Por Luis Manuel Aguana
Una cosa es un golpe de Estado
frustrado por el gobierno y otra cosa muy diferente es un ataque quirúrgico
realizado por un grupo de comando especializado externo a la Fuerza Armada, con
colaboracion interna de alguno de sus integrantes, con el objetivo militar
preciso de llevarse un parque de armamentos.
De acuerdo a los comunicados
emitidos por ese grupo a traves de las redes sociales, ese objetivo preciso se
cumplió a cabalidad. Igualmente, ahora solicitan el apoyo de la población civil
con movilizaciones de calle. El gobierno no ha desmentido nada y por el
contrario ha intentado esconder sin éxito lo que paso el domingo 6 de agosto en
el Fuerte Paramacay (ver información precisa en http://elestimulo.com/blog/asi-ocurrio-la-toma-del-fuerte-paramacay/).
A un regimen que invento 8,1M de votos el pasado 30J muy dificilmente le creerá
la población.
Sin entrar a considerar como
válido o no el camino escogido para plantearse otra forma de lucha -no
transitada en Venezuela por mas de 100 años- en contra del regimen de Nicolás
Maduro, sería importante analizar el tema de lo visto hasta ahora, para ver si
estos son solo fuegos artificiales o el comienzo real de algo lo
suficientemente serio como para desplazar al regimen.
Lo primero que hay que considerar
-profesionalmente hablando y sin ser especialista en el tema militar- que si
alguien se propone ejecutar tecnicamente algo tan arriesgado como meterse en
una instalación militar, sustraer armamento y salir con bien de ello, es porque
sabe muy bien lo que esta haciendo. Esto es, no son un atajo de improvisados
como lo trata de hacer ver el gobierno, porque sino cualquier banda de
malandros de los que abundan en el pais ya lo hubiera intentado (al margen de
que sepamos quienes son los verdaderos malandros).
Pero si tomamos en cuenta que
quienes conducen la Fuerza Armada no llegaron a los puestos de dirección -en
todos los niveles- precisamente por su conocimiento del área militar sino por
la sumisión a una corriente politica, si yo estuviera sentado al tope de esa
piramide, no me sentiría muy seguro de su estabilidad. Es muy diferente tener
un arma que saberla manejar. En cualquier momento te la pueden quitar, y aunque
dispongas de otras, si no sabes cómo se maneja eso porque tu mejor conocimiento
militar es decir "¡Chávez vive, la lucha sigue!", no tienes entonces muchas
probabilidades de salir con bien de esa contienda, cuando alguien que si sabe
te la disputa.
Creo que alli los oficiales
dezplazados por el régimen, en su mayoría institucionalistas y más aventajados en
su campo militar –muchos de ellos los mejores de sus promociones- tienen una
ventaja competitiva que puede marcar la diferencia, si deciden, como al parecer
lo han hecho, de hacerse con las armas de la República. Entonces alli hay un punto importante que considerar en
este análisis.
Otro aspecto relevante reside en
el apoyo brindado internamente al grupo rebelde que sustrajo el armamento en
Naguanagua que, de acuerdo a las informaciones no confirmadas hechas publicas,
lo continuan haciendo en otras instalaciones militares.
Si consideramos al pais como un
todo incorporando a los militares, el 85%
de la gente que se encuentra en esos cuarteles es un apoyo potencial a
cualquier incursion, de acuerdo a las cifras publicadas de rechazo al régimen.
Cualquier soldado u oficial, con jerarquía o no, que se encuentre en ese
porcentaje, lo menos que hara será mirar para otro lado para ayudar a aquellos
que hayan asumido una posición activa y contraria a la continuidad del
gobierno. Esto expone una debilidad poco explotada por la oposición pero que
era imposible de hacer efectiva sin que alguien que supiera del arte militar la
asumiera con las correspondientes consecuencias.
Por principio fundamental no
concuerdo con las formas de lucha violentas -armadas- porque entre otras
razones se ha demostrado que su efectividad es muy baja en relacion con las
formas de lucha no violenta, de acuerdo a los estudios realizados (ver la reseña
del estudio de Erica Chenoweth en mi nota de 2014, Caída inevitable, en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html).
Las formas de lucha que involucran un componente armado necesariamente tienen
que estar complementadas por los elementos politicos que las dirijan, porque de
otro modo resultarían en herramientas útiles para cualquier interesado en hacer
más daño que bien.
De alli que las primeras
declaraciones de voceros de este grupo puntualizando su desconfianza -por
cierto bien ganada-- al sector político de oposición, debe revisarse de una manera
muy cuidadosa porque en el mejor de los casos podrían caer en las manos peludas
de expertos y antiguos personajes de la política venezolana que han buscado infructuosamente
esta salida sin éxito, porque al final todo se resume en sobre quien recaerá el
poder una vez que los pilares que sostienen el actual régimen se derrumben.
Recuerden el 4F y quienes terminaron mandando…
Un movimiento de esta naturaleza
que pretenda ser independiente, al final siempre tendrá que enfrentarse con el
hecho político del cual nace, entregando el fruto de su labor a los factores políticos
no contaminados que sean capaces de conducir un proceso que lleve al pais a la
reconciliación y la reconstrucción. Es por eso que reviste una importancia
fundamental que estos opositores que se han reunido intentando una lucha por
medios diferentes a los ensayados hasta ahora, complementen su accionar
estableciendo zonas mínimas de ejercicio político, para que una vez que se haya
logrado dezplazar al régimen, surja un camino común en el que todos coincidamos.
Y hasta que eso no ocurra ese llamado de apoyo en las calles que hacen en sus
comunicados difícilmente ocurrirá.
Y esto viene a cuento porque el régimen
no saldrá sin la presión de los cuarteles, que desde ya estan ejerciendo estos
nuevos grupos que hacen un trabajo que los civiles no podemos ni debemos hacer,
pero tampoco sin la correspondiente protesta civica permanente de la sociedad,
que solo puede coordinarse y canalizarse a traves de las organizaciones civiles
y politicas que no hagan causa comun con el gobierno. Y de alli la necesidad de
una Dirección Politica común, que en el actual estado de cosas no parece
existir, pero que ahora deberemos construir a la luz de una nueva realidad.
De alguna manera esta zona de
acción comun se dio en 1958 entre la Junta Patriotica y los militares. Pero ahora
luce claro que en aquel entonces los militares no eran como los de ahora,
altamente ideologizados, penetrados por el narcotráfico y la extrema
delincuencia internacional. Aquellos que crean en un golpe militar simplón a la
usanza de comienzos del siglo pasado o que los delincuentes entreguen el
gobierno por los votos salidos de una ruleta de casino trucada, pueden esperar
sentados los años que tienen los cubanos soñando el regreso de la democracia.
La situación que se está
presentando con la aparición de estos nuevos grupos de resistencia y con el
despertar de una sociedad ante la decisión de la MUD -que no debía extrañarnos-
de darle la espalda al mandato de la población, es lo mejor que nos pudo pasar.
Pone de nuevo la lucha desde el comienzo pero en la direccion correcta. Si los
politicos de la MUD creen que haciéndole el juego electoral a Maduro,
contentándose con las migajas de poder que les regalen desde un CNE arreglado,
que continúen por esa vía. Verán que poco a poco se encontrarán solos. Los
venezolanos sabremos que camino tomar y a quienes apoyar en el futuro. Dice un
viejo dicho que es preferible andar solo que mal acompañado, aunque la palabra “solo”
es un decir. A los venezolanos nos acompañan siglos de experiencia
libertadora...
Caracas,
10 de Agosto de 2017
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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