociación propuesto por ANCO y asumido como propio por parte Consejo Rector de la Conferencia Ciudadana para el Restablecimiento Constitucional y Democrático (ver Propuesta a la Nación y la Comunidad Internacional, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/07/el-consejo-rector-de-la-conferencias.html). Y es que la palabra “negociación” está tan desprestigiada que el solo hecho de mencionarla implica claudicación frente al régimen. Y no es así.

Hay solo dos maneras de enfrentar al régimen: por la vía pacífica y constitucional, o por la vía violenta. No existen puntos medios, como no existe mujer “medio preñada”. Como mencionaba en mi nota de 2014, unos individuos armados nos tienen de rehenes en nuestra propia casa, y la policía afuera está haciendo denodados intentos para que salgan pacíficamente sin la necesidad de entrar violentamente y generar muertos de parte y parte, incluyendo a los que vivimos en la casa. O que el régimen produzca una reacción interna tan virulenta que terminemos en una guerra civil.

En anteriores intentos de negociación, los “negociadores” no solo fueron engañados por los delincuentes, sino que se convirtieron en sus cómplices para alargar el suplicio de los que viven en la casa. De allí que nadie dentro de la casa confíe mas en una negociación, prefiriendo que la policía entre a la fuerza y así acabar de una vez con el suplicio, sin importar cuántos muertos se cuenten al final. O que cualquier salida que implique violencia sea la solución. Por más desesperante que esto sea, siempre he creído que siempre se le debe dar un chance a la paz, como se decía en la época de las guerras en los 60s, así me tilden de comeflor.

Las exigencias de Maduro como requisito para sentarse a negociar, esto es, que le quiten las sanciones, lo reconozcan a él y su parlamento irrito, o que le devuelvan el botín incautado en el exterior, lo que hace es que ni siquiera exista la posibilidad de una negociación probable con él. Es la misma solicitud que harían los secuestradores de nuestro ejemplo de 2014 de quedarse a vivir por siempre en la casa y que los dejen en paz. No están ni siquiera planteándose pedir un avión para irse y salir de la casa con el botín. Yo negociaría eso si ellos se avienen a ese proceso con tal de que abandonen la casa.

Los intentos de “negociación” realizados por el Presidente Encargado Juan Guaidó de unas “elecciones con condiciones” tienen ese mismo resultado, y mucho menos lograr que el régimen acepte unas elecciones presidenciales cuando precisamente lo que piden para negociar es el reconocimiento de su presidencia espuria obtenida fraudulentamente el 20 de Mayo de 2018. ¿En que nos deja todo esto? Que no habría nada que ofrecerle al régimen para lograr que los delincuentes abandonen el secuestro al que someten a la población, más allá del levantamiento de las sanciones impuestas por la Comunidad Internacional.

Lo anterior nos indica que el régimen seguirá su camino de unas elecciones con o sin la oposición oficial, entre otras cosas porque ya tiene una oposición comprada para noviembre - los de la llamada “mesita” -  y aunque eso no les quitará las sanciones, si podrán continuar en su ruta de consolidación y secuestro de los venezolanos.

Visto lo anterior, hemos propuesto una nueva ruta de negociación que incluya al doliente: la sociedad civil, con una nueva y única propuesta a negociar: un proceso de elección Constituyente Originario. ¿Porque esto podría ser aceptable para el régimen? Porque cumpliría con los requisitos exigidos para levantar las sanciones en la declaratoria sobre Venezuela del 25 de Junio de los EEUU, UE y Canadá acerca de una solución que incluya a todos los venezolanos: “La solución pacífica a esta profunda crisis política, social y económica debe provenir del mismo pueblo venezolano, a través de negociaciones de amplio alcance impulsadas por los venezolanos en las cuales participen todos los actores interesados” (ver comunicado EEUU-UE-Canadá: Declaración conjunta sobre Venezuela, en https://www.state.gov/translations/spanish/ee-uu-ue-canada-declaracion-conjunta-sobre-venezuela/). Ya hemos dicho incansablemente que somos actores interesados. Además, en ese proceso estarían representados todos los sectores del país, incluyendo al PSUV, negociando con todos los involucrados de la mesa propuesta las bases para la elección de esos representantes, con la intermediación electoral de la Comunidad Internacional representada en los firmantes de la Declaración conjunta sobre Venezuela.

Ese proceso daría como resultado la representación legítima de todos los venezolanos de cualquier parte del país y de cualquier tendencia, y que traería como consecuencia una solución definitiva al Poder Ejecutivo detentado por Nicolás Maduro Moros. Ni siquiera él podría poner en duda que sea el pueblo venezolano quien decida el destino de la Nación, habida cuenta que fue su propio mentor, Hugo Chávez Frías quien propuso la solución constituyente por primera vez en Venezuela en una campaña electoral en 1998. ¿Por qué lo que fue bueno para el pavo en 1998 no puede ser igual de bueno para la pava en el 2021? La diferencia estaría en que en esta oportunidad se negociarían con todos los involucrados las bases de esa convocatoria para que ninguna parte quede en desventaja sobre la otra. ¿De qué otra manera podríamos encarrilar lo que se descarriló en 1999?

En ninguna parte aquí estoy negando el carácter criminal de quienes ahora conducen el país. La diferencia es que esta negociación sería el equivalente a negociar el secuestro de los venezolanos, dándoles a los secuestradores la oportunidad de montarse en el avión para abandonar el secuestro sin derramamiento de sangre. De negarse a darle participación al pueblo venezolano en la solución de la crisis, no solo el régimen sino aquellos que conforman la oposición oficial venezolana reconocida internacionalmente, estarían declarando abiertamente que este sería el último esfuerzo de una solución negociada y eso lo deben entender así los firmantes de la Declaración conjunta sobre Venezuela en el exterior. Después de eso insistir por la vía de negociar con los secuestradores costaría con seguridad muchas más vidas de venezolanos inocentes, por lo que entonces se debe seguir a la siguiente etapa de este secuestro.

Algunos venezolanos pensamos que todavía existe la oportunidad de presentar esta alternativa a los venezolanos y al mundo, a días u horas de que la oposición oficial cometa el error irreparable de reconocer al régimen de Nicolás Maduro Moros a través de la participación en unas elecciones regionales espurias, que solo le darían al régimen el argumento muy difícil de rebatir de que al concurrir todos los partidos a unas elecciones y comprometerse en aceptar sus resultados, no solo estarían reconociendo al CNE sino a la Asamblea Nacional del régimen que lo designó, electa de manera ilegitima el 6 de Diciembre de 2020, y rechazada por la mayoría del pueblo venezolano en la Consulta Popular celebrada del 7 al 12 de Diciembre de 2020. Esto le daría la espalda a 6,4 millones de venezolanos que dimos un mandato claro. A partir de eso cualquiera tiene el derecho de solucionar esto por las malas.

A la Comunidad Internacional firmante de esa Declaración, comenzando por los EEUU no le quedaría otra cosa que aceptar ese hecho del régimen, concediéndole la legitimidad a ese Parlamento espurio y dejando de reconocer lo que queda de la Asamblea Nacional del 2015. Eso es lo que no acaban de entender los que por ambiciones miopes por cargos locales están colocando en el borde del barranco el futuro de Venezuela.

Puedo entender a aquellos que ya han cerrado toda negociación con el régimen. Y a esos les digo que la única negociación posible para los secuestradores es que se monten en el avión que les ofrecemos de una elección Constituyente para que éste decida el futuro de los venezolanos. De no darse de esta manera, eso no significa que no sea necesario el proceso Constituyente. En ese caso se haría aun más necesario pero para recoger lo que quede de los escombros de la República después de la caída del régimen de Nicolás Maduro Moros por cualquier vía que la realidad imponga. Y ese terreno ya no es de la negociación con los criminales, sino el de la violencia política generalizada. Espero que quienes la están empujando sepan de qué se trata eso porque esa guerra no será lejos de la casa de todos nosotros…

Caracas, 31 de Julio de 2021

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domingo, 25 de julio de 2021

La nueva capitulación

Por Luis Manuel Aguana

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Es bueno recordar la carta que enviara el Embajador Diego Arria a la Directiva de Fedecámaras en ocasión de su 71ª Asamblea Anual en el año 2015, luego de la presencia de Delcy Rodríguez en la 77ª Asamblea Anual de esa Federación en días pasados. La carta del Dr. Arria titulada “La Capitulación de Fedecámaras” volvió a circular por las redes sociales como si hubiese sido escrita ayer (ver La Capitulación de Fedecámaras, en http://aserne.blogspot.com/2015/07/diego-arria-la-capitulacion-de.html). Incluso algunos que no la conocían pensaron que había sido reciente dado lo actualizado de sus señalamientos, ya que en lugar de haber tomado en cuenta esas observaciones en el año 2015, los empresarios hicieron todo lo contrario, mostrando luego de 6 encuentros anuales adicionales, una entrega completamente abierta al régimen para el presente año 2021.

Y la respuesta igualmente no puede ser otra que la que diera el Embajador Arria en el año 2015 y que se resume en la nota que publiqué en ese momento: La Primacía de las Libertades Políticas (ver La Primacía de las Libertades Políticas, en https://ticsddhh.blogspot.com/2015/07/la-primacia-de-las-libertades-politicas.html): si queremos poner comida en la mesa del venezolano, lo primero que debemos garantizar es un sistema político que respete las libertades civiles y los Derechos Humanos. Así de simple.

Pero algunos me dirán, ¿y qué pueden hacer los empresarios si no es plegarse al régimen o desaparecer? Y es un tema profundamente ligado a la ética, o cuál debe ser la banda mínima de operación que permita subsistir al empresario sin entregarse a un régimen que lo que juega es a la desaparición del tejido empresarial, dentro de un sistema altamente regulado donde no se permite el libre juego de la oferta y la demanda. ¿Cuál es el tipo de empresario que ha de sobrevivir en ese ambiente? En otras palabras, deberíamos preguntarnos: ¿existen todavía empresarios verdaderos en Venezuela? Y si existen, ¿hasta cuando pueden sobrevivir en el marco de un régimen que maniobra para su desaparición definitiva?

Hay una teoría que señala que, salvo muy contadas excepciones, en realidad nunca hubo en el sentido estricto, empresarios en Venezuela. Nunca hubo un escenario de competencia que permitiera que las empresas crecieran y se desarrollaran fuera del manto protector del todopoderoso Estado venezolano. Para crecer y desarrollarse en Venezuela se debía tener de alguna manera negocios con el gobierno, el único poseedor y administrador de la riqueza última, el petróleo. Todos los caminos del empresariado venezolano conducían – y todavía conducen - a esa Roma.

Los grandes sectores industriales y comerciales del país vivieron siempre del Estado venezolano. De allí que fuera imposible que la gran maquinaria de la economía privada venezolana funcionara con un Estado quebrado. Cuando el Estado y su administrador, el gobierno, no tienen dinero para sostener una economía altamente dependiente de un único producto de exportación, vemos la debacle que estamos padeciendo.

Los delincuentes que desmontaron pieza por pieza la industria petrolera, no se dieron cuenta que estaban serruchando la rama del árbol donde estaban –y estábamos todos- sentados. Ni siquiera los cubanos que nos invadieron con el permiso traidor de quienes gobiernan el país, nunca entendieron que estaban desmontando con su ayuda, su propia subsistencia futura, actuando como el alacrán montado sobre la rana al cruzar el río, picándola para ahogarnos a los dos. En otras palabras, defecaron sobre su plato de comida. Ni siquiera entendieron que la desestabilización que siguen impulsando por Latinoamérica requería de una Venezuela con plena fortaleza económica, al ser este el país con una industria petrolera que debía ser mantenida y resguardada.

Los “empresarios” que han quedado en el país y a los que se dirigió Delcy Rodríguez en la 77ª Asamblea Anual de Fedecámaras, no son empresarios, por lo que mal podríamos esperar conductas empresariales cónsonas con esa condición. Serán empresarios cuando demuestren que están dispuestos a imponerse sobre la realidad que les acontece.

El Profesor Emeterio Gómez, quien fuera en vida una de las autoridades venezolanas más importantes en el terreno de la Ética y Moral, indica en su obra “Responsabilidad Moral de la Empresa Capitalista” (1) que: “La comprensión de la Ética y del Ser Humano pasa por detectar cuando la Realidad o el Mundo se nos imponen y cuándo es que nosotros podemos imponernos sobre ellos. O, también, respectivamente, que es lo que NO podemos cambiar en el Mundo y que es lo que si podemos cambiar en él”…”…La Ética tiene sentido mientras usted tiene posibilidades de imponerse por sí mismo sobre el vicio…o sobre la realidad”…”…si usted se voltea y decide nadar contra la corriente, entonces las palabras nadar y decidir cobrarán su significado pleno. ¡Ahora usted si sabrá lo que es nadar y lo que es decidir. Si usted se mete en el río –o en la vida- y no hace el esfuerzo por “ir contra la corriente”, entonces inevitablemente esta lo arrastrará. Y, lo más importante sobre lo que vale la pena reflexionar: ¡si la corriente es muy fuerte, el esfuerzo que usted tendrá que hacer será mayor! Y cabe pensar también que la corriente pudiese ser demasiado fuerte y que usted no tendrá ningún chance de evitar ser arrastrado… en cuyo caso es mejor que no se meta en el río”.

¿Cómo se aplica esto a nuestros “empresarios” de Fedecámaras? Que existe una realidad que se impuso, el régimen. Y ellos como empresarios tienen la obligación de imponerse a su vez sobre esa realidad. Si alguno de ellos tiene la Ética suficiente intentará hacerlo, esto es, nadar contra la corriente. Si no lo hace, la corriente –el régimen- lo arrastrará, por lo que el esfuerzo tendrá que ser mucho mayor. Si no están dispuestos a hacerlo, que no se metan al río como recomendaba el Profesor Gómez. Esto es, no juegue a ser algo que no podrá ser ante una realidad actuante y si se mete al río y no nada en contra de la corriente, usted NO ES quien dice ser, sino algo que una realidad superior a usted le impuso.

Pareciera un juego de palabras pero no lo es. No pueden existir empresarios arrollados por un régimen, y en consecuencia nada que pueda llamarse “sector empresarial” bajo esa definición. Lo que quedó como “empresarios” después de la destrucción de las bases económicas del país es algo que sobrevive y flota como un escombro en la fuerte corriente del río que finalmente llegará la desembocadura de su destrucción definitiva, en un sistema que no tolera el concepto de empresa privada.

De allí que se entienda la reacción adversa del régimen a la carta enviada al Presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusano, en ocasión a esa Asamblea por Monseñor Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, y que fuera tan virulenta (ver Carta del Cardenal Parolín a Fedecámaras https://www.diariolasamericas.com/america-latina/venezuela-carta-cardenal-parolin-encoleriza-maduro-n4227812) atacando a la Iglesia Católica, y señalando el mismo expediente de siempre, instando a los curas a “quitarse la sotana y hacer política”. Por eso hay que recordarle a Delcy Rodríguez que Hugo Chávez no le ordenó quitarse la sotana al cura que garantizaría su vida cuando lo estaban echando del poder el 11 de Abril de 2002 precisamente por hacer nada más político y humanitario que eso. Por eso siempre esta allí la Iglesia Católica. Esa carta no fue más que un llamado a la Ética y la Moral necesaria de los empresarios en tiempos de crisis política.

En la carta Mons. Parolín les recuerda la responsabilidad moral del empresario al indicar “…considero que es importante que la sociedad civil sea también protagonista de la solución a la crisis actual de ese amado País, una solución que sólo se dará si los venezolanos, y especialmente los que tienen algún tipo de responsabilidad política, están dispuestos a sentarse y a negociar, de un modo serio, sobre cuestiones concretas que den respuesta a las verdaderas necesidades de los venezolanos, y durante un periodo limitado en el tiempo. Esto exige voluntad política por parte de los involucrados, disponibilidad a dejar que el bien común prevalezca sobre los intereses particulares, y el apoyo responsable de la sociedad civil y de la comunidad internacional” (resaltado nuestro). Esta es la misma posición que hemos sostenido desde la sociedad civil en la Propuesta a la Nación y la Comunidad Internacional del Consejo Rector de la Conferencia Ciudadana para el Restablecimiento Constitucional, donde destacamos la necesaria participación del pueblo venezolano en la solución de la crisis, proponiendo un nuevo curso de negociación política que INCLUYA a factores de la sociedad civil (ver Propuesta a la Nación, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/07/el-consejo-rector-de-la-conferencias.html).

Ante esta nueva capitulación de Fedecámaras, se hace más evidente el fracaso de quienes insisten en una salida política del país sin la participación de los venezolanos. “Dejar que el bien común prevalezca sobre los intereses particulares” no fue precisamente lo que paso en esa Asamblea Anual de los “empresarios” con el régimen.

Una vez más las palabras de la Iglesia Católica señalan el camino de la Refundación de la Nación. Con unos empresarios entregados difícilmente podremos hacerla, y más aún si pretenden continuar viviendo de la teta del Estado después de un proceso de transformación política y económica del pais. Este es un buen momento para que los verdaderos empresarios, los que están luchando para nadar en contra de la corriente, reflexionen acerca del importante papel que jugaran en la Venezuela autosostenida que más temprano que tarde, deberemos construir entre todos.

Caracas, 25 de Julio de 2021

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(1) Emeterio Gómez, La Responsabilidad Moral de la Empresa Capitalista, ISBN 980-6073-83-5, 2005, Páginas 33 y siguientes.

lunes, 19 de julio de 2021

Salvación Constituyente

Por Luis Manuel Aguana

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La primera reacción que muchos venezolanos tuvieron al comunicado del Consejo Rector de la Conferencia Ciudadana para el Restablecimiento Constitucional y Democrático (ver Propuesta a la Nación y la Comunidad Internacional, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/07/el-consejo-rector-de-la-conferencias.html), fue que cómo íbamos a llamar a un "nuevo proceso de negociación" que incluyera al régimen de Nicolás Maduro Moros, habida cuenta que todos esos procesos le habían servido al régimen para retrasar y ganar tiempo para consolidarse en el poder. Muchos se preguntaron -y con mucha razón- si ésta no era otra estrategia que serviría al régimen para ese mismo propósito. Intentaré explicar en esta nota esa aparente contradicción.

ANCO, como partícipe de esta importante instancia de la sociedad civil, establecida mediante un Pacto para el logro del cumplimiento del mandato vinculante del pueblo obtenido en la Consulta Popular realizada del 7 al 12 de diciembre de 2020, hizo esta importante propuesta que fue aprobada por su Consejo Rector, al cumplirse 4 años de la Consulta Popular de 2017, como el siguiente paso natural de quienes con justa razón, no solo exigimos participar en las decisiones de nos atañen como pueblo, sino cómo proponentes de una nueva ruta que evite precisamente que esa sea la excusa que el régimen utilice para alargar el sufrimiento del pueblo venezolano.

Quienes firmamos el Pacto para el Restablecimiento Constitucional creemos firmemente en una solución pacífica, constitucional y democrática a esta crisis, y con ello estamos plenamente de acuerdo con el principio fundamental según el cual la salida de la crisis pasa por poner a todos los actores interesados en una mesa de negociación, como bien lo indica la Declaración de los EEUU, la UE y Canadá.

Pero cuando se indica que deben participar todos los actores interesados, no es posible dejar del lado de afuera a quien consideramos es el principal actor, EL PUEBLO VENEZOLANO, representado por su sociedad civil, que en un ejercicio pleno de democracia protagónica, exige participar hoy más que nunca en todas las decisiones que incidan sobre su bienestar y la búsqueda de una salida democrática a la crisis, sin desconocer a la representación política de la Asamblea Nacional que ya ha sido reconocida por la Comunidad Internacional.

En este sentido igualmente se reconoce que existen unos actores que ejercen el poder en Venezuela, que tienen el control de los Poderes Públicos del Estado, y que más temprano que tarde deberán entender que no los pueden detentar sin el aval legítimo del pueblo venezolano. De eso precisamente se trata un proceso verdadero de negociación política. Y eso es lo que la Comunidad Internacional pretende lograr que se entienda por los venezolanos, sin llegar al expediente de la violencia por motivos políticos.

Nuestra propuesta va dirigida a que sea el pueblo venezolano quien decida el destino del país a través de sus legítimos representantes, electos como Constituyentes provenientes de todo el territorio venezolano, con la ayuda técnico-electoral de la Comunidad Internacional. Nada puede ser más democrático que eso. Y que sean esos representantes electos de ambos lados en un proceso cuyas bases sean negociadas por las dos partes, con la mediación de la Comunidad Internacional, quienes decidan el destino del Poder Ejecutivo, como ya se hizo en dos Constituyentes anteriores, la primera convocada y electa legítimamente en 1999, y la siguiente convocada y electa ilegítimamente en el 2017. Si el Constituyente Originario remueve el Poder Ejecutivo y el resto de los Poderes Públicos, este deberá decidir la designación de un Gobierno de Transición que nos garantice un Poder Electoral que nos lleve unas elecciones generales libres, justas y verificables posteriormente.

La Comunidad Internacional ha ofrecido su concurso a participar en este proceso dando a entender claramente que está en la plena disposición de levantar las sanciones que le ha impuesto a los personeros del régimen, si se llega a una negociación que de cómo resultado el regreso de la institucionalidad en el país. Si eso es posible o no, lo dirá la disposición que tenga el régimen de Nicolás Maduro Moros de aceptar una ruta que permita una salida a la destrucción sistemática que ya estamos viendo en el país. En la medida que no lo permita, se irá acercando mas al punto donde ninguna negociación sea posible, dándole a entender a la Comunidad Internacional que la vía ya no sería pacífica, trayendo como consecuencia el agotamiento de ese camino dejando a la Comunidad Internacional el análisis de otras alternativas para enfrentar la crisis venezolana. Pero aun no llegamos allí, y parte de este ejercicio es definir (¿forzar?) eso a la brevedad posible.

Aquellos que con todo derecho no creen que eso sea posible, esto es, negociar con el régimen una verdadera salida pacífica, constitucional y democrática, en lugar de sabotear esta propuesta, más les valdría dedicar su tiempo en diseñar una vía alternativa y trabajar por ella, si verdaderamente creen en su viabilidad en las actuales condiciones internacionales, donde la mayoría de los países se niegan a una salida no negociada. Desde aquí les deseo mucha suerte porque finalmente ambas rutas conducen al mismo destino.

Nosotros creemos que este es el momento más adecuado para plantear un proceso Constituyente porque es, por su naturaleza, un proceso incluyente y que resuelve a la vez, no solo la transición hacia una nueva etapa de la transformación necesaria para Venezuela, sino la refundación del país, como bien lo ha planteado la Iglesia Católica venezolana. Es un proceso que no implica un “quítate tú para ponerme yo”, como lo plantearía una elección presidencial en el medio de un país destruido y dividido, con una parte de la población en contra de la otra. En el escenario de una Constituyente, ambas partes en su justa proporción tendrían que acordar juntos un país en donde quepamos todos.

Si los personajes que conducen el país están muy seguros que permanecerán 60 o 100 años en el poder, que se vean en el espejo cubano que se está resquebrajando todos los días a mayor velocidad. Las condiciones del mundo actual ya no son las de mediados del siglo pasado cuando Fidel Castro llegó al poder bajando de una montaña. Las comunicaciones instantáneas, la realidad de un mundo que tiende al respeto serio de los Derechos Humanos, la lucha internacional cada vez más férrea en contra del terrorismo y el narcotráfico, así como las presiones de una economía globalizada, más temprano que tarde les harán huir por la puerta de atrás. Un proceso Constituyente les ofrece a todos una puerta por delante por donde salir. Mi recomendación es que la tomen todos los actores del régimen –y en especial los militares- y la oposición, porque si no piensan en la salvación de Venezuela, les puedo asegurar que si será para la salvación de ustedes…

Caracas, 19 de Julio de 2021

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viernes, 16 de julio de 2021

El Muro de Berlín latinoamericano

Por Luis Manuel Aguana

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Los sucesos acaecidos en la isla de Cuba han levantado una nueva esperanza para aquellos que enfrentamos el virus del castro comunismo en Latinoamérica. Miles de personas en las calles de las diferentes ciudades de ese país sometido por más de 60 años, dan ciertamente la percepción que las cosas pueden cambiar drásticamente como ocurrió con el muro que se levanto para dividir las dos Alemanias durante la Guerra Fría, al punto que ya las redes sociales repiten incansablemente que “Cuba es el Muro de Berlín de Latinoamérica. Si caen los Castro caen todos” (ver https://twitter.com/JoJakubowicz/status/1414376591891877890).

Y como bien se ha estudiado científicamente “la percepción es la realidad”. Ya en Venezuela todos repiten lo de “El Muro de Berlín latinoamericano” esperando que al caer la tiranía cubana, efectivamente caiga la nuestra como una suerte de dominó parado en fila india. Nadie más que yo deseo que pase eso. Pero somos venezolanos, y por experiencia cultural común sabemos que nos gusta que las soluciones no vengan del propio esfuerzo sino del ajeno, sin pararnos en los detalles de que la realidad no necesariamente se encuentra en esa percepción. Y eso hace que cualquier esfuerzo naciente que se haga para salir de lo que nos pasa en Venezuela se retrase “para ver qué es lo que termina sucediendo en Cuba”.

La tiranía cubana, entrenada en los métodos de la antigua Unión Soviética y la Alemania Oriental, fue la mentora principal de la tiranía de Hugo Chávez Frías y ahora de Nicolás Maduro Moros. Los cubanos están luchando por su libertad, como debe ser, y nosotros debemos hacer lo propio. Ya las reacciones del régimen cubano a esa gesta de su pueblo buscando desesperadamente su libertad, apuntan a una masacre que solo conoceremos en su magnitud una vez que se logre la libertad en la isla, sumando más muertos al largo sufrimiento del pueblo cubano.

Si el pueblo cubano tuviera un país con la posición geográfica que tiene el nuestro, en su territorio no hubiera quedado nadie, como está sucediendo en Venezuela. Pero no, jóvenes y viejos están encerrados desde 1959 en un gran campo de concentración, rodeado por las aguas del Caribe. Esa olla de presión más temprano que tarde terminará por reventarles en la cara a los comunistas cubanos. Lo que vimos no fue más que el comienzo del agrietamiento de esa olla y los comunistas comenzaron a remendarla con la sangre de quienes la agrietaron. Si el régimen de Díaz Canel tuviera una pizca de entendimiento del paso del tiempo y de las consecuencias profundas de lo que acaba de pasar, diera un golpe de timón hacia una nueva situación política, más consustanciada con esa realidad. Pero no lo harán al estar atados a los designios decimonónicos de un par de viejos que ya son historia, uno de ellos muerto y otro por morirse.

El régimen venezolano, al haber hecho dependiente la realidad política de Venezuela con la de Cuba, siguió las reacciones represivas de huida hacia delante que tomó la tiranía cubana con su realidad, y estas se comienzan a manifestar en nuestro país con la persecución a la dirigencia de la oposición oficial, llevando a la basura la propuesta de diálogo del Gobierno Encargado con su Plan de Salvación Nacional. Si Maduro sigue las instrucciones de sus jefes cubanos en esa huida hacia delante, estará acelerando igualmente su caída, pero igualmente contabilizando los perseguidos y muertos que eso conlleva.

Esto nos pone al resto de los venezolanos en el primer cuadro, donde lo único que se visualiza para un futuro próximo como solución a los graves problemas de los venezolanos son unas Elecciones Regionales ilegitimas, con una oposición de maletín (lleno de dólares) a conveniencia del régimen. ¿Sera esa nuestra fatalidad? ¿Aceptar el fracaso permanente de aquellos que aun dicen ser nuestros representantes ante una Comunidad Internacional que insiste que tenemos la obligación de acordar una solución negociada con el régimen de Nicolás Maduro Moros?

Por más que insistamos que se trata de delincuentes manejando un país, no podemos obviar el tratamiento que les da la Comunidad Internacional, a sabiendas de esa situación. La Declaración conjunta sobre Venezuela, última pieza jugada por la Comunidad Internacional para hacer reaccionar tanto al régimen como a la oposición insiste en “que se logren avances sustanciales y creíbles, orientados a restablecer las instituciones y los procesos democráticos en Venezuela, y estamos dispuestos a revisar las políticas de sanciones sobre la base de avances significativos que se alcancen por medio de una negociación amplia”. (ver comunicado EEUU-UE-Canadá: Declaración conjunta sobre Venezuela, en https://www.state.gov/translations/spanish/ee-uu-ue-canada-declaracion-conjunta-sobre-venezuela/).

Quienes estamos en la lucha democrática para lograr resolver el sufrimiento a los venezolanos no podemos dejar eso de lado. Esa misma declaración indica que “La solución pacífica a esta profunda crisis política, social y económica debe provenir del mismo pueblo venezolano, a través de negociaciones de amplio alcance impulsadas por los venezolanos en las cuales participen todos los actores interesados”. Y NOSOTROS SOMOS ACTORES INTERESADOS.

Si la oposición oficial representada por el Gobierno Encargado fracasó en su planteamiento electoral con el régimen por unas elecciones Presidenciales libres, justas y verificables (planteamiento que sabemos que no resolverá la crisis porque todo el sistema de poderes públicos está destruido), debido a la patada que Maduro le dio a la mesa por instrucciones de sus jefes en La Habana, por más que percibamos que se está cayendo el régimen cubano, no podemos dejar que las cosas se queden congeladas en Venezuela. El fracaso de las negociaciones por rebote de lo que está pasando en Cuba más bien nos deja como sociedad civil en una mejor posición para realizar planteamientos audaces en el marco de lo señalado por la Comunidad Internacional en su declaración conjunta, que conlleven a que el régimen de Nicolás Maduro Moros se siente a negociar no otra cosa que su salida pero con los interlocutores apropiados. Y si es verdad que efectivamente ese Muro de Berlín latinoamericano se caerá, más nos vale hacerlo a todos muy pronto…

Caracas, 16 de Julio de 2021

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lunes, 5 de julio de 2021

Matar a un ruiseñor

Por Luis Manuel Aguana

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A los activistas de Derechos Humanos

No hay nada más estúpido para cualquier gobierno que poner preso a un activista de Derechos Humanos. Además del consabido categórico repudio de todo el mundo, de propios y extraños,  y en especial de las instancias internacionales en el medio de una negociación política, confirma la denuncia que hace, sin contar con que ese mismo activista de Derechos Humanos puede luchar por su libertad cuando las cosas se reviertan para ese gobierno y sus responsables resulten presos. No en vano en los años 70s les decían gorilas a los militares de las dictaduras del cono sur: mucho músculo y poco cerebro.

¿Qué denunció Javier Tarazona y su equipo de Fundaredes que no supiera todo el mundo? ¿Qué el régimen trabaja y es socio de la guerrilla colombiana? ¿Qué existe la presencia de irregulares armados de toda calaña y nacionalidad, no solo de la FARC y el ELN en 19 de las 24 entidades federales de Venezuela? Tal vez lo que faltaba era la foto que presentó Tarazona en su denuncia, que hizo reaccionar a los gorilas del régimen en la que se mostraba al ex Ministro Ramón Rodríguez Chacín y su esposa con miembros del alto mando de  la guerrilla del ELN, entre los que se encontraban Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, Antonio García y Pablo Beltrán. ¿Será que eso es desconocido por los organismos de inteligencia de países que fuera de Venezuela hacen un seguimiento exhaustivo de los movimientos armados de los socios del régimen? ¿Qué una pequeña ONG venezolana limitada en recursos como todas las que operan en nuestro país, le gana en información a las agencias de inteligencia mas informadas del mundo? Veamos.                                                      

Hace pocos días, el 29 de Junio de 2021, el CSIS (Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales) publicó un reporte titulado “Ataque al presidente colombiano muestra la inseguridad transmitida por el santuario criminal de Venezuela” (ver reporte en https://www.csis.org/analysis/attack-colombian-president-shows-insecurity-borne-venezuelas-criminal-sanctuary) donde se menciona “Las guerrillas colombianas han tenido presencia en Venezuela desde al menos la década de 1980 . Según Fundaredes, una organización no gubernamental (ONG) venezolana que investiga temas de seguridad, una panoplia de grupos armados irregulares opera en Venezuela: 9 frentes diferentes de las FARC y 10 frentes diferentes del ELN, dos de los grupos guerrilleros más conocidos, el Bolivariano. Fuerzas de Liberación, Ejército Popular de Liberación, Los Rastrojos, Los Urabeños, Autodefensas Unidas de Colombia, entre otros. Sus operaciones abarcan una lista igualmente impresionante de territorios. De los 24 estados de Venezuela, 19 cuentan con una presencia guerrillera activa”.

 

Y más adelante señala el grave problema de gobernanza del Estado venezolano que pone en manos de irregulares el gobierno del país “La presencia de grupos guerrilleros ha profundizado el estado de anarquía y ha acelerado el debilitamiento de las instituciones venezolanas bajo Maduro, cuya autoridad se ha disuelto en el interior más allá de Caracas. De hecho, incluso en la sede del poder nacional, Caracas, la autoridad de Maduro se ha desintegrado al encontrar dificultades para restablecer el control sobre el territorio en manos de grupos criminales. Por ejemplo, en los últimos meses, la pandilla El Coqui en el barrio de La Vega le ha dejado muy claro a Maduro que el barrio está fuera de los límites mientras construye un microestado en el corazón del centro de poder del país. Las incursiones policiales en La Vega han resultado en sangrientos enfrentamientos y tiroteos de horas de duración”.

Más allá de la referencia de Fundaredes en el informe –la que podría ser la verdadera razón de los gorilas para poner preso a Tarazona y su grupo- el escrito detalla el colapso de un Estado que no controla su territorio y que para hacerlo tiene que utilizar prácticas como las de la mafia de Vito Corleone, vendiendo el control territorial a franquicias de capos armados en todo el país. Y por supuesto designar operadores de franquicia como Rodríguez Chacín para ese trabajo. Lamentablemente para el régimen, fuera de Venezuela no es tolerada esa definición de país, por lo que, entre otras cosas, el informe concluye en que El estado venezolano ha abandonado en gran medida todos los intentos de gobernar el vasto territorio del país. La autoridad aborrece el vacío, y los grupos armados irregulares y las guerrillas colombianas han llenado el vacío durante mucho tiempo, la peor combinación posible para la estabilidad regional”. Entonces la solución de Venezuela pasa por otro lado.

Y esta última tal vez sea la razón por la cual los Estados Unidos nos abandonaron a nuestra suerte, prefiriendo irse a resolver algo en Nicaragua, dejando a la oposición venezolana que se conforme con las migajas de una elección de Alcaldes y Gobernadores. Y si eso era lo que querían, pues eso es lo que tendrán. Pero a un costo altísimo para ellos y en cierta medida para los venezolanos: la desaparición del interinato después de esas elecciones (ver PanamPost: EEUU empuja a la oposición a las elecciones para liquidar el interinato, en https://panampost.com/jose-gregorio-martinez/2021/07/04/eeuu-oposicion-elecciones-liquidar-interinato/) con el consiguiente reconocimiento de Maduro como autoridad del país. No sé si los EEUU le devuelvan el reconocimiento como gobierno legítimo al régimen de Maduro, pero todo apunta a eso después del 21 de Noviembre porque la oposición oficial los reconoció yendo con ellos a unas elecciones, ¿qué tal? Nos quedamos sin el chivo y sin el mecate. Nunca un país había tenido una oposición tan degradante, mediocre y traidora.

¿Pero por qué un costo para los venezolanos? Porque el golpe a la moral opositora nacional será tremendo. Guaidó tal vez aspire a la Gobernación de Vargas –ahora mal nombrada La Guaira- donde espero que no saque ni un voto por esa traición. Pero tampoco los tendrá él o cualquiera de esa oposición cómplice porque no iremos a esas elecciones ilícitas. Si la oposición oficial cree que eso que hicieron les traerá votos, olvídense de eso. De hecho creo que deberán buscar oficio en otra cosa. Espero que hayan aprovechado bien las rumbas que dieron por la candidatura de Joe Biden en EEUU, en desmedro del Presidente norteamericano que había creado las sanciones que ahora negocian.

Después de ese panorama tan oscuro, la detención arbitraria de Javier Tarazona y sus compañeros me recordó el clásico de ficción de la literatura norteamericana “Matar a un ruiseñor”, de Harper Lee, inmortalizado por la película del mismo nombre protagonizada por Gregory Peck. Un abogado blanco, Athicus Finch, defendiendo a una persona de color en contra de todo el mundo en el sur norteamericano de los años 30s. Hoy en día a eso se le llamaría un defensor de los Derechos Humanos, peleando por los derechos de una minoría étnica. Había que tener mucho valor para eso en ese tiempo.

De acuerdo a una de las lecciones que deja Atticus Finch (ver Rocío Camarena, 5 lecciones de Atticus Fich en “Matar a un ruiseñor”, en  https://www.altonivel.com.mx/liderazgo/management/55556-5-lecciones-de-atticus-finch-en-matar-a-un-ruisenor/), hay “…un principio de vida muy importante cuando les da una pistola a sus hijos y les explica que pueden dispararle a muchas cosas pero nunca a un ruiseñor”. “Los ruiseñores no hacen otra cosa que crear música para que la disfrutemos. No se comen los jardines de la gente, no hacen nidos en los graneros, no hacen otra cosa que cantar su corazón para nosotros. Es por eso que es un pecado matar a un ruiseñor”. Atticus hace alusión a su defendido y su vecino que no hacen otra cosa más que ayudar a las personas y por eso su corazón generoso no debe de ser lastimado de ninguna forma, ni él ni todas las personas generosas que existen en el mundo”. Esos son por definición los defensores de los Derechos Humanos. No solo es un pecado agredirlos o matarlos en sus funciones, como a los ruiseñores de la referida novela, sino otro crimen más de Lesa Humanidad que comete el régimen en contra de los venezolanos.

Hoy 5 de Julio, día especial de la nacionalidad, cuando las 7 provincias de la Capitanía General de Venezuela se declaran independientes de España en nombre de Dios Todopoderoso, no nos queda otra cosa que pedirle al Altísimo que proteja a sus ruiseñores y que levante muchos más como estos para que den un paso adelante y valiente para forjar la nueva Independencia de Venezuela. Amén…

Caracas, 5 de Julio de 2021

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