Por Luis Manuel Aguana
Deseo sustituir el término “Fraude Electoral” por el de “Transparencia Electoral” al ser el primero consecuencia del segundo. De acuerdo a Wikipedia, “El fraude electoral es la intervención deliberada en un proceso electoral con el propósito de impedir, anular o modificar los resultados reales”. Sin embargo, esto es imposible de realizar si el organismo electoral y los intervinientes en el proceso muestran transparencia en todos sus pasos, permitiendo que estos se puedan constatar y verificar de una manera clara y transparente para la población y que se pueda demostrar que el proceso es pulcro y comprobable en todas sus partes.
El fraude no es otra cosa que una consecuencia de un proceso obscuro, tapado y mal llevado a los ojos de los electores. Dice el dicho que la mujer del César no solo debe ser honesta sino parecerlo. Por eso es que la gente habla de fraude en Venezuela. Y en ese sentido prefiero hablar de transparencia, que es en realidad el fondo del problema, porque lo otro es su consecuencia.
En la nota anterior del blog (ver Elecciones Auténticas en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/08/elecciones-autenticas.html) indicaba que las Elecciones Autenticas no solo constituían un derecho humano establecido en los Pactos y Tratados internacionales de Derechos Humanos, con plena vigencia legal en nuestro país, sino también que Venezuela había sido precursor y protagonista principal de ellos. El fondo conceptual de la normativa es expresa: tenemos el derecho humano de “votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas”, y que se “garantice la libre expresión de la voluntad de los electores”.
Y en ese sentido esa garantía tiene que provenir del árbitro y del sistema que se elija para contar los votos. El sistema no son las maquinas o los programas de computación. Eso es solo una parte del sistema electoral. Es el entramado de procesos, sistemas de cómputo, personas, trazas de papel, auditorías previas al proceso, durante el proceso y posteriores al proceso electoral.
¿Porque las elecciones en Venezuela, antes de esta pesadilla chavista, eran una fiesta democrática? Porque la única manera en que se cometiera alguna irregularidad era que las Actas fueran modificadas antes de salir de los centros por alguna situación de los partidos y sus testigos, pero el público, toda la gente, se quedaba esperando hasta el final del acto electoral para presenciar el conteo de los votos en todas y cada una de las urnas electorales de los centros en todo el país y donde se cantaban a viva voz TODOS los votos de los candidatos. Y así, al ir llegando las Actas al CSE, en carro, en avión o en burro, se iban transcribiendo para su procesamiento en una computadora que al final emitiría un listado de los resultados por Estado y nacionalmente.
Al existir en Venezuela un Estado de Derecho perfectible y un Consejo Supremo Electoral (antiguo CSE) que no tenía nada que esconder, quedaba en manos de los partidos políticos cuidarse los unos a los otros y exigir al árbitro condiciones iguales para todos. Cada partido tenía su representante técnico ante en CSE y todos reconocían la seriedad del árbitro. Tigre no comía a tigre, rezaba el refrán.
No había más complicación técnica que un programa para sumar Actas. El proceso era clarísimo para todos los participantes, los partidos políticos, el árbitro electoral y el pueblo venezolano. ¿Y cual era la auditoría posterior? Las Actas en poder de los partidos eran sumadas en sus respectivos comandos y hasta que todos hubieran constatado esa suma, no daban el reconocimiento al vencedor. Y allí se acababa la historia. Y los votos SIEMPRE cuadraban con el CSE, con diferencias insignificantes. En CSE le daba la autorización a la prensa a dar sus proyecciones después del primer boletín que ocurría bien temprano en la noche, no como el madrugonazo que nos aplicaron en el Referéndum Revocatorio.
El CSE garantizaba un Registro Electoral confiable para todos porque existía una Fiscalía de Cedulación que estaba en manos siempre de la oposición que se aseguraba que nadie que no tuviera una Partida de Nacimiento venezolana o fuese nacionalizado estuviera registrado. A la hora de la verdad, todos los votos eran contados a la vista de todo el mundo. ¿Cómo se podría torcer la voluntad popular con un sistema así? Entonces nuestras elecciones eran AUTENTICAS precisamente porque eran TRANSPARENTES para todo el mundo.
Para los nuevos votantes que solo eran unos niños cuando comenzó su mandato el Presidente Saliente, les puede parecer este proceso como una cosa del pasado, incluso retrograda. Pero era autentico y todo el mundo salía satisfecho, incluso aquellos que resultaban derrotados electoralmente.
Entonces, cuando llega la “era de la automatización”, de la tecnología, esta condición se perdió. Los procesos se complicaron tanto que es ahora necesario el concurso de técnicos especializados que ahora tratan de convencernos que aquella autenticidad del pasado aun existe. No es posible hacer sencilla una complejidad técnica sin que el común de la gente desconfíe. No es posible hacer creer a una población que su voto es secreto si hay una maquina que te identifica antes de que emitas tu voto. Eso esta más allá de toda duda razonable. Ya lo explicamos antes, la percepción de la realidad es la realidad misma. ¿Qué parte del “NO” no entendieron?
Un sistema electoral obscuro, que necesita mil auditorías técnicas para que la gente empiece a medio entender, ni siquiera a confiar, a entender, NO ES TRANSPARENTE Y EN CONSECUENCIA NO ES AUTENTICO. De eso se trata nuestra exigencia al CNE del Presidente Saliente. Con el fin de lograr una mayor transparencia en ese proceso completamente opaco del CNE y para que este se pueda medio tragar por parte de la ciudadanía, la Oposición Civil ha solicitado que se cumplan al menos dos exigencias: 1.- Retiro inmediato de las captahuellas de las mesas electorales y 2.- Auditoría, sino de todo el RE, al menos de una muestra estadística de él, con el consecuente regreso a las condiciones, proceso y auditorias de las elecciones parlamentarias del año 2010.
Eso ES PERFECTAMENTE POSIBLE DE REALIZAR INMEDIATAMENTE, de acuerdo a los datos expuestos por los técnicos del Grupo La Colina. De no hacerlo, la autenticidad del proceso del 7 de Octubre será inexistente y en consecuencia nuestro derecho humano a unas Elecciones Auténticas habrá sido abiertamente violado. Quedamos a la espera del pronunciamiento de nuestro candidato en relación a este importante asunto que, al acercamiento de la fecha de las elecciones, resulta insoslayable. ¡Elecciones Auténticas YA!
San Juan de Puerto Rico, 9 de Agosto de 2012
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